Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
San Salvador, 6
de septiembre de 2014.
Actualmente, a la
Derecha, en El Salvador se le presentan
tres únicos caminos a seguir: el primero, continuar su trabajo como lo
ha hecho hasta ahora, siendo, poco a
poco absorbida hasta su desaparecimiento por el sistema del socialismo del Siglo
XXI; el segundo camino consiste en plegarse, por personales conveniencias, a las estructuras paralelas del FMLN (ALBA) y
vivir de las migajas que el sistema le permitan: como ya lo sugirió un
economista y profesor del INCAE; y tercero, resistir colectivamente a las
pretensiones gubernamentales y, este último camino es el único para quienes no quieren o no pueden abandonar
el suelo patrio.
Ha provocado la urgente
necesidad de fondos que tiene el Ejecutivo, el gasto, en un todo,
desproporcionado del aparato estatal, aunado a la intención manifiesta de
ocultar dichos gastos del Presupuesto General de la Nación y obligar de esta
manera, a la imposición de nuevos tributos, y la modificación posterior del
mismo, utilizando para ello, argumentación populista. Esta medida es congruente
con lo planteado en la PROPUESTA DEL FMLN PARA LOGRAR LA DEMOCRATIZACIÓN, EL
CESE DE HOSTILIDADES Y LA PAZ JUZTA Y DURADERA EN EL SALVADOR, considerando el
punto “d) Acuerdo para desactivar la base económica de la confrontación política
y social, a partir del mantenimiento de las reformas impulsadas por el Gobierno
anterior”. Firmado el 11 de septiembre de 1989 por el Comandante
Salvador Sánchez Cerén, en Comayagüela,
Costa Rica.
El divorcio entre la
cúpula empresarial y la estructura política es debido a sus respectivos
intereses, aparentemente disímiles que debilitan toda acción posible pero que
no la impiden. El fin de las gremiales empresariales es la preservación, en el
país, de la libre actividad económica, la de las estructuras partidarias, es
lograr que sus candidatos sean electos, propósito que da origen a dos
actividades paralelas pero de acciones e intensidad diferentes. La de las
primeras es constante, aunque de baja intensidad, centrándose en la denuncia:
sus acciones son en razón de los ataques de que son objeto, por parte del Gobierno, todas sus
actividades. La estructura política varía su intensidad de conformidad con el
tiempo faltante para las elecciones, por las necesidades locales o, atendiendo
a lo que desean saber los ciudadanos acerca de sus futuros representantes.
Sin embargo, las bases que dirigen las cúpulas
empresariales y las de los políticos son
las mismas: toda actividad económica finaliza siempre en los individuos; en el
que consume gasolina, va a un mercado o a una pupusería, en definitiva es el
mismo que da su voto en una elección, es militante de un partido político y da
su opinión sobre la aprobación o desaprobación del Gobierno de turno. Esta
situación no es considerada por los analistas de izquierda que ven a la
sociedad en segmentos, pero que en conjunto, permite la resistencia a las
pretensiones de la izquierda.
La pregunta obligada y
a la que se debe responder es sobre en quién deberá recaer el liderazgo de las
acciones conjuntas de la Derecha. La respuesta es clara pues es natural que
recaiga sobre el que recibe los más fuertes ataques de la Izquierda y que, de
la Derecha, es el opositor más fuerte. Sin menoscabo de los intereses
partidarios es, en nuestro caso la empresa privada. Se ofrece la ventaja de
que, las candidaturas a las diputaciones dan, al candidato libertad para
sumarse o no, a una acción conjunta de oposición, y ya se comprobará el día de
la votación si su posición fue aceptada por el votante.
El tercer camino,
arriba expuesto, es el que conviene seguir a la Derecha: resistencia a las
acciones del Gobierno, se comprueba su futuro éxito por la baja de la
popularidad gubernamental. La urgente necesidad de fondos, del Gobierno para su
sostén en los próximos meses, le hace muy vulnerable: necesita del FOMILENIO,
de la cooperación internacional y del concurso de la empresa privada. La
posición de no negociar sobre los grandes temas de nación por parte del
Gobierno, suma las fuerzas en su contra. Es por eso que Salvador Sánchez Cerén
pide que el ciudadano reconozca que sí debe al Estado y renuncie, en
consecuencia, a los diferentes recursos legales.
El recurso en materia
tributaria como en cualquier otra materia de Derecho, tiene por objeto anular
la falibilidad humana, ya sea por error, desconocimiento de la ley o por dolo,
frente al poder omnímodo del Estado. Sugerir que se reconozca una instancia
única en Hacienda como lo propuso el Ministro Cáceres, es romper con el Estado
de Derecho y retroceder al concepto del poder absoluto de quien ejerce el
poder, atribuyéndole su infalibilidad. Como ejemplo cito que la mayoría de
contribuyentes que aceptaron el programa de “Declaración Sugerida” del
Ministerio de Hacienda y pagaron conforme a lo requerido, ahora se les está
informado que sus declaraciones presentan inconsistencias y que deben de
cancelar un complemento.
Quienes esperan
cosechar las bondades de la libertad deben soportar la fatiga de defenderla.
Thomas Paine.
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