Por
Lic. Fernán
Camilo Álvarez Consuegra
San Salvador, 10 de febrero de 2014
Las acciones
políticas del FMLN y de la Izquierda en general van mucho más allá del contexto
electoral en el que nos encontramos, pero es fundamental entenderlo para visualizar
con acierto, las acciones electorales actuales y sus consecuencias. Los
objetivos del alzamiento armado fueron dados a conocer en abril y mayo de 1989,
en Costa Rica, de los cuales se han cumplido ya el 90 % y, esto en el lapso de
veinticinco años, pero los objetivos generales
de la Izquierda fueron formulados en el Foro de Sao Paulo (1990) y en las
conferencias subsiguientes (18). Dicho foro esta conformado por organizaciones
de veintiún países latinoamericanos, entre los que figura El Salvador; estas declaraciones pueden
carecer de sentido en la política práctica y en las acciones concretas
encaminadas a la solución de los problemas nacionales pero están siempre
presentes en los propósitos de la Izquierda. Podemos identificar en la
actualidad, cinco objetivos claros, cuatro de transformación y, uno más de
encubrimiento y distracción.
Los objetivos de
transformación son: la Fuerza Armada, el agro, el gran empresario y, las
instituciones políticas. El de encubrimiento, se cumple en la insensibilización
a las ideas de Izquierda. Estos objetivos se persiguen independientemente, de
los períodos de elecciones, pero sirven para la preparación del votante y la
consolidación de sus cuadros nuevos.
La Fuerza Armada
es un obstáculo a los planes de la Izquierda: pues por su formación
profesional, sus miembros están para defender la institucionalidad del país. Por
ahora, aún tenemos una Fuerza Armada profesional pero, no será esto por mucho tiempo, a menos se
detenga al FMLN. Por el momento, las estrategias contra esta institución, son
tres: 1) alejamiento de la oficialidad y tropa de la política (esto se logra
por ley); 2) Persecución a antiguos Señores jefes y Oficiales, juntamente con
elementos de tropa, por los hechos realizados durante el conflicto armado. Por
ahora, el núcleo de las masacres (enfrentamientos legítimos de la Fuerza Armada,
frente a la agresión terrorista) son veintiséis, pero están identificadas por ellos,
doscientos cincuenta y tres y, la orden de investigar los hechos de armas,
sucedidos en San Francisco Angulo, Municipio de Tecoluca, San Vicente, abre las
puertas a nuevas demandas (pronunciada a principio de la presente semana), ya
que la Sala de lo Constitucional, obliga a la investigación por causa de la
obligación que tiene el Estado para con la persona humana (Art. 2 Cn.) y el
derecho de petición (Art. 18 Cn.) interpretado en el sentido de “conocer la
verdad”; y 3) transformación de la doctrina militar, lo cual ya se ha estado realizando muy
sutilmente, de lo cual pueden dar fe los
distintos miembros del Consejo Académico de la Escuela Militar, transformación que
se dio inmediatamente después de los
Acuerdos de Paz y con las políticas internas, ejercidas hacia el interior de la
institución castrense por el Ministro David Munguía Payes, que reincorporó a la
institución, a oficiales que apoyaron, en su momento, las candidatura de Shafik
Handal y Mauricio Funes, en sus respectivas campañas electorales.
La
transformación del agro, se ha dado desde tres ángulos diferentes: 1) la
estrangulación de la agro - industria, mediante el re-direccionamiento de los
recursos del CENTA y dejar que los riesgos de la industria sean manejados
libremente por la Banca privada, las
nuevas restricciones impuestas a la ganadería
que, encarecen la producción y distribución del producto y retirarle la
asistencia al sector cafetalero, para que los procesos naturales de la economía
y del medio ambiente, destruyeran este importante rubro. La finalidad es la
dependencia de la subsidiariedad del Gobierno,
lo cual crea dependencia política. Esto a la larga, generará una mayor
presión poblacional sobre las ciudades, la cual será resuelta, mediante la Ley
de Ordenamiento Territorial. El intento de convertir a El Salvador, en un país
libre de fertilizantes, fue de hecho, un intento de quebrar el agro nacional,
pues lo que se pretende es llegar a un país de economía agrícola de
subsistencia. La nueva Ley de Aguas, tiene el mismo propósito.
La inestabilidad
política, extingue la única ventaja económica que posee el país: una economía dolarizada que se mantiene, gracias a la inyección de
remesas que vienen del exterior, las cuales, no sólo se traducen en dinero en
efectivo, sino en bienes que son introducidos para ser consumidos por sus
destinatarios y dinamizan el sector de servicios y de la construcción. Esta
situación, poco favorable para la inversión extranjera libre (excepto la del
ALBA), asegura a la Izquierda, un
“enemigo menos” en su afán de transformar a la sociedad salvadoreña. Basta para
entenderlo, con observar el aumento del Riesgo País, luego de esta primera
vuelta electoral, para apreciar la baja en los Bonos de El Salvador y en el
descenso en las acciones nacionales de las empresas que se cotizan en Bolsa. La
idea es que, sólo exista una empresa nacional pequeña y manejable, dependiente
de los créditos de ALBA o de los que garantice el Estado, utilizando para ello,
alguna figura jurídica, que satisfaga las normativas internacionales de la
Banca extranjera, aunque la tasa de interés, vaya a la alza con relación a la
actual. Ninguna economía, puede sostenerse, si no existe la gran empresa, que
nutre a la mediana y a la pequeña, en una cadena que le lleva al consumidor,
especialmente en una sociedad de consumo como la nuestra, a no ser que, se limite a una economía de subsistencia.
La
transformación de las instituciones públicas, se realiza de dos maneras: la
institución manejada por medio de agentes políticos, sujetos a la disciplina
partidaria o, a los acuerdos interpartidarios, como sucede ahora y, vemos a
estas instituciones, al servicio de la campaña electoral, como lo han estado en
los últimos ´días la Presidencia de la República y la Corte de Cuentas de la
República. Es de hacer notar que, si bien la Corte Plena está sujeta a estos
vaivenes, por su composición partidaria y la naturaleza de sus resoluciones, se
ha mantenido plenamente independiente la estructura judicial (Jueces y
Magistrados de Cámara). El Tribunal Supremo Electoral, quizá ha sido el más
politizado, pero no se quedan muy atrás las distintas Superintendencias,
especialmente la de Competencia, la Defensoría del Consumidor y, el Consejo
Superior de Salud Pública.
La culminación
de este proceso, será la transformación legal del país, consolidando la
democracia participativa, que sería
empleada, muy hábilmente, por la manipulación de las masas partidarias. Pero
este proceso ya se inició muy sutilmente, con la interpretación, bajo estos
conceptos, por la Sala de lo Constitucional, que da al significado de un concepto,
un contexto diferente, y el cual se presenta como un “avance democrático”, la
interpretación del Art. 85 Cn., es prueba de este proceder. Pensar que la
Constitución se protege a sí misma, es una ficción política y legal, pues que es
el individuo, el que al apegarse a un precepto,
lo defiende y si lo desconoce o lo cambia, lo desecha.
Esto último, nos
lleva a la insensibilización de las ideas de izquierda, la cual tiene como principal arma, el tiempo:
ha dejado que la siguiente generación no desconfíe, pues no conoció al FMLN guerrillero, sino solamente
al político. La segunda arma es el desconocimiento de los efectos de los
cambios, en relación con la vida cotidiana, presentando todo lo “nuevo”, como bueno y lo justo, siendo que no es así. La tercera arma, es la
prudencia, pues se presentan estos cambios y, si hay una resistencia social, se espera mejores tiempos;
puede servir como ejemplo de esta espera, la aprobación de los
matrimonios entre homosexuales, la aprobación de aborto consentido y terapéutico.
Ejemplo de esta paciencia, es la aprobación de los Consejos Municipales
Plurales, hasta el grado de no sólo ser apoyada, sino propuesta por quienes no
les conviene, para estar “conforme con
la opinión pública” y no ir contra corriente.
La forma
agresiva de insensibilización a los proyectos de izquierda, es la compra de
voluntades, por cualquier medio, hasta el grado de que un ex presidente de
ARENA, banquero y beneficiador - exportador de café, diga: “Se puede negociar y
confiar en el FMLN”. Pues si ahondamos un poco más en esta práctica,
encontramos que, la mayoría de personas que adoptan tal posición, ven una
posibilidad de retomar liderazgos políticos perdidos, de incrementar sus
expectativas económicas, mediante el “asocio” con estos nuevos estamentos
económicos o, simplemente aceptar una posición cómoda, que no les implique riesgo alguno, en la
esperanza de que, en el futuro, no serán tocados por este nuevo régimen, sin
tomar en cuenta, que están resquebrajando la unidad opositora de la Derecha.
Todas estas
acciones de la Izquierda, para la toma del poder, se verán aceleradas en su
implementación, según sea el grado de “beneplácito social”, logrado en estas
elecciones; razón por la cual, esta segunda ronda electoral, es de capital
importancia, pues un triunfo sólo por un
estrecho margen, sería una derrota, que se reflejará en la aceleración de la
transformación del país, frenándola. Si pierden la elección, significaría un
retroceso de más de cinco años y además que los antiguos Comandantes del FMLN,
ya no pueden alcanzar el poder, por razón de edad y que deberán ser
substituidos por las nuevas tendencias, aunque el futuro de los dirigentes actuales,
ya están asegurados por las empresas
ALBA.
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