Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 25 de febrero de 2014.
La intervención
venezolana en El Salvador, es cada vez más fuerte, como lo ha hecho con varios
de los países que pretende tener bajo su esfera geopolítica. Por lo que, el reclamo formal de la Sra. Embajadora de
Venezuela en El Salvador, Doña Nora Margarita Uribe Trujillo, su carta enviada
al Tribunal Supremo Electoral, reclamando por la utilización de la situación
venezolana en la campaña electoral nuestra, es su posición perfectamente comprensible, ante las
autoridades salvadoreñas, pero para los salvadoreños es verdaderamente
intolerable.
Venezuela ha
dado, y esta dando pie para que se le relacione con la política
salvadoreña: el dinero del ALBA, es del petróleo venezolano, la idea del
Socialismo del Siglo XXI, es exportado por Venezuela, el FMLN ya se solidarizó
con el actual Gobierno venezolano, contra la desobediencia civil del pueblo
venezolano, pues Sánchez Cerén al recibir la candidatura fue a Venezuela, para
recibir la bendición sobre su aventura política. Venezuela aporto cerca de setenta millones de
dólares en efectivo, para la campaña de Mauricio Funes y según afirman algunos,
los asesores en cuestión de inteligencia política para el candidato Salvador Sánchez Cerén y Casa
Presidencial, son venezolanos. El ciudadano salvadoreño tiene todo el derecho
de señalar a Venezuela en sus procesos internos y la resolución del Tribunal
Supremo Electoral de sacar del aire, tales espot publicitarios, sólo prueba la injerencia
existente por parte de Venezuela.
El actual Gobierno
de Venezuela hoy, no representa a la verdadera Venezuela: desde 1999 la
política exterior venezolana ha cambiado en cuatro ejes fundamentales El
primero es la transformación política
interna, hacia el socialismo,
manipulando las distintas elecciones. El segundo, es la internacionalización de
Venezuela mediante el concepto GRANNACIONAL. En tercer lugar, están las nuevas ideas sobre la solidaridad
internacional y la promoción de la tesis venezolana sobre la democracia participativa.
Estos tres primeros ejes, funden en un cuarto eje: la política exterior que
incluye el apoyo, político y económico, a actores políticos extranjeros, fuera
del contexto tradicional de ayuda a un Estado, sino como injerencia extranjera
en la política interna.
Todos los
procesos políticos venezolanos, tienden
a la expansión de una esfera de influencia latinoamericana, sobre bases
inestables: a costa del petróleo venezolano y el desabastecimiento de su
nación. Y precisamente, son estos hechos,
los que han creado ya dos semanas de desobediencia civil. Tiempo en el que el
Gobierno venezolano ha tenido que auxiliarse para su seguridad interna (frente
a un posible golpe de Estado) con tropas cubanas de élite: la Avispas
Negras. Y también, ha enviado un mensaje
a los Estados Unidos y Europa, con la llegada de un buque de guerra ruso,
juntamente con sus respectivas escoltas,
aunque internacionalmente, no ha habido señales de una intervención ni de
Estados Unidos, ni de la Unión Europea y, mucho menos, de los distintos
mecanismos regionales, aunque el pueblo venezolano, lo está reclamando.
Una nota de la
Embajadora de Venezuela en El Salvador, podrá ser bien aceptada por el Gobierno
del FMLN, pero no, por la ciudadanía
salvadoreña, que seguirá comentándolo y ahora, gracias a esta intervención,
estrechará más sus lasos con el ciudadano venezolano que lucha en las
barricadas, expresando su sentir con la no violencia, pero sí con la desobediencia
civil para lograr su libertad.
“SÓLO
EL DESPRECIO A LA MUERTE DA LA LIBERTAD” Lema espartano.
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