TERCERA LEY DE NEWTON Y SUN TZU
Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN
Parece que el Presidente Bukele, juntamente con uno de
sus twitteres del pasado fin de semana, se ha olvidado de la tercera ley de
Newton y, de las recomendaciones que en El Arte de la Guerra, da Sun Tzu: sus
principios son siempre aplicables a cualquier controversia política, pues la
política, aplicada por otros medios, es la guerra, así lo afirma, Carl Von
Clausewitz.
Su tuit, sobre la destrucción de las “fincas”
latinoamericanas y, lo irreversible de sus medidas, de la forma política que las
protege, puede interpretarse de dos maneras: referencia directa, a la destrucción de la
propiedad privada productiva o, amenaza a quienes se opongan en El Salvador, a sus
intereses de poder.
Fuese cual fuese su
intención, está considerando a El Salvador, como zona de conflicto social, al
respecto, dice el “ARTICULO 168 Cn.-
Son atribuciones y obligaciones del Presidente de
la República: 1º Cumplir y hacer cumplir la Constitución, los tratados , las leyes,
y demás disposiciones legales; 2º Mantener ilesa la soberanía de la República y
la integridad del territorio; 3º Procurar la armonía social, y conservar la paz
y tranquilidad interiores y la seguridad de la persona humana como miembro de
la sociedad”, todo para el cumplimiento de los Artículos 1, 2, 101, 102 y 103
Cn.; lo cual garantiza el derecho al disfrute del propio patrimonio, sin más
limitaciones que el interés público, debidamente comprobado y compensado:
hoy, amenazado por quien debía garantizarlo.
Esta declaración
del Presidente, de su voluntad, provocará una reacción de oposición – tercera Ley
de Newton-, que no está sujeta a la voluntad electoral o, del “poder popular”,
como dicen sus troles, pues quienes se oponen a su proyecto de consolidación a
su dictadura, ejercerán igual oposición, ante la violación de sus derechos
políticos y, si lo que se pretende, es la destrucción de la propiedad privada
productiva, habrá una resistencia igual, aplicándose esta Ley física, pues no
puede haber un cambio de tal magnitud, sin que provoque reacción.
Tal reacción,
será más enconada, en cuanto no permita espacio de maniobra, pues la
confrontación es contraria a un orden económico estable y, a la naturaleza
pacífica, del sistema democrático, por lo que, ya emigraron muchos salvadoreños
con sus empresas o industrias; otros, con sus familias, están buscando nuevos horizontes.
Sólo quienes, por distintas razones, no pueden emigrar, van a defender su modo
de vida, enconadamente, como lo advierte Sun Tzu.
Los que le
rodean, lo hacen por la corrupción y su relación con el narcotráfico, lo cual
los une en derredor de sus intereses de latrocinio y no, de liderazgo cívico.
Los señalamientos de corrupción de los funcionarios salvadoreños, ha dejado de ser
un señalamiento político interno y, sin fundamento jurídico, lo cual divide a
quienes le apoyan, entre su grupo élite de corrupción y su masa, dividiendo sus
fuerzas y, creando entre ellas, antagonismo,
lo cual señala Sun Tzu, como muy peligroso para sus intereses.
El Presidente
Bukele, navega contra dos corrientes: la de la comunidad internacional y la del
sentir de los salvadoreños. Sun Tzu, no lo recomienda.
Los 10,000
empleados públicos despedidos este mes, principalmente de las municipalidades y,
a las que les han dicho, que no les pagaran los bienes suministrados a las
municipalidades, son el germen de resistencia: resistencia desesperada y, harán
lo único que pueden hacer: salir a las calles, pues los recursos de acudir al
Ministerio de Trabajo, a la Sala de lo Constitucional y a otros Tribunales, ya
no existen.
No retar a la
física, ni a las enseñanzas que ya tienen dos mil años: están muy probadas, y sólo
auguran lucha y destrucción.
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