Por
Lic. Fernán
Camilo Álvarez Consuegra
San Salvador, 2
de junio de 2014.
Las necesidades
de nuestro país deben siempre ser consideradas a la luz de la ideología liberal
que es la que da carácter y naturaleza a nuestra vida social: es, en la
aplicación apropiada de sus principios que encontraremos solución a nuestros
problemas más, si en pos de prebendas de poder personal o de provecho
pecuniario o de facilitar la aplicación de una ideología extraña y por tal espúrea,
se comete traición a la patria.
Veamos algunos
hechos más que, por la forma e intención con que se realizan, son verdaderos
actos de traición: proponer soluciones que aplican ideologías extrañas, apoyo a
políticos rivales pero de quienes es posible obtener beneficios personales,
manipular los problemas nacionales para justificar cambios estructurales (ya no
revolucionarios) pero sí con la aprobación de leyes que en conjunto, son
proclives a la transformación social, comete traición la persona que,
tradicionalmente de Derecha promueve el éxito de la izquierda que pugna por una
ideología extraña ( el Socialismo) y que lo hace por obtener beneficios
particulares.
Durante estos
últimos cinco años ha sido objetivo político del FMLN el campo: destruir la
producción organizada y rentable, en beneficio sólo de la producción de
subsistencia, pues el agro era el centro de oposición política del FMLN (que se
ha cambiado por la clase media urbana) para destruir la agricultura de alta
producción, se trató de prohibir el uso de productos químicos, de restringir
los créditos de alto riesgo o, crear expectativas favorables a costa de la abstinencia
política, para producción en crisis como son la caficultura y la ganadería.
Consideremos que
de la caficultura dependen entre trescientos cincuenta mil y cuatrocientos mil
empleos directos, cuyo trabajo está relacionado con el de veintidós mil
productores y quince empresas beneficiadoras-exportadoras. La producción de
cinco millones de quintales, ha descendido a ochocientos mil y a la quiebra de
diez empresas beneficiadoras-exportadoras. Todo debido no sólo a las crisis
internacionales, sino también a las malas políticas crediticias y acciones
gubernamentales. El Gobierno saliente ignoró deliberadamente el problema de la
“roya”, para que se viese en la industria, una tabla de salvación a la cual, en
la campaña electoral, se ofreció toda ayuda pero que, muy difícil será posible
por el sistema de riesgo estatal.
Ahora bien, el
Gobierno que junto a personas vinculadas con la Derecha política y económica,
ofrecieron ayuda a la industria del café (pero desvinculados de ARENA), se
encuentran consciente o inconscientemente, pavimentando el camino para la
exclusión del mercado de los beneficiadores exportadores privados, para que
sólo únicamente existan las dependencias del ALBA, que comercialicen la
producción de café. Existe un interés ideológico en tal sentido, lo cual ya fue
propuesto en el nuevo proyecto de siembra de cacao.
Este proceso del
café, se repite también en cuanto a la producción de leche, carne, azúcar y
demás productos agrícolas y es que, la Izquierda actúa con el firme objetivo de
transformar las estructuras económicas nacionales, permitiendo solo la de
subsistencia con el propósito de que haya dependencia única y total del Estado.
Porque sólo con este medio se podría cumplir el propósito, encubierto de “de
repartir la riqueza”.
Así, se lograría
la transformación de las estructuras económicas nacionales y habría dependencia
única y total del Estado, que crea naturalmente, dependencia política. Y es por
esta razón que si alguien de Derecha sugiere aunar esfuerzos para ayudar al
Gobierno en sus problemas (creados artificialmente o potenciados por el
quehacer Gubernamental), traición es a la patria. Es traición también aunar
esfuerzos con el Gobierno para resolver el problema de la delincuencia en la
forma de que éste la está realizando. Es en realidad participar en la extorción
y los homicidios. Si un dirigente gremial participa en dichos acuerdos,
logrando su propio beneficio, sin cuidarse del perjuicio que sufre su gremio,
su acto es traición al gremio y a la patria y él, un traidor. En conclusión: es
deber del ciudadano observar los procederes políticos, identificar la traición
y señalar al traidor pues es deber de todo ciudadano vigilar por la vivencia
clara, justa y legal de la ideología democrática.
No hay comentarios:
Publicar un comentario