Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
San Salvador, 9 de junio de 2014.
Se cumplen hoy, en
horas de la mañana, veinticinco años del cruel e injusto asesinato del Dr.
Antonio Rodríguez Porth, mártir de la
patria, víctima de la acción de un
comando del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) por orden de la
Comandancia del FMLN.
La alevosa muerte del
Dr. Antonio Rodríguez Porth, Ministro de la Presidencia de Alfredo Cristiani
fue determinada por el triunfo de ARENA que tenía, en el ilustre abogado y
político, un dirigente de sólidos principios democráticos. Las negociaciones de
paz iniciadas entre el FMLN-FDR y el Presidente Duarte, tenían en la
personalidad del Dr. Antonio Rodríguez Porth un muy serio obstáculo por la
firmeza de sus convicciones políticas y su habilidad para la negociación
ventajosa; obstáculo que no habían tenido con su anterior contrincante, el
Presidente Duarte.
La trayectoria política
del Dr. Antonio Rodríguez Porth – llamado cariñosamente por sus amigos como el
“León Dorado” – se remonta a los hechos nacionales de finales de los años 50 y
principio de los 60. Político y patriota este ilustre abogado, defendió con
ardor los principios que garantizan la libertad nacional; fue así que a
principio de los años 80 fue un obstáculo a las políticas de Carter en nuestro
país. Por esa época la Derecha tenía en la firmeza de convicciones democráticas
del Dr. Antonio Rodríguez Porth su más firme guía.
El Dr. Antonio
Rodríguez Porth como destacado miembro del Gobierno del Presidente Alfredo
Cristiani, era para el FMLN, un muy peligroso obstáculo a sus planes subversivos.
Si la Derecha le consideraba su máximo ideólogo, el FMLN tenía como plan darle
muerte y no solo a él sino a todos los funcionarios del Gobierno, durante la
ofensiva de noviembre de 1989.
La muerte alevosa del
Dr. Antonio Rodríguez Porth no es dolorosa solo para familiares y amigos, lo es
para la nación que tenía en él, un visionario de su destino de independencia y
libertad. Sus ideas democráticas deberán ser siempre luz que nos guíe en esta
lucha contra ese Socialismo del Siglo XXI que se resolverá forzosamente en el
comunismo perverso y aberrante.
Para honra de su
memoria se ha dado su nombre a una Avenida, a un Instituto de formación
política y en San Salvador, a un mirador municipal. Pero es en la conciencia de
cada ciudadano que debe guardarse su nombre como símbolo de que, en aplicación
de sus enseñanzas los salvadoreños persistiremos en la lucha de conservar la
ideología democrática que nos enseñó el Dr. Antonio Rodríguez Porth.
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