Publicación Acción

Es necesario expresar libremente el pensamiento político para el fortalecimiento de nuestro sistema democratico, republicano y representativo.



martes, 20 de enero de 2015

¿ES QUE ARENA ACEPTA YA LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN?


Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 20 de enero de 2015.

Acepar el liderazgo de Monseñor Romero, implica aceptar también su doctrina, su ortopráxis y el martirio de su muerte.  Y sostenerlo  por parte de ARENA, traerá un debate sobre la labor política y santidad de Monseñor Romero; debate que se generará tanto dentro de las filas de la Derecha, como dentro de las de la Izquierda, la cual cuestionará los principios liberales de ARENA,  su existencia y sus fines, frente a la doctrina de Monseñor Romero. Sin que importe cuál fue, causa real de tomar esta posición política: por populismo,  por quitar bandera a la izquierda, por ignorancia, por fervor religioso o, por un cambio en la praxis del partido, carece de importancia, pues el debate quedó ya, abierto.

Jorge Velado, Presidente de ARENA, afirmó que el COENA apoya la propuesta de Zamora, porque aseguró que, Monseñor Romero “es un líder histórico en el país, es un líder religioso y es un líder para nosotros los católicos, porque fue nuestro guía y la cabeza de nuestra Iglesia. Por lo tanto, merece el reconocimiento como lo han merecido otros religiosos en el país que han hecho un tremendo trabajo”. Estos juicios, expresados escuetamente, hieren  la imaginación, y obligan a la especulación, sobre el trasfondo que tienen.

Monseñor Romero fue un líder político: su “opción por los pobres” estaba relacionada con la pobreza material y no, con que con la espiritual, lo que le llevó a rozar la Teología de la Liberación apoyando los movimientos insurreccionales contra el Gobierno del país. Por esta posición política de Monseñor Romero, se pretende llevarlo a los  los altares, no sólo de la Iglesia Católica, sino también de todos los movimientos religiosos que apoyan el chavismo en Venezuela y, a toda tierra latinoamericana, en donde la Teología de la Liberación se ha manifestado.

Si las declaraciones de Jorge Velado las ha motivado el populismo para quitar bandera al FMLN, ya Monseñor Romero será un santo salvadoreño, y deberá según la lógica, estar por sobre la política electoral. Más, el FMLN jamás abandonará a Monseñor Romero, como uno de sus símbolos políticos; por el contrario, ya contará ahora, con un “patrono”,  que intercederá por la obra  del FMLN, la cual identificarán con las enseñanzas y doctrinas de Monseñor Romero; a ellas referirán  todas sus acciones, pasadas, presentes y futuras.

Si ha sido por ignorancia o fervor católico, no se han sopesado las repercusiones políticas de tal afirmación: es característica propia del liberalismo,  la separación de Iglesia y Estado. En los diferentes sectores que conforman a ARENA, no hay separación entre católicos, protestantes o de cualquiera otra confesionalidad, razón por la que la guía política del partido, no puede ser guida por ninguna confesionalidad, salvo la creencia universal de la existencia de Dios único y verdadero.

Para luchar por la justicia en una “organización popular” no es necesario ser cristiano ni reconocer explícitamente la fe en Cristo. Se puede ser un buen político o trabajar bien por la realización de una sociedad más justa sin ser cristiano…” Párrafo tomado de la IGLESIA Y ORGANIZACIONES POLÍTICAS SOCIALES, (Punto II) APLICACIÓN DE LOS PRINCIPIOS, párrafo 4, Lealtad del Cristiano Político a su FE, de la TERCERA CARTA PASTORAL DE MONSEÑOR ROMERO. ¿Reconoce o reconocerá hoy ARENA su apoyo a las organizaciones populares de esa época: Bloque Popular Revolucionario, FAPU, LP28, etc,  que fueron las organizaciones de fachada del FMLN? Si así es, está legitimando la insurrección que dio origen al conflicto armado y, negando se está la legitimidad de las acciones que combatieron a esas fuerzas, y también justificando los secuestros, asesinatos, destrucción del país, y que la muerte de más de 11, 000 mil soldados en combate, fue resultado de la justicia social popular. Si así es, ya no existe partido de Derecha: sólo existe sólo un conglomerado que, fiel a la Constitución y a los principios liberales, se mantendrá firme en sus creencias políticas y que afirmará siempre, que sólo en las creencia y valores cristianos, es posible una sociedad justa sujeta a las leyes,  que son el engranaje que sustenta la paz social en desafío a la insurrección y al poder popular.

ARENA ha cometido desvíos ideológicos,  que han pasado inadvertidos,  y que han tenido una repercusión a muy largo plazo: los libros de historia patria, aprobados por el Ministerio de Educación en tiempos de la Ministro Cecilia Gallardo de Cano, reconocen que el Mayor Roberto D’Aubuisson, fue el asesino de Monseñor Romero y hoy se acepta en los colegios privados,  que ARENA se robó la Banca en los años 90 y que la oligarquía criolla, se robó las tierras de los indios pobres y los esclavizó con las tiendas de raya. Esta nueva forma de pensar, sólo consolida a la izquierda en su poder y atenta contra nuestro sistema liberal.

El triunfo electoral de ARENA, no es para disfrutar el triunfo del partido como lo es cuando nuestro equipo de deporte triunfa. Es para que los representantes electos, realicen una función de contraloría política,  la cual debe de estar de acuerdo con la voluntad y sentir de sus electores, expresada en su ideología, de lo contrario, ya no valdrá la pena cualquier triunfo electoral, sólo será un bien económico para  aquellos que buscan lucrarse del cargo público. Y que son fáciles de identificar por sus afirmaciones de que “no pueden ya corregirse los errores ideológicos pasados y hay que dejar de lado todo señalamiento para concentrarnos en el triunfo electoral, que es lo que importa”.

La Derecha debe de llamar al orden ideológico, pues en vez de cantar EL SALVADOR SERÁ LA TUMBA DONDE LOS ROJOS PERECERÁN, se entonará: EL SALVADOR SERÁ LA TUMBA DODE LA DERECHA TERMINARÁ….ARENA



domingo, 18 de enero de 2015

SECUELAS DE LOS ACUERDOS DE PAZ DE 1992


Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 18 de enero de 2015.

Los Acuerdos de Paz de 1992, fueron resultado inevitable del desmantelamiento del teatro de operaciones en Centroamérica y el Caribe, de la guerra Fría. La violencia que se vive hoy en el país, tiene su origen en definitiva, en los acuerdos de paz que  legitimaron un nuevo sistema político que entregó al vaivén eleccionario, el destino de los dos sistemas económicos en pugna durante el conflicto armado y al cual, habíase dado fin sin que se plantease la reconstrucción, del tejido social y económico.

La continuidad del conflicto armado fue insostenible,  por falta de recursos externos, pero dejó intactas, a ambas fuerzas, lo que dio como resultado, un orden constitucional nuevo,  el cual, si bien fue promulgado con las formalidades de ley, obedeció a la voluntad constituyente de las fuerzas creadoras de ese nuevo orden: los Acuerdos de Paz de 1992 y, por lo tanto, las  instituciones creadas (Consejo Nacional de la Judicatura y Procuraduría de los Derechos Humanos)  sujeción del poder militar al mando civil, desarme del FMLN, su institución como partido político y las leyes de amnistía, poseen un rango pétreo,  por haber sido parte de la plataforma de la refundación del Estado de El Salvador, aunque no estén incluidos en la Constitución, y lo cual, debe  mantenerse incólume, durante el tiempo en que los antiguos actores del conflicto, ejerzan directamente el poder, hasta su relevo generacional.

Los Acuerdos de Paz crearon un clima jurídico y una filosofía de pensamiento  que, en todo lo posible,  alejaba la situación de  coacción, por parte del Estado, y cual tuvo por obligada  consecuencia, la disolución de los Cuerpos de Seguridad (Guardia Nacional, Policía Nacional, Policía de Hacienda y Policía de Aduanas),  además de una drástica disminución de la Fuerza Armada (Jefaturas, Oficialidad y Tropa), todo lo cual, a la larga, generó mayores inconvenientes de los que los que hubiese causado, la permanencia, bajo el mando civil. En términos prácticos, destruyó la autoridad del Estado  que garantizaba el cumplimiento de la ley  y,  confiándose en que el individuo por su sola voluntad acataría las normas de sociabilidad, por sobre sus necesidades e instintos básicos, no adquiridos dentro del seno familiar.

La situación expuesta, generó un cambio en el ejercicio de la política práctica: se estableció la compra de voluntades, mediante la dádiva, de objetos y beneficios durante el período de campaña u ofrecimientos para el funcionario, luego de que hubiese sido electo; método que permite mantener una correlación favorable para la gobernabilidad del Ejecutivo; y que ha sido ejercido por quien logró llegar a dicha posición política. Esta forma de obtener el favor del ciudadano, distinta de la coacción electoral de los tiempos del conflicto armado, ha hecho posible que gobiernen  los más capaces de ejercer la corrupción y que vean en el cargo público, una relación de inversión en dádivas al electorado, en relación con lo que potencialmente puede redituarle el cargo público, lo cual prueba la pobreza  y necesidad de la mayoría de los electores que venden su voto, por láminas, paquetes de alimentos, útiles escolares o zapatos etc. Total, la voluntad popular se resume en una pregunta al candidato: ¿Qué te vas a dar?

En palabras de Dagoberto Gutiérrez, políticamente la forma de pensar del FMLN ha sido de “Guerra social”, después de los Acuerdos de Paz. Muy diferente ha sido la forma de pensar de los opositores al FMLN, que vieron en el fin del conflicto armado  el principio de la reconstrucción económica, sobre bases estrictamente liberales, por lo que las estructuras de poder militar de la época del conflicto, así como los políticos antagónicos al  FMLN, perdieron relevancia y en consecuencia, creyendo que ya no había lucha, descuidaron la enseñanza de las bondades del sistema económico liberal y abandonaron a su suerte a aquellos militares (Jefes, Oficiales y Tropa) que defendieron la institucionalidad del país y su sistema de libertades.

La gran beneficiada con los Acuerdos de Paz, ha sido parte de la cúpula militar del FMLN y gran perdidosos, quienes conformaron la FAES, pues muy pocos lograron terminar su carrera profesional dentro de la misma institución que les creo. Además, la insatisfacción entre veteranos e insurgentes, por el incumplimiento de los beneficios económicos como desmovilizados, y que hasta hoy son reclamados,  sólo dándoles esperanzas, con cada nuevo censo ordenado por el Ejecutivo: 55,000 para la FAES y 16,000 para la insurgencia.

La emigración iniciada durante el conflicto armado, no se detiene, pues la destrucción del tejido productivo nacional, nunca se pudo recuperar, y ha sucedido lo mismo con el tejido social, lo que, aunado a la falta de coercibilidad, por parte de la PNC y ineficacia de las demás instituciones en derredor de la administración de justicia, han generado un clima de violencia, comparable con los años más cruentos del conflicto armado, pero sin que hoy exista una fuerza capaz de oponérsele.


La insistencia de los grupos de izquierda, de exigir una retaliación por las acciones de guerra, previas a los Acuerdos de Paz, no abona al cumplimiento de los mismos, como tampoco a la búsqueda de un cambio en el modelo económico, que conlleve el cambio en el sistema político, pues los Acuerdos de Paz pusieron un alto en el conflicto y la lucha ideológica, para que la siguiente generación, decidiera su futuro, lo que aún no ha sucedido, pues la misma que participó en el conflicto armado, son quienes ejercen hoy, el poder.

miércoles, 14 de enero de 2015

¿PODRA DARSE FIN A LA VIOLENCIA EN EL SALVADOR?


Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 14 de enero  de 2015.

En el 2014, en disputa de control territorial y sometimiento de la población civil, fueron asesinadas 3,942 personas que y la policía no sólo fue incapaz de  defender sino que algunos miembros fueron víctimas  de la terrible vorágine.  Ya no es momento de dedicar tiempo a dirimir la responsabilidad de tal aflictiva situación: si fue la tregua, impulsada por Mauricio Funes y el FMLN durante su Gobierno, o si fueron causantes  las políticas de Mano Dura de los gobiernos anteriores. Hoy, la cuestión es: ¿tiene el Gobierno la capacidad de recuperar los territorios dominados por las maras y, voluntad para actuar?

La respuesta a dicha pregunta, revelará  la visión política que el Gobierno tiene del  difícil fenómeno  y de cómo ha de enfrentarlo. Debe considerar primero  su número: existen 60, 000 pandilleros,  pero además, dependen de ellos 400,000 personas que indirectamente se benefician  del control territorial  que mantienen las pandillas, y por eso les dan “apoyo logístico y operacional”. Hay que considerar también, que el control territorial de las maras, puede superponerse al poder del Estado, hasta cierto punto y, traspasado este límite, el poder menos fuerte, sería es desplazado, considerando que en este caso,  el menos fuerte es el del Estado. Y lo último a considerar, es la fuerza efectiva que el Gobierno tiene, para ejercer su coacción a las pandillas.

Se tiene la impresión  de que el Consejo de Seguridad Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia, creado como ente consultivo, está más preocupado “ por la inclusión del mayor número de instituciones” y del presupuesto que manejarán (El Pastor Carlos Rivas manifestó que necesitaban $ 1,850 millones para contener la violencia, y que podrían lograrse en base a préstamos internacionales, donaciones, presupuesto y aportaciones de la empresa privada), su planteamiento en cuanto a las líneas de acción son vagas e indefinidas, pues lo único que se afirma es que se invertirá en educación, en prevención y en crear 250,000 nuevos empleos. Sólo para su funcionamiento, el  Consejo reclama $200 millones de dólares. Esta petición paree ser, más bien,  un nuevo negocio de quienes han sido designados a constituir parte de este Consejo y una distracción política de las obligaciones que le corresponden al Ejecutivo, en cuanto a la política de Seguridad Pública.

Si damos fe, a las declaraciones del Director de la PNC, en cuanto a que los asesinatos de policías se debe a la “respuesta contundente de la PNC en su lucha contra las pandillas”, cinco policías asesinados en trece días, comprobamos la total ineficacia de la Policía Comunitaria, pues dichos asesinatos son para el desalojo de todo policía que habita en la zona que opera la pandilla (los policías han sido asesinados en sus domicilios, durante el tiempo de descanso), la función de inteligencia de la Policía comunitaria, es precisamente detectar todo movimiento delictivo de la pandilla, ya sea para prevenirlo o proceder a su inmediata desarticulación. Esta situación ha permeado la integridad de la policía y  cada vez son  más comunes los procedimientos contra sus agentes, en delitos relacionados con las pandillas.

Por todo lo expuesto, concluimos que no existe una política clara para combatir el poder de las pandillas y podemos así, predecir  con claridad, lo que sucederá a futuro: observamos que las pandillas están utilizando los antiguos campamentos de los guerrilleros de la época de la guerra y que, ya en grupos de diez o más, están poniendo retenes de asalto en las carreteras.

La necesidad que tienen los institutos políticos, de solicitar “permiso” a la pandilla para poder realizar proselitismo, es un indicio alarmante de la situación en que se vive en las zonas controladas por las pandillas. Ese control, no sólo afecta a la política, sino también a la producción,  que debe pagar renta para poder laborar, pues de lo de lo contrario, se pierde una fuente más de trabajo.

Por esta  situación se acrecienta  la emigración hacia los Estados Unidos y además, envía un mensaje negativo al inversor extranjero y el nacional, busca otros países más estables para realizar sus inversiones.




lunes, 12 de enero de 2015

PRONUNCIARSE CONTRA EL TERRORISMO ES DEBER DE CANCILLERÍA


Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 12 de enero  de 2015.

Ni el Gobierno de El Salvador ni su Cancillería se han pronunciado oficial y públicamente, contra los atentados en París la semana pasada y a pesar de que ha habido a los hechos, un repudio mundial y más aún, cuando existe una deuda histórica del FMLN con Francia, por su reconocimiento durante el pasado conflicto armado y, porque hoy existe para El Salvador, un interés del socialismo europeo, en que el Gobierno del FMLN, no se hunda en un caos económico, gracias a la ayuda que se le dará por medio del FMI, controlado por dicha tendencia socialista.

Ha habido en Latinoamérica,  manifestaciones en contra del terrorismo islámico, en el Distrito Federal (México)  y Rio de Janeiro, y hasta  el periódico cubano Granma, hizo pública su condena. Por el contrario, en Bolivia, la Ministra Amanda Dávila, encargada de  Comunicaciones del Presidente Evo Morales, dijo que las caricaturas de Charlie Hebdo eran “xenófobas” y de “derecha cavernaria”, justificando el ataque y, en Argentina, Hebe de Bonafini (Presidenta de las Madres de la Plaza de Mayo y muy allegada a Cristina Fernández de Kirchner) acusó a Francia, de no tener "autoridad moral para hablar de terrorismo criminal”.

Quienes directa o indirectamente, justifican hoy, los atentados en París, han tenido tradicionalmente una posición a favor del terrorismo, por sus creencias político ideológicas: Evo Morales se ha llamado así mismo “el Talibán Andino” y cuando diose el atentado de las Torres Gemelas, el 2001,  Hebe de Bonafini  expresó: "Yo estaba con mi hija en Cuba y me alegré mucho cuando escuché la noticia. No voy a ser hipócrita con este tema: no me dolió para nada el atentado". De igual manera en su oportunidad, se expresó Salvador Sánchez Cerén. Fuertes lazos unieron al FMLN con algunas facciones del terrorismo musulmán, las que dieron su ayuda para el sostenimiento del conflicto armado salvadoreño, razón por la que ahora, más que nunca, es necesario que la Cancillería salvadoreña, condene los hechos de París, expresando con firmeza su repudio al terrorismo.

La posición de radical socialismo de Charlie Hebdo, generó burlas para todo personaje, poderoso, venerable o gran político: Jesucristo, el Papa, Alá, Mahoma y todo  político, y todo, porque siempre creyó en la irrestricta libertad de prensa, creencia que ha defendido hasta con el bien más preciado: la vida; merece por tal sacrificio, el reconocimiento y respeto universal: el de sus opositores políticos y el de sus satirizados. Sin embargo salta a luz la ignorancia y estupidez política de los mandatarios de la Izquierda latinoamericana, con las palabras de la Ministra Amanda Dávila, refiriéndose como derechista retrograda a la mártir revista francesa. Merecería la dicha ministra una caricatura: la caricatura en la que ataviada de payaso, estuviese rebuznando,  con sus larguísimas orejas de burro y blasfemara para alabar el odioso crimen.


El Canciller salvadoreño tiene la obligación  de pronunciarse contra el terrorismo, y de igual manera, el Imán Dr. Armando Bukele debe pronunciarse, pues con las cinco Mezquitas existentes en El Salvador, de tendencia Sunita, anuncia en su página Web, que tiene 50,000 prosélitos y, si consideramos que uno de los conceptos básicos de Islam, lo ratifica Saad Zaghloul quien dijo en 1918, la célebre frase: El Derecho (la Chaira o ley islámica) está por encima de la fuerza, y la comunidad por encima del gobierno”, se le hace  un pronunciamiento contra el terrorismo imperativo, más aún, cuando ha afirmado, en  la Mezquita de la ciudad de Santa Ana, que ésta será el  futuro, el faro que iluminará a Centroamérica en la conquista del Islam sobre estas tierras.

domingo, 11 de enero de 2015

YO SOY CHARLIE


Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 11 de enero  de 2015.

El asesinato de los periodistas y caricaturistas del Semanario Charlie Hebdo, ha sido un alevoso y directo ataque  a los valores de libertad y de convivencia pacífica del mundo occidental; como reacción y en su defensa, la Derecha y la Izquierda han manifestado su solidaridad en  de tales valores, y todo aquel, alrededor del mundo, que cree en los valores humanistas, se siente identificado  bajo el lema YO SOY CHARLIE, para manifestar que el agravio, ha sido en general, a todos los miembros de la humanidad, pero que ésta no ha de doblegarse  ante el infame terrorismo.

La amenaza del fundamentalismo islámico, se ha concretado una vez más, sobre suelo europeo; sin importar  si proviene del Estado Islámico, Al Qaeda o cualquiera otro grupo yihadista. El caso es que existe tendencia islámica anti occidental y que gran parte de esa fuerza está ya dentro del territorio de las naciones europeas y de los Estados Unidos, como resultado de varios factores combinados: la emigración proveniente del Oriente Medio, la tolerancia occidental y, sobre todo, la no integración de muchos de estos grupos migrantes, a la cultura  de la civilización occidental, que generosamente, les ha dado cobijo.

No debe todo migrante ser visto, como una amenaza, pues podría ser injusto e inducir  a serios errores, al valorar las probables amenazas que representa el fundamentalismo islámico. Nuestro interés nos advierte que debemos hacer distinciones entre el problema islámico en Europa y los Estados Unidos y el que se nos presenta en Latinoamérica.

Las distintas sociedades europeas, han dado cabida a millones de inmigrantes provenientes de distintas zonas islámicas: España y Francia de la zona del Magreb; Italia, del Levante, Alemania, principalmente del Kurdistán, e Inglaterra, de un mosaico de lo que fueran sus antiguas colonias. Con ciertas variantes, se presenta una constante: la mayor asimilación a la cultura de su nuevo país, se resuelve en una mayor integración social y es porque, en la medida en que el individuo asimila el aprendizaje académico, más fácilmente asimilan sus principios.

Por el contrario, quienes no se integran, quedan inmersos en el fundamentalismo,  se sienten desarraigados de sus orígenes y buscan siempre, dentro del Islam, una identidad propia, que genera odio hacia aquella cuya opresión sienten: la civilización occidental.

Aún irrelevante es, el Islamismo en Latinoamérica, tanto numérica como políticamente, y proviene de dos corrientes que son sí, potencialmente explosivas: el Chiismo, que ha ingresado por Venezuela y el Sunismo, que lo ha hecho de la inmigración palestina. Lo curioso en Latinoamérica, es que además de en las poblaciones  de descendientes de palestinos y árabes musulmanes, aquí, previamente establecidas, el Islam ha caído en tierra fértil, pues esta religión promete al nuevo adepto, oportunidad para satisfacer materialmente todas sus necesidades, aunque esto implique el ataque y destrucción de quien no es musulmán.

México  (donde se encuentra la mayor comunidad Islámica latinoamericana) es ejemplo de la importancia de la alevosa penetración y, nuestro país es también ejemplo de cómo se ha acogido con gran satisfacción a dicha religión, y es porque las condiciones sociológicas son muy similares en ambos países, con pequeñas variantes en el tiempo y en la forma: primero el laicismo (separación de Iglesia y Estado),  que garantiza la tolerancia y práctica de cualquier religión, y en consecuencia, un peligroso respeto a la idea de “pleno respeto a las minorías” (no sólo en lo religioso). Segundo: pérdida de los valores sociales que garantizan la estabilidad familiar. Tercero: incapacidad del Estado para solucionar los problemas sociales que son de su competencia y obligación; y cuarto: debilitamiento de la fe católica. Todo lo cual permite que el individuo vea en el Islam  la solución de los problemas, ya que Islam (religión) y el Estado son uno sólo.


No es probable por ahora, que en Latinoamérica, se sufran casos de terrorismo como ha sido en Europa, pero sí pueden convertirse nuestras ciudades  en centros logísticos que permitan y favorezcan el ingreso de terroristas en los Estados Unidos. Dos razones fundamentales favorecerán dicha acción: la primera es la identificación de los nuevos adeptos con los valores islámicos de medio oriente y la segunda, la identificación con las antiguas estructuras terroristas latinoamericanas de la Guerra Fría,  que ven con simpatía todas las causas del Medio Oriente  contra el Estado de Israel y el imperialismo norteamericano.

La actual pugna entre el Estado Islámico y Al Qaeda, por liderar la lucha contra occidente, probablemente incrementará  la amenaza terrorista en Europa y los Estados Unidos, pues es su competencia osada y desafiante la que les hace ganar nuevos adeptos y, no sería extraño, que esta situación, se traduzca en una mayor participación del islamismo latinoamericano en dicha guerra,  en la que ya se identificó al primer ciudadano mexicano, combatiendo con el Estado Islámico, creyéndose que puede haber, militando en dicha guerra, un total de cincuenta ciudadanos más, lo que implica que ya existan redes clandestinas de reclutamiento y logísticas en suelo latinoamericano.


Amenaza real, verdadera, aflictiva es el terrorismo y debe de ser combatido, en toda forma y  a cualquier precio, pues lo que está en juego, es la supervivencia misma de la civilización occidental; esto ha sido ya largamente advertido por la Derecha francesa, pero  ha sido fomentado, consciente o inconscientemente, por la tolerancia e internacionalismo de la izquierda. Hoy por hoy, no es momento ya de revisiones históricas, sino de conjurar la amenaza, lo cual se hará no sólo por medio de más policías y servicios de inteligencia, sino además por  el efecto de la integración familiar en los valores occidentales y del cristianismo, en clara inducción hacia el nacionalismo de los respectivos países. No será pues la tolerancia, la que salvará  la civilización occidental: será la decisión firme de cada nación de vivir conforme a sus principios tradicionales y de no admitir, de manera absoluta, la extraña forma del Islamismo. Contra el terrorismo, todas las naciones occidentales deben solidarizarse en un solo sentimiento que se exprese con vigor y decisión con el lema francés: YO SOY CHARLIE,  que resume todo sentimiento de solidaridad occidental.

domingo, 4 de enero de 2015

EL RADICALISMO ECONÓMICO


Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 4 de enero de 2015.

En modelo político en El  Salvador quedó establecido con los Acuerdos de Paz de 1992, pero no así, su modelo económico el cual es hoy origen del radicalismo y el cual, en un momento determinado, puede cambiar el sistema político de El Salvador.

El modelo económico que se disputa actualmente, ha sufrido algunos cambios con respecto al concepto clásico del socialismo: “economía dirigida y supresión de la propiedad privada”. El debate es hoy sobre la “responsabilidad social de la empresa” y “la redistribución de la riqueza, por deuda histórica”. Dos conceptos que aparentemente, no implican el desaparecimiento de la propiedad privada, pero sí definen y condicionan su uso, y muy peligrosamente, estigmatizan su origen y su disfrute individual, lo que en definitiva, no implica apartarse de los conceptos originales de Marx y de  Engels.

En la  radical visión del FMLN, la responsabilidad social de las empresas debe  afectar hasta la totalidad de sus utilidades y patrimonio,  para el sostenimiento de las necesidades del Gobierno y de la población en general, conforme a la visión social del Estado. En la práctica, el sistema, implica mantener los programas sociales como un medio de redistribución de la riqueza y la forma de pagar “la deuda histórica” que, por generaciones se debe a los “explotados”. En cambio, la oposición liberal, ve  a la empresa, como  medio de trabajo, para la superación individual y progreso  colectivo, contribuyendo al  sostenimiento del Estado y cumpliendo así mismo con el principio de subsidiariedad.

La primera diferencia conceptual en este debate se refiere a la subsidiariedad y al asistencialismo; en el primer caso, el Estado ayuda a los que no pueden valerse por sí mismos, de conformidad con las posibilidades presupuestarias del Estado; en el segundo caso, el Estado, debe asumir el mantenimiento del individuo  para compensarlo de la marginación y explotación sufrida ancestralmente, por parte de la clase dominante. Una diferencia en apariencia sutil, pero profunda de interpretación cuando lo llevamos a la práctica.  Su diferencia  está en su aplicación, es la coercibilidad, extensión y origen de la ayuda. La diferencia de los métodos es radical pues, mientras el Estado busca la legalización de esta responsabilidad, por medio de la coercibilidad legal, las empresas, pretenden la aplicación voluntaria de los principios del Cooperativismo y Solidarismo.

La responsabilidad social corporativa (RSC) también denominada responsabilidad social empresarial (RSE), se define como “la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las empresas, con el fin de mejorar su situación competitiva, valorativa y su valor añadido”.

La Responsabilidad Social Corporativa va más allá del cumplimiento de las leyes y las normas, dando por descontado, el cumplimiento de la legislación laboral. En este sentido, la legislación laboral y las normativas relacionadas con el medio ambiente, son el punto de partida de la responsabilidad empresarial. El cumplimiento de la legislación, no es parte de la Responsabilidad Social, es parte de las obligaciones que cualquier empresa debe cumplir para poder realizar su actividad.

Está la tercera diferencia, los fondos que dan origen a las empresas privadas  y a las para – estatales o partidarias. En las primeras, son capitales eminentemente privados, de los cuales se espera no sólo un retorno de la inversión sino también un rendimiento directo; en la segunda, provenientes de dineros públicos o de fuentes extranjeras, con fines geopolíticos  (El típico ejemplo de las empresas para – estatales o partidarias, son las empresas ALBA), que si bien se rigen formalmente, por las reglas del Código de Comercio, son diferentes sus finalidades: todas sus utilidades y capital constitutivo, son puestos al servicio de un fin político, lo cual, a todas luces es contrario a los principios de la legislación mercantil.

En el discurso de apertura de la Legislatura 2012 -2015, el Presidente Sigfrido Reyes dijo: “Tenemos pues el reto  de buscar alternativas políticas y económicas que nos permitan despegar hacia un desarrollo más endógeno, acorde a la realidad y necesidad social, tal y como lo han iniciado países de economías emergentes en América Latina y El Caribe”. Las alternativas, a las cuales se refiere el Diputado Reyes, es el desarrollo endógeno socialista, puesto en práctica en Venezuela y que fue el inicio de la quiebra económica de sus grandes, medianas y pequeñas empresas. En El Salvador, aún no se ha puesto en práctica dicho sistema (no desde la confiscación, pero sí desde la dependencia del productor para con una fuente de financiamiento), pues implicaría un cambio en la estructura económica, la cual  está aún en discusión, pero que ya ha dado  sus primeros frutos: un desincentivo en la inversión privada externa y la venta a socios extranjeros, de las empresas salvadoreñas; especialmente, las controladas por el gran capital tradicional (Banca).

El modelo endógeno socialista, lejos de incentivar la producción, la desincentiva, pues se pierde su espíritu privado, estimulando el trueque y el asistencialismo, que  lo hace,  cuando ya se han agotado sus propios  recursos, imposible de sostener. Las primeras sesenta y cuatro empresas endógenas venezolanas, hoy en día, ya no existen.

Se centra hoy,  la lucha ideológica, en el modelo económico y  no en el político, razón por la que dicen muchos que la lucha ideológica, carece de sentido en El Salvador; sin embargo  no es así, pues si el país saliese adelante, sería gracias a la buena práctica empresarial, basada en el principio de la Responsabilidad Social Corporativa, que además de estimular el incentivo privado, estimula la economía en las diferentes cadenas: vertical y horizontal. Aún en la actual crisis, las diferentes empresas, han aportado cerca de seiscientos millones de dólares en responsabilidad social, una cantidad igual a la que se anunció que aportaría ALBA al país, pero eso sí, en concepto de préstamo.

La capacidad de inversión social de las empresas, no puede ser atribuida al Estado, debido a que el asistencialismo de éste, tiene visión estrictamente política y no humanista, además sería fuente de corrupción y despilfarro, tal como lo han demostrado ser, las distintas investigaciones periodísticas; y es que la tentación de usar el erario público para fines diferentes del que se concibió originalmente, es sumamente  tentador, para quien o quienes ejercen el poder y posee el control de las distintas instancias de la contraloría pública.

Esta lucha ideológica, no es comprendida aún, por la oposición política y, los partidos pequeños, para tratar de conseguir votos, ofertan una mezcla de asistencialismo con libertad empresarial, lo cual es imposible de cumplir, a no ser, por vía de un mayor endeudamiento o con alguna fuente de ingresos estatales, diferente a la de la recaudación fiscal vía impuestos, como tal sería una renta petrolera o una, de alguna otra fuente siderúrgica, de la cual carece el país.


Mientras persista esta lucha económica, será imposible realizar una reactivación económica pues se permite un mayor campo de acción para las empresas para – estatales o partidarias y, en consecuencia, la emigración hacia los Estados Unidos será mucho más numerosa y de irreversible solución.

viernes, 2 de enero de 2015

POLÍTICA, TERRORISMO Y LEGITIMACIÓN


Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 2 de enero de 2015.

Si un grupo se impone a una población por medio del terror, dicho acto nominase  terrorismo; más, si tal condición es aceptada por la generalidad de la población y más aún, los candidatos políticos proceden de los grupos terroristas, forzosamente se legitima a éstos. Este proceso se está verificando actualmente en El Salvador: son las acciones de las pandillas, con la colaboración y participación en los partidos políticos,  los que contribuyen a la legitimación de este estamento delincuencial.

Mauricio Castro Santamaría, candidato a diputado por San Salvador, por el partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), reconoció que su relación con una de las facciones de la Mara 18 (la tendencia Locos Revolucionarios)  es “una realidad”, aunque sí negó ser uno de sus miembros; sin embargo, los denunciantes, son de su mismo partido, según lo afirma el periódico digital ElBlog, con fecha 29/12/2014, aunque el candidato afirma que la denuncia proviene de otro partido político.

Si un miembro de la mara o un allegado a dicho grupo es electo, se concreta el fenómeno de la “legitimación” de la delincuencia, pues ésta elección, es prueba de su influencia política y  de la aceptación general de la mara, en dicho lugar (el voto residencial contribuye a este fenómeno). Pues si un grupo terrorista, como lo es la Mara 18 o la MS (con todas sus variantes y diferentes ramas) ha logrado que se la acepte socialmente porque es “una realidad”, se la ve como “normal”, dentro de la sociedad y, más aún, cuando pretende que sus miembros, participen de un partido político, para poder  por vía de elección popular, ocupar cargos públicos.

Para poder evitar las candidaturas de este tipo, sería necesario presentar su impugnación ante el TSE, con las correspondientes pruebas de su participación en Asociaciones Ilícitas, y además, de una condena en tal sentido por Tribunal competente. Y como ni los denunciantes van a iniciar un proceso judicial, y ni la nota periodística siquiera tiene autoría reconocida, más que “la Redacción”, todo para proteger la vida de su autor y la de los denunciantes. En consecuencia, desde una punto de vista práctico, no hay forma de evitar candidaturas de este tipo, y más aún, cuando esto beneficia al partido político para aumentar su caudal electoral.

El candidato de GANA, recientemente cuestionado, reconoce la colaboración dada en campañas anteriores al FMLN y PDC, lo cual claramente perfila su falta de ideología política, pero no la de actuar con el interés de   servir a un partido a cambio de algún beneficio a la “comunidad” (o grupo delincuencial) a la cual pertenece. En las campañas pasadas, las pandillas han sido parte de la estrategia partidaria de todos los partidos políticos. Pero ahora ya no sólo se les “utiliza”, sino que se les “incluye”, lo cual implica para éstas, un mayor grado de poder: de ser electos, legitimarán la participación de dichos grupos, dentro de la estructura del Estado.

Este fenómeno de legitimación del terrorismo, no es nuevo: ya se vio en Colombia cómo el paramilitarismo y el narcotráfico, penetraron las estructuras partidarias, hasta que sus candidatos fueron electos. Y aún hasta hoy, queda la duda de si el triunfo del ex -  Presidente Uribe, fue libre de la colaboración del paramilitarismo. Sucede hoy lo mismo, en los altos de Guatemala, en donde las pequeñas municipalidades, se encuentran en manos del narcotráfico, por haber ganado sus candidatos, las elecciones.

Aún existen tres peligros más: uno, es la negación del Gobierno del FMLN, de la existencia de la mara como estructura organizada, con poder político; otro, es el  cambio de la mara en su organización: si se sigue tratando a esta como una estructura de crimen organizado (cuyo poder es inferior al policial) jamás se le podrá controlar, y necesidad  de la mara de salir de las ciudades hacia el campo, para ocultarse en campamentos y aumentar su dominio territorial, es signo visible de su crecimiento en número y de su nueva estructura, la cual no puede ignorarse, pues está relacionada con la distribución de la droga al menudeo. El tercer peligro, es el poder económico que poseen los mareros, a raíz del dominio territorial, por lo cual es justo afirmar que su recaudación es “predial”, considerando que lo que se renta es el “lugar productivo”.

La visión sobre las pandillas como la presentada por la Iglesia Luterana en el documento Declaración de la Iglesia Luterana salvadoreña sobre la tregua entre pandillas, publicado el 16 de julio de 2013, en Radio Cadena Mi Gente, dice “Las pandillas tienen poder territorial, económico y social. Pero esto no se les reconoce para temerles ni para asegurarles poder político, sino para incluirlos como parte activa en el proceso de pacificación social. No se les puede ignorar, no se les debe marginar. Son interlocutores que han dado un paso en un rumbo esperanzador. Para desmovilizar este poder se deben crear alternativas de vida y producción. Pero no como formas folklóricas de sobrevivir y asistencialismo, sino como una reestructuración de medios de producción y de trabajo”. Es  justificar el crimen y la delincuencia de las pandillas y aceptar sus actos delictivos como una “fuente de derecho” que es necesario legitimar, mediante la aceptación general.


El problema actual de las pandillas, es que su poder es tal, que tiene  capacidad de frenar la economía y controlar grandes segmentos del poder público,  lo que es contrario a cualquier política de desarrollo nacional, tendiente a evitar la emigración de los salvadoreños.