Por
Lic. Fernán
Camilo Álvarez Consuegra
San Salvador, 9 de febrero de 2014
Poco después de
la primera ronda electoral, el FMLN se ve forzado a enfrentar su primera decisión
táctica electoral: a) enfrentar la toma de poder, con sólo sus propias fuerzas o b) buscar alianzas, pero éstas, bajo el
principio de “el amigo del hoy, será el enemigo del mañana”. Los
acontecimientos de esta semana parecen estar probando que se ha decidido por
esta última estrategia, tradicional en el proceder de la izquierda. Unirse a su
antiguo enemigo y, dividiendo de este modo, la posible fuerza de su rival, lo
cual no será óbice para, en el futuro aniquilar al que sea hoy su nuevo aliado.
Esta estrategia del FMLN, es causa de que, en la práctica, la perspectiva de la
Izquierda (visión más amplia que el mero FMLN) se fraccione aunque sin que
cambie el resultado electoral. En cuanto a la Derecha su resultado es un
respiro para reestructurarse y visualizar con más claridad el peligro que le
acecha con el triunfo posible de la Izquierda.
Faltado apenas
un punto y una fracción para resultar triunfante en primera vuelta (26,000
votos) y anunciar que para la segunda vuelta no harían alianzas con partidos
que no participasen de sus proyectos ideológicos, se han visto obligados a dar
a conocer su primera debilidad frente al enemigo: necesitan de más votos para
ganar en la segunda vuelta electoral, pues que entraron en la primera vuelta,
con todas sus fuerzas, con la intención de obtener, en primera vuelta un triunfo
rotundo y espectacular. Se encontraron sin embargo, con que, no obstante el
abstencionismo de la Derecha, no pudieron sobrepasarla lo suficiente. ¿A qué se
debió el abstencionismo de la Derecha? Tuvo posiblemente, varias causas que por
ahora, no cabe analizar, pero sí, advertir que el resultado electoral del
domingo 2 de este mes, ha sido, para la
oposición del FMLN, campanazo para despertarla y de advertencia: el FMLN se da
cuenta repentinamente, que necesitará más votos y que por de pronto, no los
hay.
Muchos analistas
y expertos en marketing político, suelen calificar de “voto duro” a aquel que
saben inamovible, es decir que no cambia por los vaivenes del partido y que es
verdad sobre todo, cuando se aúnan dos factores: la ideología y el carisma del líder;
sí, como en el caso de ARENA, el líder ya no está presente, por que el Mayor Roberto D´Abuisson, fue ya
hacia lo ignoto, sólo queda su línea ideológica, la cual es siempre fiel en la idea, aunque no
siempre, se expresa con las acciones de su partido, lo cual a la larga, aunado a los conflictos
internos de poder, a alejado este voto duro. Sucede así, aquí en El Salvador. Y
es que la población, mayoritariamente de
Derecha, ha perdido confianza y simpatía por los políticos y, por esta pérdida
se abstiene de votar, en la confianza de que la Izquierda, no podrá alcanzar la
mayoría que le dé el triunfo. El joven actual, no se siente representado por
los actuales políticos, tanto de Derecha como de Izquierda, es indiferente y
hay que considerar también el deceso generacional de las personas que han sido
siempre de Derecha.
La votación del
pasado domingo y la afirmación, por
parte del FMLN, de sus intenciones de cambio post electoral ha servido de clara
advertencia de que el peligro de caer en poder de la izquierda es real. Un
régimen dictatorial nos acecha y es hora de olvidar discrepancias y unirnos, la
existencia de nuestro sistema democrático y representativo lo exige.
Veinte años de
lucha electoral contra el FMLN y, cinco años de un primer gobierno de
Izquierda, han insensibilizado al salvadoreño de Derecha, frente a los
peligrosos avances de la Izquierda. Puede observarse este fenómeno
político-social desde dos sectores: a) del votante de Derecha y b) de su cúpula política. El FMLN ha
formulado para las masas propuestas que son tolerables, aunque populistas y
aunque no ha dejado de empujar al país hacia la izquierda. La segunda, la
visión la de la cúpula de Derecha, nos ofrece a asesores como los hermanos Gáleas
y los Samayoa y Joaquín Villalobos que han afirmado que ya en el país no hay
comunistas y que ésta ideología se ha extinguido de nuestra sociedad, puesto que todos sus correligionarios se han
vuelto “pancistas” y sólo piensan en vivir bien; son comunistas de mentira,
fracasados y retrógrados; estos asesores afirman así por su amargura al recibir
el repudio del FMLN, constituido por sus hermanos ideológicos, pero gracias a
las declaraciones del mismo FMLN, se están dando cuenta en ARENA que tal visión
es un error y que el peligro es real y, esta apreciación errónea del enemigo,
le induce a enfrentarla con una estrategia errónea.
El verse
obligado, en su esfuerzo por el triunfo, a hacer alianza con Saca y,
posiblemente con otras figuras políticas es, para la Izquierda, es un golpe,
pues su esperanza puede verse frustrada por las nuevas alianzas de centro
Derecha. El FMLN, se enfrenta al dilema ¿podrán estas figuras sostener los
principios de la izquierda radical? Se han presentado siempre como un político
de Derecha moderada ¿Cómo verán los antiguos combatientes del FMLN a este
aliado de cuestionable ideología y, quienes votaron por Saca les seguirán en
este nueva posición? Estas son incógnitas políticas que estarán por despejarse.
Es posible preveer que no habrá acuerdo entre militantes de UNIDAD y del FMLN,
pues las cúpulas de esta alianza, para
preservar su relación y poder de mando dentro de las mismas, han dejado en
libertad a sus miembros para votar según su conciencia. Ya se habla de una
unificación de la Derecha con el propósito de derrotar al FMLN.
El triunfo sobre
el FMLN sí es posible, siempre y cuando la Derecha logre enfocar su voto hacia
el FMLN, dejando de lado, sus diferencias, no de carácter ideológico, sino de
poder, en un mando unificado, aprovechando este primer traspiés del FMLN.
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