Publicación Acción

Es necesario expresar libremente el pensamiento político para el fortalecimiento de nuestro sistema democratico, republicano y representativo.



martes, 29 de noviembre de 2016

¿NUEVOS ACUERDOS DE PAZ?


Por    
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra       
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 29 de noviembre de  2016.

Muy arraigada está en la comunidad internacional, la creencia de que son necesarios nuevos Acuerdos de Paz o Pacto de Nación, debido a la polarización política actual y, a la incapacidad del Gobierno, para controlar a las pandillas; sin embargo, cabe preguntarse ¿Qué se negociaría en relación con la estructura Constitucional, creada en 1992? Pues sólo la libertad económica y el sometimiento del Estado, a una fuerza superior: la de las pandillas.

Todo el esfuerzo político y constitucional desde 1992, ha tenido por objeto crear una estructura y vigencia del Estado de Derecho, para lograr el Estado Social de Bienestar (Wohlfahrtsstaat),  teniendo como fundamento constitucional, los artículos 1, 2 y 103 de nuestra Constitución, los cuales aseguran la supremacía del Estado, en beneficio del individuo y, el derecho de éstos, a gozar en plena libertad económica, el fruto de su esfuerzo.

El Gobierno ha pretendido interpretar la “función social”, sólo en su significado excepcional: la capacidad del Estado para disponer de los bienes privados y, poder cumplir su función pública y no, la amplia y conveniente a la sociedad: generar riqueza particular que, en conjunto, sostiene la economía nacional. La interpretación del Gobierno, considera la riqueza particular, como objeto a distribuir entre las pandillas, para que puedan satisfacer sus necesidades, considerándolas no como delincuentes, sino como una fuerza política de la que podría disponer.

Si sobre temas económicos, se celebrase un nuevo “pacto de nación” o Acuerdo de Paz, se alteraría el orden constitucional y se debilitaría el Estado de Derecho, haciendo imposible aspirar a estadios superiores de bienestar social. Para cualquier consideración, el primer requisito es el sometimiento de las pandillas, pues conllevaría la superioridad del Estado y cumplimiento del Estado de Derecho; de no ser así, el Estado y las pandillas serían equivalentes en su poder: no puede haber en consecuencia, acuerdo, sin sometimiento de las pandillas al Estado.

La percepción de que existen dos fuerzas en conflicto, sosteniendo una polarización ideológica, ha sido creada por una maniobra del Gobierno y, en la cual ha caído ARENA, pues al asistir su Presidente, para negociar con el Presidente de la República y el Secretario General del FMLN, formando una comisión bilateral,  han roto la estructura política del país, aceptando que la Asamblea Legislativa sea formalizadora de los Acuerdos alcanzados en Casa Presidencial, por un bipartidismo. Los acuerdos formalizados mediante Actas de entendimiento, pasan de lo fáctico, al orden constitucional y, lo constitucional, queda relegado a un formalismo.


Se ha transformado el FMLN, de “partido en el Gobierno”, a “Gobierno” y, ARENA, de oposición, a “estructura paralela de Gobierno”, sin tener las atribuciones  ni la fuerza correspondientes. Esta transformación, forzada por el Presidente, crea una polarización política que sale de su esfera natural, creando el escenario que justificaría, nuevos Acuerdos de Paz, los que darían al FMLN, el alcance de sus objetivos económicos, planteados dentro de sus propuestas del pasado conflicto armado. De igual manera, se legitimaría una fuerza ilegalmente armada, y que serviría a quien tuviese mayor capacidad para manipularla satisfaciendo   sus intereses, en detrimento de la seguridad del área centroamericana. 

miércoles, 23 de noviembre de 2016

REFLEXIONES SOBRE LA POLÍTICA DE TRUMP


Por    
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra       
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 23 de noviembre de  2016.

Para los seguidores de Clinton, las propuestas políticas de Trump son políticamente incorrectas; sin embargo, la gran mayoría de ciudadanos norteamericanos  ven perturbada su forma tradicional de vida, por causa del  gran número de inmigrantes inadaptados a su nuevo sistema de vida, pero del cual pretenden gozar sus beneficios, siempre conservando los tradicionales sistemas, traídos de su país de origen. Para resolver los conflictos foráneos y mantener la estructura de comercio, débese invertir un caudal económico, político y militar, que perjudica internamente a los Estados Unidos.

Origen de la creciente emigración hacia los Estados Unidos, son la globalización y los problemas sociales en muchos países. Los emigrantes esperan  encontrar allí, un medio de vida con la satisfacción de sus necesidades. Latinoamericanos, africanos, asiáticos árabes etc., emigran hacia los Estados Unidos, pero en donde  por lo general, su aporte no es palpable por la sociedad norteamericana, pues pretenden, en dicho territorio, conservar su forma de vida, sin integrarse socialmente al sistema.

Como efecto de la integración racial, en los Estados Unidos, se da la tolerancia a las minorías, de la que gozan todas las etnias e identidades culturales de inmigrantes; generan, como consecuencia, en conjunto, la supremacía de las minorías sobre la mayoría, modificando la estructura social y política, creada por el pensamiento liberal europeo de los padres fundadores y que, fue principio político de la consolidación de los Estados Unidos.

El sistema basado en la solidaridad comunitaria y que, elevase hasta la estructura estatal y federal, no puede asimilar la inmigración actual, ni sostenerse  a causa de la globalización generada por el comercio mundial moderno. Anhela el norteamericano común  su sistema liberal de origen,  que es  alterado por la política global de su Gobierno  y los problemas generados por la inmigración.

La visión política que ha llevado a Trump al poder, consiste en poner paro  a la inmigración: argumenta que en  cada país, los ciudadanos deben encontrar cómo resolver sus problemas de trabajo y vida en paz, evitando, como hacen en el presente,  que encuentren la solución sólo en la emigración, la cual  hacen en su gran mayoría, hacia los Estados Unidos.

Para el norteamericano común, los problemas de los diferentes países del mundo, no deben ser resueltos por los Estados Unidos, ya sea protegiendo a la población inmigrante, con  asistencia económica o intervención militar en el extranjero. Esta solución  política, provocará en los Estados Unidos una involución geopolítica y, sus efectos, no pueden predecirse con certeza, pues impactarán directamente, a los mismos norteamericanos que votaron por Trump.

El bienestar económico de los Estados Unidos, es consecuencia de la globalización de su comercio y la expansión de su área de influencia. Un cambio radical en su política de comercio,  puede afectar negativamente la economía global de los Estados Unidos, pues en cierto sentido, conlleva  aislacionismo,  en derredor de su Heartland y por consiguiente,  un tratamiento distinto de su  área de influencia o Hinterland. Esta propuesta que establece una nueva relación  con sus inmigrantes y el resto del mundo, derivase  del legítimo deseo norteamericano, de preservar su cultura; pero plantea nuevos problemas políticos que tendrá que resolver su diplomacia.

Los latinoamericanos podrán prever la presión internacional, para acabar con la corrupción de sus gobiernos y, enfrentar sus problemas internos, que se multiplicarán cuando  la emigración y la cooperación internacional disminuyan. La relación que pretenderán estrechar los países socialistas con China y Rusia, profundizará sus problemas sociales y deberán sobre todo,  enfrentar a la delincuencia generalizada y, a sus caudillos populistas que reprimen las libertades política y económica.


domingo, 6 de noviembre de 2016

EN LOS ESTERTORES DEL CHAVISMO


Por    
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra       
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 6 de noviembre de  2016.

El Chavismo, durante diecisiete años, ha consumido las riquezas de Venezuela y, alejándose del sistema democrático, establecido  un régimen propio,  con impunidad y adhesión por sobrevivencia; en consecuencia, la cohesión de la oposición, ya no es sólo por principios ideológicos; es por alcanzar lo esencial para el sostenimiento de la vida que es de lo que éste régimen le ha privado. 

La Iglesia Católica ha  mediado,  no por motivos ideológicos, sino para evitar un posible derramamiento de sangre y, facilitar la recomposición o balance político, que permitan la estabilidad relativa necesaria, para que funcionen los mecanismos democráticos. Pero el Chavismo, lo usa como tregua para dilatar el proceso revocatorio y asirse así, al poder. Lejos de lograr sus objetivos, esta situación provocará la radicalización en la lucha venezolana  pues, en la mente del hambriento opositor venezolano, su subsistencia depende de la caída del régimen; para el chavista de calle, sus precarias raciones alimenticias dependen del actual régimen y de éste, depende la riqueza personal y libertad de sus dirigentes.

Esta situación no puede ser controlada por la Iglesia Católica, ni por los líderes opositores, que se verán obligados a seguir la lógica la numerosa población  que desea subsistencia. Sólo la producción de insumos básicos y, el restablecimiento de los canales normales de distribución masiva, pueden detener una confrontación; y, considerando que la destrucción de los centros de producción, por confiscación o ahogamiento económico de la convertibilidad, debe de agregarse que más de la mitad de los locales de Mercal y Pdval (estatales) tienen sus puertas cerradas (11,807 hasta agosto del 2016),  aún se puede leer en “aporrea” las recriminaciones del Gobierno a sus mismos encargados de abastos,  porque para aparentar eficiencia, maquillan las cifras reportadas. De esta manera los mismos funcionarios ocultan su corrupción y el mercado negro en derredor de la alimentación.

Por el caso venezolano, vemos claro que la estabilidad social  no proviene del otorgamiento abstracto de derechos, ni de la ampliación de derechos electorales, sino del bienestar económico, por el disfrute  de los bienes y servicios que ofrece el mundo moderno, en un amplio mosaico de posibilidades económicas, que pueda adquirir el individuo,, acorde a su desarrollo personal. Sólo sobre la asegurada satisfacción de sus necesidades básicas, pueden asentarse todas las demás libertades abstractas y así, el sistema será suficientemente fuerte, para mantenerse por sí solo, dentro de la democracia.

La intervención de otros países suramericanos en los asuntos venezolanos, se ha debido a la expansión geopolítica del chavismo, mediante el poder petrolero, y hoy busca un nuevo equilibrio,  que no dañe la economía y estructuras políticas de los países intervenidos. Procurase también, en la medida de lo posible, que la crisis social venezolana, no contamine a sus vecinos,  para no provocar una catástrofe regional.


El caso venezolano no es único: todos los países socialistas han llegado al colapso por la crisis de su sistema económico y así nos preguntamos  ¿cómo enfrentarán esta transformación los países socialistas latinoamericanos? El caso de Cuba está claro: habrá una transición pacífica, luego de la muerte de los hermanos Castro, propiciados todo por su mismo régimen. No está claro, si la transición  en Venezuela, Nicaragua, Bolivia,  Ecuador y El Salvador, será pacífica, pues sus gobiernos, ven su ejemplo en Venezuela. No lograron  Brasil y Argentina, consolidar un régimen socialista pleno, impidiendo el funcionamiento de la democracia,  por ello, sus transiciones han sido pacíficas y se ha dado el enjuiciamiento de Cristina Fernández y Dilma Rousseff.