Publicación Acción

Es necesario expresar libremente el pensamiento político para el fortalecimiento de nuestro sistema democratico, republicano y representativo.



miércoles, 28 de abril de 2021

MANIPULACIÓN SOCIAL

 

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION

 

El reclamo que los troles del Gobierno realizan, del poder absoluto, a partir del 1° de mayo, es para atribuir y justificar, la sujeción de la nueva Asamblea Legislativa, a la voluntad de Nayib Bukele, y debe analizarse, no a la luz del Derecho, sino de la política, pues de ella depende, la legitimación o no, de todos sus actos, sobre la vida cotidiana futura.

 

El libro de reciente publicación, intitulado “EL DOMINIO MENTAL. La Geopolítica de la Mente”, del Coronel español Pedro Baños plantea, como aspecto geopolítico, el dominio de la voluntad, medio de control de un Estado y del control geopolítico. Estrategias y métodos que podemos claramente identificar, utilizados en El Salvador, en las dos campañas pasadas.

 

Se dieron en la práctica, muchas situaciones que claramente fueron inconstitucionales y, hubo otras, que se escaparon a las restricciones legales, pero que tuvieron un efecto decisivo, en el triunfo de Bukele. El Derecho, va siempre a la zaga de las situaciones políticas, pues regla y estabiliza, las ya aceptadas socialmente, para crear la armonía social. Sociólogos y antropólogos ven en el Derecho, un método de “encausamiento social” pero, por su naturaleza, es la norma jurídica, la que debe dar estabilidad a la sociedad, cuando ya hay una conducta, generalmente aceptada, y no ser forma de imposición del Gobierno.

 

Por esta razón, el Derecho no ha podido evitar este tipo de ataque o dominio del sistema republicano y democrático, realizado en beneficio de Nayib Bukele. Sus troles, nacionales y extranjeros, han actuado a manera de mercenarios, contra el sistema político salvadoreño.

 

Esto nos lleva a considerar el alcance y poder de decisión de la nueva Asamblea Legislativa, pues en tales condiciones, la representación, que ostentará, será cuestionable y, los cambios que ha anunciado, encontraran gran resistencia en la sociedad. Resistencia que no será de la masa, pasiva y manipulable, sino de las fuerzas vivas del país y, de las cuales depende la actividad nacional.

 

La manipulación de las emociones básicas: odio, miedo, incertidumbre y esperanza, fue base de las dos campañas anteriores, pasando a segundo plano, lo regulado por la Constitución. Situación que sigue repitiéndose, en beneficio del Gobierno, que consigue ingentes prestamos, utilizados sin control o, sin la contraloría respectiva. Mientras, los aparatos de control mental, son afinados por el Gobierno, en su lucha por mantener el poder absoluto.

 

Si el Gobierno, como parte de su estrategia, insta a manifestaciones de calle, en apoyo de tal o cual movimiento, o para legitimar ciertas acciones, aunque éstas ya tengan la apariencia de “legítimas”, siempre serán “ilegítimas” y generarán, un caos mayor en la sociedad salvadoreña, creando efecto contrario al que se pretende en el extranjero: el desarrollo económico, para la sustentabilidad nacional y evitando así, la emigración.

 

Mientras no exista un control territorial eficaz, desarticulando las pandillas y el crimen organizado, será imposible parar las extorsiones y el desaparecimiento de personas. No necesitamos manipulación social pero urgimos sí, Estado de Derecho.

lunes, 26 de abril de 2021

PÚBLICO AGRADECIMIENTO

 

PÚBLICO AGRADECIMIENTO

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION http://publicacionaccion.blogspot.com          

San Salvador, 26 de abril de 2021.

 

Públicamente expreso, mi agradecimiento a Walter Araujo, por haberme dedicado un Tuitee, creando expectativa, dentro de su masiva audiencia, sobre mis ideas políticas y, ofrecerme oportunidad, de poder dar ciertas aclaraciones y agradecimientos, a quienes colaboran con reflexiones, ideas e información con PUBLICACIÓN ACCION y, a aquellos lectores que tienen la dedicación de reenviar mis publicaciones entre sus conocidos, sin ellos, no podría haber difundido el pensamiento conservador.

 

PUBLICACIÓN ACCIÓN inició su vida, el 17 de julio de 2010, llevando ya 777 artículos y revistas. Utilizando plataformas digitales gratuitas y, formato que se mantiene hasta la fecha. Desarrollando la idea de que los principios políticos, no son exclusivos de las ciencias jurídicas, económicas, políticas o sociológicas, sino del conglomerado social, partiendo del quehacer diario de la política.

 

El calificativo de “mega arenero enfermo”, no sé cómo tomarlo, pues me siento orgulloso de creer en los principios y objetivos del partido ARENA, afiliado al Sector Profesional, pero adoptado por el Sector Empresarial. Desempeñándome un tiempo, en la departamental de Santa Ana, en donde aprendí la diferencia entre los principios políticos abstractos y, la política práctica, con todos sus problemas.

 

Mi agradecimiento a quienes me propusieron que fuese integrante de una de las planillas que correría por la candidatura al COENA, pero que rechacé, no por considerar que no fuese integrada por personas dignas, sino por creer que una contienda, en tales términos, finalizaría dividiendo al partido y, yo creo en la unidad del mismo y, en la lucha política que defiende los valores que expresa tanto en su himno, como en sus ideales estatutarios.

 

Aunque mi pensamiento es de derecha conservadora y tradicionalista, respeto toda expresión de izquierda, que se desarrolle dentro del sistema republicano y democrático, en apego al Art. 84 Cn. En sus partes que dice “El sistema político es pluralista y se expresa por medio de los partidos políticos, que son el único instrumento para el ejercicio de la representación del pueblo dentro del Gobierno”. Y, “La existencia de un partido único oficial es incompatible con el sistema democrático y con la forma de gobierno establecidos en esta Constitución”.

 

También comprendo el transfuguismo y el abandono de las ideas, por otras que brindan mejor posición social o estatus económico, pero los considero perjudiciales, para el sistema democrático y origen de la corrupción política.

 

Aunque presumo que la intensión del Tuitee, no es para hacer publicidad a mi nombre, sino para crear presión social sobre él, crece más mi admiración por quienes se levantaron contra el autoritarismo de los hermanos Ezeta el 29 de abril de 1894, el 2 de abril de 1944, contra Martínez, la generación de militares que gestaron el golpe del 15 de octubre de 1979 y luego, soportaron los rigores del conflicto armado y, de quienes en los años 80’s, se pronunciaron contra el autoritarismo, pues en ellos se jugaron la vida, mientras que hoy, se procura la muerte civil, desprestigio, restricción económica y cárcel.

 

Un agradecimiento a los medios que han tenido la amabilidad de invitarme a sus programas, en los cuales expongo siempre los principios que ya expreso en mis publicaciones y también a los diferentes medios escritos o digitales, que publican mis análisis políticos.

 

Creo que, siendo consciente del poder que como soberano se posee (Art. 83 Cn), junto a todos los ciudadanos, que conforman el conglomerado social, débese hacer uso de la libertad de expresión (Art. 6 Cn.) para la defensa de los valores republicanos y democráticos y, en la creencia, de que nuestra constitución, en sus Arts. 1 y 2, pone como objeto y fin del Estado, el bienestar de todos los salvadoreños; no, en beneficio de una persona, familia o grupo político.

sábado, 24 de abril de 2021

¿25 AÑOS DE BUKELISMO…?

 


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION

 

Anuncian, varios Troles, 25 años de bukelismo; abiertamente otros afirman, que la idea del autoritarismo, es buena. La campaña de reactivación del agro, inicia con el anuncio de un Código Agrario, que garantice la propiedad del campesino. Estas ideas de Gobierno, están fundadas en el autoritarismo y, en el populismo, que difícilmente podrán mantenerse, no por resistencia política sino, por inviabilidad económica del país.

 

Recientemente, se anunció la reducción del FODES, que servirá para pagar deuda externa, a costa de los intereses locales; tendrá que venir luego, la administración gubernamental de las pensiones, para bajar deuda pública y poder adquirir, otra mayor. Forzosamente, tendrá que seguir la bancarización y el corralito, que permitan, utilizar el efectivo (billetes) para el pago de la nueva deuda y, fortalecimiento del control político estatal, aparejado a una mayor carga impositiva y, encarecimiento de los servicios.

 

Estrecharán en un círculo, la libertad económica del país, que esperan sea compensada con la actividad y el asistencialismo estatal. Esto a mediano plazo, tendrá que llevar a un colapso económico y este, a la inviabilidad del país. Ya es notorio, que muchos inversionistas, están regresando a sus países de origen y otros, trasladando sus inversiones a Guatemala y Nicaragua.

 

Un Código Agrario, vendrá a imponer nuevas reglas, creando mayor inseguridad jurídica, como la originada con la reforma agraria de cuyos efectos, aún no se ha recuperado el agro y para quienes dis que fue creada, aún esperan sus títulos de propiedad y sus beneficios; pero sí, creo el colapso de la banca y la destrucción del agro.

 

Más de veinte años se mantuvo el PCN en el poder, otros 20 estuvo ARENA y 15 el FMLN, lo cual fue posible, porque la estabilidad económica del país fue real y, hubo una continuidad del régimen jurídico lo cual, aparentemente, quiere cambiar Bukele, creando un rompimiento con el sistema anterior, mediante el populismo.

 

Si a Bukele, lo hubiesen “encapsulado” en la municipal de San Salvador, y no expulsado del partido, aunque ya había creado intencionalmente, los elementos para su expulsión, tomando gran parte de las bases del FMLN, en su lucha contra la cúpula. Hoy, dicha lucha continúa, en la pretensión de hacer suyas, el resto de dichas bases, para luego tomar la dirección del partido y, llevarlo a su extinción, absorbido por Nuevas Ideas.

 

Por el contrario, con la derecha (basada en los principios liberales y conservadores), se procura la destrucción del sistema económico y, mediante la restricción de libertades, lograr su sometimiento. Ernesto Muyshondt, pudo haberlo detenido, pero no denunció su corrupción en la Alcaldía de San Salvador.

 

Es idea de Bukele, crear “percepción” de bienestar y esperanza, aunque se destruyen las bases concretas del progreso: libertad y Estado de Derecho. Primera consecuencia de estas acciones, es el sometimiento de la Asamblea Legislativa, al Ejecutivo. Ya se aprecian los primeros ataques hacia el Consejo Nacional de la Judicatura y, al Órgano Judicial; sin ellos, en defensa del Estado de Derecho, con la aplicación cotidiana de las Leyes, es imposible lograr una verdadera armonía nacional, quedando sólo, el imperio de la fuerza, fundado por el populismo.

 

Por eso es necesario actualmente, la unión, entre quienes creen que la libertad, es el único sistema digno de vivirse: permite el desarrollo del país y, el sostenimiento del Estado de Derecho, sin importar su sesgo ideológico. El pasado no interesa, si lo que está en juego, es el porvenir de las futuras generaciones de salvadoreños: ¿deberá éste, seguir siendo considerado su país de origen?, o será otro, que les brinde las oportunidades que aquí, el Gobierno les niega.

sábado, 17 de abril de 2021

EL SUEÑO AMERICANO

 

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

Viajan miles de centroamericanos: impúlsales el “sueño americano”; en sus países, el hambre y la violencia, no permiten el desarrollo de la vida, con normalidad. Mientras, los financistas mundiales, advierten que, la inversión y desarrollo pueden peligrar, por los efectos políticos, económicos y, la incertidumbre de la inseguridad jurídica, en éstos países. Son comprensibles ambas situaciones, si analizamos las obligaciones básicas del Estado: mantener la paz interior, el ordenamiento de sus servicios y, la subsidiariedad.

 

De no mantenerse, tales tres condiciones, no es posible dentro del Estado, la vida cotidiana, obligando a la emigración. No es particular de El Salvador, esta situación: es común en el Triángulo Norte, pero en nuestro país, está creándose una justificación, fundada en el número electoral y la propaganda, que no permite que el Estado, cumpla con sus funciones básicas, más bien, ahondando los problemas sociales y creando nuevos.

 

El “sueño americano”, es trabajo mejor pagado que en sus países de origen, sin mayor competencia en su área, pudiendo disfrutar los frutos de ese trabajo, en paz y tranquilidad, sin ninguna ambición política; sólo la vida en armonía, con su familia y semejantes. Estas condiciones, que no goza en su país, sólo han sido posibles, gracias a que, en Estados Unidos y los países europeos, hay estabilidad política, que permite y favorece la inversión; existe un Estado de Derecho y paz interior, que permiten el desarrollo económico y el sostenimiento de la subsidiariedad.

 

Estas condiciones de paz interior, eficiencia en los servicios públicos y, la subsidiariedad necesaria al desvalido, son las condiciones que crean el “sueño americano”. Pero en El Salvador, se vive una lucha política continuada, hasta el punto de aumentar la inestabilidad ya existente; la prestación de servicios públicos, es cada vez más deficiente, con un creciente asistencialismo, que es invocado, como instrumento electoral y político, en la consolidación de poder.

 

El señalamiento de ser El Salvador un narco-Estado, es designación, de lo que salta a la vista: funcionarios públicos que, de alguna manera, tienen o han tenido, relación con actos delictivos y en muchos casos, relacionados con el narcotráfico o, con el crimen organizado interno, que sirve al tráfico de drogas. Funcionarios relacionados con el tráfico de menores, trata de blancas o simplemente, distribuidores de drogas. Otros, relacionados con la MS13 o la mara 18, mientras que son amenazados y perseguidos, periodistas, que lo denuncian.

 

A funcionarios que han realizado actos de corrupción o, no han dado cuentas de dudosas transacciones millonarias, con los dineros públicos, se les cambia de puesto, pero siguen al frente de las mismas instituciones y vemos que, en otros casos, cada nuevo funcionario, es más servil, que el anterior y su gestión, más deficiente.

 

Por décadas El Salvador, fue “sueño americano”, pues fue la tierra prometida que se abrió al extranjero, como un oasis de libertad, que permitía progresar y desarrollar al país, con la innovación tecnológica o comercial.

 

El gobierno, es el responsable de que hoy, ese sueño, sea en el extranjero, pues se pretende gobernar en base a publicidad, creando engaño masivo, como distractor de los verdaderos problemas nacionales, deteriorando aún más, las condiciones de vida.

 

La pérdida de la paz interior, por el auge de las pandillas con su control territorial y hoy, al servicio del narcotráfico, no permite el desarrollo, porque consume los recursos necesarios y, si el Gobierno, para mantener el asistencialismo, impone mayor carga tributaria, que alimentará la corrupción, a un Estado ineficiente y, a las estructuras de pandilleros, será imposible el desarrollo y evitar la emigración.

martes, 13 de abril de 2021

INTERFERENCIA EN LA SOBERANÍA

 

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION                  

 

Nayib Bukele, con su equipo de Troles, ha interferido constantemente, en la soberanía de este país y, de países extranjeros: primero, con su equipo de Troles, pagado por extraños, para intervenir en procesos coyunturales, previos a una votación; luego, por sus intereses en este país y recientemente, contra una congresista norteamericana. En cada caso y, al margen de sus efectos, ha habido interferencia a la soberanía, como si fuese violación del territorio o, acto de terrorismo, pues han deformado, el sistema democrático.

 

El llamado a votar, en contra de una Congresista, apelando al nacionalismo latino, ha sido considerado ataque al Congreso y, consecuentemente, a la soberanía de los Estados Unidos: la inducción al voto, por un extranjero, es interferencia en la vida democrática de ese país y, si tal llamamiento, tiene como motivo, el tratar de encubrir la corrupción extranjera, que en sus consecuencias, perjudica a los Estados Unidos, acto es de terrorismo.

 

La serie de mensajes en tal sentido, no pueden considerarse error diplomático involuntario, ni tampoco es imputable, a un tercero: es directamente, a Nayib Bukele, pues fue él, quien hizo personalmente, el llamado a la población latina de California con intención, de hacer cambiar al Congreso y al Departamento de Estado, la forma de decidir sobre El Salvador y su corrupción, por la amenaza electoral, de una congresista.

 

De igual manera, se intervino en nuestra campaña electoral, acreditando a 548 periodistas, que no tenían tal categoría pero que, en diferentes plataformas, actuaron en beneficio del oficialismo; lo que claramente, fue interferencia en nuestro proceso electoral.

 

El Gobierno deteriora nuestra relación con Estados Unidos, nuestro aliado natural, en un mundo multipolar en el cual hay únicamente cuatro grandes: Estados Unidos, la Unión Europea, China y Rusia, existiendo una clara lucha geopolítica, por la hegemonía económica.

 

La esperanza de Bukele, está en esa lucha; siendo lo más grave, que se hace todo a espaldas de la sociedad salvadoreña, para la cual, es irrelevante la masa de votantes, frente a las fuerzas vivas del país (ente productivo) que son las que sostienen al Estado y las que deberán pagar las deudas internacionales.

 

En la lucha interna que por el poder, sostiene Bukele, las fuerzas vivas, son un objetivo a dominar o destruir y, no es pactando con el más alto empresariado, que logrará dominarle, pues los intereses son, por gremios, por sectores y, por la interrelación social existente, en  un entramado tal que, para funcionar, cada uno necesita del otro.

 

La interferencia en la vida social salvadoreña, realizada por Bukele, está causando el abandono de las obligaciones de seguridad y paz interior, no permitiendo la rápida recuperación económica, ni  las oportunidades para que el salvadoreño, no tenga que emigrar.

 

Esto es lo que ven en Estados Unidos y en otros países; así, una interferencia en sus cuestiones soberanas, lejos de tranquilizar la situación con el Gobierno salvadoreño, la tensa aún más y, como verdad, podemos apreciar que El Salvador, se está quedando aislado: dicho aislamiento, irá creciendo en la medida que haya, una mayor injerencia en los asuntos extranjeros por parte de Bukele y se cierren en El Salvador, los espacios democráticos.

 

Las relaciones de negocios con todos en el mundo, son sanas y convenientes, pues se tiene al mundo como mercado, pero esperar que los intereses geopolíticos, en la lucha internacional de poder, se manifiesten en El Salvador, es muy distinto. Ya tuvimos la amarga experiencia de nuestra participación en la Guerra Fría, de la cual, aún tenemos secuelas, y no debemos ingresar a otra, por las pretensiones de poder de un autócrata.

viernes, 9 de abril de 2021

MINANDO EL TERRENO

 


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION

 

Está el Gobierno, creando conflictos innecesarios: serán minas en su camino, estallando en su contra. La creciente tirantez con Estados Unidos, la disminución del FODES, el reciclaje de sus funcionarios, la falta de política de seguridad, son problemas que se suman a los ya existentes: baja en la economía y quiebre educativo, cuyo efecto, empieza a sentirse.

 

La creciente tirantez con Estados Unidos, parece creada intencionalmente, por este Gobierno, en contradicción de los 3 millones gastados los últimos meses, en cabilderos para mejorar las relaciones con el mismo. Lo más probable, es un acercamiento geopolítico a China, justificándolo, por el alejamiento de Estados Unidos, como maniobra de justificación y encubrimiento de intenciones. Algunos piensan que, dicha tirantez, es un sombrerazo político, para evitar presión internacional, sobre los señalamientos de corrupción y, generar una distracción, mientras consolida su poder internamente.

 

Lo cierto es que las acciones de los Gobiernos del Triángulo Norte, han creado una zona de peligro a los intereses de Estados Unidos. La corrupción, el narcotráfico, la migración (forzada por las acciones de los Gobiernos), crean de por sí, una tirantez, que El Salvador ha agudizado, olvidándose de que 3.5 millones de salvadoreños, residen en dicho país y, que el 20% de sus ingresos, provienen de aquel trabajo y, que se usa el dólar, como moneda para la estabilidad macroeconómica, en El Salvador.

 

Todas estas acciones, entorpecen la función de nuestra representación diplomática, en dicho país: pues luego del intento de nuestra embajadora, de manipular la opinión de funcionarios norteamericanos, el comunicado de los Congresistas hispanos, la declaración de la Vice Presidenta Kamala Harris, es muy poco probable, que haya una fácil relación con funcionarios norteamericanos, en ese país. Sufriendo las consecuencias nuestros compatriotas.

 

El FODES es lo que sostiene en muchos casos, a las municipalidades y si bien, una reducción  es legal, no lo es, la administración que pretende el Ejecutivo, pues extingue la independencia municipal, garantizada en la Constitución y, si por hoy, sólo ha habido protestas de la oposición, el ejercicio de dichas medidas, anula las funciones municipales y, crean un conflicto entre la municipalidad y el Gobierno central, pues la población en sus necesidades, se abocará a este último, surgiendo en las Alcaldías de Nuevas Ideas, un conflicto, que a la larga, podría afectar la estabilidad del Gobierno.

 

Si el Gobierno central, ha pagado a la banca, las obligaciones de las municipalidades, una reducción en el FODES, deja sin posibilidad de cancelar las deudas ya adquiridas con proveedores particulares. De generalizarse las ideas del Alcalde electo de Santa Tecla, podrían quedar sin efecto, todas las contrataciones realizadas por las municipalidades, contrataciones que son para 10 o más años, creando un caos en los servicios e inseguridad jurídica y millonarias pérdidas, a los inversores privados.

 

Si se materializan los despidos anunciados por los Alcaldes de Nuevas Ideas, para dar paso a sus partidarios, crearán una mayor fricción dentro de las municipalidades.

 

La falta de planes de seguridad, agudiza la crisis, que fuerza la emigración, pues no es la percepción la que importa, cuando una familia ve desaparecer a su hijo, junto con su joven esposa y al tener la certeza de que fueron asesinados, emprenden la emigración, sacrificando sus pocos bienes, que van a parar al crimen organizado. Asegurar que, si no se encuentra un cuerpo, es porque emigró, constituye una verdadera irresponsabilidad y negligencia a sus deberes como funcionario público.

 

Todos estos problemas, se suman a los comunes de otros países, bajo crecimiento económico y además, la educación cortada, imposible de compensar, a la larga, todo afectará negativamente, al mismo Gobierno y a la Nación.

miércoles, 7 de abril de 2021

DE AUTOCRACIA A DICTADURA

 


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

La autocracia es sistema de gobierno, que concentra el poder, en una sola persona, cuyas decisiones, no están sujetas a restricciones legales, o mecanismos de control de poder: degenera, invariablemente, en dictadura pues, para el ejercicio del Gobierno, es necesaria la concurrencia de un sistema o estructura de personas, que impone su criterio al ciudadano, pero en éste, dicho criterio, es dictado por el autócrata. Conviene reflexionar, sobre la ilegitimidad de dicho sistema, su relación con el entorno jurídico y, su justificación.

 

Si Nayib Bukele, llegó al poder por la vía democrática, sus actuaciones posteriores, han sido de imposición de su criterio, en oposición a los controles del Estado: primero, en la rendición de cuentas y luego, en el incumplimiento de distintas sentencias. Su actuación el 9F, al pretender por la fuerza, la aprobación de un préstamo y, la manipulación del proceso electoral de Deputados y Consejos Municipales, tuvieron por objeto, la imposición, en su favor, de la voluntad popular, estableciendo así, la autocracia e ilegitimidad de su Gobierno.

 

La manipulación electoral destruye la legitimidad, nacida del proceso de elección de funcionarios, pues en ésta, la manipulación, combinase acciones propias del error, fuerza y dolo, que vician el resultado (vicios del consentimiento). La autocracia, impone dicho resultado, con mayor pretensión, a los efectos de la elección: la del cambio constitucional, justificándolo, como objetivo y razón del triunfo electoral.

 

Existe pretensión de imponer dicho propio criterio primero, a la población salvadoreña y luego, al exterior, oponiendo la “voluntad viciada”, en una suerte de pseudo derecho y, legitimación de su autocracia. 

 

Los Estados modernos, han creado la relación de legitimidad interna, que entra en armonía con los intereses y el Derecho Internacional, creando mecanismos que armonizan estos dos tipos de Derecho y que, son base de las relaciones internacionales y comerciales privadas mundiales, en orden tal, que permiten la fluidez, en las relaciones humanas.

 

Pero al inicio del Gobierno autocrático, el Estado sufre un aislamiento progresivo, en el ámbito internacional “sano” (relación equitativa y conveniente con el resto de países) y un acercamiento, a aquellos Estados, que toleran sus acciones y, que tienen limitada relación, en el ámbito internacional). Dicho proceso, culmina siempre con la dictadura, cuyo sostenimiento, no depende de la legitimidad democrática, sino de la fuerza, proveniente de la coacción del Estado.

 

El camino del autoritarismo a la dictadura es lento, pero llegaremos cuando asuma la próxima Asamblea Legislativa que actúe, conforme las órdenes de Nayib Bukele. En dicho momento, el Gobierno será sostenido sólo por la fuerza, proveniente primero, de la Policía Nacional Civil y luego, de la Fuerza Armada. Y, si estas fuerzas no actúan dentro de la Ley o de los principios democráticos y republicanos (en el supuesto que la Ley sea cambiada al arbitrio del Autócrata) sus acciones, corresponderán, a la de una fuerza mercenaria, cuyas actuaciones son ilegítimas.

 

La intención de Bukele: justificar la corrupción de su Gobierno, con el argumento de que ha sido voluntad del pueblo y, le afirma al pueblo, que sus acciones son legítimas, por la aprobación internacional, sus únicos apoyos reales, son su equipo de Gobierno, que crea estructura, junto al partido Nuevas Ideas, respaldada por la fuerza.

 

Esto justifica la demanda contra Nayib Bukele, ante la Corte Centroamericana de Justicia, pues existe choque de intereses dentro del Estado: de la ciudadanía, contra la de su gobernante. No puede conseguirse la legitimidad de un Gobierno, mediante engaño, fuerza o manipulación del sistema, ni justificarse en el extranjero, los señalamientos de corrupción y de su relación con el crimen organizado.

 

 

 

 

domingo, 4 de abril de 2021

POLÍTICA Y FUERZA ARMADA

 


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION

Es, la Fuerza Armada, institución fundamental del Estado moderno: sobre ella recae la coercibilidad última del Estado (coercibilidad: característica esencial del Derecho). Aunque el ejercicio del Derecho, esté reservado a las instituciones civiles (jueces, fiscalía o entidades administrativas), la coercibilidad, corresponde cotidianamente a la policía, teniendo el respaldo último de la Fuerza Armada; en consecuencia, es esencial de ésta última, su apoliticidad: su doctrina y acciones, deberán ser reflejo de las necesidades nacionales y de su estructura jurídica: sin embargo, parece que hoy, todo está cambiando.

 

El ejercicio de la función militar, no depende de una persona, es colegiado y, en el marco de la Ley: primero de la Constitución, luego de la ley secundaria, en aplicación de las demás instituciones del Estado. Operacionalmente, su dirección recae en el Presidente de la República y, en el Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada, conformado por las distintas jefaturas militares: no hay criterio único, aunque sí, unidad en el mando, dentro de lo que la Ley establece.

 

La Fuerza Armada, cumplió un papel estrictamente constitucional, durante el conflicto armado, sujetando su desmovilización, a los Acuerdos de Paz y al poder civil, lo que le dio aceptación universal (de la Nación, al margen de cualquier ideología política) pero, cuando el actual Presidente, tomó posesión, le exigió juramento hacia su persona, el cual se materializó el 9F y, con posterioridad, al no permitir el ingreso del Fiscal General de la República, a La Libertad, para un acto de investigación sobre el cerco militar, que restringía a sus habitantes, las garantías constitucionales. Luego, ha sido reiterado en diferentes casos, el incumplimiento de sentencias judiciales.

 

Por esta situación, la precepción de los civiles, hacia la Fuerza Armada ha cambiado:  ahora, además de reclamar una participación política ha servido, durante la campaña electoral, a un partido político, facilitando sus recursos logísticos, para videos de campaña o, acompañando a simpatizantes de Nuevas Ideas, en el reparto de alimentos, pagados por el Gobierno.

 

En el presente, la Fuerza Armada acompaña a elementos de la Policía Nacional Civil, en sus patrullajes: aunque, el control territorial de las maras ha aumentado, siendo dicho control, la principal obligación material de la Fuerza Armada: significa la plena vigencia de la soberanía sobre el territorio, y que se expresa, en la aplicación de toda ley, o mandato judicial y administrativo. Si la baja de homicidios, se debe a acuerdos con las maras, es resultado de acuerdos políticos ilegítimos: no han sido por el imperio de la Ley.

 

El nuevo material de la Fuerza Armada (barcos o drones) tiene que ser en función de la necesidad: el control marino, para proteger el recurso pesquero y detener el narcotráfico, que parece ha aumentado, haciendo de El Salvador y Honduras, los principales puentes, en su camino desde Venezuela y Ecuador.

 

Los drones, como sistemas de armas, implican modernización, pero tiene que vérselos como sistema de armas y éste, en razón de la amenaza: ¿Es para Honduras?, o ¿es para vigilancia interna?, si, para esto último, ¿cuál es la razón de estar armados? ¿planea el Gobierno, en nuestro suelo, operaciones militares y, contra quién? Son preguntas políticas, que no comprometen la operatividad o Seguridad Nacional.

 

Si la Fuerza Armada, será política, es necesario que se contesten todas esas preguntas, pues en vísperas estamos, de un aumento de sus fuerzas operativas. La siguiente pregunta es ¿Cómo reaccionará la Fuerza Armada, al señalamiento de funcionarios involucrados en corrupción y, por ende, en el crimen organizado, considerando que dichos señalamientos, no provienen de la política nacional, sino de la internacional, que tiene connotación superior, al ámbito militar?  

 

sábado, 3 de abril de 2021

EXPLICANDO ACCIONES

 

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

El triunfo electoral de Nayib Bukele, la solicitud a los latinos estadounidenses, para votar en contra de la Congresista Norma Torres, la “Lista Engels”, con señalamientos para la corrupción en Centroamérica, la insistencia del Ministro de Defensa, para que la Fuerza Armada salvadoreña, abandonando su apoliticidad, adopte papel político; son sucesos dispersos que pueden ser explicados, racional y coherentemente.

 

En los últimos años, la política exterior, ha sido analizada por el método del realismo o del neorrealismo, conjugándose en nuestro caso, tres niveles de análisis: 1) las acciones de Bukele, dictadas por su condición personal, 2) Estados Unidos reacciona al impulso de su sistema, es decir, determinado por los problemas domésticos y 3) Bukele, busca las relaciones internacionales, en apoyo de su inestabilidad nacional y en defensa, contra los señalamientos norteamericanos.

 

Los triunfos de Bukele han sido posibles, sólo gracias a la incomprensión de su estrategia: utilizar como arma política, el resentimiento y los problemas internos, ignorando las bondades del sistema que establece nuestra Constitución, basado en la libertad individual y, limitado sólo, por el interés público, responsabilizando a dicho sistema, de los males sociales; así, a mayor resistencia de los partidos políticos (como elementos del sistema), mayor oposición contra ellos. Pasadas las elecciones, son las características personales de Bukele, las que determinan sus acciones, en búsqueda del poder absoluto.

 

La actuación de Estados Unidos, es determinada, por sus intereses globales y responde, a las necesidades de su sistema, que se manifiesta en su población. Es razón, por la cual, Estados Unidos ha cambiado su política exterior, luego de la administración Trump y, presta atención a todo cuanto le amenaza:  la emigración ilegal, terrorismo y narcotráfico etc., que desestabilizando su sistema interno, perjudican a su población.

 

El viaje de Bukele, primero a Japón, luego a China y posteriormente a Catar, tuvo importancia estratégica: primero, disminuir fricciones con Japón y, segundo, consolidar nuevas relaciones internacionales. mientras se reafirma su autoritarismo, con la esperanza de que los intereses internacionales en pugna económica, con Estados Unidos, vean una oportunidad geopolítica, en Centroamérica.

 

El autoritarismo de Bukele, ha sido reforzado por el triunfo electoral de quienes le serán fieles, mientras les sean permitidos sus actos de corrupción, dándole el gusto del autoritarismo. Pero la inmensa masa de votantes que le apoyaron, espera cambios y es necesario, que exista un enemigo superior, para que su autoritarismo y corrupción, no sean relevantes y se le reviertan. Igual método, ha sido empleado en Venezuela, Bolivia y Ecuador.

 

El enemigo “clásico”, es Estados Unidos: no se toma en cuenta que, el bienestar general, se basa en un grado mínimo de tensión, que permite el mutuo entendimiento. Bukele, por el contrario, pretende escalar dicha tensión, para demostrar que este país puede utilizar, como arma, su migración y posición geográfica. En la actualidad, la emigración salvadoreña es baja, en comparación con la de Honduras, pero el decir “que no puede criminalizar a los que “ayudan” a los migrantes”, es una amenaza, de que puede aumentar la emigración o, acentuar el paso de drogas, aumentando los problemas, en la frontera sur de los Estados Unidos.

 

La propuesta de tener una Fuerza Armada política, es para que ésta, ejerciendo el voto, pueda realizar otras acciones políticas, incompatibles con el uso democrático de las armas y, se establecería, la superioridad inmediata, sobre cualquier otro grupo político. Lo que implicaría en el país, retorno a, antes del golpe del 15 de octubre de 1979.

 

Las acciones del Gobierno, internas o externas, deben determinarse, por las necesidades de su sistema y población, no por las de una sola persona o, las conveniencias geopolíticas extranjeras.

jueves, 1 de abril de 2021

DIVISIÓN SOCIAL

 

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

En la actualidad, El Salvador vive una división social; se funda ésta, en la incomprensión de la realidad que vive el país. Esta división, legitima al presente Gobierno, basado en el populismo, el crimen organizado y la corrupción.

 

La división social presente, no tiene por bases, la lucha de clases, ni las luchas partidarias o ideológicas sino, el entendimiento de la complejidad de la vida social y su relación, con el exterior. En la medida en que, dicha relación se ignora, se cae en la simplicidad y la reacción a los fenómenos nacionales, que se basan en la emoción mas no, en la razón, por lo cual, los espacios para el análisis político, son intencionalmente llevados al simplismo y la manipulación.

 

Por ahora, parece que el segmento social que no entiende dichas relaciones, ha votado por aquellos candidatos, apoyados por Nuevas Ideas, sin importar su capacidad, moralidad notoria o antecedentes políticos: vemos con claridad, que muchos tienen vínculos con el narcotráfico, otros, con delitos comunes y algunos, con posibles financiamientos del crimen organizado o pandillas. Los menos objetables, tienen antecedentes de haber participado en tres o más partidos políticos, de donde fueron expulsados o, señalados de Crímenes de Lesa Humanidad.

 

Esta situación, en algún punto, tendrá que afectar la credibilidad de Bukele, líder máximo de esta tendencia, pues si ha tenido tal triunfo, es por la forma molecular y disipada de su movimiento que, al convertirse en partido de Gobierno y establecer sus estructuras, y si éstas, no pueden lograr la gobernanza esperada, provocará una colisión, con su masa de votantes.

 

Si una persona en otro partido político, ha sido corrupta o posee relaciones con el crimen organizado y luego se la elige, como funcionario de Nuevas Ideas, continuará, con seguridad con la misma conducta anterior, salvo que se diesen depuraciones continuas en el Gobierno, que crearían fricción, en la estructura del mismo. Lo razonable es considerar, que los problemas sociales, imputables a los partidos políticos, serán en el futuro, acrecentados.

 

Los señalamientos sobre casos de corrupción, en El Salvador, hechos por las autoridades norteamericanas, parecen ir aumentando, pues poseen la “certeza jurídica”, necesaria para hacer acusaciones públicas. En sentido opuesto, se están cerrando los espacios periodísticos en El Salvador, para que éstos, sean ocupados por comentaristas de redes sociales o youtubers, que no siguen la normativa periodística y, que dan contenidos políticos ya formados, sin que dicho proceso (análisis a partir de la noticia imparcial) sea realizado por el ciudadano.

 

La insistencia de dichas denuncias, se debe a que la realidad salvadoreña, está creando un fenómeno de emigración ilegal, y que afecta a otros países y, el dólar usado en El Salvador, sirve para el lavado de dinero de actividades ilícitas de Latinoamérica, estimulando el crecimiento de éstas.

 

Estas situaciones, afectan al país, sin que una extensa parte de la población, sienta que estos efectos son malos; su opinión, tendrá que cambiar, en la medida que la corrupción del Gobierno y, las estructuras partidarias de Nuevas Ideas se afiancen más, en el autoritarismo y la corrupción.

 

La última intervención de Nayib Bukele parece provocada, por las ideas que expresaron muchos de los nuevos funcionarios, en el sentido de poder aprovechar sus privilegios, para lucro personal.

 

Parece que el Gobierno, viendo su poder consolidado, por el voto popular, hace más claras su relación con el crimen organizado y la corrupción, en la seguridad de que, a estas fechas, ha ido construyendo nuevos puentes con otras potencias, con las que Estados Unidos tiene conflictos comerciales: algunos Troles, refiriéndose a las relaciones internacionales de este Gobierno, ya hablan de “nuevos amigos”.