Publicación Acción

Es necesario expresar libremente el pensamiento político para el fortalecimiento de nuestro sistema democratico, republicano y representativo.



viernes, 27 de noviembre de 2020

RACIONALIDAD VRS. DECONSTRUCCIÓN


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION

 

El 28 de octubre de 2020, publiqué el artículo intitulado “DECONSTRUCCIÓN”; veremos aquí, los efectos de este fenómeno, en la política cotidiana y en la lucha de poder, explicando la razón por la que hoy, no se entregará el FODES a las alcaldías y, otras ilegalidades, que pueden conducir a manifestaciones de calle, como lo ha dicho el FMLN y, a concentraciones públicas, por parte de la sociedad civil, que siendo masivas, podrían ser sofocadas con el uso de la fuerza, por parte del Gobierno.

 

La racionalidad es la aplicación de las normas vigentes, establecidas por la Constitución y desarrolladas, en la ley secundaria, para su cotidiana aplicación, en el quehacer del Estado. El cambio del sentido de dicha normativa y, la interpretación de los hechos políticos, distinta manera del convencional (del entendido por la mayoría de las personas, mediante su sentido común o, por las diferentes profesiones que se ejercen), es la deconstrucción, que está ejerciendo el Gobierno central, y está generando un caos social: revolución o lucha política innecesaria.

 

Este cambio lo podemos apreciar, en la conducta de la PNC y de la Fuerza Armada, en los desvíos de sus funciones y en las exigencia de la fiscalía, para contar con un nuevo cuerpo operativo de investigación, pues el sentido de las instituciones ha cambiado, ya no ajustándose a lo que la ley manda, sino al nuevo criterio del Ejecutivo.

 

Retener el FODES, priorizando los gastos del Gobierno, como comprar las vacunas para el coronavirus, es porque el Ejecutivo, cambiando el sentido de la ley, ha señalado el destino de los gastos públicos, que se encuentran determinados en el Presupuesto General de la Nación, anulando dicha función legislativa y, anulando la autonomía municipal, garantizada en la Constitución y en el Código Municipal.

 

La concesión de permisos para las ventas callejeras, es potestad de la municipalidad; la ha asumido hoy, el Ejecutivo, siguiendo dicho cambio y aduciendo superioridad de su autoridad, sobre el uso de calles, incluyendo así, las aceras que son potestad municipal, dándose así, la deconstrucción.

 

El ultimátum que ha dado Yamil Bukele, a la federación de futbol, para que se inscriba y quede bajo el dominio del INDES o, iniciará el proceso de cancelación de su personalidad jurídica, es también deconstrucción pues, a criterio del Ejecutivo, todos los deportes tienen que ser regidos por la función social, determinada por él mismo, en contravención al principio de libertad de asociación, amparado en el Artículo 7 Cn.

 

La resistencia a dar cuentas y, a que los Ministros no deben acudir a la Asamblea, obedece a criterio de Bukele, pero en deconstrucción, de los preceptos de contraloría. La confidencialidad en la compra de las vacunas, no puede mantenerse ajena al conocimiento público, ni de la Corte de Cuentas, al igual que las pruebas de las mismas o, las pruebas de coronavirus efectuadas por el Ejecutivo.

 

Estas situaciones ya han sido advertidas por el FMLN, al igual que por la sociedad civil y, al ser ineficaces los recursos y controles que da el sistema democrático, proceden a organizarse y manifestarse en las calles.

 

Este fenómeno se puede ver también, en el sistema electoral, en el que se quiere incorporar candidaturas, por vía de la fuerza, encarcelando por diferentes causas, a los representantes de ARENA, pues este partido, no ha amenazado con posibles manifestaciones de calle, por lo que es el más adecuado, para introducir miedo a opositores del Gobierno.

 

El señalamiento de opositores ya son norma y, demuestran la deconstrucción que se realiza en la justicia y la función pública que estamos viviendo y, lo explosivo que vuélvese el país.

 

 

miércoles, 25 de noviembre de 2020

EL SALVADOR Y GUATEMALA

 


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

Viven, El Salvador y Guatemala, un mismo fenómeno político, aunque desde dos puntos diferentes y opuestos, motivados por el resentimiento hacia la clase política; es un aglutinamiento de fuerzas anti-sistema, que pudiese dar lugar a una sinergia de destrucción del sistema; vemos sólo el afloramiento de la insatisfacción, sin que puedan la Derecha o, las fuerzas pro-sistema, contrarrestarla para preservar el sistema democrático y republicano, tal como lo conocemos y lo hemos vivido.

 

La acumulada insatisfacción social, causa malestar generalizado y, rechazo al sistema democrático, por bueno que sea: se siente más la insatisfacción, que el bienestar en que se vive, sin que exista organización específica, sólo la insatisfacción generalizada y sin importar la visión futura, pues cada quien, en dicha concepción, tiene pretensiones propias que socialmente, se vuelven difusas, pero encaminadas todas, a la destrucción del sistema.

 

La insatisfacción generalizada ha provocado, en el Medio Oriente, un cambio en la percepción política, que dio origen a la Primavera árabe; los Indignados y Chalecos amarillos están provocándola en Europa, cambios del sistema; los ANTIFA (antifascistas) exigen transformaciones en Estados Unidos, la exigencia del cambio constitucional en Chile, ha logrado promover el cambio en la percepción política y, el mismo proceso, se lleva a cabo en Centroamérica. Cada proceso es por insatisfacciones y, en condiciones diferentes, pero por vía de la fuerza, obligan a un cambio en el sistema.

 

Vemos en Guatemala, como estas fuerzas de insatisfacción y coaligadas, han llegado al extremo de quemar el Palacio Legislativo y modificar la voluntad política del Gobierno, lo cual, ha enseñado al guatemalteco que, con la presión en las calles, puede dominar al Gobierno.

 

Fue, gracias al resentimiento contra el sistema, que Bukele consiguió el poder. Ahora que lo tiene, en vez de sostener el sistema que lo eligió, procura cambiarlo, es lo contrario de lo que sucede en Guatemala: que, desde las calles, se amenaza el cambio.

 

La resistencia que se hace en El Salvador, por preservar el sistema, entra en colisión, con el aparato mismo del Estado, que ha cambiado, desde el concepto jurídico, para aplicar otra idea y lograr el cambio de la función pública (deconstrucción). Siendo ejemplo: el abandono de algunas funciones policiales, que hoy exige la fiscalía, para el cumplimiento de su función o, del fuero, para evitar que los Ministros acudan a la Asamblea a rendir cuentas, en la potestad de investigación en las instituciones públicas, por la Fiscalía y CCR o, incumplimiento de sentencias.

 

Este tipo de movimientos de descontento, tiene una persona que surge como cabeza o símbolo del mismo o, quien recoja los frutos, del descontento generalizado, pero sin una estructura identificable, como las existentes en el sistema partidario; por ello la apreciación de la fuerza de Bukele, se ha subestimado, tanto como creer que el sistema mismo podrá contenerlo, como sucedió con el FMLN, en su Gobierno.

 

La amenaza del empleo de la fuerza, para la inscripción de los candidatos de Nuevas Ideas, está basada en el rechazo al sistema y, la exigencia de cambiarlo. El anuncio de ARENA sobre la corrupción, afirmando que muchos de sus funcionarios fueron corruptos, reforzará la posición anti-sistema, pues es aceptación, de lo perverso del sistema que representa y no de acciones independientes, aisladas de funcionarios, en actos ajenos a sus fines y objetivos partidarios y quienes hoy, se encuentran en la cárcel. Será utilizado por Bukele, electoralmente, en lucha contra el sistema democrático.

 

Necesita Bukele, atizar el odio y resentimiento, para que su corrupción no le afecte y destruya su propio poder (principio de transposición). Por lo que, acrecentará sus ataques, como medio de defensa.

 

domingo, 22 de noviembre de 2020

PERFIL CONSTITUCIONAL

 


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

EL Ejecutivo propone un nuevo perfil constitucional, que substituirá al actual; sin ser específico en su contenido: sólo afirma que mejorará el actual, pero sus acciones administrativas, revelan el perfil de lo que podría ser la nueva Constitución: se ajusta a la concepción de una nueva República, al decir de sus troles, en la cual, no exista libertad y, por consiguiente, los salvadoreños ya no puedan o quieran, vivir en ella.

 

Ha habido en el país, 13 constituciones: 1924, 1841, 1864, 1872 (octubre), 1872 (noviembre), 1880, 1883, 1885, 1886, 1930, 1945 (restauración de la Constitución de 1886), 1950, 1962 y 1983.Todas muy diferentes entre sí y, reflejan la lucha política nacional.  Han presentado ciertas constantes: respeto a la libertad, en todas sus formas, protección a la propiedad privada e independencia entre los Órganos de Gobierno.

 

En todas las Constituciones, el objeto y fin del Estado es el individuo y no, el Estado, ni sus gobernantes. La constitución de 1950, rompe con el esquema liberal anterior e introduce los Derechos sociales e introduce la función social, como una excepcionalidad, dentro de las potestades del Estado. Así, en la evolución constitucional, se aprecian, tanto la evolución política del país, como su acomodamiento social y económico, al entorno jurídico-político mundial.

 

La Constitución de 1886, ha sido la de más larga vigencia: la única que se ha restaurado, para tener estabilidad política y, asegurar los derechos individuales, dando paso a la Constitución de 1950 que, aunque reformada en 1962, vive en espíritu en la actual y, ha probado ser muy eficaz en su aplicación judicial, para evitar el autoritarismo del Ejecutivo, en defensa de las garantías individuales, pero ineficaz, si los funcionarios públicos se alejan de su cumplimiento, particularmente, si el incumplimiento es de quienes ejercen la coercibilidad o, manejan directamente, los fondos públicos.

 

No puede haber divorcio, entre el perfil que proyecta el Ejecutivo y lo que propone, pues de haberlo, sería populismo o engaño. El perfil proyectado por el Ejecutivo es de autoritarismo y puede afirmarse que, derivará en presidencialismo o autoritarismo presidencial. La idea de que el funcionario está a la orden y disposición absoluta del Presidente, refuerza esta apreciación. Hoy el funcionario está bajo la dirección del funcionario electo no, a su plena discreción, sino a lo que manda la Ley.

 

Siendo los vetos del Presidente, por motivos económicos y lucha política, debe suponerse que la propiedad privada, pasará a ser, ya no del particular, sino de la disposición del Estado, sin recurrencia a la utilidad pública, previamente establecida en sentencia, en aquellos casos excepcionales y, que habrá un desaparecimiento de los sistemas de contraloría pública.

 

Limitaron la libertad individual, los abusos durante la pandemia, por lo que sufrimos limitaciones de tales Derechos, si se cambia la presente Constitución. Según un nuevo perfil de ésta, que proyecta el Ejecutivo, quedarán tales Derechos a su discrecionalidad, siguiendo el criterio del Presidente.  Cada salvadoreño, deberá decidir si aceptará o rechaza, esta nueva Constitución, teniendo claro que, si la acepta, desaparecerá el amparo, en apego a la ley que hoy tiene y, quedará expuesto al de la PNC y Fuerza Amada, según sean los lineamentos recibidos, en acatamiento jerárquico. Son muchos los ejemplos a citar y, el más notorio, es la rebeldía del Director de la PNC, al no acatar la ley.

 

La República, como entidad que pertenece a todos y permite el pleno desarrollo de nuestras habilidades, está en peligro de desaparecer, por lo que sólo hay dos caminos: emigración o defensa de la patria y su institucionalidad republicana, único medio de preservar nuestros bienes y libertad que extrañamos, solamente cuando se pierden.

 

 

 

 

miércoles, 18 de noviembre de 2020

QUIEBRA DEL SISTEMA POLÍTICO-ECONOMICO

 


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

Provocada conscientemente por el Ejecutivo, ha sido la quiebra del sistema político-económico del país, aprovechándola para el enriquecimiento personal y, el financiamiento de su propia campaña electoral, causando el colapso del sistema republicano y democrático, que pudiese oponérsele. En tal sentido aprovecha, como estrategia política, la estructura molecular disipada a la cual, no puede contrarrestarse sus efectos, porque no es entendida por los partidos políticos.

 

Las personas e instituciones, reaccionan según sus prioridades: vemos hoy, que la Fiscalía  y demás instituciones nacionales de contraloría pública, están enfocadas en la malversación de la mitad del Presupuesto General de la Nación y, de todo el dinero autorizado al Gobierno: así,  carece de relevancia, el espionaje de la OIE, a la Universidad Francisco Gavidia; al publicar una encuesta privada de su rectoría, manipulándola, para tener impacto electoral y utilizando un periódico financiado por Casa presidencial, violando así, los derechos de autor y privacidad de la Universidad. Este hecho ilegal, carece de relevancia política, ante lo primero.

 

También carece de importancia, que la PNC cierre calles secundarias para montar mítines de Nuevas Ideas y, dar a conocer a sus candidatos locales, en abuso de autoridad y violación al Código Electoral, si la calificadora Moody´s estudia colocar los bonos del país, en la clasificación más baja posible, anticipando el colapso económico del país.

 

Para que la institucionalidad desaparezca, el Gobierno necesita que el cuerpo social, no tenga fuerzas para defenderse y, la aún existente institucionalidad, sólo se preocupe por los problemas que atañen a su existencia, y no, a atender y proteger al particular, como es su obligación constitucional.

 

Bukele pierde, apoyos internacionales, cada vez más, pero mientras cuente con el voto interno, sabe que subsistirá y que le llegaran nuevos apoyos, que no serán para el país, como ha sucedido en Venezuela. La sociedad no podrá beneficiarse:  es preciso su debilidad para dominarla: generalizar la pobreza y debilitando su capacidad de lucha.

 

La estrategia del Gobierno para forzar a reclamos, por el colapso de sí mismo y, la falta de asistencialismo, crea un sentimiento de revancha política, que destruye a sus opositores; mientras, la vida depende del quehacer diario, siendo más precaria, y perdiendo la perspectiva de la interrelación social, bajo las naturales reglas económicas, favoreciendo la estrategia del Gobierno.

 

Muchos candidatos rurales opositores, van a vacunar ganado o a ofrecer ayuda, para “ser queridos”, pero fomentan el asistencialismo, en vez de indicarle a la gente, el costo futuro de lo que hoy recibe del Gobierno y que, por más que trabaje, no podrá dar alimento a sus hijos. Otros pretenden competir con el asistencialismo gubernamental, siendo que en el futuro, sólo podrán sostenerlo, mediante la corrupción o la compra-venta política. Para evitarlo, es necesario un liderazgo, basado en soluciones prácticas a los problemas de las personas, siguiendo siempre una estricta guía ideológica.

 

Si no hay una reacción, al inducido colapso del Estado, muy difícilmente podrá recuperarse la institucionalidad: no será posible, dar satisfacción a las necesidades de las personas más pobres y, los que aún conservan su patrimonio heredado o fruto de su propio trabajo, lo perderán. Ahora el Gobierno, que llevó a su límite el endeudamiento externo, ha alcanzado el máximo del interno, destruida su capacidad de generación económica interna, sólo queda el patrimonio de los particulares.

sábado, 14 de noviembre de 2020

REPÚBLICA vrs DICTADURA

 


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION

 

Débese la polarización actual, a la empeñada lucha entre la República y la Dictadura, que supera la controversia ideológica tradicional, pero que se volvería irrelevante, si la República pereciese, para dar paso a una Dictadura.

 

Si el imperio de la Ley cede, ante los intereses ilegítimos del poder, la República entra en crisis, pues las instituciones interrelacionadas, no podrían cumplir su función política en beneficio de la sociedad y, cumplimiento constitucional, pues deberán actuar de manera conjunta y, si una institución se negase, impediría el funcionamiento de todas las otras.

 

Si leemos los encabezados periodísticos de un solo día: “Expresidente del BCR fue despedido por revelar cuentas del Gobierno”, “Ayuda a Nejapa tardará meses”, “MINSAL habría cambiado documentos oficiales para ocultar compra a empresa de familiares de Alabí”, “APES llama a Fiscalía a actuar  ante amenazas de periodistas”, “Gobierno menosprecia el liderazgo comunal” y “La Asamblea autoriza iniciar el proceso de desafuero al Vice Ministro de Seguridad”, la Fiscalía, en rueda de prensa denuncia la obstaculización que sufrieron de la PNC para realizar los 22 allanamientos a instituciones de Gobierno, autorizado por un Juez de Paz, ante avisos reiterados de la CICIES y la Corte de Cuentas, reflejan la descomposición institucional existente, tendiente a la consolidación de una dictadura

 

La República se resiste a capitular ante la Dictadura: nació, luego de la lucha   promovida por los intereses geopolíticos de Occidente y la URRSS, que se vieron enfrentados aquí, en una lucha de más de 25 años; 10 de los cuales, fueron armados. Finalizada la Guerra Fría y pactada la paz de Centroamérica, en Esquipulas, entramos en la fase de conciliación interna, que dio como resultado, la actual República: desde 1992, no ha habido un tan sólo asesinado o secuestrado, por cuestiones políticas, lo que prueba que, nuestra paz política, es duradera y que hoy, los antiguos antagonistas, entienden la importancia de preservar el sistema que promueve la República, pues permite  u campo de lucha, a cualquier ideología, siempre, dentro del sistema democrático.

 

La Dictadura que promueve el Gobierno, ha hecho pacto con el crimen organizado, responsable de los muertos actuales, disputando el control territorial al Estado. La Dictadura, cierra cualquier espacio a la lucha ideológica, pues promueve sólo la voluntad, de quienes detentan el poder.

 

El ejercicio del poder, fuera del ámbito republicano, favorece el interés particular: es lo que hoy vemos, en los manejos de los fondos públicos. Hay advertencias en el extranjero, contra funcionarios públicos, que han lavado dinero, realizando manejos ilegales en sus instituciones. Para lograr la impunidad de estos funcionarios, será necesario, destruir la República y consolidar la Dictadura.

 

Por esta razón, es necesario que actúen conjuntamente, las fuerzas que conviven bajo la República, no en un “levantamiento popular”, como imploran los que promueven la Dictadura, sino dentro del imperio de la Ley, pues un levantamiento popular, fácilmente derivaría en una revolución que consolidaría el poder, en una Dictadura, aunque distinta de la actual, pero trayendo siempre, la destrucción de la República.

 

Si la Fuerza Armada, ya no opera como seguro último de la República, tendrá que ser la sociedad civil, junto a los partidos políticos, que acuerpe a las instituciones, no con twitter, memes o caricaturas, sino efectivamente, en una movilización nacional, que lleve a un retorno constitucional; sólo así, podrá continuarse con una lucha ideológica, que sea determinada por la voluntad y necesidades de la voluntad soberana del ciudadano; de lo contrario, sólo se tendrá la voluntad de quienes ejerzan el poder: los hoy soberanos, serán siervos, con el único deber de trabajar para el mantenimiento del Gobierno dictatorial.

jueves, 12 de noviembre de 2020

RETORNO IMPOSIBLE


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

Se ha agotado la capacidad del Ejecutivo, dentro de la ley: su indecisión entre la legalidad e ilegalidad, ha sido su principal característica; más, su intento de detener los allanamientos a las oficinas de Gobierno, ya no le permite regresar a la legalidad, sin que sus allegados sean enjuiciados, quedándole únicamente, la capacidad de maniobra en la política electoral.

 

Lleva el Gobierno, una carrera contra el tiempo, procurando que su corrupción no sea confirmada, antes de las próximas elecciones, para, al decir de sus troles, tener con Nuevas Ideas, 48 diputados, con GANA 10, más uno de los independientes formando así, la mayoría calificada, que permita la destitución de muchos, de los funcionarios actuales y consolidar un Gobierno, liderado por el Ejecutivo. Lo que confirma que Bukele, corre con tres frentes electorales.

 

Para lograrlo, necesita que su corrupción no sea confirmada, antes de febrero de 2021. Para lograrlo, se está utilizando la idea de volcar el país, en ayuda a Guatemala y Honduras, creando una expectación en el Triángulo Norte, desviando la atención internacional de su corrupción, para centrarla en la región; procurará también que su imagen regional, se refleje en el país y además, justificar la crisis económica, ante la ignorancia de sus seguidores.

 

Difícilmente puede sostenerse por más tiempo, la economía nacional y, la posibilidad de una nacionalización de las pensiones, como forma de fondeo del Gobierno y, constituir una expoliación (robo) a los cotizantes, pone en riesgo el sistema mismo, pues tendría que pagar sus obligaciones previsionales con más impuestos y, seguramente plantearía una reducción en las pensiones futuras por “necesidad pública y solidaridad”, como se hizo en Argentina. Puede esto ser planteado por el Gobierno, como forma de “justicia” para el trabajador y más impuestos, a la empresa privada.

 

Otra forma del Gobierno para tener control férreo, sobre el comercio y la industria, sería el retorno al colón, pues todas las importaciones, necesitarían la compra de dólares al Gobierno y ante la escases de divisas, es quien señala las prioridades económicas y su tipo de cambio, generando ganancias personales a quien controle las divisas, como ha sucedido en Venezuela.

 

Si El Salvador, volviese al colón, disminuiría la capacidad de pago de su deuda externa y, es posible que éste, no se diese. Al ir a la baja el valor de la deuda externa, podría ser comprada a descuento, por intereses geopolíticos fuera del área o, de la esfera de Estados Unidos y Europa, como recurso de salvación financiera y, apoyo externo del Gobierno, como ha sucedido en Venezuela.

 

Llama la atención, que algunos troles de Bukele, al difundir la noticia de la ayuda que brindamos a Honduras y Guatemala, señalen que el Triángulo Norte, ha sido abandonado por USA, México y Europa y que sólo el Gobierno salvadoreño, se preocupa por el área.

 

Antes de hacer algo oficialmente, Bukele lo propone por sus troles, para medir el impacto entre sus seguidores; otra forma, de proceder, es el desprestigio a sus opositores, sean personas, familias o instituciones. Las ilegalidades y el rompimiento constitucional, inició primeramente con ataques de sus troles, para luego de caldear el ambiente, se procedió a oficializarlo, mediante acciones administrativas.

 

Los allanamientos a los Ministerios que han realizado las mayores irregularidades o, las más obvias, son consecuencia natural, de la institucionalidad del Estado, que defiende los intereses de todos. Cuanto ha realizado Bukele, ya había sido anunciado por sus troles y por él, en su campaña electoral, pero se creyó que el Derecho, por sí sólo, sería suficiente, más no, es necesario que la institucionalidad se imponga coactivamente.

martes, 10 de noviembre de 2020

CORRUPCIÓN


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

La corrupción, es origen de todos los males políticos del sistema democrático:  deforma en autoritarismo, el sistema republicano y, fortalecido por el narcotráfico y el crimen organizado, crea una nueva forma de gobierno, basada en la corrupción, utilizando la cobertura del Estado que ataca, sólo a aquel que no le nutre o le encubre.

 

Unas de las prioridades de Biden para el área, es combatir la corrupción y proteger el medio ambiente, habiendo, en consecuencia, reducción en la emigración ilegal. Sucesos que merecen algunas consideraciones.

 

Debe considerarse que la cooperación internacional y su influencia, dependen de los intereses geopolíticos del país cooperante, en relación con otras influencias geopolíticas. También la situación interna de la oposición en el país y, el alcance de las redes de corrupción con el crimen organizado, en su contexto internacional, deberán ser tomadas en cuenta. Todo nos llevará a entender la complejidad con que debe analizarse, para el Triángulo Norte y, particularmente para El Salvador, el criterio de Biden y su Gobierno.

 

Manifiesta es la corrupción de Bukele y la relación de su Gobierno con el crimen organizado transnacional, que respaldan el autoritarismo mostrado en sus desacatos a sentencias y la utilización de la Fuerza Armada, policía y Órgano de Inteligencia del Estado. Pero debe considerarse que, el desgaste de Bukele, ha sido en el exterior: la pérdida de su popularidad es mucho menor internamente, manteniéndose en aquellos sectores influibles por sus troles y que políticamente, no son relevantes, excepto en su calidad de votantes: si descargase responsabilidad, en algunos de sus allegados podría, con relativa facilidad mantenerse, aunque su margen de autoritarismo hubiese disminuido. Pero habría que ver la reacción de su pacto con las pandillas y el crimen organizado transnacional.

 

Todo es razón para que la oposición, deba mostrarse cohesionada y, manifestarse más allá de las redes sociales, oponiendo a los troles de Bukele, las redes naturales de las gremiales, sindicatos y asociaciones: es necesario mostrar el descontento social hacia su gobierno, un descontento que debe manifestarse en el anhelo del sistema democrático, el cual está por sobre cualquier opinión ideológica.

 

Cuba, Nicaragua, Venezuela, Irán, se han podido consolidar como dictaduras, por no existir una oposición cohesionada. prevaleciendo también, los intereses contrarios a esta gestión internacional, que es desbaratada por otros intereses geopolíticos.

 

La claridad ideológica es fundamental, pues evita caer en el populismo y en acercamientos a posiciones que luego deterioran la integridad nacional como aborto, matrimonio igualitario o antimilitarismo. Esto será fundamental, al momento de ejercer presión contra el autoritarismo de Bukele, pues si bien Estados Unidos, ejercerá presión contra su corrupción, para que ésta, no atente contra sus intereses nacionales, seguramente irá aparejada a una agenda libertaria, que favorezca estas posiciones y que Bukele audazmente, procurará aprovechar en su beneficio, ahondando la crisis.

 

Por ahora, otra influencia sobre las cuestiones del Triángulo Norte, aún no son determinantes, aunque manifiestas. La injerencia de China continental ya está planteada en su estrategia en derredor del pacífico, abarcando el área centroamericana, pero su mayor o menor influencia a futuro, dependerá de la estrategia de Estados Unidos, frente a las pretensiones de China. Las pretensiones de expandir la influencia árabe (que inevitablemente llegara al radicalismo), están planteadas, pero tampoco por ahora, son determinantes.

 

Por esa razón es necesario que la Derecha se muestre con claridad, lo que no significa que no haga esfuerzos conjuntos con algunos sectores de izquierda, que ven en Bukele, un peligro para el sistema democrático.

 

La claridad ideológica, además de permitir una perfecta identificación política, defiende los valores tradicionales de nuestro país: libertad y una confesionalidad cristiana, que le da su ser conservador.

lunes, 2 de noviembre de 2020

CONFINAMIENTO Y POLÍTICA EXTERIOR


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

Se ha caracterizado el presente Gobierno, por su tendencia al confinamiento forzoso y, falta de claridad, en su política exterior. También, por su falta de transparencia y, su autoritarismo, que complican aún más, los efectos de la pandemia y de la crisis económica mundial, en que vivimos.

 

Mientras los salvadoreños eran confinados por la suspensión de garantías, solicitada por el Ejecutivo, venían muchos vuelos procedentes de Estados Unidos, con deportados que tenían libre tránsito, aunque se prohibía los vuelos humanitarios, para los “varados”, que  así mismos, llegaron a considerarse  como expatriados.

 

Si la necesidad de abrir la economía no se impone, aún seguiríamos en confinamiento y el Gobierno exigiría más dinero para asistencialismo, administrándolo sin control. Sólo la presión pública y, lo absurdo de la situación, pudieron hacer que nuestras garantías se impusiesen, fuesen restauradas y, se mantuviesen sin coacción, las medidas sanitarias. Hoy, la baja en los contagios, prueba lo inútil que fue, la destrucción económica, que sufrimos durante la pandemia.

 

El Gobierno aún mantiene, ciudades en confinamiento, pero bajo el pretexto del contrabando, evitando el libre paso de personas, bienes y servicios en los bolsones, en contravención con la Sentencia de la Haya, que está, sobre la ley secundaria y cualquier otra decisión administrativa.

 

Hoy los confinamientos se extienden a las entidades de contraloría pública, centrándose en cerrar las dependencias que auditan a la Presidencia de la República y al Ministerio de Hacienda, lo cual traba el sistema legal y, puede ser  principio del ataque directo a opositores políticos y, una continuación de los ataques, contra periodistas y medios de comunicación.

 

El Gobierno ha mantenido una política muy cercana a la Casa Blanca, con desprecio del Congreso. Mientras tanto, otros colaboradores de Bukele (José Luis Merino y otros), mandan misivas a China y a los países árabes, para obtener ayuda en favor de este Gobierno. Por otra parte, su relación con los Republicanos, según el Presidente Bukele, ha dejado de ser conveniente y trata hoy de encontrar apoyos, con los cabilderos demócratas, gastando los recursos, que necesita El Salvador.

 

Es incierto el resultado de las elecciones en Estados Unidos: nuestro Gobierno debería tener una relación neutra, acorde con los intereses de todos, pero también, con los de esta región y los intereses occidentales. Por concepto, Estados Unidos, no puede apoyar gobiernos dictatoriales como el de Cuba, Venezuela o Nicaragua, aunque sí mantener una relación de respeto a sus soberanías y, hacer combate directo y persecución, al crimen organizado y al radicalismo islámico, por ir ambos en contra de su sistema político (sistema democrático) y su Seguridad Nacional.

 

El Triángulo Norte representa para los Estados Unidos, un problema por su inmigración, narcotráfico y los contactos terroristas, con el crimen organizado. Estas amenazas, impiden también que El Salvador, tenga un desarrollo óptimo, y que detenga la emigración (esta se da por el hambre y la amenaza del crimen organizado) por lo que, son coincidentes, nuestro interés y el de Estados Unidos.

 

El confinamiento y el autoritarismo, sólo conducen a más pobreza y desesperanza, por lo que los salvadoreños, han buscado la vida en los Estados Unidos y otros países. Si se insiste en hacer del país uno, en el cual el asistencialismo sea la norma, será imposible que haya más desarrollo y, no podremos detener la emigración, legal o ilegal, de capital o de talento. El Gobierno está políticamente, esterilizando las condiciones de vida, en un país muy propicio para ella. Basta que el Gobierno, sea sólo el ente aglutinador y rector de la sociedad, para que la libre iniciativa, florezca en prosperidad.

domingo, 1 de noviembre de 2020

SIN REGULADOR SOCIAL

 


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

La pública desavenencia, entre el Alcalde de Nejapa y el Ministro del Interior y, la actitud del Director de la PNC, junto a soldados y elementos del Órgano de Inteligencia del Estado (OIE), acusan la tirantez social existente y, la mediación de la Nunciatura, solicitada por los Alcaldes, refleja que la institucionalidad del país se ha desbocado, siendo ineficaces los controles internos.  Es ocasión para que, la función política de la Fuerza Armada se manifesté, como un “regulador” (maquinaria de control para la salvaguarda del sistema) que opere y evite un caos social o, la tiranía.

 

La participación del Alcalde de Nejapa era tan oportuna, como la del Ministro de Gobernación, pues compete a ambo, intervenir en casos de desastre, pero la intervención del Director de la PNC, soldados y miembros del Órgano de Inteligencia del Estado (OIE), para que el Ministro realizase un acto de fotografía - entre el abucheo de la población, que reclamaba auxilio - prueba que la PNC, Fuerza Armada y OIE, sirven enteramente al Ejecutivo, desnaturalizando su función pública.

 

Razón de la existencia de las diferentes instituciones públicas, es promover la armonía social para el desarrollo individual, local y nacional de los ciudadanos, sin distinción de raza, sexo o condición social; pues de la armonía general, surge el bienestar colectivo y éste, es la sumatoria del individual. El asistencialismo no deberá ser norma, sino subsidiario al desvalido.

 

Cuando la sociedad entra en un provocado caos y, sus instituciones no pueden cumplir su función natural de contraloría social, por desobediencia o, intromisión, debe aparecer el mecanismo último de “regulación”: la Fuerza Armada, en su misión constitucional de preservar el orden y hacer cumplir la Constitución, para  restaurar el orden político: hoy, no funciona tal mecanismo de “restauración”.

 

El camino que la Fuerza Armada, PNC y OIE, han elegido hoy, apoyando al Ejecutivo en sus actos inconstitucionales, lleva a sus instituciones, por caminos equivocados, fuera del sistema democrático. Estos caminos, unen en destino, al Alto Mando militar y policial, con Bukele y sus Ministros, arrastrando a las instituciones que dirigen, por derroteros por hoy, son imposibles de poder determinar.

 

La función de “regulación” se ha aplicado en varias ocasiones: en 1979, con el Golpe de Estado, cuando la Fuerza Armada, entregando el poder a civiles, restauró el sistema democrático. Luego, enfrento la Fuerza Armada, un conflicto atizado por la Guerra Fría y, hasta que en Malta, llegaron a acuerdos entre USA y la URSS, se dio fin a nuestro conflicto en 1992. Terminado esto, dejó que los políticos dirigiesen el país, conforme al dictado de la soberanía, lo que hoy, para servir a Bukele, ha abandonado la Fuerza Armada.

 

La posición política actual e inconstitucional, de la Fuerza Armada, PNC y OIE, pone en un riesgo mayor al país, porque nos acerca aún más, hacia un régimen como el de Cuba o de Venezuela o. un conflicto como el que hubo en Nicaragua, hasta que una de las fuerzas (la institucionalidad o Bukele), logre su imposición.

 

La mediación internacional, no se basa en el respeto de la Constitución, sino en la estabilidad del área, conforme a los intereses extranjeros en nuestro suelo. Todo conflicto, debe ser resuelto entre salvadoreños y, por salvadoreños, en base a nuestra legalidad y, si fuese ésta cuestionada, en base a los principios del Derecho Natural, que determina la armonía, de la convivencia en sociedad.

 

En memoria de los militares que han sacrificado su vida, salud y bienestar, para preservar la unidad y soberanía nacional, desde la batalla de llano del Espino (1822) hasta 1992.