Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN
ACCIÓN
http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 5 de
octubre del 2015.
Mucho se habla sobre la
insostenibilidad en El Salvador de su sistema de pensiones y sobre las medidas
que el Estado podría tomar para solucionar dicho problema; más, no se habla de la situación del trabajador ya
pensionado o que, algún día, ha de pensionarse
y para quienes, se están dando actualmente, los pasos preparatorios para
estafarles su dinero.
En el apogeo de la
Revolución Industrial, a finales del siglo XIX, nació el concepto de la
pensión, gracias a la visión del Canciller Alemán Otto Von Bismark, creador de los fundamentos de las
instituciones de Seguridad Social (seguro por enfermedad – 1883- y de
indemnización -1884), y que dan seguridad al trabajador. Estos conceptos
sociales, quedaron plasmados en nuestra Constitución desde 1950 y desde
entonces, hasta ahora, los trabajadores han gozado de tales beneficiosas expectativas.
Si se diese un cambio
en el sistema previsional, desaparecerían las cuentas individuales en las AFP y,
el Estado, tomaría los $7,000 millones ahorrados hasta hoy; dicha deuda
previsional, superaría los $40,907 millones (según estudios de FUNDE y datos
estadísticos del BCR). Ahora bien, para
justificar la falta de rentabilidad de dichos fondos - que ya fueron gastados
por el Estado - promueve este Gobierno un ajuste, el cual básicamente
disminuirá el monto de las pensiones
actuales y futuras.
El nuevo sistema a
implantar tiene el carácter de una estafa, pues se toman los ahorros del
trabajador sin su voluntad y, quienes están llamados a defender este interés
público, son el Fiscal General de la República y el Procurador de los Derechos
Humanos, además de los Diputados, sin embargo, ninguno de ellos ha mostrado interés
alguno, pues defienden los intereses Estado,
por sobre el Bien Público pues consideran que, el interés del Estado, es
su interés particular.
Todo sistema previsional,
se basa en la aportación de los fondos de los trabajadores y no, en aportación
directa del Estado, contemplado en el Presupuesto General de la Nación, pero sí
le concede al Estado, la potestad de planificar la Seguridad Social, custodiar
y administrar los fondos de los trabajadores; pero no permite utilizar dichos
fondos, como propios.
No puede ser segmentada
la responsabilidad del Gobierno: esta es continua, pues el funcionario público,
sólo es el tenedor temporal de la investidura
del cargo, y por tal razón, está planificada reestructuración, haya sido
presentada por el Ministro Cáceres y a propuesta del Secretario Técnico de la
Presidencia, Roberto Lorenzana, la responsabilidad es tanto de los gobiernos anteriores
como del actual, debiéndose atender a la
intencionalidad del mismo, la cual es base, para determinar la estafa juntamente con
la forma de realizarla: atribuir responsabilidades en otros y negar la propia,
para concretar un beneficio personal.
Este cambio es una
estafa para el trabajador: se está presentando en forma segmentada, para evitar
que el público alarmado, la rechace: primero el INPEP, luego el IPSFA, para que
después sea el ISSS. Primero, anunciar una disminución de las pensiones futuras
de las AFP, y de las presentes del INPEP. Sólo faltaría el anuncio de la
disminución de las pensiones del ISSS y, la disolución del INPEP, IPSFA e ISSS,
para que pudiese conformarse una nueva institución. Si atendemos a que las
promesas del Gobierno han sido subsidiar al IPSFA y al INPEP, sólo para el
ejercicio 2016, es de prever que dicho cambio estará concretado para el 2017.
El vocablo estafa, se relaciona con el verbo estafar
(obtener riquezas a través de una trampa o un ardid, cometer un delito mediante
el abuso de confianza o la mentira). La persona que comete una estafa se conoce
como estafador. A la luz de esta definición puede el trabajador analizar el
nuevo sistema propuesto por el Gobierno y deducir las posibilidades de tal
medida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario