Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
La amenaza del coronavirus ha causado panico, dejando
al descubierto la improvisación del Ejecutivo y favoreciendo el autoritarismo.
Las medidas del Ejecutivo, amenazan paralizar la vida cotidiana de los
salvadoreños, provocando riesgo de desabastecimiento y caos, en los servicios
estatales.
Este caos, controlado por el Ejecutivo, le permite
canalizar el pánico, hacia la aprobación de presupuestos imposibles de cubrir a
futuro, paralizando también, las acciones políticas de los opositores al
Gobierno.
El coronavirus es riesgoso por su transmisión: tiene
un índice mucho mayor que sus primos: la influenza o gripe común, pero puede agravar
otras enfermedades subyacentes. Pero fuera de la prevención normal, de lavarse
las manos y de guardar cama, como con un resfriado común y tener la
consideración de usar mascarilla o de cubrirse con pañuelo al toser, muy difícilmente,
podrá evitarse. Alemania calcula que el 70% de su población, será infectada y
no se ha podido contener en Estados Unidos o Italia, pese a los esfuerzos de
contención, por lo que muy difícilmente, podremos evitarlo nosotros.
Las medidas, aprobadas por el Gobierno, han creado
pánico, que puede producir un desabastecimiento, porque han sido cerradas
nuestras fronteras. Las primeras víctimas son quienes han venido del extranjero
y, las han obligado a una cuarentena de treinta días, siendo que la incubación
del virus, no puede ser mayor a doce días, de tal manera que, estas personas estarán
detenidas innecesariamente: ninguno ha cometido delito y merecen toda
consideración en su alojamiento, no en hacinamiento con cucarachas y sin las
medicinas para las enfermedades crónicas, que tienen restricción al viajar.
El papel del Cardenal Rosa Chávez y su comitiva, al
usar sus influencias para ser liberados de la cuarentena, es deplorable, pues
su obligación, como sacerdote es con su grey (pueblo) y de sufrir a la par de
ellos, dando consuelo. La conducta del Cardenal Rosa Chávez, ha sido la opuesta
a la realizada por el Padre Maximiliano María Kolbe O. F. M. Conv. que murió
voluntariamente, en lugar de un desconocido en el campo de Auschwitz, luego de
negarse a abandonar a los detenidos, para darles consuelo espiritual, en su
desgracia.
Por la actual crisis, Nayib Bukele pretende $ 2000 millones
de dólares, y sin los controles normales sobre el uso de esos fondos. Esta crisis
también tendrá impacto en el proceso electoral, pues faltan las campañas
internas de cada partido y éstas, no se podrán realizar. Si bien, siempre se
podría ejercer la libre expresión, no podrían realizarse reuniones políticas
para debatir este problema, ni demostrar el descontento hacia el Ejecutivo o
exigir públicamente soluciones a este problema. Las redes sociales están
dominadas por sus troles.
La única campaña efectiva, es la de prevención,
advirtiendo a cada ciudadano de la necesidad de la higiene y de su responsabilidad
para con los demás y que, al sentir algún síntoma sospechoso, se retraiga, pues
en el caso del Cardenal Rosa Chávez y sus acompañantes o cualquier persona que
haya venido de Italia, pueden haber traído el virus al país.
Hay cientos de salvadoreños varados en países
extranjeros, sin poder regresar a su país; son víctimas de la irresponsabilidad
de este Gobierno, pues no sabemos de su condición económica para poder sostener
sus gastos, durante un mes en el extranjero. Lo único que se puede hacer, es
exigir cordura y serenidad a este Gobierno, que no utilice esta calamidad
pública, para explotar el miedo y llenar sus bolsillos, consolidando su
autoritarismo.
El aceptar el Habeas Corpus, en favor de los
internados en cuarentena, es una muestra de cordura de parte del Poder Judicial,
pues muchas Alcaldías, siguen el desatino del Ejecutivo.
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