Publicación Acción

Es necesario expresar libremente el pensamiento político para el fortalecimiento de nuestro sistema democratico, republicano y representativo.



miércoles, 29 de septiembre de 2021

ILEGITIMIDAD Y AISLAMIENTO

 

Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION

 

La ilegitimidad del presente Gobierno quedó clara, por la resolución de la Cámara de Familia, prohibiendo la remoción, de la tercera parte de los jueces del país y, el cambio de la situación jurídica, a una de fuerza; además, el presente Gobierno, pretende aislarse por medios económicos, de quienes le critican: el concierto internacional, para forzar su consolidación interna, pretendiendo disimular, dicha situación, ofreciendo una era de prosperidad, que es incompatible con sus acciones.

 

La medida cautelar emanada de la Cámara de Familia, tiene como asidero legal la Constitución y Tratados internacionales. Al ser desatendida por Corte Plena, para aplicar un Decreto Legislativo, con inclinación política partidaria y, en agravio a la Constitución y a la independencia de Poderes, permite la desaparición del equilibrio de poderes, cambiando la situación de jurídica, en una de fuerza; lo cual deberá dirimirse, en un nuevo conflicto social.

 

Los rechazos a las medidas del Gobierno, cada vez son mayores, al igual que los señalamientos internacionales. Para controlar este rechazo, el Gobierno procura un distanciamiento, con la comunidad internacional que le es adversa, e implementa el Bitcoin para distanciarse económicamente, creando un económico cuello de botella, para controlar a la población. Este proceso, finalizará con una criptomoneda local, controlada por el Gobierno. El pago de salarios y pensiones en Bitcoin, es para forzar tal dominación al desequilibrar la economía nacional.

 

La caída de los bonos, emitidos por el Gobierno, en sus variados plazos, es consecuencia de la apreciación de la condición económico-politica nacional, que va en descenso, mientras el autoritarismo cobra fuerza, haciendo depender toda decisión política, de los deseos de Nayib Bukele y, de sus intenciones e intereses: ya no es el país, el que responde, es la voluntad del autócrata.

 

El anuncio de que los salarios y pensiones serán pagados en Bitcoin significa, además de los problemas prácticos que ya se han generado, la disminución del dólar físico, pues su cambio dependerá de BANDESAL, como actualmente funciona en Venezuela, drenando de nuestra economía, una moneda de aceptación mundial, por otra, sólo de mínima aceptación local.

 

La decisión de China continental, de declarar el Bitcoin, de uso ilegal en el país, así como de su convertibilidad, limita la posibilidad de integrarse económicamente, con dicho sistema (la segunda economía del planeta), necesario para un desarrollo, como el planteado por Bukele y sus troles, usando como base el Bitcoin, comparándonos con Singapur, que basó su prosperidad, en la libertad económica global, mientras que aquí, se pretende promoverla en base al autoritarismo y populismo.

 

Si el 2020, fueron detenidos en la frontera con Estados Unidos 87,702 salvadoreños y se espera para este año, 100,000 ¿Cuántos han pasado? El aumento se debe a la emigración forzada, por las condiciones políticas del presente Gobierno, en un círculo provocado por él: inseguridad física- económica-jurídica.

 

El problema de la oposición, es la falta de liderazgo y guía ideológica clara, pues no basta con plantearse la necesidad de deponer a Bukele, sino la de restaurar el orden alterado y la prevalencia de la Constitución de 1983, bajo los principios de libertad y respeto a un ordenamiento democrático, basado en la representación y división de poderes.

 

El desarrollo económico, vendrá de la plena libertad de acción en la economía y, el abandono del asistencialismo que ha propiciado el populismo. El respeto a la Ley, implica el cumplimiento a la Constitución y, la estabilidad que genera la independencia de poderes.

 

Es necesario buscar la estabilidad política, en la solución de los problemas presentes y futuros y no, en la de los pasados, que sólo aseguran la continuidad de conflictos anteriores ya dirimidos.

miércoles, 22 de septiembre de 2021

A LAS CALLES

 

Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION http://publicacionaccion.blogspot.com

 

La manifestación popular del 15 de septiembre, fue del pueblo salvadoreño, expresión soberana, en repudio al presente Gobierno y, desde la primera manifestación, en la plaza de la Constitución, hasta ésta última, han ido sumándose integrantes, en cuanto que el Gobierno ha atacado los intereses de la ciudadanía: debemos analizar  sus implicaciones y la maniobra geopolítica de Bukele, para su consolidación: por la cual los salvadoreños, perderán su calidad de ciudadanos, convirtiéndose en siervos de una dictadura, al servicio de intereses extranjeros.

 

El Gobierno se ha excedido en los límites de su mandato, conforme a las leyes establecidas, por lo que, al romper el orden constitucional y, la institucionalidad nacional, la legitimidad de su mandato se ha perdido y la ciudadanía, no pudiendo expresarse en las urnas, opta por manifestar en las calles la razón de su repudio.

 

La destrucción del Órgano Judicial, el desvío de las funciones legislativas, la anulación de los partidos políticos (exceptuando el oficial), cierran los espacios democráticos para la manifestación de la soberanía y es la calle, el único escape.

 

Los repetidos ataques a las gremiales y la sobresaturación de propaganda gubernamental, en las redes sociales por medio de troles, ha sido ya superada, por los participantes opositores de carne y hueso, lo que ha vuelto al Gobierno, progresivamente, más incisivo en sus ataques a periodistas, jueces y particulares que se le oponen.

 

 El Presidente Bukele, procura contrarrestar los señalamientos de corrupción a su Gobierno, convirtiendo a El Salvador en una pieza de la geopolítica mundial, jugando contra quien le señala de corrupto: Estados Unidos y, responsabilizando a la comunidad internacional, del financiamiento, de las manifestaciones soberanas de descontento.

 

El enfrentamiento comercial que se está viviendo entre Estados Unidos y China continental, es muy parecido a lo sucedido en la Guerra Fría, cuando Centroamérica, fue un territorio en disputa, en un conflicto de baja intensidad. Conflicto que no hubiese sido mantenido, sin la logística de las potencias extranjeras. Desde Panamá a Guatemala, se derramó sangre, con actores y justificaciones nacionales. En esta lucha, México compró su neutralidad, permitiendo la logística, desde Cuba y Honduras y, se convirtió en un centro de abastecimiento para la Contra Nicaragüense y para el FMLN, mientras sufría tensiones políticas internas por ello; Nicaragua fue el receptor del terrorismo mundial: Hamas, Hezbolá, Brigadas Rojas, Baader-Meinhof, Fracción del Ejército Rojo, ETA etc.

 

Hoy pretende Bukele, nuevamente llevarnos a este foco de tensión mundial, en el cual se perfilan ya, las nuevas alianzas militares, que están amenazando la existencia de las heredadas de la Segunda Guerra mundial: la OTAN y la cercanía entre Estados Unidos con Europa.

 

El deseo expresado por el Vicepresidente Ulloa, de relacionarnos únicamente, con el ALCA (Área del Libre Comercio de las Américas), es para buscar relación, sin Estados Unidos y Canadá, como hecho, del acercamiento a los opositores de dichos países. Esto tendrá implicaciones para El Salvador: primero, lo sufrirá la comunidad salvadoreña en Estados Unidos, luego nuestra economía y, por último, los salvadoreños que confían en la institucionalidad democrática, para su vida diaria.

 

La manifestación en las calles, anula la legitimidad de los actos de Bukele y, es expresión de pertenencia a un Estado de Derecho y no, a una dictadura. Cada salvadoreño que pretenda conservar su forma tradicional de vida y, sus ansias de buscar progreso en el país, debe salir a las calles, expresando su pensamiento de repudio al Gobierno autocrático. La expresión soberana de hoy, protegerá a las generaciones futuras. El país es de los ciudadanos y no de quien se proclama dictador.

 

 

 

viernes, 17 de septiembre de 2021

CAMBIOS NO CONSOLIDADOS

 

Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

Nayib Bukele, no ha consolidado aún, los cambios realizados en el Estado, que cumplirán los siguientes propósitos: encubrir la corrupción de su Gobierno y, la transformación del Estado, de régimen republicano, al autocrático, con un cambio geopolítico. Otro propósito, es la destrucción de la oposición, asegurando que el régimen anterior era corrupto en sus estructuras, por lo que éstas deben ser destruidas, acusando públicamente, a las personas que ostentaron cargos públicos. La manifestación del 15 de septiembre, ha probado que las violaciones constitucionales realizadas por Nayib Bukele, carecen de la aceptación necesaria, para consolidar su régimen.

 

Responsabilizar la marcha, al financiamiento de potencias extranjeras, es negar las implicaciones de la misma y, menospreciar las fuerzas nacionales. Tales acusaciones, deben ser dirimidas por los canales respectivos, de lo contrario Nayib Bukele marca, mayor distanciamiento con la comunidad internacional. Aunque su reclamo fue general, claramente estaba dirigido hacia Estados Unidos. Por lo cual nos preguntamos: ¿Cuál será el futuro de nuestra relación con Estados Unidos?

 

Por la recurrente transmisión del incidente, en diferentes noticieros estadounidenses, una situación irrelevante, en el contexto de Estados Unidos, se volverá asunto de política doméstica, pues si un Gobierno, en la periferia de su “Lebensraum” o “espacio vital”, dominado por el crimen organizado, le es es cada vez más hostil, creando foco de inestabilidad en su frontera, tendrá que dar algún tipo de respuesta.

 

Mientras esto se da en el plano internacional, Nayib Bukele realizará los cambios propuestos el 15 de septiembre, con una mayor resistencia social, pues una reforma de pensiones, como la que han dado a conocer sus troles, implica la nacionalización y desaparecimiento de las AFP o sea, la confiscación de los fondos privados de los usuarios del sistema y, para aumentar las pensiones mínimas, tendrá que disminuir las pensiones de los otros, lo cual enfrentará una mayor resistencia.

 

La destitución de la Sala de lo Constitucional y del Fiscal General, parecería una acción política ya superada, más ahora se pide su reinstalo, como punto de partida, para el restablecimiento del Estado de Derecho alterado. Por lo que, dicho cambio, aún no ha sido consolidado, aunque los destituidos firmaran sus renuncias (bajo coacción), luego de su destitución.

 

Los cambios constitucionales, que pretende consolidar Nayib Bukele, serán rechazados, por alienar derechos constitucionales ya encarnados en la sociedad.

 

Nayib Bukele, es origen de esta misma resistencia, pues en años anteriores ocupó como lema de campaña, la invocación del Art. 87 de la Constitución: el derecho de insurrección, pero hoy, al no poder consolidar los cambios rápidamente, la reacción ciudadana va en su contra.

 

Sólo el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), es la única fuente de financiamiento que posee hoy el Gobierno, de allí su necesidad de llamar a una unión centroamericana, pretendiendo imponer su liderazgo, en función del populismo y engaños, situación que complica aún más, la posición geopolítica de Bukele, pues procura tener influencia, sin consolidación interna y, habrá que atender la reacción del resto de países centroamericanos, especialmente de Honduras y Guatemala, países donde ha puesto sus primeras miras, para un cambio geopolítico de Centroamérica con Estados Unidos.

 

La propaganda de los “saquitos” de Paco Flores, empleada por el FMLN, dañó mucho a ARENA, pero luego, revirtiese contra el mismo FMLN, utilizado por Bukele, como arma principal, en su lucha contra su partido de origen. Hoy, el derecho a insurrección, pregonado como lema de campaña, se le revierte: será su destrucción, porque tiene que luchar en dos frentes a la vez, el externo y el interno, sin haber consolidado sus cambios y habiendo perdido legitimidad.

 

sábado, 11 de septiembre de 2021

SOCIEDAD DESCARTABLE

 

Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICICACION ACCION

 

Con sus diferentes acciones, el Gobierno pretende que la sociedad salvadoreña sea descartable: interesa sólo quienes sirvan a los propósitos del Estado, los cuales son de variados géneros: desde consideraciones sobre la existencia humana, hasta la eutanasia y, la capacidad de generar utilidades, dentro de su sistema económico, excluyendo las estructuras políticas democráticas, por un sistema autocrático, que pretende dominar la vida cotidiana, suprimiendo las libertades individuales y así, ofreciendo la migración, como única alternativa a su sistema.

 

Pretender que la vida humana comienza, cuando criterios médicos lo establecen y no, desde el instante mismo de la concepción, crea personas “descartables”, y se aplica igual criterio al autorizar la eutanasia, pues las personas que ya no sea útiles al sistema o estorben a otras, podrán ser “descartadas”.

 

La Ley Bitcoin, divide a los salvadoreños en dos sociedades: la que posee la capacidad cognoscitiva o económica, de entender y adquirir la tecnología y, quienes no tienen capacidad económica ni entienden su mecanismo, por lo que esta es, población “descartable”, dentro del sistema económico nacional.

 

Si se posee la capacidad economica suficiente, para actuar dentro del mundo económico que pretende el Gobierno, no se será excluido. Por esta razón, varios troles del Gobierno, han dicho que, si no se quiere la reelección de Bukele, o el Bitcoin, pues que “vayan buscando a que país se van”: excluyen a los salvadoreños, de su patria siendo “descartados” y en sentido jurídico, vuélvense “apátridas”.

 

Los salvadoreños en el exterior, serán útiles, si envían sus remesas por medio de la billetera electrónica del Gobierno, que le dejará grandes ganancias; por lo demás, son ciudadanos que, no teniendo en El Salvador condiciones, para su superación, han emigrado en su búsqueda. Estos podrían considerarse doblemente desplazados, primero de sus lugares de origen en El Salvador y luego, por el presente Gobierno, que ve en ellos, solo su potencial económico, así que es una población “descartable”.

 

Las personas que habitan en los municipios que será denominados “Zona Económica Especial”, controlada en un futuro, por una potencia extranjera, serán personas “descartables” en beneficio del Estado. Los que habitan hoy en las líneas férreas, tendrán que desalojar sus viviendas para dar paso al tren anunciado por el Gobierno, por lo que son personas “descartables”.

 

La propuesta de la Defensoría del Consumidor, de elevar el techo de la exoneración de impuestos, a quienes ganen menos de $ 1,000.00, sería sensata, pero si se piensa en aumentar los impuestos a lo que el Gobierno considere “comida chatarra” y bebidas carbonatadas, o a los más ricos (sin especificar su fuente de ingresos, ni los montos a grabar), los de menor ingreso son necesarios, para justificar el alza en la inflación y los ricos, también son necesarios, para que su riqueza, pase a manos del Estado.

 

Los despidos masivos de empleados públicos, se deben a que consideran innecesarios a quienes no son de Nuevas Ideas:  son ciudadanos “descartables”. Los mayores de 60 años, también son “descartables”, porque no pagan seguridad social, por el contrario, la consumen y su pensamiento, desarrollado en los valores patrios tradicionales, no está acorde con los criterios de los “Millennials” que domina Nayib Bukele: son “descartables”.

 

Un Estado, no puede sustentarse en la exclusión de su sociedad, pues esta funciona de manera integral y no, sólo con una parte de ella. Nonatos, niños, adultos y ancianos, cumplen una función social, igual que ricos y pobres, comerciantes, industriales, asalariados y jornaleros.

 

Crece la organización de la sociedad “descartada”, en la misma medida que el Gobierno profundice sus reformas autocráticas, crecerá la resistencia social, porque la Patria, libre, soberana e independiente, no debe perecer.

martes, 7 de septiembre de 2021

CAMBIOS Y CONFUSIÓN POLÍTICA

 

Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION http://publicacionaccion.blogspot.com

San Salvador, 7 de septiembre de 2021.

 

Gira, el constitucionalismo moderno. en derredor de dos ejes: los Derechos Humanos y la pluralidad en el ejercicio del poder. El eje de los Derechos Humanos expresase, en la defensa y cumplimiento de las garantías individuales, de donde se desprenden las sociales; y, la pluralidad en el ejercicio del poder, en la división de poderes y la alternancia de los mismos.  Se han roto en el país, estos dos ejes, provocando confusión dentro del Estado; a continuación, expongo sus síntomas y consecuencias.

 

Por medio de Nuevas Ideas y, acumulación del poder, Nayib Bukele ha destruido las funciones de la Asamblea Legislativa y por ello, las del Órgano Judicial, Ministerio Público y Corte de Cuentas. En consecuencia, la supremacía del Órgano Ejecutivo, ha destruido también la autonomía Municipal.

 

La acumulación de poder, ha puesto en riesgo nuestra posición internacional dentro del mundo libre, que no puede comerciar directamente, con quienes violan los principios democráticos, expresados en su estructura jurídica y orden económico, pues rechazan una sola visión política, alcanzada, gracias a la manipulación del marketing y la amenaza a opositores o fuerzas disidentes.

 

Como primer fenómeno, viene una baja en la economía y, como resultado de pactos con las maras; que representan al crimen organizado, se promueve desde el Estado, por falta de seguridad interna, la emigración forzada. Esta última amenaza a la región y, sus efectos negativos sobre El Salvador, aún no se han sentido, pues son de acción retardada.

 

El segundo fenómeno, es el intento de manipulación a Honduras y Guatemala, mediante la financiación de Nuevas Ideas, en dichos países y la satisfacción de algunas necesidades médicas en las zonas fronterizas, utilizando vacunas donadas o pagadas, con préstamos otorgados a El Salvador, para luego proponer, mediante troles, que Nayib Bukele, sería el óptimo presidente en dichos países. Todo, con la finalidad de expandir su influencia, posiblemente en convivencia con potencias, que pretenden disputar espacios geopolíticos a Estados Unidos.

El tercer fenómeno, es que poco a poco, va el presente Gobierno, distanciándose de Estados Unidos, nuestro principal socio comercial y, mayor receptor de nuestra población migrante, cuyas remesas, permiten el equilibrio de nuestra balanza comercial.

 

Estos tres fenómenos, impactarán negativamente nuestra economía que, hasta el momento, no ha tenido ninguna acción del Gobierno que ayude a fortalecerla; por el contrario, la debilita: los alimentos comprados a México, han drenado nuestra economía, no permitiendo que El Salvador, sea autoabastecido por su producción interna (hasta el café de las bolsas solidarias, fue importado, cuando hay crisis en la caficultura nacional).

 

La introducción del Bitcoin debilitará aún más, la economía, pero beneficiará a las compañías extranjeras que operarán el sistema Bitcoin, con el Gobierno y facilitará la introducción de alguna moneda digital, emitida por el Gobierno en un futuro cercano, ante su creciente iliquidez (al no tener respaldo, será inevitable una inflación de la nueva criptomoneda y un desabastecimiento, por falta de importaciones).

 

Al establecerse la existencia de un partido único (Nuevas Ideas) y que Bukele podrá reelegirse, ejerciendo un control férreo de las instituciones gubernamentales, es inevitable que la administración de justicia, se imparta bajo criterios políticos y, el Estado de Derecho no exista, creando una mayor presión social. Será éste, el segundo síntoma de la confusión del Estado.

 

El tercer síntoma, es que, hasta el momento, Nayib Bukele, avanzando rápidamente, en sus transformaciones políticas, va hacia las económicas, pero sin consolidar o esperar el acomodo del régimen, lo cual genera muchos focos de resistencia social que, serán sofocados mediante la represión, aumentando el descontento social que el Gobierno procurara encubrir, con más asistencialismo y populismo, profundizando la crisis económico-social.