Publicación Acción

Es necesario expresar libremente el pensamiento político para el fortalecimiento de nuestro sistema democratico, republicano y representativo.



sábado, 30 de enero de 2021

ESPIONAJE EN DEMOCRACIA

 

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

Es el espionaje, medio de recolección de datos para la realización de análisis, planificación y ejecución futura de acciones, contra cualquier amenaza, puede ser lícito, tanto como ilícito, dependiendo de su alcance, métodos y fines. Por esta razón, es imperativo analizar su práctica actual, en El Salvador, por parte del Gobierno, dentro de un esquema democrático.

 

Espionaje es la práctica y conjunto de técnicas, asociadas a la obtención encubierta, de datos de información confidencial, de cualquier tipo o forma de secretos. Las técnicas comunes de espionaje son la infiltración y la penetración, por medios tecnológicos, usando el soborno y el chantaje, para quebrar estructuras de seguridad.

 

Se utiliza el espionaje, ante cualquier amenaza contra la sociedad o el Estado:  estabilidad económica, Seguridad Pública o, cualquier hecho que pudiese perjudicar a la entidad colectiva, que es el Estado. Pueden las amenazas ser muy variadas, y si el Gobierno advierte una, en la oposición política legal, dentro del sistema democrático, o la advierte, en la disidencia de pensamiento, significa que el sistema democrático ya no existe materialmente, aunque se mantengan aún, las instituciones formales, siendo entonces ilícito, el uso del espionaje.

 

La característica esencial del sistema democrático, es la existencia de pluralidad de pensamiento o, de corrientes políticas, las cuales, en su ejercicio práctico, deben ganarse el favor de la mayoría; por tal razón, existen el voto “duro” y el “indeciso o variable”, según sean los efectos prácticos en la sociedad: más, si la oposición es vista como “amenaza”, es que el Estado, se ha reducido al interés de unos pocos, excluyendo a quienes piensan de manera diferente.

 

Si el presente Gobierno, realiza espionaje a la ANEP y a empresarios relevantes, por la magnitud de sus empresas, significa que los considera sus enemigos y, si muchos de los asociados a la ANEP son invitados individualmente, a reunirse con el Gobierno, y son las propuestas diferentes para cada quien, es porque muy probablemente, también estén siendo espiados, considerándolos “piezas”, en el tablero político del Gobierno.

 

Si la seguridad ha sido vulnerada, estarán probablemente, practicando espionaje, sobre cada uno de los opositores, deformando el sistema político, volviéndolo un Estado policial o autoritario. ¿Quién puede confiar su inversión en un Estado policía? ¿Qué garantía tiene el allegado del Gobierno de que, para asegurarse de su lealtad, no se le somete a espionaje?

 

Toda acción de espionaje conlleva otra de desinformación, por lo que si ésta, es generalizada, el “enemigo” es la sociedad salvadoreña; en consecuencia, si se deforma el sistema democrático, se deformase también el republicano, volviéndose en una dictadura.

 

El espionaje generalizado, va precisamente, de la mano, con la desinformación, para engañar al “enemigo”. Si el engaño es masivo significa que, en conjunto, se considera a la sociedad como enemigo.  El ocultamiento masivo de información, como lo referente a la extensión de la pandemia, tiene el propósito de conseguir la mayor asistencia a la votación, aún a costa de la vida de salvadoreños. El Gobierno oculta que no ha hecho gestiones de compra de vacunas, porque espera que se las regalen, y justifica inmensos gastos, para no cubrir sus obligaciones; y si también se oculta el fallecimiento de ancianos y otros enfermos, por falta de medicinas, se están ocultando un genocidio y las verdaderas prioridades del Gobierno.

 

Si el espionaje es efectivo, se debe a que hay temor en quienes han sido coaccionados para realizar la infiltración, temor que es aliviado, con pago económico. Un Estado policía, podrá asegurar el poder de sus dirigentes, pero no lograr un desarrollo sustentable, en un país en desarrollo, evitando la emigración de sus ciudadanos.

jueves, 28 de enero de 2021

AUTORITARISMO, GENOCIDIO

 


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

Las recientes declaraciones de los Ministros de Hacienda y de Defensa   plantean claramente, el ejercicio de un Gobierno autoritario que va de la mano, con las acciones del Ministerio de Salud, ocultando el fallecimiento de ancianos, personas con cáncer, con deficiencia renal y otras enfermedades crónicas y, con la planificada negligencia del Gobierno, que es una forma de genocidio. Es necesario relacionar estas acciones, a la luz de las garantías individuales y los Derechos Humanos.

 

El Ministro de Hacienda plantea, como necesidad del Gobierno, suprimir o restringir los procesos administrativos y judiciales, en la relación Estado-individuo, abriendo el debate, –ya dirimido desde la Revolución Francesa (1789)-:  sobre la potestad del Estado, sobre la persona o sea, ¿podrá el particular defenderse, de las arbitrariedades del Ministerio de Hacienda?, pues al Ministro le parece muy engorroso, tener que agotar la vía administrativa, para que sea la Fiscalía, la que inicie proceso en  vía judicial, al ejercer un cobro de impuestos forzoso. Según el planteamiento del vicepresidente Félix Ulloa, este cambio debe hacerse desde la Constitución. La perspectiva a futuro es que, mientras menos dinero tenga el Gobierno, más serán sus exigencias que deberán cubrir, forzosamente, los bienes del particular.

 

Plantea el Ministro de Defensa, ser necesario que la Fuerza Armada sea política, lo cual sería un riesgo, para el sistema democrático: siendo política la institución militar, sería también deliberante; pondría en riesgo, la verticalidad de la Fuerza Armada, creando el peligro de poder ser utilizado políticamente, su poder armado. El reclutamiento militar obligatorio, en tales condiciones, podría incorporar con fines políticos, a los allegados del Gobierno o, reclutar a la oposición, para evitar que se exprese, so pena de ser juzgado por la legislación militar, más severa y expedita, que la civil.

 

El fallecimiento de 47 ancianos al cuidado del Estado, en el Asilo Sara Zaldívar, no es un hecho aislado, pues en otros asilos, se han registrado fallecimientos, en iguales condiciones. Muertes que se suman a los fallecimientos por suspensión de tratamientos de cáncer e insuficiencia renal y al no hacer público tales decesos, existe  ocultamiento de información, sin que se trate de negligencia, sino más bien, de la política encubierta, de ahorro de fondos, para ser usados en otros destinos, cuando claramente, la asistencia a estas personas débese a la acción subsidiaria del Estado y no, por mera caridad o liberalidad: existe una legislación que ordena a la salud pública, dar la asistencia debida a estas personas.

 

El autoritarismo es sólo “para los ricos y poderosos”, como lo justifican los troles del Gobierno, pero llega a las personas más desvalidas del país, ancianos y pacientes crónicos, que se vuelven una carga para el Estado; ahora se les deja morir, así los responsables son el coronavirus y sus enfermedades. La actitud de un Gobierno, que busca el exterminio de cierta parte de la población, de manera intencional, es genocidio y, quienes apoyan a este Gobierno en tal gestión, son genocidas.

 

El autoritarismo no puede tener nada bueno: es la voluntad de una persona y de su grupo de allegados, quienes deciden por la totalidad de los habitantes, cuyos bienes, deben estar al servicio del Estado, o sea de quienes pretenden Gobernar y lo usan para su conveniencia.

 

Con el reclutamiento obligatorio, se fortalece la estructura democrática del Estado, en tiempos de crisis, pero parece ahora que, en el futuro, será un instrumento más, de dominación contra el ciudadano. Por ahora, podemos hacer política por medio del voto, si se nos quita tal posibilidad, costará sufrimiento y años de lucha, recobrar ese derecho, nuestro hermanos nicaragüenses y venezolanos, lo atestiguan.

viernes, 22 de enero de 2021

CAMBIO Y PODER


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

Posee poder, la persona que puede forzar un cambio; en consecuencia, quien tiene poder puede forzar el cambio. No obstante, pretende afirmarse que un cambio constitucional, no significa poder y, que la constante violación, al orden jurídico y a la constitucionalidad, no tiene la intención de forzar un cambio. En igual lógica, actúa Vladimir Putin, cuando afirma que él no tiene intención de juzgar a los terroristas islámicos, sólo se los envía a Dios, para que él, los juzgue, mandando por ello, a lo selecto del ejército ruso.

 

El vicepresidente Félix Ulloa ha dicho que, un cambio de constitución, no afirma la posición de poder del Presidente actual, ni le favorece electoralmente; situación que se ha de analizar, pues la iniciativa del cambio constitucional, no ha nacido espontáneamente, de las instituciones cívicas, ni de las fuerzas vivas de la sociedad, y menos aún, de la Asamblea Legislativa, sino del personal criterio del Presidente, quien así establece su influencia o poder, lo cual debe tener una razón de ser.

 

Quienes habían solicitado una reforma constitucional -no cambio de la misma-, fue el FMLN, quien desde la candidatura de Shafik Handal, que compitió en elecciones contra Francisco Flores, buscaba reformar la economía del país, en base a los objetivos de la lucha armada, sin realizar cambio alguno, sino para llegar primero, a un lento acomodo político al sistema democrático, dándose las bases dentro del sistema para la transformación económica. Razón por la cual, los Gobiernos de Funes y Cerén, no forzaron un cambio, como el pretendido hoy, sino establecieron las bases, para la transformación lenta, que tenía como freno, el interés nacional y, el mismo sistema basado en la libertad, sin el cual,  la gobernabilidad sería imposible.

 

Se propone hoy, un cambio económico y de estructura política del país, que cambiaría la forma del Gobierno actual, por la democracia participativa (Chavismo). Este cambio de sistema económico y político, será para legitimar (poner en armonía la ley – deber ser – con los hechos – ser- ) y regularizar las actuaciones del presente Gobierno, que son claramente ilegales y que, han estimulado la corrupción y el engaño.

 

La retención del FODES o de la deuda política, el pago a proveedores, las detenciones ilegales en la pandemia, el ocultamiento de información financiera, son todos actos de fuerza:  contrarios a derecho; están basados en la presunción del Ejecutivo, de que todo empleo de fondos públicos, no autorizado por la Presidencia, es para corrupción y despilfarro. La violación de derechos, se justifica por la “necesidad pública”, así la Presidencia, asume las funciones legislativas, judiciales y ejecutivas, de manera autocrática, mostrando su poder, el cual debe ser legitimado, para evitar sanciones futuras, siendo esto, la razón del cambio constitucional.

 

El derecho surgido para evitar el abuso de poder, luego de la Guerra Fría, fue la Justicia Transicional, la cual, en sus fines, fue cumplida, por todos los que participaron o sufrieron el pasado conflicto armado, pero el ocultar dichos horrores a las generaciones futuras, se las condena a repetir los errores del pasado, y no reconocen hoy, las acciones de un dictador.

 

Por esta razón, los Acuerdos de Paz, deben ser honrados sirviendo de base, para nuestra convivencia pacífica, sin cambiar la Constitución en ella pactada, pues nos exponemos a repetir los errores, cometiendo nuevos, aún mayores.

 

No pudo evitarse que Saca y Funes, desfalcaran al Estado, pero evitemos que nuevamente se le desfalque y en forma mayor y que, por ello, perdamos nuestras libertades y tengamos que tener a futuro, nuevas luchas, cuyo costo, es imposible estimar, no sólo en dinero, sino en sufrimiento para el pueblo salvadoreño.

martes, 19 de enero de 2021

VISUALIZANDO EL FUTURO

 

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

Presenta el Ejecutivo, visión fantástica del futuro de El Salvador, comparable sólo con la realidad presentada en la película “El Triunfo de la Voluntad” (Triumph des Willens), obra maestra de la propaganda nazi, que ofrecía perspectiva distorsionada de la realidad:  Hitler era el mesías, salvador de Alemania. La tragedia que luego se vivió, fue fruto de dicha película. Tal parece que estamos viviéndola hoy, con las mentiras que el Ejecutivo nos da.

 

Al pretender derogar, con un Decreto Ejecutivo, la celebración de los Acuerdos de Paz, acordada en una Ley, no sólo se realizaría, atorrancia jurídica e histórica, sino se establece el anti-pueblo (enemigo interno), como enemigo del nuevo régimen, representado por la visión de Bukele. Ahora el presente enemigo a destruir, es el sistema creado luego de los Acuerdos de Paz, por lo que sus enemigos actuales, son quienes sostienen el sistema democrático y republicano.

 

Parte de esta visión, la ha presentado el Vice-Presidente Félix Ulloa: menos diputados, sin partidos políticos, sistema fundamentado, en la democracia participativa, copia del Chavismo venezolano.

 

Para sostener esta mesiánica visión, es necesario, el control directo de la economía, que se logrará, por medio de moneda distinta del dólar: lo ha advertido así, el economista español Daniel Lacalle, analista, autor de libros económicos y profesor universitario, quien ve, desde la distancia, nuestra realidad: nos la encubren, Bukele y su propaganda.

 

Puede inferirse por la propaganda, que la siguiente víctima, serán las pensiones. Al ser absorbidas las AFP, por el Ejecutivo - justificándolo “por la explotación de las AFP al pueblo”- no tendría así, que pagar $ 8,000,000,000.00, que adeuda a los trabajadores; pagaría sus pensiones, del Fondo General de la Nación, aunque el Estado no tenga posibilidad de cumplirlo:  la propaganda dice que las pensiones serán aumentadas - ilusión para incautos - así, poder endeudarse nuevamente.

 

En su propaganda, publicita un nuevo aeropuerto de carga, en el oriente del país, esto no tiene sentido, pero si, si consideramos que hay ya, acuerdos con China, pero ocultados. Dicha nación, posee pretensiones geopolíticas, basadas en su expansión económica en el Pacífico, lo cual explicaría también, la insistencia en la creación de un tren de carga, entre el oriente del país y Guatemala. Sri Lanka y otros países, hoy se arrepienten de su relación con China.

 

La manipulación encubierta de las finanzas públicas, crea fondos suficientes para una campaña electoral, que permita encubrir otras maniobras, entre las que destaca, un deslizamiento hacia el Chavismo, sin influencia geopolítica de dicho país, sólo en la utilización de sus métodos de dominación y, atomización de la oposición.

 

La propuesta de Félix Ulloa, de crear el referéndum revocatorio, está replicando las expectativas generadas en Venezuela: la posibilidad de limitar el mandato del tirano, pero para que esto, pudiese darse, sería necesario la petición popular; ésta permitió en Venezuela, dar a conocer al oficialismo quienes eran sus opositores, pudiendo ejercer presión física sobre ellos, hasta generar su fraccionamiento y la deserción de la oposición, al grado de no participar ya, en elecciones.

 

La extensión del mandato presidencial y, un plebiscito revocatorio, a la mitad de su término, permite que el Presidente, pueda realizar campaña electoral con plena libertad, y tal ventaja, que los opositores son superados y abandonan la contienda electoral, extendiendo su mandato indefinidamente, el Presidente, sin que la presión internacional, pueda evitarlo.

 

La decisión política para evitar este posible destino, depende de cada ciudadano y de la solidaridad nacional, en defensa del sistema democrático y republicano. Sin la unión cívica de asociaciones, gremios, sindicatos y Municipalidades, no será posible la defensa:  nos nublará la celestial visión que ofrece el Gobierno.

sábado, 16 de enero de 2021

CONSOLIDACIÓN POLÍTICA

 

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

La estrategia para la consolidación política, depende de su fin: si es electoral, bastará una planificación para dos o tres períodos; si es para la búsqueda de un poder absoluto, será de muy largo plazo, abarcando esferas religiosas, históricas y jurídicas, tal como fue en Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia. Analizaremos el proceso actual, con referencia a los Acuerdos de Paz de 1992.

 

El desprestigio que los Troles de Bukele, hacen de los Acuerdos de Paz, tiene su objetivo: cambiar la mentalidad o realidad de los hechos históricos, creando otra visión: admitir un cambio en conceptos religiosos y jurídicos, que lleven al control absoluto del Estado, pues existan todavía, formalmente, algunas instituciones acordes al pensamiento de Bukele, que le sirven de instrumentos de dominación política. Esta estrategia, no ha sido utilizada sólo en países latinoamericanos ya mencionados, sino en Camboya, Corea del Norte, Turkmenistán y en Medio Oriente, en las zonas dominadas por el fundamentalismo islámico.

 

Aseverar que los Acuerdos de Paz, fue acuerdo de cúpulas, para asegurar su poder político y obtener beneficio económico, en detrimento de los intereses de la sociedad; es romper el quiebre histórico que significó la paz y, establecer un empalme con el presente Gobierno, de su lucha revolucionaria, que será llevada a la victoria y con esta, se ejecutaran los objetivos nacionales.

 

Así pretendese romper la relación de la cúpula del FMLN con sus bases, estableciendo que el Gobierno salvadoreño de la época, obedecía a dos grupos: el militar y el oligárquico, constituido por los diferentes gremiales, razón para destruirlas, investigando sus acciones durante el conflicto, según aseguran los Troles de Bukele. El juzgamiento de militares, de alta en esa época, marcaría el quiebre de la Fuerza Armada, en su continuidad desde 1824, y podrían asumir nuevos roles dentro del Estado.

 

Hoy no son posibles ni juicios contra empresarios ni disolución de gremiales y sindicatos, pues la Constitución de 1983, reformada por los Acuerdos de Paz de 1992, no lo permitirían, pero una nueva Constitución, traerá nuevas reglas que serán impuestas por los criterios de Félix Ulloa y Nayib Bukele, siendo esto, el objeto de la reforma constitucional ya iniciada y, la insistencia de Bukele, de pedir el voto, para “sus” candidatos.

 

Cuba procuró borrar toda fe religiosa y crear otra en que el Estado, fuese la única referencia de moral, religiosidad, convencionalismo social y derecho, en la vida humana. Chávez, Morales y Ortega, han creado sus propias iglesias, sin confrontar abiertamente al Vaticano, pero apoyando la Teología de la Liberación, que inexorablemente, conduce a un alejamiento del catolicismo tradicional y el protestantismo, sin conexión jerárquica real con Roma, sirviendo de apoyo político para sus Gobiernos.

 

El rechazo a los Acuerdos de Paz, procura también el rechazo de Monseñor Romero, sustituyéndolo por los sacerdotes jesuitas de la UCA, sin que la orden Jesuita tenga que ver en este proceso: se da una apropiación de imagen, que puede ser manipulada, estableciéndose lazos con la Teología de la Liberación, sin que Roma pueda evitarlo.

 

El rol constitucional de la Fuerza Armada, va desapareciendo por su empleo cada vez mayor en tareas de seguridad, justificado por el creciente narcotráfico y el control territorial de las pandillas y trata de personas, nuevas “exigencias”, creadas o facilitadas por el presente Gobierno.

 

Se libra una lucha electoral, bajo los principios de la Guerra Política, así la responsabilidad de cada persona, es por la defensa del sistema y, deberá ser masiva, dando nuestro voto por el partido o candidato de nuestra preferencia, sabiendo que estamos defendiendo el sistema  democrático y republicano y con ello, nuestras creencias y modo de vida.

jueves, 14 de enero de 2021

PAZ: 1992

 

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

Nuestra salida de la Guerra Fría en Latinoamérica; se significó con los Acuerdos de Paz de 1992; se inició un nuevo proceso político: solventar los conflictos internos, mediante el sistema democrático, respeto de los Derechos Humanos y entendimiento social, mediante la concurrencia a las urnas.

 

El conflicto dejó 11,000 militares fallecidos (caídos en servicio), 10,000 mutilados por las minas terrestres y dispositivos explosivos improvisados, miles de muertos de las cinco organizaciones del FMLN, junto a inocentes civiles, cuyo número nunca podrá contabilizarse con exactitud, por lo clandestino de la insurgencia y su logística encubierta, que no permitía distinguir entre el civil y el combatiente.

 

Aún subsisten los daños materiales: la destrucción del agro, por causa de la Reforma Agraria decretada con el apoyo de las embajadas de Estados Unidos y Taiwán, materializando los conceptos agrarios de Roy Prosternan: pretendían frenar el conflicto, mediante la repartición de tierras. Estrategia que había fallado en Vietnam, dio aquí puñalada de muerte a la agricultura: a ella se debe mucha de nuestra migración, y que el país no pueda producir la totalidad de alimentos que necesita para la población y que, se carezca de la mano de obra necesaria para las labores agrícolas.

 

El endeudamiento galopante de nuestros Gobiernos, débese a la reconstrucción necesaria y la suposición política, que el asistencialismo, es la base política que sustenta al Gobierno y no, la libertad económica, fuente de satisfacción de las necesidades individuales; a la larga, ha estimulado la corrupción, el narcotráfico y el control territorial de las pandillas.

 

Creyendo que la sociedad respetaría la ley, por el sólo hecho, de haber firmado los Acuerdos de Paz, se disolvieron los cuerpos de seguridad y, sin educación cívica y con una lucha política de parte del FMLN (siguiendo la estrategia del frente unido – cambiando la lucha militar por la lucha política-), diose ser político a las pandillas, hecho, por vez primera, explotado por Mauricio Funes, tomó fuerza propia, hasta ser parte, medianamente oculta, dentro del presente Gobierno.

 

El autoritarismo actual, se debe a la falta de educación cívica (inculcar las normas y principios de una convivencia pacífica, sostenida en el sistema democrático y republicano) así como las bondades de un sistema fundado en la libertad económica e individual. Podremos así, ver tres cambios futuros que el presente Gobierno, pretende introducir.

 

1)      El uso político de la Fuerza Armada: despojándola de la función constitucional establecida luego de los Acuerdos de Paz, genera un sentimiento anti-militar, ya utilizado en su lucha, por el FMLN, retomado por grupos de izquierda radical, hoy ampliado a muchos sectores opositores de este Gobierno, induciendo a que la Fuerza Armada, viendo en Bukele su única protección, se convierta en el ejecutor de sus disposiciones. El acuerdo político para la condena en el caso Mozote y una extradición en el caso Jesuitas, va en tal sentido.

2)      Las Municipalidades que no puedan ser autosuficientes, tenderán a desaparecer y ser absorbidas por las Municipalidades grandes. Esto facilitará el control de la mara e influencia del narcotráfico. Con tal fin se está reteniendo el FODES.

3)      La suspensión de la educación, tendrá efectos futuros: habrá una generación, cuyo objetivo será sólo la supervivencia, sin respeto a otro ser humano; le será más fácil, ingresar a la mara y solventar sus problemas por medio de la violencia.

Conclusión: sólo quién no ha vivido o, participado en el conflicto armado, puede despreciar los Acuerdos de Paz o, mancillar la memoria de los caídos. La intención es justificar el cambio de sistema partidocrático, por una dictadura asistencialista, que no podría sostenerse, sin la nueva lucha económica entre potencias.

miércoles, 13 de enero de 2021

CAMBIO DE SISTEMA

 


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

En el periódico El Salvador y, en diferentes formas, se ha dicho que el sistema partidario ya llegó a su fin: que debe ser substituido; opinión  congruente con la de otros altos funcionarios: que desmerecen los logros de los Acuerdos de Paz y, de quienes participaron en el conflicto y, de otro más, que espera el cambio de sistema, para cumplir las responsabilidades económicas a las Municipalidades y a los proveedores privados, con personalidad jurídica, que ya han ejecutado o proveído de bienes y servicios al Estado.

 

Las diferentes formas de Gobierno, se mueven como péndulo: entre la dictadura y la anarquía; si el péndulo se encuentra al centro, hay equilibrio: es el Estado de Derecho. La forma de establecer la voluntad ciudadana, en este equilibrio, ha sido la de de los partidos políticos y - los partidos políticos existen también dentro de las monarquías constitucionales como España o Inglaterra y son pilar del sistema democrático y republicano -. Es equilibrio que se expresa en la concepción de cualquier forma de constitución: el acomodo pacífico de las libertades individuales y el poder del Estado……

 

La propuesta del Órgano Ejecutivo, mediante sus diferentes medios de divulgación, es que, por la debilidad de ARENA, FNLN, PDC o PCN, como partidos, son sinónimo de la debilidad del sistema y la institucionalidad, por lo que es necesario el cambio político y lo dice, cuando se pretende la modificación de la Constitución, o se injuria o difama a candidatos y funcionarios.

 

Si el sistema de partidos políticos se suprimiese, sólo habría dos posibles alternativas: un partido único (como en Cuba) o gobierno por la democracia participativa (dominada por el populismo), que movería el péndulo hacia el control absoluto (dictadura) o hacia la anarquía, dirigida por un autócrata, a su conveniencia (caso Venezuela). Quedaría excluido el sistema basado en los cuerpos intermedios, al cual no aspira el presente Gobierno: en este sistema, los gremios, corporaciones (conjunto de personas que actúan como una sola entidad) y municipalidades, son el Gobierno de la sociedad.

 

Si vemos las acciones del presente Gobierno, que pretende ejercer la auto tutela de las potestades Estatales (el ejercicio de sus derechos, sin recurrir a otra instancia, sea judicial o administrativa, que garantice el debido proceso), es indicativo, de que pretende mover el péndulo, hacia el autoritarismo, suprimiendo los medios de control,  en el sistema democrático republicano.

 

El uso de medios de divulgación oficiales, no representa sana competencia en ámbito de la comunicación, pues muestra un segmento de objetivos a lograr, sin que el ciudadano pueda tener la opción de decidir, sólo se pretende que siga la corriente oficial. La credibilidad acumulada de los medios tradicionales, está siendo explotada en esta forma de Revolución, impulsada desde el Ejecutivo.

 

La acción de los Troles, como medio de comunicación en dos vías, utilizando los fondos públicos, también manipula la opinión pública, dando una sensación de mayoría absoluta, en favor del Presidente Bukele, siendo que dicha mayoría la da el silencio de la mayoría de la población, que cree que los planteamientos, son únicamente propaganda electoral o que es una moda que pasará, ante el rechazo pasivo de la población.

 

Las encuestas, realizadas desde el Ejecutivo, de forma directa, mediante prestanombres o por intereses electorales del oficialismo, confirman la inducción de la opinión pública, hacia determinado objetivo y, lo que puede ser normal o aceptado en una democracia (utilizar publicidad), se convierte en un mecanismo de manipulación del sistema político. Estas son las razones por las que deben existir, redes de opinión de personas reales, de organizaciones y gremios representativos y, la realidad de medios independientes.

domingo, 10 de enero de 2021

POLÍTICA MODERNA

 


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

La forma que en El Salvador se está llevando la política, es de guerra interna, cuyo fin es crear un nuevo orden, por medio de una Revolución, que cambie nuestro tradicional estilo de vida, en detrimento del sistema republicano y democrático.

 

El sistema político republicano y democrático, fúndase, en la mayor posible participación ciudadana, en el período electoral, sobre candidatos claramente identificados con una ideología o principios partidarios. En cualquier problema social que pudiese presentarse a futuro, el votante podrá saber de antemano, cuál será la posición que tomará su funcionario electo y que obedecerá a la intención mayoritaria de la sociedad. Si se desviase de su mandato, sería castigado con un voto de rechazo. La confianza irá a otro candidato o, a una ideología diferente.

 

Este es el sistema que prescribe nuestra constitución, en el ARTICULO 85.-“El Gobierno es republicano, democrático y representativo. El sistema político es pluralista y se expresa por medio de los partidos políticos, que son el único instrumento para el ejercicio de la representación del pueblo dentro del Gobierno. Las normas, organización y funcionamiento se sujetarán a los principios de la democracia representativa.

 

Este principio fue roto por primera vez, cuando la Sala de lo Constitucional permitió las candidaturas independientes (que no han dado resultado en la práctica), introduciendo criterios jurídicos, ajenos a nuestro derecho, pero acordes con la deformación del sistema democrático, introducida por el pensamiento Revolucionario: pone al partido político, como estructura cuyo único fin, es el lucro personal y el control económico oligárquico, generalizando la conducta delincuencial de algunos funcionarios. Este criterio vece reforzado, por la poca apertura de las cúpulas partidarias.

 

El segundo rompimiento constitucional se da, cuando dos partidos políticos de diferente tendencia, participan juntos, bajo el auspicio de Nayib Bukele. Cuando los candidatos carecen de méritos propios, se cobijan bajo la bandera de su partido, más ahora, lo hacen, bajo la sombra autoritaria de Bukele. Lo que es, en sí mismo, un fraude al electorado, pues éste, al votar, no lo hace por el candidato, sino por un arrastre político, que sólo augura la tiranía absoluta.

 

La práctica electoral ha sido: “hacerse querer por el votante”, mostrándose como bueno y más dadivoso que los otros y que, resolverá todos los problemas personales, por una acción directa y no, por facilidad propia del sistema republicano para el desarrollo personal Esta práctica, ha conducido lentamente hacia el populismo, fortaleciendo la idea de la Sala de lo Constitucional, de la necesidad de romper el esquema partidario, sin percatarse, que se está derribando el sistema democrático.

 

Por esta razón, la propaganda de Bukele, basada en la anti política, ha dado resultado y ejecutada por estructuras políticas, que luego de alcanzado el poder, lo convertirán en dictadura. Es el caso de Nicaragua, Venezuela, Bolivia y Ecuador.

 

La falta de participación ciudadana en el proceso electoral, causa que estructuras mínimas, como las que apoyan a Bukele, sean magnificadas, por su activismo directo o por sus Troles, en detrimento del sistema democrático.

 

La deformación de los conceptos, propia de la propaganda de esta minoría, ante la ausencia de una respuesta contundente, fuera de la de los partidos políticos, les permite que aseguren que son mayoría.

 

Un nuevo fenómeno, es que el populismo exige una conexión fuera de la institucionalidad: del dictador a la masa, con lo cual, al controlar la expresión fuera del sistema eleccionario, puédese controlar también, las instituciones.

 

El Ejecutivo está llevando una guerra por poder, sacrificando irresponsablemente la vida del país, olvidándose de las palabras de Tzun Tzu: “un pueblo destruido no puede hacérsele renacer, y la muerte no puede convertirse en vida”.

jueves, 7 de enero de 2021

ANARQUÍA, REPÚBLICA BANANERA

 


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

Todo cuanto ha sucedido en el Capitolio –Estados Unidos- el día 6 de enero del presente año, se ha comparado con las disputas de las elecciones, en las Repúblicas Bananeras (mote despectivo que, en los Estados Unidos, se da a las Repúblicas centroamericanas por sus débiles o nulas democracias). Debe servir de advertencia, para cuando se altera el orden jurídico, en su proceso más crítico, el electoral. Este proceso, actualmente en El Salvador, ha entrado ya a una fase de anarquía controlada.

 

Las elecciones son de diputados y alcaldes, pero el Presidente hace campaña, como si estos funcionarios, fuesen a estar a su servicio y voluntad, en el aparato Estatal; esto, según los spots publicitarios, siendo que los funcionarios, lo son sólo, de la nación, para la nación y por la nación. El término pueblo, ha sufrido en su significado, una deconstrucción: de ser sinónimo de ciudadanía, ahora es sólo la voz del populismo, en boca de un autócrata, legitimado por un proceso electoral.

 

El proceso electoral salvadoreño, ha pasado del cambio lingüístico, a acciones concretas para la eliminación sistemática de la propaganda opositora y, la utilización del aparato del Estado, en favor de los candidatos del Presidente, que corren por Nuevas Ideas y GANA, en una forma de fraude electoral. Como reacción, muchas alcaldías han retirado la propaganda oficial, instalada en propiedad municipal, generándose anarquía, pues en controversia, resuelve el Tribunal Supremo Electoral, constituido luego de los acuerdos de paz. Se resuelven hoy las controversias, por la vía de hecho y no, de Derecho.

 

La anarquía imperante, débese a la propaganda que afirma que el TSE, controlado por los partidos políticos, obedece a la oposición, contra el Presidente Nayib Bukele, por lo que sólo dos son los bandos en contienda: el Presidente y la oposición. Esto ha causado un caos controlado, pues el TSE ya no es un ente rector.

 

Inició el caos controlado, con el llamamiento al pueblo para invadir a la Asamblea Legislativa. Como éste no respondió, lo substituyó por la PNC y la Fuerza Armada, sin consecuencias graves, minimizado por los Diputados allegados a Bukele. La impunidad de tal hecho, permite que la anarquía impere y se proponga una Revolución, como gritan sus Troles. Así la anarquía va creciendo y afirmando el concepto de que El Salvador, es sólo una República bananera.

 

Si las fuerzas vivas salvadoreñas, no se imponen, en nuestro presente proceso eleccionario, en apoyo al TSE y a la institucionalidad del país, veremos seguramente, un mayor caos al acercarse las elecciones, pues si el oficialismo pierde, buscará la forma de imponerse por la fuerza o el soborno y, si llega a ganar, procurará legitimar todo lo hecho anteriormente, mediante una nueva Constitución, sin respetar los principios de la actual.

 

Ya iniciamos un proceso inconstitucional, en contravención al Art. 248 Inc 2 y 3, que dicen:

“La reforma únicamente puede ser propuesta por los Diputados en un número no menor de diez.”

“No podrán reformarse en ningún caso los artículos de esta Constitución que se refieren a la forma y sistema de gobierno, al territorio de la República y a la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República.”

 

El proceso de estudio para la reforma de la Constitución, iniciado por el Presidente Bukele y ejecutado por su vicepresidente, depende de la fuerza que ejerzan en estas elecciones, para lograr la legitimación de su proceso Revolucionario. Sólo los salvadoreños pueden, con su voto y, con la defensa del mismo, poder detenerlo, antes que entremos a un caos mayor que el actual y que podamos desprendernos del mote: República bananera.