Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN
ACCIÓN
http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 3 de
enero del 2016.
Los nuevos Concejos
Municipales Plurales, no han funcionado como se esperaba, pues se han desviado hacia dos extremos: primero,
una lucha interna que afecta la gobernabilidad y el buen desempeño municipal, y
segundo, un acuerdo entre las partes, basado en el 10% de
comisión, por el otorgamiento de proyectos. Se fomenta así la corrupción, destruyendo el sistema
contralor y consumiendo los fondos municipales y FODES. Sólo los partidos
políticos, pueden corregir estos desaciertos,
pues los representantes municipales, son parte de sus estructuras
políticas.
Los Concejos
Municipales Plurales se crearon para que funcionaran bajo un principio parlamentarista;
dicho método no ha sido posible, debido a la equívoca elección de los
candidatos, por parte de los partidos políticos y por la tolerancia del
electorado, lo que permite señalar una responsabilidad directa del partido
político y establecer una línea de
acción posible, para corregir en los representantes propuestos por ellos, tales
problemas.
Existe en casos
extremos, un divorcio político entre el Alcalde y los regidores de su partido o
de la coalición merced a la cual ha sido electo. Y también con los regidores de sus opositores. Algunos
representantes de partidos políticos, al
ser cuestionados por esta situación, se excusan irresponsablemente diciendo:
“respetamos la independencia municipal”, es decir, “no me involucro en
problemas, que se arreglen solos”. Sin embargo esa cómoda posición, a la larga,
afecta al partido al que pertenecen los funcionarios públicos, pues si bien la
función administrativa es exclusiva del Concejo Municipal con su Alcalde, la función política de éste, es
responsabilidad del partido político que lo propuso. En tal sentido, la independencia del funcionario no es
absoluta: sus acciones administrativas deben estar enmarcadas dentro del
pensamiento ideológico que le llevó al poder,
pues por dicha forma de visión, es por la que ha votado el ciudadano; de
lo contrario, la función del partido político, sería innecesaria.
En la práctica, advertimos
que Alcaldías ganadas por ARENA, como única forma de solventar sus problemas económicos, tiene la de crear nuevos impuestos, subir los
ya existentes y gravar hasta las Asociaciones y Fundaciones sin fines de lucro,
ahuyentando así la inversión privada.
Por otro lado, las Alcaldías del
FMLN, despiden sindicalistas, privatizan los servicios bajo figuras muy poco
claras de concesiones municipales, a sus
llegados. En ambos partidos, la situación es incongruente con sus principios
políticos Y existe cada vez más dependencia
de los fondos FODES, para solventar los
gastos municipales, pues el principal gasto, es el de la planilla de
trabajadores, que va incrementándose con
cada período electoral.
Esta situación amerita
un involucramiento directo, de las cúpulas partidarias, en la corrección de los funcionarios municipales
electos bajo su bandera, pues, de
realizarse un mal gobierno municipal, no sólo está en peligro su elección
siguiente, sino también la de sus diputados, pues existe una simbiosis en el voto: alcaldía
– diputado, lo cual se esperaba romper
con el voto por rostro y los Consejos Plurales; pero que no ha sido así, en la
mayoría de los municipios.
Cando un Alcalde está
en conflicto con el resto de los Concejales de su partido, los Concejales del partido de oposición, adoptan una posición muy
cómoda: sólo tienen que esperar el desgaste natural de la gestión municipal,
para recuperar la Alcaldía en el siguiente período y, para ello, documentar las
ilegalidades cometidas por el actual Alcalde,
para usarlo a su tiempo, en contra de él y su partido.
Sólo las cúpulas
partidarias y sus representantes departamentales, pueden corregir las
deficiencias, pues generalmente la dirección municipal del partido, recae en
los representantes electos que se encuentran en la Alcaldía. El Alcalde y el
Concejo Municipal, no son sólo los representantes de los ciudadanos del
municipio, sino también de sus partidos políticos, el cual sufrirá a la larga, todo
desacierto municipal.
Con un mal Gobierno
Municipal, ARENA sufrirá un duro revés electoral: hoy posee el mayor número de
Alcaldías; la votación legislativa del
FMLN, también está en riesgo, por la
pasividad de sus representantes municipales. La imposibilidad del ciudadano
para cambiar la política nacional, le induce a la abstención, pero los efectos negativos de la Alcaldía en
su municipio, estimulan el voto de castigo hacia los candidatos municipales.
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