Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCION
El embargo de los bienes de ARENA, el incremento del
salario mínimo y, el reparto de alimentos indiscriminadamente, son primeras
consecuencias de la Lista Engel. La política de Nayib Bukele ha sido de
canibalismo con sus allegados políticos y, de ataque feroz a sus opositores,
evitando que los desatinos y corrupción de su gobierno, le sean señalados. Su
forma de actuar, asemejase a un “Blitzkrieg” (guerra relámpago), espera llegar
a una consolidación, antes que la comunidad internacional pueda
reaccionar: con ello, sólo logra la destrucción
institucional y económica del país.
Políticamente, Nayib Bukele nació en el seno del FMLN
y, al amparo económico de ALBA PETROLEOS. Promovió contra su dirigencia, una
revolución interna, en reclamación de poder generacional y, de objetivos no
alcanzados por el FMLN, cuando ya éste, se había amoldado al sistema
democrático nacional y, alcanzado el poder. Agrupó a los ya purgados por el
FMLN y, actuó cuando aún era Alcalde, contra la dirigencia de dicho partido. Su
expulsión del FMLN, fue meticulosamente planeada y ejecutada por si mismo, después
de haber causado sisma en el FMLN, el cual no pudo “encapsularlo” en su
partido, usando el mecanismo institucional, que ahora ya no existe. Fue éste,
su primer acto de canibalismo.
Ernesto Muyshondt, sucesor de Bukele en la Alcaldía de
San Salvador, pudo haber denunciado la corrupción durante la administración
Bukele: endeudo la Alcaldía excediéndose en su capacidad de pago y sin hacer
mejoras. Posiblemente, pensó que la estabilidad y gobernabilidad, eran primero y
así, no hubo investigación sobre la corrupción municipal. Quienes en su momento
no la investigaron, guardan hoy prisión y padecen muerte civil. ARENA no midió
a su oponente y llevó al menos idóneo, a la lucha con Bukele, con un partido
dividido por la lucha interna y, confiando en las alianzas con otros partidos,
cuando Bukele ya había y pactado con dichas bases partidarias. Es el segundo
acto de su canibalismo.
El “Blitzkrieg” de Bukele terminará, cuando haya
destruido a toda la oposición y, exista miedo de pronunciarse. Muy
probablemente, dentro de muy poco tiempo, veremos cambio en la cúpula del FMLN
favorable a Bukele o, su cancelación, debido al financiamiento venezolano.
Posiblemente veremos también la cancelación de ARENA. Veremos procesos sin
fundamento legal, pero sustentados por la Fiscalía General de la República, en
su nueva interpretación de la Ley.
Si todo se quedase en el plano político, podría limitarse
el desastre, pero al ser políticas la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía
General de la República, sus resoluciones serán siempre favorables al Gobierno
y, a sus allegados.
El aumento del salario mínimo, tendrá un efecto
cascada y creará una inflación mayor que la actual y viene a aumentarla, la
incertidumbre del Bitcoin. En tales condiciones, las inversiones (para desarrollo
nacional) se verán suspensas: no hay seguridad ni en los costos, ni jurídica.
La inversión que vendrá, será especulativa, en busca de dólares físicos. Esto obligará
al Gobierno a requerir más fondos y espera obtenerlos, de la cooperación
internacional o de préstamos; de lo contrario, el gran capital que le apoya,
para salvaguardar sus intereses, serán los terceros a sucumbir; será otro canibalismo.
Los desafíos a Estados Unidos, que han lanzado los
funcionarios de Bukele, luego de ser señalados como corruptos, se deben a que
piensan que el escenario del Triángulo Norte es de tercera línea y, que los
problemas que Estados Unidos tiene con China o la OTAN y, su salida de Irak, le
harán descuidarse de este problema. Cuando Estados Unidos venga a reaccionar,
Bukele estará consolidado y un problema mucho mayor, será el Triángulo Norte.
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