Por
Lic. Fernán
Camilo Álvarez Consuegra
San Salvador, 1
de febrero de 2014.
La amplia
composición de la de la Izquierda salvadoreña, por sus numerosas tendencias, ha
visto que un triunfo electoral del FMLN en primera ronda electoral, crearía “un
cheque en blanco” para éste, con la
exclusión del resto de las demás tendencias, les excluiría del ejercicio del
poder, razón por la que, instan a una
segunda vuelta, para consolidar la
alianza de izquierda y llegar victoriosos todos al poder. Ven en la Derecha,
concretada en ARENA, un frente de inclusión,
lo que favorece su triunfo, no pudiéndose aún cuantificar el daño o beneficio, que le puede
estar causando la paralela propaganda que están realizando Mauricio Funes y sus
allegados.
Es muy
interesante escuchar a Dagoberto Gutiérrez, expresar la necesidad de una
segunda vuelta electoral, para que el
partido ganador, no crea que su triunfo
ha sido “propio”, sino del conjunto, reclamando por lo tanto, su cuota de
poder, lo cual le daría la posibilidad
de marcar el paso de la construcción nacional hacia el socialismo del siglo XXI
o del comunismo, que vienen a ser lo mismo, sin que para su criterio haya desviacionismos,
como sucedió con Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, en el presente
período Presidencial, que está por terminar, lo que implica cinco años de retraso
(en sus planes) de transformación estructural, como se está haciendo hoy en
Nicaragua y Venezuela.
Para procurar
que el FMLN no gane en primera vuelta electoral, se está promoviendo dentro de
sectores de izquierda, el abstencionismo
en primera vuelta, mas no en la segunda si la hubiese, pero esta estrategia se
junta con la del FMLN, de frenar el voto de la derecha, en los sectores
populosos, controlados por las maras, salvatrucha y 18. Por otra parte, la propaganda contra Francisco Flores, ha
sido también destinada a crear abstencionismo en la clase media, el núcleo de
ARENA, pues si no es posible que el votante cambie su voto en favor de Salvador
Sánchez Cerén, o que por lo menos, no lo dará para Norman Quijano.
En la práctica, puedense
juntar estos tres fenómenos, aunque en diferentes proporciones, pero de
cualquier manera, sus efectos serían reivindicados por el MNP de Dagoberto Gutiérrez,
como un triunfo de su posición política, por Mauricio Funes y por las
maras, lo que es y, sería, lo más peligroso para el país, pues sus contratantes, el FMLN, tendrían a un
grupo extra social, con poder. Para Dagoberto Gutiérrez, por otra parte, sería
una demostración de fuerza dentro de la izquierda, tanto nacional como en sus fuentes de poder
en Venezuela y Cuba. El menos beneficiado en la reivindicación de este fenómeno,
sería Funes, pues creería él, haberle
dado el triunfo a la izquierda y por consiguiente, querría su reconocimiento,
por lo que, Funes sería un verdadero hazmerreír
dentro de los grupos de verdadero poder del FMLN.
Para la Izquierda, en este momento, la Derecha está cohesionada
y se ha vuelto inclusiva, pues, se
propone aceptar al “Pollo” Samayoa y a Facundo
Guardado en el Gabinete de Norman Quijano, pero de ninguna manera, ingresarán
al Gobierno sus seguidores de Izquierda, aunque lo crea así, la Izquierda.
Cambiando de
perspectiva electoral, el teatro creado de
Francisco Flores, ya no causa efecto alguno, públicamente ARENA se ha desvinculado
de él, y él se ha desvinculado de ARENA y sus votantes, con una conducta muy
poco inteligente, prestándose para estar al centro de la pista del circo,
bailando al son de los payasos, y por último, para completar la función, huye de la pista, cumpliendo el máximo deseo
del mayor de los payasos, Mauricio Funes. Quien va a votar, va a votar, pues existe para el ciudadano una causa
superior y, es el peligro de las maras,
no para ellos, sino para sus hijos.
Cuanto sucede,
es indicativo de que habrá, una segunda vuelta electoral; sin embargo, es imposible conocer el futuro. Todo
indica que, por causa del fraccionamiento causado por UNIDAD, será causa de
esta segunda vuelta electoral y que,
en ésta, el voto de UNIDAD se
fraccionará, recibiendo ARENA, la mayor
parte, neutralizando de este modo, el voto hacia el FMLN y, permitiendo, el escenario deseado por los no incluidos, en el
proyecto del FMLN, pues su cúpula,
sufriría las consecuencias. Lo mismo sucedería en la Derecha, frente a
una derrota. Si sopesamos los dos posibles escenarios, comprobamos que ARENA
tiene más probabilidades de triunfo,
pero por la actitud de ésta, no se podrá pensar en la eliminación de la
Izquierda, sino más bien, en la dilución generacional de la misma y la disolución,
a muy largo plazo de las empresas ALBA, dependiendo de su habilidad para
desenvolverse en el libre mercado y el privar de los intereses de sus dueños, por sobre los del FMLN, lo que sólo será
posible ver y comprobar en el transcurso de los próximos veinte años.
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