Publicación Acción

Es necesario expresar libremente el pensamiento político para el fortalecimiento de nuestro sistema democratico, republicano y representativo.



viernes, 27 de enero de 2023

DE TORTAS A FRIJOLES CON QUESO

 

Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION

 

Cuando se le informó a María Antonieta, Reina de Francia, que el pueblo pasaba hambre y no podía comprar pan, dijo: “Déjenlos comer pasteles”. En paralelo, hoy el Diputado de Nuevas Ideas, William Soriano, ante la dificultad del pueblo para alimentarse, dijo: “El problema es que a los salvadoreños les gusta comer bien, y por eso se viven quejando del salario. Si cada quien comprara sus frijoles y su queso, el dinero les alcanzaría y podrían ahorrar un poco. No todos estamos capacitados para complacer nuestro estómago”.

 

Ambas expresiones, dichas con 235 años de diferencia, nacen del concepto de totalitarismo de Estado y de que, quien ejerce el poder, y su familia, están divorciados del sentir y necesidades del ciudadano común, quien tiene la obligación de sostener y obedecer al Gobierno. La confirmación, de un Estado totalitario, es de la misma Asamblea Legislativa, cuando establece que, quien no haya pagado una multa de Tránsito, no podrá renovar su Documento Único de Identidad (DUI), lo cual marca, el inicio de una nueva tendencia, que tratamos en este artículo.

 

El Artículo 1 de la Constitución, establece que el fin y razón de existencia del Estado, es para servir a la persona humana, o sea a sus habitantes: a quienes, si no se les permite el derecho, a tener un DUI, se niegan sus derechos de salvadoreño, pues el DUI o su identificación, es la prueba física, de tal calidad. En este sentido, violase el Artículo 27 inc. 2º Constitución, pues se penaliza la deuda y se sufren las consecuencias, que la constitución pretende evitar.

 

Jurar lealtad al presidente de la República, va en contravención del Artículo 211 Constitución, pues la Fuerza Armada y todo funcionario público, está al servicio de la Nación y no, de una persona o cargo. La supresión del FODES a las Alcaldías, viola la autonomía Municipal, asegurada en el Artículo 203 Constitución. Al amenazar con suprimir los municipios opositores, que serán absorbidos por los que el oficialismo tiene controlados, destruye el municipalismo y con ello, la estructura democrática.

 

El poder de confiscación de la Dirección de Obras Municipales, invierte los principios constitucionales, aplicables a la tenencia de la propiedad, pues sólo será privado, lo que no le interese al Estado. Cuando lo general, es la protección de la propiedad privada y la excepción a esa regla, es la necesidad de utilidad pública, que debía de ser reconocida por la Corte Suprema de Justicia en pleno, antes de dirimirse el caso, en una instancia administrativa. Esta aplicación del poder del Estado, implica una inversión de los Artículos 101,102 y 103 Constitución.

 

La nueva legislación, para sancionar con 15 años de prisión, a quien se oponga a una candidatura, en una interpretación gramatical, sólo es aplicable a miembros del Tribunal Supremo Electoral, pero si se hace una interpretación exegética y extensiva de la misma, es aplicable a cualquier persona que se exprese contra la candidatura inconstitucional de Nayíb Bukele, dependiendo su aplicación, de la discrecionalidad de la Fiscalía General de la República, lo cual va en contra de muchas disposiciones de orden constitucional.

 

Seguramente, veremos muchas mas arbitrariedades o fraudes constitucionales, realizados a partir del concepto de totalitarismo de Estado, lo que llevará al Gobierno, a un mayor acercamiento a países totalitarios, en su lucha contra los países democráticos, o que piensan que la razón de ser del Estado, es la persona humana y no, la preeminencia del Estado-Gobernante, como fin de la actividad del Estado. 

miércoles, 18 de enero de 2023

PROCESO NEO REVOLUCIONARIO

 

Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

El Salvador, inicia elecciones, dentro de un proceso revolucionario de deconstrucción social, en el cual éstas, sólo podrán legitimar los cambios forzados desde el Gobierno, impidiendo que la oposición, pueda cohesionarse eficazmente y, utilizando la reserva política potencial, de tendencia conservadora o que considere, que la Constitución de 1983, con los cambios generados por los Acuerdos de Paz de 1992, son el orden que sostiene la República y el sistema democrático, para el restablecimiento del Estado de Derecho.

 

Este que se vive, proceso revolucionario, tiene como fundamento, la deconstrucción de los principios democráticos y el populismo, que facilitan la manipulación social, por medio de falsa comunicación. La deconstrucción, toma los principios y conceptos científicamente aceptados, dándoles un significado diferente, así que éstos, generan un cambio, sin que la letra o texto Constitucional, sufran alteración formal alguna. Quienes, ejerciendo la potestad institucional, en vez de defenderla, por supervivencia personal, aplican los nuevos conceptos y contribuyen desde el Estado, a la transformación del mismo, en un proceso de subyugación social.

 

El populismo, utiliza las necesidades individuales básicas (alimentación personal, necesidad de asistencialismo, seguridad, odio de clase) como centro de las políticas de Estado, que tienen que centrarse en los intereses nacionales comunes que se fundan, en los de la colectividad, encubriendo los de los funcionarios, en su interés privado.

 

Un ejemplo de la deconstrucción y el populismo, es la declaración de Félix Ulloa: “La guerra contra las pandillas es una guerra justa”, pues equipara el concepto de seguridad pública, al de guerra y, vuelve lícita, la violación de los Derechos Humanos y  las garantías procesales. Vuelve lícito, el ejercicio arbitrario de la fuerza y, lo aplica en favor de la reelección presidencial y otras arbitrariedades, en dualidad, funcionario-empresario, cambiando al Estado y al Gobierno, sus fines.

 

En este proceso, se degrada la naturaleza humana, al suspenderle las garantías constitucionales, por medio de la interpretación errónea del Artículo 1 de la Constitución, que centra la actividad del Estado, en servicio y protección al ser humano, invirtiendo los papeles: el ser humano, al servicio del Estado, y a conveniencia del Gobierno.

 

Este proceso de deconstrucción y populismo, es denominado “Revolución molecular disipada”, la cual ha llevado al caos, a las democracias latinoamericanas: permite que dictadores como Daniel Ortega y Nicolás Maduro, se mantengan en el poder.

 

El proceso de deconstrucción social, inicia con en el cambio de las instituciones constitucionales, para luego extenderse, a la vida del ser humano. La purga de sus empleos de personas mayores de 60 años (jueces y policías), es parte de este éste proceso, pues su formación, no permite la deconstrucción que se exige, pero que se puede comparar, con aspectos de la Revolución Cultural de China, en época de Mao.

 

Creyendo que las elecciones, ofrecen un proceso de renovación política y de detención a este proceso revolucionario, las diferentes fuerzas opositoras o constitucionalistas, entran en competencia, desde momentos tempranos, no advirtiendo la oposición, que sus competidores o enemigos, son sus propios aliados, lo cual permite que el régimen, promueva elecciones, facilitando al oficialismo, las ventajas que necesita, pues controla el aparato electoral y a la vez, compite, con todo el poder del Gobierno: dinero de las arcas públicas y la manipulación del Tribunal Supremo Electoral.

 

Este proceso, aquí descrito, será desarrollado más ampliamente en el programa del día miércoles 18 de enero a las 5:00 pm., en TPC Radio Libertaria, cuyo enlace puede hacerse en Facebook o, con posterioridad se enviará el video, en el caso de no enlazarse para el programa en vivo.