Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
En un reciente video de
Nayib Bukele, titulado “Nayib Bukele Propuestas Claras 2019”, propone, por medio de un decreto, dar un año
de gracia a los dueños de 200,000 manzanas ociosas, para que estas produzcan; de
no cumplirse, se tomarán las medidas legales para obligarles o a que otros la
trabajen, todo por utilidad pública.
La lógica indica que sí
hay que producir, sobre todo en este país tan pequeño; sin embargo, la propuesta no
es económica o ambiental, sino política.
A principios de los años 90´s, había efectivamente, 200,000 manzanas
ociosas, propiedad de las cooperativas
de la Reforma Agraria. El Censo Agropecuario del 2007, estableció que había
350,000 manzanas sin cultivar y, el 2011, ya eran, según el Ministerio de
Agricultura y Ganadería, 400,000 las que van en aumento, según se agudizan la
crisis económica, el cambio climático y
la inseguridad.
Se debe dicha
situación, a las políticas gubernamentales de fraccionamiento de la tierra,
bajo conceptos ideológicos: las mismas cooperativas de la Reforma Agraria, exigen
una ley de arrendamiento, para poder usufructuar sus tierras, a cambio de una
renta que les permita subsistir. La propuesta de Bukele, es hacia los pequeños tenedores, para un cultivo de subsistencia, que agravaría
la deforestación existente. Lo peligroso de su propuesta, es que agrega mayor
inseguridad a la tenencia de la tierra y pone en peligro, un ya deteriorado
medio ambiente.
Legalmente, existe ya
el mecanismo para hacer realidad dicha propuesta, mediante un decreto, pues se cuenta con la Ley de Ordenamiento Territorial y su
reglamento que, en su artículo 10.- en lo referente a su finalidad dice - : “El
CNODT desarrolla las acciones de política territorial para el logro de una
relación armónica, equilibrada, sostenible y segura, entre la sociedad y el
territorio, que favorezca la calidad de vida de la población, la utilización de
las potencialidades productivas del sistema socio-territorial e integración en
el contexto regional y mundial.”
La Ley fue creada el
2011, el reglamento fue dado el 2015 y,
las autoridades del Consejo Nacional de Ordenamiento Territorial, fueron
juramentadas el 2017. Al hacer
vinculante las disposiciones del Consejo para con las Municipalidades y, usar
sus atribuciones administrativas, como una extensión del Ejecutivo, viola la autonomía municipal, expresada en el
artículo 203 de la Constitución,
pudiendo así, cambiar, lo dispuesto en los artículos 105 y 106 de la misma
Constitución; de esta manera, se logra manipular políticamente, el régimen económico.
Las propuestas
populistas de Nayib Bukele, abren no sólo un debate político, sino sobre todo medioambiental, pues muchas de las tierras, hoy ociosas, son
de pequeñas fincas de café, que no han podido ser trabajadas por la nula
rentabilidad y, la inseguridad, debido al control territorial de las maras.
Otras alternativas de explotación como el cacao, resultan más caras aún, que la resiembra de
café.
En una conferencia
sobre los peligros medioambientales,
presentada por el CESTA, en días recientes, se explicó que, en promedio, el
propietario paga por manzana/cosecha $ 50.00 de extorsión a la mara, por lo que,
sin el debido control territorial, se generarían 20 millones/cosecha más, a lo
ya generado y, según el Director de la PNC, tardarán cinco años para que el
Estado recupere el control territorial.
Las condiciones han
sido dadas por el FMLN, en un lento avanzar hacia el Socialismo del Siglo XXI, pero Bukele, con los mismos objetivos, quiere
acelerar todo proceso hacia el cambio revolucionario, en su afán de restar
apoyos internos al FMLN y ganar popularidad con un discurso populista, que sólo
generará más caos social, apartándonos de la estabilidad que necesitamos.
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