Publicación Acción

Es necesario expresar libremente el pensamiento político para el fortalecimiento de nuestro sistema democratico, republicano y representativo.



martes, 28 de julio de 2015

LUCHA  POR EL CONTROL POLÍTICO O GOLPE DE ESTADO
Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 28 de julio  de 2015.

Ya era previsible desde hace algunos meses, la inestabilidad política que al presente estamos viviendo: el FMLN llamó a la unificación de sus bases y a mostrarse en contra de sus opositores políticos; más, la desestabilización general del país, tiene por causa  el mal Gobierno de Salvador Sánchez Cerén, lo que ha sido aprovechado por  dos fuerzas en pugna: las no gobernantes fracciones de izquierda, que han causado una pugna abierta entre el Partido Comunista y las FPL y por otra parte, el narcotráfico que quiere ejercer un poder político, aunque no electoral, sino valiéndose del dominio territorial de las maras. En este juego de poder, la oposición política (ARENA, PDC, PCN) es irrelevante, pues dichos partidos, no son gestores de iniciativa alguna y les ocupa  más el control interno de sus partidos y el posible beneficio electoral, que puedan obtener a futuro de los actuales acontecimientos.

La crisis dentro de la Fuerza Armada, ha sido provocada por el mismo Gobierno actual: despreciada dicha entidad constitucional, por la antigua guerrilla, hoy en el poder y además,  considerada inútil para la oposición política, se ha conjugado para restarle recursos sin previsión ante una inevitable  amenaza interna o externa. Le ha sido negado a la tropa que acompaña a la policía en sus tareas de seguridad  pública, el bono que se ha concedido a la PNC, sin considerar  que la Fuerza Armada tiene prestaciones laborales inferiores y  esta sometidas a un régimen mucho más estricto. Tal  situación  ha violentado el principio de  “a igualdad de trabajo, igualdad de condiciones” y hoy, es natural que vemos los resultados.  Este desprecio a la Fuerza Armada, ha dado  sus frutos naturales: la primera sedición desde los Acuerdos de Paz, aunque aún no generalizada, refleja  el descontento dentro de la tropa y de algunos oficiales, que sienten la crisis, al igual que todos los demás salvadoreños y que aspiran además a un trato justo y digno.

Esta situación nos  coloca ante un dilema difícil de resolver: si se apoya la estabilidad actual de este Gobierno, se estará apoyando al Gobierno del FMLN, con todas sus aspiraciones revolucionarias: antidemocráticas y antiliberales. Si se apoya a quienes quieren desestabilizarlo, se favorece a las mismas ya expresadas ideas de Izquierda, aunque en nuevas personas. Si apoyásemos una paz negociada con las pandillas, estaríamos favoreciendo al narcotráfico y legitimando su fuerza política, lo mismo que al crimen organizado, lo cual significaría una aberración política: el terrorismo de las pandillas por sobre el Derecho.

La única opción que podemos apoyar es la que tenga por objeto  la desarticulación de las pandillas mediante leyes proscriptivas. Pudiera argüirse de que estas, son violatorias de los Derechos Humanos,  pero consideremos que las víctimas no pueden ser desprotegidas por los mismos Derechos de sus victimarios. Considérese de que está en juego la supervivencia del Estado y por ende la de la sociedad entera. Por último el Estado no puede reconocer Derechos a quienes están por sobre el Estado, pues todo Derecho nace de éste y las pandillas y el narcotráfico, se han manifestado como una fuerza superior al Estado mismo. Además  la legítima defensa individual  y colectiva, es un Derecho, frente a la amenaza de los pandilleros.


Sólo sería una paz transitoria la que se estableciese por medio de una negociación con las pandillas. Todos los salvadoreños estaríamos obligados a callar por miedo a ser asesinados por las pandillas y porque el Estado también nos obligaría so pretexto de la delegación de soberanía y la representatividad colectiva, pues la única estrategia de la pandilla, sería la implantación del terrorismo y del Gobierno, su pasado triunfo electoral. No es lógico que una sociedad que fue capaz de soportar una guerra de diez años, tenga ahora que someterse a la fuerza de quienes están al servicio del narcotráfico extranjero.

lunes, 6 de julio de 2015

LO QUE NUESTRO GOBIERNO AÚN NO QUIERE ENTENDER


Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 6 de julio  de 2015.

La posición expresada por medio de sus embajadores, los  Gobiernos de los Estados Unidos, España, Alemania, México e Israel, se ha hecho con la  clara intención de colaborar con la estabilidad de este país y del Triángulo Norte de Centroamérica, cuyos problemas de inseguridad, narcotráfico y corrupción en la gestión pública, son para la estabilidad del área una verdadera amenaza. El Gobierno salvadoreño por su parte, ve en esta gestión, un ataque a su forma de gobernar, como si lo estuviese haciendo, un opositor político en tiempo de campaña electoral, por lo que responde de igual manera: propaganda para asegurar que lo señalado no es verdad, minimizando los señalamientos, y comparándolos con los problemas internos de los otros países. Parece no comprender que el interés extranjero, en la estabilidad de la región, con objetivos estrictamente geopolíticos, como es igualmente el  pensamiento último del actual Gobierno, que se ve ya como parte de una nueva estructura socialista latinoamericana. 

Da la impresión que el  Gobierno actual, aún no se percata de dos situaciones: primero, el poder político del país y su gestión gubernamental es para toda la nación. Segundo, la política interna y externa, recae sobre el poder político del FMLN,  y éste, aún no ha podido separar su papel, de fuerza política partidaria, de lo que es la fuerza política nacional: velar por la estabilidad y paz interior, además desempeñar un papel internacional neutro, congruente con los intereses nacionales y de acuerdo con nuestra posición geopolítica, dentro del concierto de las naciones.

Los señalamientos que hace el Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre la violencia se refieren a la responsabilidad del Gobierno de velar por la paz interior, y la cual se ha perdido, por la existencia de grupos armados sin objetivos políticos (por ahora),  pero sí con fines de control territorial, para su control  económicos y, a los cuales, la ley  no ha podido alcanzar: ha sido una farsa toda la gestión gubernamental en tal sentido. El índice de asesinatos diarios, sólo es un indicativo de un número mayor de extorsiones, robos, violaciones y amenazas.

La presión política del FMLN sobre la Sala de lo Constitucional, ha sido señalada como indebida, por la comunidad internacional; y es, un señalamiento sobre la necesaria división de poderes, que debe existir en el país, y es así mismo,  la solicitud de no politizar los casos de CEL- ENEL (ya resuelto a regañadientes), del Boulevard Diego de Holguín y el de Francisco Flores. En estos  casos, el Gobierno desea condenas, para fortalecer su posición ante la opinión pública, en desprestigio de la oposición; sin embargo, rompe el debido proceso y procura falsear la verdad. Debe de imperar el Derecho, sin  guía de la política, sino a luz de la objetividad de las pruebas.

Ante la amenaza de un recorte de la ayuda norteamericana, por la poca transparencia en el manejo de los fondos otorgados, El Salvador,  Honduras y Guatemala, éstos países, dirigen sus ojos hacia los países de la Unión Europea, con la esperanza de que sus gobiernos socialistas, den la ayuda necesaria, no obstante que los principios de Transparencia y Buen Gobierno, han sido dados por la misma Unión Europea, como  forma de controlar la corrupción y mejorar la gestión pública y, aunque sí es posible que su colaboración aumente en el futuro  hacia Centroamérica, es muy poco probable que sean tan complacientes con los gastos, como lo desean los gobiernos del Triángulo Norte,  lo cual permitiría, un mayor acercamiento de Rusia y China hacia esta área.

Si en un paralelo aplicamos, la opinión de Robert Kaplan, expresada en su artículo La crisis griega es algo más que el dinero, (publicado recientemente en el The Wall Street Journal) al caso salvadoreño, todos los cooperantes tendrían que sostener al presente Gobierno, sin prestar atención a lo insostenible del mismo, pero si se hiciese así, sólo se estaría dilatándose, la crisis que se pretende evitar. Más que en este problema,  la oposición política, está muy preocupada por su propia  posición, dentro del Gobierno (Asamblea  y Municipalidades),  y por las disputas de poder interno,  sin prestarle atención al problema nacional; en tal sentido,  los sectores económicos, directamente involucrados y con algún poder de representatividad, son los que se han expresado contra el gobierno, puesto que una crisis generalizada, paraliza el aparato económico nacional, haciendo insostenible la administración de justicia y los demás mecanismos estatales.

Debe entender el FMLN, que actualmente es Gobierno y no  oposición, y que su gestión no es ya de propaganda que procura descargar responsabilidades en gestiones anteriores, sino la de estabilizar un país en crisis y, que para ello, se necesita por sobre todo, voluntad política,  y lo que es más aún,  no se puede engañar ni menospreciar a la comunidad internacional,  que  está llevando por hoy, la voz de una sociedad que clama paz, una paz de acuerdo al Derecho y, por sobre todo, sin revanchismo político. Más  con fecha 03/7/2015 en Radio Mayavisión (la radio difusora oficial del FMLN) se podía escuchar: “Esta mañana los comités de solidaridad de Cuba, Venezuela y Palestina junto con la Secretaría de Relaciones Internacionales del FMLN, desarrollarán un plantón de solidaridad con la revolución ciudadana en Ecuador”. Lo que no tendría importancia nacional, si no siguiera esta misma línea la Cancillería salvadoreña, en apoyo a gobiernos corruptos y sobre todo que no prestan ninguna cooperación real a los intereses salvadoreños, salvo el ideológico.


Los grupos de Izquierda que no están dentro del Gobierno, son los únicos interesados en profundizar aún más la crisis en El Salvador, pues sus análisis,  eminentemente teóricos, sujetos a la lógica marxista, ven en la crisis, la antesala del nuevo orden del socialismo, y además, confían en que el desgaste de la dirigencia del FMLN, sea tan grande que les permita aparecer como una “nueva alternativa”,  que no sería muy diferente de la actual.