Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCION
La libertad es estado natural del ser humano, pero
como el hombre no puede vivir sólo, forma las sociedades que le permiten
satisfacer todas sus necesidades. La república es una asociación creada para
realizar la vida humana en conjunto. Algunas veces, estas sociedades están en
peligro y para enfrentarlo, deberán adoptarse medidas apropiadas, pero por
ninguna circunstancia, por muy peligrosa que sea, podrá permitirse, al
individuo o al grupo, la restricción de la libertad: si se hiciese, se
atentaría a la vida del grupo social.
Actualmente, la sociedad salvadoreña está sufriendo la
amenaza colectiva de un virus –situación mundial- Nayib Bukele está aprovechando esta ocasión,
para destruir las instituciones de la República, restringiendo la libertad
individual.
Mil personas están detenidas, como no portan el virus,
su detención es ilegal, pero el Ejecutivo, arguye que le han desobedecido. Su
detención es forzada, aunque se le denomine “contención sanitaria”, ¿contención
de qué?, no han cometido delito alguno y la orden no proviene de un juez. Sólo
trece personas que guardan confinamiento en hospitales, han dado positivo al
virus.
Si a una persona se le extiende un salvoconducto, para
que pueda realizar un trabajo autorizado por el Gobierno, éste salvoconducto no
tiene legalmente, razón de ser, pues si el individuo no porta el virus, no
debería necesitar salvoconducto alguno para circular o trabajar. Así las
personas capturadas, por no portar salvoconducto, fueron detenidas por una presunción
ilegal.
Centros de detención son sedes policiales y no,
hospitales, dis que a la espera que estos se construyan. Situación injusta, ilegal
y peligrosa, porque un hacinamiento sin la debida higiene, es peligroso para el
contagio: el Gobierno está así, poniendo en peligro la salud pública. Y,
además, estas personas, están siendo amenazadas por el delito de “desobediencia”
e ir, a la cárcel.
Se han cometido muchos abusos: golpeados, por no
portar mascarilla, sometidos a ejercicios forzosos, humillaciones y detenciones
injustificadas, cierre de negocios, por no estar autorizados por el Gobierno.
La responsabilidad, bajo los principios modernos de los Derechos Humanos, llega
hasta quienes han dado órdenes a las unidades militares y policiales, aunque el
hecho material, lo haya realizado el soldado o policía, de más baja graduación.
No se vio en 100 años, el cese de toda actividad
durante el día. La libertad ambulatoria fue restringida sólo durante la noche: jamás se restringió el derecho a trabajar. Las
restricciones a la movilidad durante el día, equivalen a un toque de queda de
24 horas, entonces la circulación sólo es posible, bajo autorización militar,
hoy se hace, mediante la autorización de las empresas que, a criterio del
Estado, aún pueden funcionar y, el que hace uso de estos servicios, lo hace a
su riesgo.
La libertad de nuestra República, se manifiesta y
garantiza en las instituciones del Estado, particularmente en la contraloría:
son éstas, las que garantizan la existencia del Estado democrático, pues
controlan los dineros públicos. Hoy, de hecho, se ha suprimido la Corte de Cuentas
de la República y se pretende que la CICIES, extranjera y creada por el
Ejecutivo, se encargue de ello, pretendiendo que se le autoricen fondos
ilimitados, para auditarse así mismo.
Si los que van a decidir sobre el internamiento o no,
de una persona son el Ministerio de Salud y Protección Civil, y no, un juez,
tendremos un cambio en el sistema de Gobierno. Ya nuestra lucha no será contra
una pandemia: hecho de la naturaleza, sino contra quienes quieren cambiar
nuestro sistema de Gobierno, suprimiendo la libertad.
Patriótica advertencia:
LIBERTAD ES SU DOGMA, ES SU GUIA,
QUE MIL VECES LOGRO DEFENDER
Y OTRAS TANTAS DE AUDAZ TIRANÍA
RECHAZAR EL ODIOSO PODER.
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