Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCION
Anacoluto, es la figura
-construcción retórica- que consiste en la falta de concordancia sintáctica,
entre los elementos de una oración: expresa, por sus efectos o significado,
elementos contradictorios o carentes de relación. Con dicha figura, se expresa
claramente, la incoherencia política del presente Gobierno, ante los problemas
que pretende resolver con sus actuaciones.
Pretendese estimular la
inversión extranjera, pero desaparece la seguridad jurídica, siendo la estabilidad
y el apego a la Ley, el principal elemento, para iniciar las valoraciones
internas y financieras, que llevarán a una inversión.
Pretendese estimular la
caficultura, ofreciendo millones en préstamos y, condonar parte de la deuda ya
generada, pero se incrementan los costos de producción. Pretendese fortalecer
la industria lechera, pero favorecese, la importación de leche y otros
productos de su industria. Favorecese el contrabando masivo de los mismos.
Pretendese bancarizar
la economía, para un mayor control tributario y llevar los servicios bancarios,
a toda la población que carece de la tecnología adecuada, pero se introduce el
Bitcoin, que permite la evasión fiscal y el lavado de dinero, con el riesgo de consumir
el efectivo circulante.
Se ha dado la Ley
Bitcoin y, la investigación de un periódico digital da a conocer, que el
Gobierno, pretende sacar el “Colon Dólar o digital”.
Se pretende cumplir con
las disposiciones internacionales, anti lavado de activos, para estabilizar la
Banca, pero al mismo tiempo, se plantea, que lo incumplan, aceptando el Bitcoin
y que asuman dicho riesgo.
Se solicita la
cooperación internacional, pero se rechaza la estabilidad y apego al Estado de
Derecho que esta exige. Igualmente, se solicita a las entidades internacionales
que presten dinero a El Salvador, pero no quieren rendir cuenta de dicho dinero
o, cumplir con los elementos de contraloría que esto conlleva.
Se desea castigar los
sobresueldos, dados por Gobiernos anteriores, cuando la Ley ha señalado su
prescripción o su licitud, pero se evita dar cuentas de lo gastado en el
ejercicio del año 2020.
El Gobierno pretende
erradicar las ideas que dieron vida a ARENA y, para lograrlo, confisca su sede
y la estatua del Mayor Roberto d'Aubuisson Arrieta, siendo que ARENA fue
fundada por los principios de libertad y apego a la institucionalidad.
El Gobierno pretende
hacer desaparecer al FMLN, quitándole sus bases partidarias, cuando éste representa,
el sentimiento de la izquierda, en un entorno revolucionario global.
Se pretende fortalecer
la contraloría en el gasto público, haciendo desaparecer la Corte de Cuentas y,
formar una entidad que englobe a ésta, con el Ministerio Público y Tribunal de
Ética, cuando la tendencia del Derecho Administrativo, es la separación de
funciones y entidades, para su especialización y, un mejor funcionamiento del
sistema, tendencia que tienen todos los países modernos y democráticos.
El Gobierno pretende
que el turismo y los servicios se desarrollen, pero los cierra y, reparte
alimentos importados, mientras muchos mendigan en las calles y no se les da
ayuda.
Pretendese utilizar los
beneficios arancelarios que posee El Salvador, pero que éstos sean aprovechados
por potencias anti-occidentales, en su disputa geopolítica y económica presente,
contra quienes nos han otorgado tales beneficios.
Estas y muchas más
contradicciones, hacen que el comportamiento del Gobierno sea errático e
impredecible, poniendo en riesgo la economía nacional, lo cual favorece el
crecimiento de las pandillas y, todo tipo de crimen, causando la emigración.
Sólo la organización por grupos de afectados, por tales medidas, puede crear
una verdadera oposición política, para que detenga tales aberraciones, porque
ya no estamos frente a abstracciones políticas o ideológicas, sino ante realidades
inminentes que amenazan causar la destrucción nacional. El Gobierno, es un
completo anacoluto, no literario, sino político.
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