Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCION
La corrupción, es
origen de todos los males políticos del sistema democrático: deforma en autoritarismo, el sistema
republicano y, fortalecido por el narcotráfico y el crimen organizado, crea una
nueva forma de gobierno, basada en la corrupción, utilizando la cobertura del
Estado que ataca, sólo a aquel que no le nutre o le encubre.
Unas de las
prioridades de Biden para el área, es combatir la corrupción y proteger el medio
ambiente, habiendo, en consecuencia, reducción en la emigración ilegal. Sucesos
que merecen algunas consideraciones.
Debe considerarse
que la cooperación internacional y su influencia, dependen de los intereses
geopolíticos del país cooperante, en relación con otras influencias geopolíticas.
También la situación interna de la oposición en el país y, el alcance de las
redes de corrupción con el crimen organizado, en su contexto internacional,
deberán ser tomadas en cuenta. Todo nos llevará a entender la complejidad con
que debe analizarse, para el Triángulo Norte y, particularmente para El
Salvador, el criterio de Biden y su Gobierno.
Manifiesta es la
corrupción de Bukele y la relación de su Gobierno con el crimen organizado
transnacional, que respaldan el autoritarismo mostrado en sus desacatos a
sentencias y la utilización de la Fuerza Armada, policía y Órgano de
Inteligencia del Estado. Pero debe considerarse que, el desgaste de Bukele, ha sido
en el exterior: la pérdida de su popularidad es mucho menor internamente, manteniéndose
en aquellos sectores influibles por sus troles y que políticamente, no son
relevantes, excepto en su calidad de votantes: si descargase responsabilidad,
en algunos de sus allegados podría, con relativa facilidad mantenerse, aunque
su margen de autoritarismo hubiese disminuido. Pero habría que ver la reacción
de su pacto con las pandillas y el crimen organizado transnacional.
Todo es razón para
que la oposición, deba mostrarse cohesionada y, manifestarse más allá de las
redes sociales, oponiendo a los troles de Bukele, las redes naturales de las
gremiales, sindicatos y asociaciones: es necesario mostrar el descontento
social hacia su gobierno, un descontento que debe manifestarse en el anhelo del
sistema democrático, el cual está por sobre cualquier opinión ideológica.
Cuba, Nicaragua,
Venezuela, Irán, se han podido consolidar como dictaduras, por no existir una
oposición cohesionada. prevaleciendo también, los intereses contrarios a esta
gestión internacional, que es desbaratada por otros intereses geopolíticos.
La claridad
ideológica es fundamental, pues evita caer en el populismo y en acercamientos a
posiciones que luego deterioran la integridad nacional como aborto, matrimonio
igualitario o antimilitarismo. Esto será fundamental, al momento de ejercer presión
contra el autoritarismo de Bukele, pues si bien Estados Unidos, ejercerá
presión contra su corrupción, para que ésta, no atente contra sus intereses
nacionales, seguramente irá aparejada a una agenda libertaria, que favorezca
estas posiciones y que Bukele audazmente, procurará aprovechar en su beneficio,
ahondando la crisis.
Por ahora, otra
influencia sobre las cuestiones del Triángulo Norte, aún no son determinantes,
aunque manifiestas. La injerencia de China continental ya está planteada en su
estrategia en derredor del pacífico, abarcando el área centroamericana, pero su
mayor o menor influencia a futuro, dependerá de la estrategia de Estados
Unidos, frente a las pretensiones de China. Las pretensiones de expandir la
influencia árabe (que inevitablemente llegara al radicalismo), están
planteadas, pero tampoco por ahora, son determinantes.
Por esa razón es
necesario que la Derecha se muestre con claridad, lo que no significa que no
haga esfuerzos conjuntos con algunos sectores de izquierda, que ven en Bukele,
un peligro para el sistema democrático.
La claridad
ideológica, además de permitir una perfecta identificación política, defiende
los valores tradicionales de nuestro país: libertad y una confesionalidad
cristiana, que le da su ser conservador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario