Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN
ACCIÓN
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San Salvador, 17 de
junio de 2016.
Mientras se organiza el
XXII encuentro del Foro de Sao Paulo y los socialistas latinoamericanos,
prepárense a proclamar a San Salvador “Capital latinoamericana del Socialismo”,
cabe preguntarnos: ¿Qué es el Socialismo latinoamericano, es sistema económico
social, es partido político? En Latinoamérica hemos sentido sus efectos, siendo
relevantes, la pobreza, la corrupción y la perdida de libertades. Se desmorona hoy,
abrumado por el peso de sus contradicciones.
El Socialismo es
doctrina que ve normales las diferencias sociales, como contradicciones que
mueven a la sociedad; agudizándolas, se creará un dinamismo social mayor que,
al hacer crisis (caos social), borrará las contradicciones, creando la igualdad
social, pero que nada más, crea una nueva estructura de dirigentes y dirigidos,
basada en la creencia de que el socialismo es superior a cualquier otra
ideología. Atribuyese su dirigencia, la superioridad intelectual que le justifica
la impunidad y el goce de todo lujo que pueda obtener del Estado y del que no
goza la gente común. Convierte el socialismo en un espejismo.
Como sistema económico,
el socialismo no ha triunfado en ningún país: sólo es la capacidad de la
dirigencia de controlar los recursos públicos y privados; sin embargo, ese
dominio, es anulado por sus propias proclamas de solidaridad, ayuda al
explotado y venganza contra el capitalismo: Venezuela, Argentina, Brasil,
Bolivia y Ecuador, son ejemplo: el
socialismo derrumba al socialismo.
El Foro de Sao Paulo ha
simplificado las relaciones en Latinoamérica, redúcelas a un antagonismo entre
el capitalismo y el socialismo: carta de presentación que reduce a un ámbito
geopolítico subcontinental, derivado de la Guerra Fría. Hoy aprovecha la debilidad
de los países caribeños, para enseñorearse en los foros latinoamericanos,
presentando fuerza y cohesión inexistentes, pero basándose en la dependencia
del petróleo Venezolano. Las diferencias entre capitalismo y socialismo, se
borran en esta práctica.
No hace el socialismo
que el capitalismo desaparezca, pues implicaría su propia destrucción: es el socialismo
sanguijuela que se alimenta del capitalismo, sin matarlo; mientras exista, los
socialistas prueban la existencia de contradicciones y, la necesidad de
constante lucha, manteniendo la necesidad
de su dirigencia y ésta, sus privilegios.
Fueron su pretexto de
lucha, la oligarquía y las Fuerzas
Armadas latinoamericanas, luego los medios de comunicación, hoy es el sistema
judicial. Para probarlo, cito a Raúl Llarul, uno de los delegados del FMLN al
XXI Foro de Sao Paulo en México: en época anterior sostuvo, en el Foro “Schafik
Hándal y la interpretación de los medios de comunicación en el proceso
revolucionario salvadoreño”, “que los medios de comunicación son un arma, …. su
lucha es controlar la psiquis”,
sosteniendo la necesidad de controlar a los medios de comunicación. Llamase
hoy, a controlar el sistema judicial
latinoamericano.
Ricardo Puentes Melo,
en su artículo “El Foro de Sao Paulo, un peligro para la democracia”, publicado el 2/9/2013, refiriéndose al
génesis de esta organización dice: “Sabiendo
que el Partido Comunista Cubano impulsó la fundación del Foro de Sao Paulo,
después de que el comunismo soviético se desintegró, los grupillos y ong comunistas
vieron peligrar su supervivencia financiera. En 1990 el Partido de los
Trabajadores de Brasil hace la Primera Conferencia, y allí participan 40
organizaciones y partidos de 13 países de Iberoamérica y el Caribe. Su fin:
discutir cómo revisar la estrategia comunista revolucionaria en medio de la
crisis del socialismo en todo el mundo”. Esto desvirtúa que el socialismo
latinoamericano sea verdaderamente un sistema económico social, es un artilugio,
en la lucha geopolítica latinoamericana.
Desnaturalizase así al
FMLN y a los grupos que conforman el Foro de Sao Paulo: su fin no es
partidario, esto es sólo, un instrumento.
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