Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Dar fin al TPS, es mensaje
político que está enviándonos. Los países europeos, en igual sentido, han
estado enviando mensajes similares, hacia los inmigrantes de Levante, lo cual
se ha visto claro, al analizar las causas del BREXIT. La inmigración será contenida en el futuro, pues ha enviado este mensaje directo a los países cuya población emigra: “resuelvan
sus problemas nacionales y, creen dentro
de sus territorios, su modo de vida en paz y prosperidad”.
Los problemas dentro de
cada país son diversos, pero en El
Salvador, la cooperación norteamericana, ha sido enfocada hacia el desarrollo
logístico y la exportación de servicios;
quiere esto decir, que ven, que El Salvador, tiene potencial para desarrollarse en ese nicho,
saliendo del subdesarrollo; sin embargo, continuamos aferrados a la visión de la Guerra Fría:
esperar que alguna de las grandes potencias mundiales nos mantengan, por establecer un punto geoestratégico, en su
favor.
Añoramos la bonanza económica
de los años 70´s: podemos volver a gozarla, siempre que volvamos a la estabilidad de esos años y, al conveniente
clima de inversión, propiciado desde el Estado. Tenemos hoy, todo lo contrario;
el Estado es enemigo de la inversión
privada, pues a su concepto, si la empresa
privada es fuerte, también tendrá
capacidad para oponerse al Gobierno,
siendo que, si la empresa privada, puede desarrollarse de manera pujante, jamás
estará contra el Gobierno: por el contrario, será su coadyuvante, pagando sus impuestos, pues éstos son el costo de oportunidad y no, una carga tributaria. Ahora, el Estado cobra
un porcentaje, la mara otro, los funcionarios públicos por corrupción, exigen otra
parte para “autorizar proyectos y agilizar trámites” y los políticos esperan que
se les financien sus campañas, y todo costeado con las utilidades, de la
iniciativa privada, que sufre una economía deprimida.
Si debemos acoger a nuestros
compatriotas y prosperen, cambiemos al
Gobierno y creemos las condiciones para
el desarrollo nacional, porque el Gobierno actual desestima el impacto del alza
de la tasa de interés y todas las variables negativas, para El Salvador; piensa
sólo que tendrá mayores remesas desde Catar y, ponerles impuestos.
El Salvador posee recursos para el crecimiento económico y para crear
un país deseable para sus ciudadanos,
pero tenemos un sistema que prefiere conscientemente, baja en la actividad económica, a cambio del
dominio político y que, potencias extranjeras o el BRIX, muestren un interés
geopolítico por El Salvador y, procura
conseguir todo el dinero posible de la banca internacional, mientras los funcionarios de hacienda, como
negocio propio, cobran un porcentaje por la colocación de los bonos en el
extranjero.
El esquema de la “Nueva
Geopolítica Internacional”, presentado en el plan de Gobierno de Venezuela,
crea las bases para el Socialismo del Siglo XXI: nuestro Gobierno ha entrado en
ese esquema venezolano y, para romperlo, debemos cambiar de Gobierno; no deben ser los salvadoreños los que salgan del país;
debe ser nuestro presente Gobierno, pues
el socialismo está creando la mayor crisis humanitaria de Latinoamérica y
nosotros, vamos arrastrados en tal línea.
No pidamos gracia a los
poderosos: la emigración ha cesado y forzoso es tomar las riendas de El
Salvador: cambiemos al presente gobierno,
suprimamos la corrupción y, el asistencialismo. Ningún país extranjero, será el
paliativo a los errores de nuestro gobierno y la tierra de alivio para nuestros
conciudadanos. No hay Mesías ni soluciones fáciles y, dejar de votar, es reconocer nuestra derrota,
entregándole nuestro poder soberano al verdugo, quien gustosamente, nos
exprimirá, primero la riqueza, luego la dignidad y por último, nuestra vida.
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