Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
San Salvador, 30 de
agosto de 2013.
Cuando el Presidente
señor Funes dice que: “lamento no poder cerrar tanto blog sucio que hay en el
país”, seguramente se debe a que le es molesto e inconveniente a sus planes políticos,
escuchar discordantes voces a su opinión, sobre temas de naturaleza política
y aún más, que la ciudadanía pueda formarse
opinión sólida y generalizada negativa hacia su gobierno, cuya posición está
muy de acuerdo con las encubiertas dictaduras latinoamericanas: de Venezuela,
Ecuador, Bolivia, Cuba y Nicaragua.
La idea del control de
la expresión individual, sobre la opinión pública en general, no es tema nuevo
pero sí, su justificación para los países Latinoamericanos. En una entrevista a
Francisco Sierra Caballero, profesor de Teoría de la Comunicación, de la
Universidad de Sevilla y, publicada bajo el título: “La comunicación es utilizada como sistema de control para la guerra
oculta de formas de poder en la aldea global del capitalismo”, (bajo la
responsabilidad de Fernando Arellano Ortiz), explica las razones por las cuales
el Estado debe tener control de los medios de comunicación y, dichos medios
pueden resumirse de la siguiente manera: débese concebir la información, como
un bien social, un bien común, que debe ser de todos y, en consecuencia, ser
regulado; los medios de comunicación en Latinoamérica, deben relacionarse unos
con otros, por lo cual no deben estar en manos privadas, debe de existir una
centralización de la comunicación pues no
es posible la comunicación y participación ciudadana, si los medios de comunicación son privados.
Estas tres ideas
fundamentales sobre la regulación de la opinión pública, se basan en el reconocimiento del Derecho a la Libertad
de expresión, pero coartada o restringida para evitar ser manipulada por parte
de los medios de comunicación y, en el tácito reconocimiento de la incapacidad del individuo de tener ideas
propias y favorables a la colectividad; por el contrario, las ideas propias estarán
siempre al servicio del mejor postor y es el Estado el único que puede
garantiza una “libertad con garantías igualitarias”. Esta posición, con
respecto a la garantía individual de la libertad de expresión, lesiona, a la
luz de la Teoría del Estado, la condición humana y el objeto y fin del Estado,
en derredor de la persona humana. Principios son éstos, universalmente
aceptados en Latinoamérica y España, y por toda la Unión Europea.
En los sistemas
Democráticos y Republicanos, el fundamento de los mismos es la libertad de discusión
y el debate de ideas, pero, no sólo en la Asamblea Legislativa o en algún otro
foro político formal, sino fundamentalmente en la opinión del ciudadano común,
que la comparte con otro individuo de su misma condición: transformase en
Derecho por los mecanismos formales del Estado. Cualquier limitación en este sentido,
frena el verdadero mecanismo de la
Democracia y la República. Sin embargo, es literalmente imposible llevarlos a la práctica, pues un control de la autoridad
o el Estado sobre la opinión pública, es una coacción sobre el pensamiento humano, lo cual es
imposible.
Lo único que se logra
con la centralización de la información en manos del Estado, es la destrucción
del medio de comunicación privado que presta, dentro de su función mercantil
(publicidad comercial) es un servicio público de información y difusión de las
ideas. Es claro que si estas ideas son
contrarias al Gobierno, éste, no quiere que se escucharan, pero difundirlas es
el objeto de los medios de comunicación pues son genuina expresión social que
no podría ser oída de otra manera aunque siempre es posible, pero de una manera
más lenta.
En la historia moderna,
el control más férreo de la comunicación, fue en la Unión Soviética y China,
pero no pudieron evitar la voz de Solidaridad (Polonia), ni la expresión
colectiva, en la Plaza de Tiananmen (China). Aunque los procesos regulatorios
sobre los medios de comunicación, hasta hoy, se han iniciado sólo en Venezuela,
Ecuador, Bolivia y Argentina, se les une hoy, El Salvador, desde el Tribunal
Supremo Electoral y la Presidencia de la República. Esta tendencia de amordazar
los medios de comunicación, es un atentado
al Derecho de la Propiedad Privada pues, por la sola declaración de que,
tal o cual actividad debe ser controlada por el Estado, y que no puede
ejecutarse sino es por la declaratoria de Utilidad Pública (según los casos
especiales señalados en las
legislaciones de cada Estado) ahora bien, para evitar ese paso, se regulan los
espacios publicitarios, que son los que mantienen en funcionamiento los distintos medios de comunicación. Al final,
sólo queda en evidencia, la debilidad de
sus capacidades políticas, pues tiene que recurrir a la fuerza, en su vano
intento de acallar la opinión pública.
El Presidente señor Mauricio
Funes, está demostrando no ser excepción a esta regla, común a los dictadorzuelos
latinoamericanos (pues aunque ya está su período presidencial por terminar),
parece soñar con poder alternarlo con otro ex presidente salido también del
seno del gremio de comunicaciones; ambos, imbuidos en las ideas del socialismo
para mantenerse en el poder, pero no quieren que se les aplique a ellos las
ideas del sistema que en realidad es la antesala del comunismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario