Publicación Acción

Es necesario expresar libremente el pensamiento político para el fortalecimiento de nuestro sistema democratico, republicano y representativo.



domingo, 21 de octubre de 2018

¿SE DESMORONA CENTROAMÉRICA?



Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

La marcha de hondureños a los Estados Unidos, parece   gestada por sectores radicales norteamericanos, usando fuerzas izquierdistas centroamericanas, aprovechando el caos desatado por los gobiernos del Triángulo Norte.

La marcha de hondureños hacia los Estados Unidos tiene, con otras marchas  históricas: la marcha de la sal  en la India (1939), la marcha de Martin Luther King en Estados Unidos (1963) y la marcha verde, iniciada desde Marruecos, hacia el Sáhara Occidental (1975), elementos comunes: la desobediencia al sistema, por medio de la resistencia pasiva.

La filosofía de Mahatma Gandhi, en lo referente a la resistencia pacífica, se puede resumir en estas dos frases: “La fuerza no viene de una capacidad física. Viene de una voluntad indomable” y “en una manera apacible, puedes sacudir al mundo”. La resistencia pasiva, busca desafiar el sistema, por medio sólo de la desobediencia, pues todo sistema legal, se basa en el principio de la aceptación general de la ley y, sólo se aplica la fuerza, en el caso minoritario de quieres la violan, pero en  caso de la desobediencia general, el sistema colapsa.

Centroamérica es  región dominada por la corrupción generalizada, potenciada por el narcotráfico y el crimen organizado. Esta situación, ha hecho que los índices de pobreza aumenten, que los endeudamientos nacionales sean descontrolados y, los niveles de inseguridad jurídica y física, obliguen a emigrar, convirtiéndose los Estados Unidos  en un sueño: al que bien puede aplicarse la frase de Martin Luther King: “Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando y ojalá no tuviera necesidad de soñarla.

Hay riqueza y prosperidad en todo país estable: donde hay caos y corrupción, sólo se encuentran el asesinato y la pobreza. Estados Unidos,  país estable, está rodeado de este caos y es natural, que la emigración busque su seguridad.

Sin embargo, parece que la emigración organizada en una caravana, no es espontánea; tiene dos dimensiones: la necesidad de los migrantes y las consecuencias políticas de la misma.  El migrante cree que dentro de su país, nada puede hacer;  quienes lo instigan, propónese crear caos dentro de Estados Unidos, haciendo colapsar su sistema migratorio y legal. Localmente, ocupan a los migrantes como arma política, para que Estados Unidos, desvíe la presión hacia los gobiernos corruptos de la región.

Estados Unidos debe  bloquear cualquier ingreso masivo de inmigrantes, pues si no lo hace, habría una masiva inmigración, no solo centroamericana, sino repetirse el caos desatado en Europa, por los conflictos africanos y medio orientales. La amenaza podría favorecer electoralmente a Trump y a los republicanos; sin embargo, la presión que se pueda ejercer sobre los países del área (triangulo norte) puede ser dudosa, pues de hecho, estos son hostiles a las políticas norteamericanas: su mirada aún  está sobre el socialismo latinoamericano.

La posición de la UE, será favorable a los Estados Unidos, pues está sufriendo los efectos de la emigración descontrolada. Pero el reflujo de migrantes que retornarán por no poder ingresar a México, creará una desestabilización a mediano plazo, en El Salvador y Guatemala.

El llamado de que salga una caravana de salvadoreños hacia Estados Unidos, en un intento de forzar la emigración masiva, es un desafío al sistema, y  al ser contenida, desestabilizará esta área, creándose un problema humanitario aún mayor, que puede afectar la precaria seguridad de los salvadoreños y amenazar la seguridad de Estados Unidos.  La emigración organizada, es  modo de resistencia pasiva, que puédese hacer quebrar el sistema legal y económico del área, lo cual repercutiría en los Estados Unidos, a un mediano plazo.

miércoles, 17 de octubre de 2018

AD DEFENDUM IUS RESPONSUM DEI



Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra


En el libro, “Teología del Martirio Cristiano”, el Padre Juan Vicente Chopin Portillo, compara el martirio de la Iglesia de los primeros siglos, con la muerte de los revolucionarios actuales y, rebate los argumentos Teológicos de Fray Ricardo Fuentes Castellanos, por lo cual acreedor es, del derecho de respuesta, para la defensa de Dios.

Fray Ricardo Fuentes Castellanos, fue un sacerdote Dominico salvadoreño, que inició sus estudios religiosos en la España Nacional, al tiempo en que anarquistas y comunistas, asesinaban a sacerdotes y monjas, en la España Republicana. Por la defensa de la Fe y los valores nacionales, recibió del Generalísimo Francisco Franco, la Orden de Cisneros (que se otorga por servicios relevantes prestados a España) y  el General Augusto Pinochet, le confiere la Orden de Bernardo O´Higgins, siempre por su defensa de los valores cristianos y de libertad. Desde mediados de los años 70´s, fue marginado de la Iglesia (porque advertía de  ésta, su desviacionismo y herejía)  y, ya como Diocesano, se ganó la vida, gracias a sus artículos, publicados en los periódicos y su labor en el Centro de Estudios Económicos y Sociales, desde donde se difundían los valores de libertad y principios económicos, basados en los principios de Ludwig Heinrich Edler von Mises (escuela austriaca de economía).

El “tradicionalismo”, al que hace alusión el Padre Chopin,  tiene su origen en la aplicación de los principios dados en el Concilio de Trento, y las doctrina de San Agustín de Hipona  y Santo Tomás de Aquino (ambos Doctores de la Iglesia). Este pensamiento tradicionalista considera que el “racionalismo”, ha llevado al hombre a centrarse sobre sí mismo y no, sobre Dios. La Teología de la Liberación, al considerar que la iniquidad, es causa de los problemas sociales y exigir la participación social, en las luchas políticas se deriva de la Fe, deja a Dios de lado y, se centra en el Hombre, mereciendo así, las condenas Papales. (El tradicionalismo en su expresión política Española: el “Carlismo”, puede apreciarse en las obras de Ramiro de Maeztu,  Juan Vázquez de Mella y Antonio Aparisi y Guijarro, cuya consigna es: DIOS, PATRIA, FUEROS, REY).

En la Iglesia primitiva, el martirio fue por Fe;  las luchas  revolucionarias actuales, constituyen una agresión a lo establecido por el formalismo de la sociedad, expresado en el Estado y, si nos basamos en los principios aplicables, para determinar la licitud de la guerra (razonados por los Teólogos Salamantinos), el que inicia la guerra, realiza una guerra injusta y la sociedad que se defiende, realiza un acto de legítima defensa.

En El Salvador, la guerra no hubiese sido posible, si la Iglesia católica, no utiliza a las Comunidades de Base (impulsadas por los Padres Rutilio Grande, Inocencio Alas, Ignacio Ellacuría, Plácido Erdozaín y muchos otros) como medio de reclutamiento para las FPL y ERP.

Monseñor Romero, fiel a la Teología de la Liberación  negó consuelo a la familia de un secuestrado y asesinado, por ser “familia oligarca”, pues según esta forma de pensar, el pecado nace de la materia y la iniquidad social y no,  del incumplimiento de las virtudes teologales; fe, esperanza y caridad. Virtudes que Dios infunde en la inteligencia y en la voluntad del hombre, para ordenar sus acciones.

Con la obra “Teología del Martirio Cristiano”, se pretende establecer, que el pensamiento “tradicional” de la Iglesia Católica, ha sido errónea y que, lo derivado del Concilio Vaticano II, es lo correcto. En la práctica, justifica la insurgencia, en la guerra de los años 80´s  y obliga a los católicos a aceptar los principios revolucionarios. ¿Estarán los católicos tradicionales destinados a profesar en las catacumbas?

martes, 16 de octubre de 2018

PARADOJA DE LA DERECHA



Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
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La Derecha, en su mayor parte,  conformada  por católicos conservadores y practicantes de la religión católica. Por la canonización de Monseñor Romero,  la Iglesia exige que las doctrinas del nuevo santo, sean aceptadas por toda la feligresía, lo que presenta un conflicto espiritual, pues dichas doctrinas – expuesta en homilías y discursos – son contrarias a la Fe tradicional y, contra el principio de libertad individual
Javier Nevascas escribe en INFOVATICANA, el 2 de mayo del 2018, sobre la Teología de la Liberación: “es un intento utópico y perverso de conjugar cristianismo y marxismo”. Calificación  sustentada en la Encíclica “Quod Apostolici Muneris”, de León XIII, que califica al comunismo marxista, como “mortal enfermedad que se infiltra por las articulaciones más íntimas de la sociedad humana, poniéndola en peligro de muerte”. El Papa Pío XI, en la Encíclica “Divini Redemptoris”, definió al comunismo marxista como “intrínsecamente perverso, y no se puede admitir que colaboren con el comunismo, en terreno alguno, los que quieran salvar de la ruina la civilización cristiana”

En la práctica, dichos calificativos fueron vacíos, pues el XXVIII General de la Compañía de Jesús, Padre Pedro Arrupe, hizo   dar un giro a la Compañía de Jesús, quedando así, desechada la doctrina papal, pues se impuso el concepto de “dar una bocanada de aire fresco a la Iglesia”.

Esto afectó la percepción de la Fe, que es creencia viva en los hechos que vienen predicándose por dos mil años. Hoy la idea es que la Fe debe trasladarse a luchas concretas en el ámbito político, para que sea Fe “viva” que dé al hombre un bienestar material, olvida completamente el fin espiritual y el propósito universal humano que consagra el Catecismo, de conocer, amar y servir a Dios. Una lucha de clases, es contraria al Cristianismo.

Hoy  la masonería, es el centro de libertad de pensamiento humano  y, por eso, ha sido señalada como contraria a Monseñor Romero, pues quiere encausársele revolucionariamente, por efecto de la FE, dictada por intereses políticos, que  afirman que la salvación, está en las luchas sociales y, el pecado, es la acumulación de riqueza, sin importar su origen (trabajo o herencia).

Los que piden perdón públicamente, por haber escrito contra Monseñor Romero ¿renunciarán al liberalismo, por el colectivismo? ¿Dejarán de defender la libertad y se sumarán a las organizaciones sociales revolucionarias? Creo que no, pero con sólo considerar una actitud neutra o pasiva, que no defienda sus valores, se carecerá de la suficiente fuerza, para oponerse al socialismo y marxismo.

La “Instrucción sobre algunos aspectos de la ‘Teología de la liberación” dado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, de 1984, será revertida en el caso de que Monseñor Romero, sea nombrado Doctor de la Iglesia,  pues tal título, marca que su doctrina, es guía para el futuro de la Iglesia. En la actualidad, hay treinta y seis Doctores de la Iglesia y, el último nombrado fue San Gregorio de Narek, un místico y teólogo armenio, que murió en  1010, nombrado Doctor, el 2015.

El 1 de julio de 1949  el Santo Oficio decretó, en referencia a si un católico puede inscribirse o ser miembro de un partido a fin al comunismo,: “se debía responder “no” porque el comunismo es materialista y anticristiano y, sus jefes, aunque de palabra digan algunas veces, que ellos no combaten la religión, sin embargo de hecho o, con la doctrina, o con las obras, se muestran enemigos de Dios, de la verdadera religión y de la Iglesia de Jesucristo”.

¿Seguiremos una desviación de la Iglesia o seguiremos la voz de nuestra conciencia, guiada por la Fe cristiana?

sábado, 13 de octubre de 2018

AUGE Y CAIDA DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN



Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra


Monseñor Vincenzo Paglia dijo: “Romero es el primer Mártir de la Iglesia del Concilio Vaticano II”,  aseveración que afirmó la aceptación de la Teología de la Liberación, dentro de la Iglesia Católica;  dicha desviación, está actualmente en auge, pero  en camino de su caída,   atada como está al socialismo Latinoamericano.

La Teología de la Liberación, nace en 1917: invención del teólogo bautista norteamericano, de origen alemán, Walter Rauschembusch, quien enseño en el Seminario Teológico de Rochester, Universidad de Rochester, Nueva York. Basándose en sus obras, los sacerdotes holandeses promueven  “la democracia eclesiástica”.

Los sacerdotes holandeses presentaron, en el Concilio Vaticano II (1962), sus posiciones teológicas, que fueron inaceptables para la Iglesia; más, al interpretar el Concilio y expresarlo en su “praxis”, se le dio una aplicación  “progresista”, introduciendo  ideas paganas y ateas, que ponían en práctica las doctrinas originalmente propuestas. Todo según las obras “El Progresismo Religioso”, de Manuel Molina y “Teología de la Liberación”, publicada por la Curia del Arzobispado de México.

La Teología de la Liberación, busca la “Liberación” del hombre del pecado, que es la “iniquidad social”.  Este propósito obliga a la Iglesia a la participación política o sea, la búsqueda del poder, el cual es ejercido por el feligrés obligado conjuntamente, con las fuerzas de izquierda, dicha situación es contraria a la tradición de la religión. Y pone a la Iglesia sujeta a los vaivenes políticos, olvidando espiritualmente al individuo, que  busca un refugio en el protestantismo, que no le exige participación política.

La Teología de la Liberación interpreta el cristianismo con un idealismo diferente: “la religión del pueblo”. En esta interpretación, la Redención de Cristo, pierde su carácter espiritual y sobrenatural, convirtiéndose en un fin puramente terrenal.  Se promueve la salvación terrenal, para liberarlo de la opresión económica y política, lo que  pone a esta Teología, hombro a hombro con el marxismo y el socialismo, en la búsqueda del poder.

Al basarse en los Evangelios, para sustentar tales teorías, la Teología de la Liberación promueve una interpretación nueva del cristianismo: se aleja de la Fe y constituye en su “praxis”, una negación de la misma doctrina.

La canonización de Monseñor Romero, es la culminación  de la Teología de la Liberación. Monseñor Romero dijo: “las minorías económicamente poderosas pueden organizarse en defensa de sus intereses minoritarios y, muchas veces con desprecio de los intereses de la mayoría del pueblo” (tomado de la “Iglesia y Organizaciones Políticas Populares”, de Monseñor Romero). Dicha afirmación justifica el alzamiento armado del FMLN y sus crímenes;  se justifica la lucha de clases, como medio de alcanzar sus fines y la Iglesia asume un papel histórico, sin  finalidad extraterrenal, como quedó plasmado en los Pactos de Letrán en 1929.

 Muchos sacerdotes, cuando mostraron su arrepentimiento de su participación guerrillera, en base a la praxis de la Teología de la Liberación, fueron asesinados por el FMLN, a excepción de uno, que murió pistola en mano (tomado de “La Iglesia Popular Nació en El Salvador”, obra de Monseñor Freddy Delgado).

El socialismo y el comunismo Latinoamericano están cayendo por su propio peso: corrupción y  generación de caos social: ¿esto es lo que apoya la Iglesia?, parece que sí. Dañará la espiritualidad de la Iglesia.

Dentro de poco tiempo serán, proclamado beato Rutilio Grande y mártires, los sacerdotes jesuitas. Se agudizará aún más, la crisis entre el catolicismo y la Teología de la Liberación pues se pedirá juicio contra la derecha;  la venida del Papa, tiene finalidad política y, dentro de muy poco tiempo, tendremos la exigencia de responsabilidad hacia ARENA y luego, hacia la empresa privada.

miércoles, 10 de octubre de 2018

CAMINO DE VENEZUELA Y NICARAGUA



Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra


La encuesta de la UTEC, publicada el 9/10/2018, marca  tendencia favorable hacia Nayib Bukele y,  las maniobras políticas del presente Gobierno, están creando situación favorable para que El Salvador sea, muy pronto,  un Estado fallido como Venezuela o Nicaragua; será necesario entonces, salir a las calles, para reconquistar nuestra libertad.

La apertura de relaciones diplomáticas con China y el estrechamiento de relaciones con Rusia, son para contrarrestar la posible influencia de Estados Unidos y la Unión Europea: se prepara un  aislamiento internacional, para que  fuerzas nacionales  opositoras, no tengan injerencia en los asuntos de éste país.

ARENA no ha podido conectarse con el votante conservador: se ha cerrado en derredor de las estructuras de sus electos funcionarios. La mayoría conservadora, rechaza  todo proceder  en el cual, se advierta truco o abuso de poder. La hábil propaganda de la izquierda, ha imbuido en el sector conservador, la creencia de que a ARENA, le mueve la corrupción y no, la oposición política. Si estos fenómenos no cambian, el partido no crecerá.

Los jóvenes  ven la corrupción del presente, la  cual en todo político presumen, pero no pueden ver los crímenes que se cometieron en el pasado: empleo  de menores en la guerra, uso de minas,  secuestros y asesinatos; que ahora se  consideran  “ hechos correctos”, aunque se condene las acciones  necesarias para contrarrestar dichos crímenes, que sólo pueden ser valorados, por quienes vivieron o participaron del conflicto.

El presente Gobierno, está preparando una Ley mordaza, para censurar a los medios de comunicación y redes sociales y, contrarrestar el caos que se desatará, por las medidas populistas de Bukele o Martínez.  Ante el caos económico, se espera que China, aporte el dinero necesario, para la subsistencia de un Gobierno de izquierda.

Si Estados Unidos, para evitar la amenaza que El Salvador representase para el área, nos presionase, nos inclinaríamos hacia China y Rusia, como lo hizo Fidel Castro y hoy, Nicolás Maduro. El FMLN, ha favorecido maras, crimen organizado y causa una emigración que puede aún, ser mayor. La relación con China, podría estabilizar en El Salvador, el modelo de Izquierda y profundizar la inestabilidad del país.

Bukele pretende ser una fuerza renovadora de izquierda: la social democracia europea (lo que aprueban  la UCA, y antiguos PDC), para muchos otros, representa los principios no realizado del FMLN (lo que satisface a Dagoberto Gutiérrez, Félix Ulloa y demás disidentes del FMLN). Bukele ha sido claro: su lucha es contra la cúpula del FMLN, aunque tiene el apoyo de José Luís Merino y de otros miembros del Partido Comunista. Muchos empresarios le creen sólo un izquierdista populista, que será “light” (inocuo) en su Gobierno y, que fácilmente, se podría negociar con sus actuaciones de Gobierno.

Solo la convicción de que nos depara un destino incierto, puede hacer una variación en el resultado electoral. Pensar que otros vendrán a sacarnos las castañas del fuego, es una mera ilusión, pues hasta ahora, ningún gobierno socialista, ha sido derribado por las armas: debe ser su población, quien los derrote en las urnas.

Por ahora, parece ser que la fuerza conservadora, no actuará: cree que los políticos viejos, deben salir de la palestra política para dar paso a una “nueva generación”, aunque esta no sea más que, que la que destruyó al país en la pasada guerra. Sorprende  ver en la estructura de Bukele, a antiguos izquierdistas, viejos PDC, de la época de José Napoleón Duarte y, a los más corruptos del Gobierno de Elías Antonio Saca.

Para contener el torrente izquierdista y su fuerza, será necesario convocar a la unidad nacional,  por el peligro común.

 


miércoles, 3 de octubre de 2018

¿QUIEN MATO A MONSEÑOR ROMERO?



Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra



Monseñor Romero, comenzó siendo un sacerdote conservador, pero débil de carácter, se dejó influir por los sacerdotes jesuitas, que encontraron en él, un candidato al Arzobispado, fácilmente manejable y, a quien, por consiguiente, sería fácil convencer de las nuevas ideas de la Teología de la Liberación, lo que no hubiese sido posible, si antes no se hubiesen iniciado  la lucha insurreccionaría y los cambios de Pablo VI.

La Teología de la Liberación, en sus múltiples tendencias, se desarrolló en El Salvador, al amparo de la guerra insurreccional y, tuvo su sustento, en las Comunidades de Base, organizadas por sacerdotes de   la Iglesia Católica;   facilitó el reclutamiento a favor de las FPL y ERP. La participación revolucionaria de algunos sacerdotes  significó, en toda Latinoamérica, un eje teológico, para las futuras insurrecciones, planificadas desde la Unión Soviética. Preparo un escenario católico, que sobreviviese a un posible triunfo de la izquierda revolucionaria.

La versión sostenida hoy, por la Iglesia católica, es que Monseñor Romero fue asesinado en martirio, por orden del Mayor Roberto D’Aubuisson; estos señalamientos han tenido como base, el clamor público de izquierda y no, pruebas científicas. Sin embargo, otros indicios pueden acusar  a otras personas, con  bases más creíbles, que la acusación que pesa sobre D’Aubuisson,

Una noticia publicada por Reuter,  el  31 de enero de 2009, firmada por Dan Williams, señala como responsable del asesinato de Monseñor Romero, a la “operación centauro”, ejecutada por militares venezolanos, en coordinación con Leopoldo Castillo (Embajador de Venezuela en El Salvador), cumpliendo órdenes del Presidente Luis Herrera Campins y, en relación con la CIA, en apoyo al Gobierno de José Napoleón Duarte. Esta versión, ha sido confirmada por el venezolano Mario Silva, en su programa “La Hojilla”, en Venezolana Televisión.

Don Ricardo de la Cierva, en su obra “Oscura Rebelión en la Iglesia”, plantea que Monseñor Romero, se había dado cuenta de su error teológico y que, por ello, fue asesinado por la Izquierda. Esta tesis podría ser apoyada por la hipótesis de que Salvador Sánchez Cerén, permitió, desde sus posiciones en Chalatenango, el paso de un tirador desde Honduras, y en coordinación con el Gobierno de José Napoleón Duarte. Otra teoría, expuesta en periódicos uruguayos, es que fue una operación planificada, desde los organismos de inteligencia argentinos, que anticipaban una expansión de la  Teología de la Liberación, como punta de lanza de la revolución latinoamericana.

Varias son las hipótesis sobre la muerte de Monseñor Romero, pero ninguna calza con el  fin político que hoy se persigue: hacer perder legitimidad moral a ARENA, porque su fundador fue el responsable de que se cometiese dicho asesinato. Basta oír las prédicas en la mayoría de las Iglesias, donde se venera a Monseñor Romero y se ha adoptado la simbología de la Teología de la Liberación.

San Juan Pablo II y Benedicto XVI, fueron opositores a la santificación de Monseñor Romero, pues su doctrina caía en la herejía y, su ortopraxis, conduce a la herejía  de la Teología de la Liberación, que insta a la revolución, señalando que el fin de la Iglesia, es estrictamente terrenal y no, extraterrenal.

El actual Papa Francisco I, siendo encargado provincial jesuita, en Argentina, tuvo mucha inclinación hacia la Teología de la Liberación y así, Monseñor Romero, es elevado a los altares como ejemplo de la revolución religiosa, en  lucha contra el “imperialismo” y la “desigualdad económica”. Monseñor Romero, es venerado como político, por las Iglesias Luterana y Anglicana.

Muchos  católicos  aún ven en Monseñor Romero,  como político de izquierda y, la Iglesia reconocerá su error en los siglos venideros, como ya lo ha hecho, en otras ocasiones.