Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
San Salvador, 7 de abril de 2013.
En días recientes,
llegó a nuestro país, Baltasar Garzón,
el muy célebre juez que por Auto de detención emitido en su Tribunal, logró la detención del General Augusto
Pinochet en el Reino Unido, por “crímenes de lesa humanidad” contra los simpatizantes
del régimen de Salvador Allende. Pero su celebridad también es grande por los
Actos de corrupción, cohecho y manipulación de la justicia, para la obtención
de lucro personal, vertidos en un Auto de poco más de setenta páginas, en donde
al final de una abundante exposición de pruebas, se le condena y se le suspende para el ejercicio de la profesión,
razón por la cual, también es destituido de su cargo como Juez de la Real
Audiencia.
Ahora, Garzón una vez
más, realiza una gira por Latinoamérica, promoviendo una tesis poco ortodoxa: La
continuación de las luchas políticas en el campo estrictamente del Derecho. Una
tesis, que Almudena Bernabéu, su discípula y antigua colaboradora, ha desarrollado en múltiples querellas en Latinoamérica.
Su colega, el Juez Eloy Velazco Núñez, también desarrollo esta idea, en su
Tribunal, a instancia de los querellantes patrocinados por la Universidad
Centroamericana UCA, pero las leyes salvadoreñas, resolvieron, en tal momento,
la improcedencia de la extradición de militares salvadoreños a España.
La intención de Garzón,
es abrir heridas ya cicatrizadas en Latinoamérica,
pero sus “amigos Latinoamericanos”, pretenden, en cierto modo, tener influencia
en la política interior española, exponiendo una línea ideológica muy clara.
Por lo que, aplicaremos el viejo adagio: “mira con quien andas y, te diré quien
eres”.
La Universidad
Centroamericana UCA, como el polo jesuita de pensamiento de izquierda y de la Teología
de la Liberación, en Latinoamérica, promueve ocultamente, en El Salvador, el
Golpe de Estado de 1979, pero, al comprobar que la oficialidad, no era de
pensamiento de izquierda revolucionaria, sino que eran simplemente militares
que anhelaban un mejor El Salvador, políticamente, no siguieron esa línea, sino la combatieron y,
años después, en 1989, planean, una nueva conspiración contra los mismos
oficiales a quienes ellos habían inducido a la rebelión, sólo que esta vez, en
plena ofensiva insurgente, para favorecer y definir el impase militar existente.
Algunos de estos
instigadores, mal lo pagaron, pues mueren en estas tierras, después de haber
renunciado a su tierra natal, España; en ellos privo más, la idea de revolución
que su propia nacionalidad. Todo su
trabajo doctrinario motivó acciones
contra militares salvadoreños, en diferentes procesos, pero no con el fin único de “la verdad histórica”, sino que en la
reclamación de daños económicos, que, en definitiva, tendrá que pagar el Estado
de El Salvador y, una buena parte del dinero obtenido, tendrá que ir a manos de
los querellantes, en concepto de honorarios y viáticos. Por el momento, por el
Caso del Mozote, están por ser reclamados, treinta y tres millones de dólares.
En el caso iniciado en España, contra militares salvadoreños, había una, por
cada uno, de los veinte imputados, de cinco millones de dólares. La posición de
la UCA, en relación a la política interna española, siempre ha sido muy
reservada, pero siempre ha sido favorable a Batasuna, por el origen vasco de
algunas de sus autoridades y, su formación antifranquista.
Por otra parte, tenemos
un ala del movimiento “Madres de la Plaza de Mayo” en Argentina, en donde su líder
histórica, Hebe de Bonafini, en un acto público, en presencia de Baltasar
Garzón, hace público su apoyo a la organización terrorista ETA, resaltando que el Estado Español, esta en guerra
contra los vascos y, que el verdadero terrorismo es el que se ejerce desde el
Estado y que, los presos etarras “son para el mundo un ejemplo de dignidad y de
resistencia”. Lo cual generó un descontento y repudio de otras facciones de las
Madres de Mayo y, aún en España, contra tales antidemocráticas afirmaciones. También
en días recientes, la hija de Hebe de Bonafini, Alejandra y Sergio Schokender, apoderado
de la Fundación Madres de Mayo, están siendo procesados por actos de
corrupción, que implican el desvío de 8.6 millones de Euros, dados por la
presidencia argentina, para obras sociales, en donde la organización presidida
por Hebe de Bonafini, sería receptora de los fondos y la ejecutante del
proyecto. Lo cual ha sido un rudo golpe para la credibilidad de una
organización que nació en defensa de los desaparecidos por la última dictadura
militar. Hebe de Bonafini, propició la división de este movimiento, por su
intransigencia y radicalismo político y por sobre todo por la falta de democracia
interna dentro de la organización.
Dejando de lado la
corrupción y el ánimo de lucro que envuelve a estas personas y organizaciones,
me centraré en los aspectos meramente políticos: La ETA es una de las nueve
organizaciones terroristas que operan en Europa (España y Francia), y se han incluido, como colaboradores del
terrorismo a las organizaciones españolas
Acción Nacionalista Vasca (ANV) y
el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV), las otras organizaciones
operan en Irlanda e Irlanda del Norte y, la organización Stichting Al
Agsa, que opera en los Países Bajos, en
apoyo de la causa Palestina.
Las negociaciones con ETA
y su brazo político BATAZUNA, para lograr beneficios para sus presos y
recuperar cierto poder político perdido, ofreciendo una “paz” o disminución de
sus acciones, son muy peligrosas, pues son el inicio del camino para considerar
lícitas las acciones del terrorismo en España. Aquí en Latinoamérica, las
heridas que quiere abrir Garzón con el apoyo de sus “amigos latinoamericanos” es
revertir el proceso histórico: los vencidos por el Estado de Derecho, que se
conviertan en vencedores, al considerar lícita sus acciones terroristas de
antaño, e ilícita la legítima defensa de los Gobiernos legítimamente electos.
El terrorismo ha sido
derrotado en toda Europa, pues sus actos
son irrelevantes políticamente, pero generan zozobra en sus victimas, lo cual
es su arma de negociación. Pero al negociar en tal sentido, se desprotege a la
sociedad, pues se desprotege a la victima y se le da poder político al
victimario.
En el caso concreto de
El Salvador, al querer enjuiciar a militares de alta durante el conflicto armado,
es un insulto a las diez mil bajas de la Fuerza Armada, de los miles de
lisiados, las cuarenta mil civiles asesinados por la insurgencia y el millón de
desplazados, pues un conflicto de tal magnitud, en un reducido territorio, de
veinte mil kilómetros cuadrados, los efectos de una insurgencia, alimentada
desde el exterior, fueron devastadores.
Querer poner hoy a los
victimarios como las victimas en El Salvador, es el mismo método que hoy
pretende ETA en España.
Para
finalizar, citaré un artículo del
periodista y escritor español Alfonso Ussia, intitulado “la prensa Española habla de Hebe de Bonafini”, publicado en
FullBlog el 28 de junio de 2011, del que he tomado un párrafo, el cual dice: “A estas alturas de nuestra tragedia, del
dolor, de las lágrimas, con mil muertos asesinados de disparos en la nuca y
explosiones de bombas, con la desesperanza y la amargura de las familias de los
inocentes masacrados, con la opinión internacional ya y al fin, convencida de
que la ETA es simplemente terrorista y Batasuna es la ETA , con
decenas de tumbas de cadáveres de niños destrozados por el gélido odio del
terror, no es tolerable que venga la gorda y nos abra, aún más, nuestras
heridas.”
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