Publicación Acción

Es necesario expresar libremente el pensamiento político para el fortalecimiento de nuestro sistema democratico, republicano y representativo.



miércoles, 29 de junio de 2022

¡¡MIEDO!!

 


Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION

 

Existe en El Salvador, un generalizado, sistemático miedo, que impide el normal desarrollo de la vida social, política y económica: miedo alimentado por la existente lucha de poder, fuera del esquema jurídico y que, en su forma final, es el empleo de la fuerza, por parte del Estado, y ejercida, por la Fuerza Armada, que, a la larga, tendrá que pagar dichas consecuencias.

 

La negativa a extraditar a pandilleros reclamados por Estados Unidos, lograda mediante la manipulación de los Órganos de Gobierno, motivada por miedo a la vinculación que puede realizarse en el exterior, de la relación política entre pandillas – Gobierno – crimen organizado. Dicha relación, ha sido alejada de la consciencia nacional, por la persecución en el país, de algunos grupos de pandillas, cuya reacción, aún no se ha hecho sentir, pero que sirve de justificación para el uso de más fuerza, extendiéndola por hoy, de manera indefinida en el tiempo, bajo la figura del Régimen de Excepción.

 

El temor a un señalamiento de tal tipo, ha generado cuatro estrategias de consolidación y control social: 1) la creación de falsa oposición partidaria, como Poder Ciudadano o Fuerza Solidaria, que ya ha creado cierto temor entre quienes dependen de Nuevas Ideas (ver declaraciones de Rolando Castro). 2) haber tomado la bandera de los Derechos Humanos, durante el pasado Conflicto Armado Internacionalizado, para crear una línea de reparación de víctimas y ganar las bases del FMLN tradicional, el cual no es afecto al Gobierno. 3) llamar a intereses asiáticos, en su expansión por el Pacífico, para ir alejándose de los intereses norteamericanos, aprovechando las nuevas coyunturas geoestratégicas. 4) presionar a los sectores financieros (bancos, aseguradoras y AFP) para que sostengan al Gobierno, y suplan el fondeo internacional, que no han podido obtener.

 

El Régimen de Excepción es la expresión última del poder del Estado, sobre su territorio y vigente éste, vuelve irrelevante cualquier otro, que lesione derechos de categorías inferiores, como el Derecho a la propiedad o el de la libre contratación. Por ello, el riesgo de ser sancionadas todas las sociedades que se dedican a proveer bienes y servicios que, al aumentar sus costos, aumentan los precios, sean sancionados, para mantener la apariencia de “control del Estado”, sobre la economía, cuando todo el comercio depende en su importación, de un reducido número de empresarios que, en su mayoría, son aliados políticos del Gobierno, pero que sufrirán su populismo, para mantener su popularidad.

 

Las banderas de los casos Mozote y Jesuitas, hoy arrebatados por el Gobierno, al Centro de Justicia y Responsabilidad (CJA) y la Universidad Centroamericana (UCA), abriendo el procedimiento para el procesamiento de 126 casos mas, preparados por dichas instituciones, pero no materializados, por contravenir a la Ley salvadoreña. Un cambio en este sentido, también abrirá la puerta para que se juzgue a la oficialidad, hoy en servicio activo, por violación a los Derechos Humanos, durante este régimen de Excepción y, el sostenimiento de un Gobierno que, en muy poco tiempo, oficializará su condición de dictadura.

 

La pretensión de reelección, como expresión de temor, ante un juzgamiento por el rompimiento del orden constitucional y ocultamiento del latrocinio de las arcas públicas, ya genera una mayor agresividad por parte del Gobierno, sobre todo, si dicho señalamiento, proviene del Tribunal Supremo Electoral. Este temor, obliga a mayores acciones de fuerza que, en definitiva, serán materializadas por la Policía y la Fuerza Armada, para hacer cumplir las disposiciones de otros entes de Gobierno, por lo que dicha responsabilidad, no será de la institución, sino de las personas que la conforman, aunque dichos actos sean en cumplimiento del servicio. El Mozote es el espejo del mañana.

jueves, 9 de junio de 2022

EL GOBIERNO Y LA OPOSICIÓN


Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

Indican, las últimas encuestas, el grado de aceptación del Gobierno, o sea, la conformidad de este, con la voluntad popular. La misma encuesta señala, alto grado de insatisfacción, en el quehacer económico, contradictorio con la opinión pública y las acciones que, hasta el momento, han tenido el Gobierno y la oposición: preciso es analizar  dichos efectos.

 

En este momento, el Gobierno controla la mayoría de medios de comunicación que siendo empresas formales, puede presionar de alguna manera: desde amenazas y persecución fiscal, hasta el retiro de la frecuencia de transmisión o, la prohibición de importación de papel, por lo que se ven limitados en sus acciones. Las presiones y espionaje a miembros de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), no permiten que exista un periodismo libre, que revele la realidad nacional.

 

Los escasos medios que aún subsisten, en su libre actuar periodístico, como El Faro y las transmisiones criticas en internet, del Movimiento Libertad, junto a algunas radios, corren el riesgo de ser cerrados, si sus intervenciones llegan a mayores audiencias, por lo que el aparato de comunicaciones, es dominado por el Gobierno, que manipula la opinión pública, directa e indirectamente.

 

Así se explica el alto grado de aceptación del Gobierno, como resultado de la manipulación de la opinión pública. Tal es la razón: no relacionar el deterioro económico nacional, con las acciones políticas del Gobierno.

 

La oposición, está dispersa y dividida: unos tienen la esperanza de que, en una contienda electoral, podrán lograr con un partido político nuevo, algunos escaños, pero la propaganda del Gobierno, ha sido contra el sistema de partidos políticos que, por su figura y credibilidad, es muy difícil que logren despuntar. Por otro lado, se quiere competir con la capacidad comunicativa del Gobierno y sus redes de troles, sin tener la capacidad económica y técnica para ello.

 

La oposición, al igual que el Gobierno, se manifiesta en los grandes centros poblacionales, porque allí se centran las encuestas, la opinión pública y el peso electoral. Sin embargo, hay un abandono en las municipalidades aisladas: Parquin, San Fernando, Bolívar, Masahuat, Santa Rosa Guachipilín etc., en donde las acciones del gobierno, son inexistentes: Protección Civil, Dirección de Obras Municipales etc., porque la población no percibe la influencia del Estado, salvo en el cobro de impuestos y, que aún persisten las pandillas y, donde se origina la emigración. Dichas poblaciones deberían ser objetivo de la oposición, como sus núcleos de resistencia, para luego avanzar, en su lucha política, hacia los grandes centros poblacionales: la lucha es a largo plazo y no, electoral. No seguir este criterio, ha sido una de las causas del debilitamiento territorial, de los partidos políticos.

 

Por el dominio que el Gobierno ejerce sobre los medios de comunicación y de las redes sociales, es necesario la creación de nuevas redes de oposición, reales, no troles o robot, pues no seràn agentes políticos, sino instrumentos y, lo que necesita la política, es participación ciudadana y no, manipulación del ciudadano.

 

El Gobierno procura la manipulación de los medios, para poder tener la legitimidad por medio de la aceptación pública y no, por la emisión de un voto consciente. Por esa razón es necesario que la oposición se prepare para una lucha larga y no, electoral; por ahora, todo indica que las elecciones serán manipuladas, desde el padrón electoral, hasta el voto mismo.

 

La falta de liderazgo en la oposición, la explica la persecución del Gobierno a sus opositores, pero debe de surgir el liderazgo ideológico que, al ser encarnado en un grupo, el Gobierno, no pueda amedrentar o destruirlo