Por
Lic. Fernán
Camilo Álvarez Consuegra
San Salvador, 28
de enero de 2014.
El Secretario
General del FMLN, Medardo González, ha dicho de Vanda Pignato: “es el último
cartucho del FMLN”. Cuando a esta política se la llama así es porque ya no hay
más recursos y es ella, lo último a emplear contra el enemigo o, para el que se
empleará en el suicidio, imaginando un dramático final. Pues sí, tiene razón el
señor González, Vanda Pignato es eso, el último recurso para el FMLN, que, por
ser una activista profesional – de origen brasileño – ha venido a dar su último
aliento a esta tierra y, por una causa perdida, al estilo que lo hicieron las
Brigadas Internacionales al igual que lo hicieron las Brigadas en la Guerra Civil española.
No me referiré a
las curiosas particularidades personales de esta dama brasileña que, un día, en
pública reunión y en sesión del ISDEMU declaró: “ya no soy de Funes”, soy sólo
“Vanda Pignato”. Esta declaración fue de hace varios años y está consignada en
la “Sala Negra” del periódico Digital El Faro.com. Pero aquí sólo me interesa y
quiero referirme estrictamente a su posición política que es contraria a la
idiosincrasia salvadoreña.
Vanda Pignato
sostuvo posición en favor del aborto e hizo público su parecer en septiembre de
2011. Esta posición, indignó a la sociedad salvadoreña que había luchado, para
que en el Artículo 1 de su Constitución Política, se reconociese a la persona
humana desde el momento de su concepción. Por eso, fue necesario que, desde
Casa Presidencial, se desmintiera tal posición pues dicha afirmación, crearía a
Mauricio Funes y a su partido el FMLN
mayor animadversión, sin que le significase beneficio político. Esta posición,
en favor del aborto se extiende al matrimonio entre homosexuales, posición ideológica que es, sólo sustentada
por los grupos afines a la izquierda, pero de ningún modo por los salvadoreños
de recto pensar y sentir, pues por su formación religiosa defienden la vida en
toda sus formas y también la santidad del matrimonio y la familia, por lo cual
rechazan con energía toda forma aberrante de pensamiento social.
Vanda Pignato,
ha perseverado en su opinión abortista, la manifestó cuando fue el caso de
“Beatriz”, para quien pedía el aborto terapéutico con el propósito decía dicha
joven conservase la vida, además evitar
las malformaciones genéricas del producto,
lo cual sólo recuerda las posiciones fundamentales del socialismo: la
persona humana está para servir al Estado y no, para que el Estado sostenga a
un ser desvalido, lo cual sólo recuerda,
por el socialismo, las prácticas nazis de pureza genética. Al final, “Beatriz”
tuvo un parto natural, pero Vanda, al mismo tiempo que pedía el aborto para “Beatriz”,
se negó a ayudar a una madre que suplicaba doscientos mil dólares la operación
necesaria para salvar la vida de su hijo
“Baldemár”. Porque dijo que “esto no era de su incumbencia”. Consideremos que
una vida es una vida, sea en el vientre materno o en los brazos de su madre.
Las malformaciones genéticas fueron heredadas y se gastó más dinero en la
propaganda en favor del aborto de “Beatriz” que en lo que se hubiese gastado
para salvar la vida de “Baldemár”. Puede afirmarse, por estos hechos, que a
Vanda Pignato, en realidad no le interesan la vida, sino el llevar a la
práctica sus ideas políticas.
Como fundadora
de Ciudad Mujer, lo único que ha hecho esta Primera Dama es reunir en un solo
sitio, todos los diferentes servicios que ya prestaba el Estado por medio de
varias instituciones: ISDEMU, Procuraduría de Derechos Humanos, Procuraduría
General de la República, Fiscalía General de la República y Ministerio de
Salud. La propaganda ha ensalzado esta
institución, pero su eficacia ha
sido nula, a diferencia de la labor
humanitaria eficaz de las instituciones privadas y religiosas. Vanga Pignato ha
sido la principal promotora del desaparecimiento de estas altruistas,
por considerarlas que su labor, son perjudiciales para el Estado, quien
debe de tener el monopolio de la ayuda social. Esto lo ha hecho por medio de la
revocación del los comodatos hacia estas instituciones altruistas, con la
finalidad de apropiarse sus bienes materiales a pesar de que Funes
declaró, al inaugurar la primera Ciudad
Mujer, que había costado cuarenta
millones de dólares.
Las personas que
aparecen en los spot publicitarios de Vanda Pignato, són afiliadas al FMLN, pagadas por prestar su
imagen junto a la Señora Pignato, lo que constituye un fraude, tanto en concepto como en la utilización de
la obra gubernamental, Ciudad Mujer, para potenciar al FMLN.
Vanda Pignato,
por su actuación política y sus ideas, aunque ya esté nacionalizada como
salvadoreña, es una afrenta a la mujer salvadoreña, a la familia salvadoreña y
a la soberanía salvadoreña, pues las ideas que pretende llevar a práctica en
este territorio, son producto de sus inicios políticos en Brasil, acrisolados
junto a los Comandantes del FMLN durante su período guerrillero, encubierto
bajo la imagen de una profesora de portugués.
Por último,
afirmamos que El Salvador ha sido un pueblo noble para los extranjeros pero
también sabe rechazar con valentía a quien abuse de su generosa hospitalidad
como la señora cuya trayectoria política hemos aquí expuesto.
Vanda Pignato no
obstante su nacionalización es, en nuestro suelo, una extranjera con ideas
antirreligiosas y extrañas a la tradición salvadoreña, pero que pretende enseñorearse como la mujer líder
política más importante de nuestra
sociedad.
El Salvador es
la tierra prometida
Que sus puertas
abre al extranjero
Y sus campos
fecundos dan la vida
A su pueblo
viril y luchador.
Mas si abusa con
su planta un invasor,
O quiere un
dictador, los fueros profanar
Que prepare su
castigo soportar,
Pues nuestro
pueblo es El Salvador
Nota:
Estrofa de la Marcha de Gerardo Barrios, inspirada en la Batalla del 2 de abril
de 1863.
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