Publicación Acción

Es necesario expresar libremente el pensamiento político para el fortalecimiento de nuestro sistema democratico, republicano y representativo.



miércoles, 24 de febrero de 2021

¿QUIEN TIENE EL PODER?

 

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

En la revista “Proceso”, del 19/02/21, de la Universidad Católica (UCA) aparece el artículo “El fraude ya se dio”, en el cual, se exponen los tres tipos de fraude electoral, manifestando que, en El Salvador, ya se dio el llamado “fraude mediático”, el más extenso y elaborado de los tres, sin que las autoridades, hayan hecho nada por evitarlo, por lo que nos preguntamos ¿Quién verdaderamente, posee el poder en la sociedad?

 

Al ser manipulada la corriente de opinión, se induce a un proceso contrario a la realidad; tal es la tesis expuesta en el fraude mediático, pero tal manipulación, no altera el funcionamiento de la sociedad, sólo induce a un espejismo en el cual, la “mayoría quiere”, o da la impresión de que es la voluntad de todos, pero no es así.

 

La fuerza de la nación está en su actividad, capacidad de generación de riqueza e influencia que ésta, la riqueza, puede crear; el poder no está en el número de la población; ésta, sólo asiente o reprueba, está en la clase media, pues es su actividad, la que suple las necesidades de los ciudadanos, les da empleo y, crea las estructuras humanitarias que han dado origen a la subsidiariedad del Estado.

 

El millonario debe su bienestar, a la estructura de su empresa, a los servicios y bienes que elabora y traslada al extranjero o, sirven en el país, de tal manera que la estructura de que depende, es la clase media: los profesionales, artesanos y empleados, unidos bajo una dirección, se desarrollan, sin perder su naturaleza de clase media. Esta estructura se ha manifestado desde el aparecimiento del sistema democrático moderno.

 

La deformación sufrida mediáticamente, pretende que el poder recaiga en el conjunto de individuos manipulables, haciendo prevalecer esta opinión, para legitimar las acciones políticas y el Gobierno, poder formal del Estado. Aprovechando la pasividad natural de la clase media, que sólo busca la tranquilidad, para poder dedicarse a la producción, de la cual proviene su bienestar.

 

ARENA nació de la clase media, con sus siete sectores que la representan; y el FMLN, abandonando gran número de su militancia guerrillera, la cambia por la clase media, hasta obtener dos triunfos presidenciales. El descenso electoral de ambos partidos, débese a la decepción que causaron en la clase media, hasta el grado de volverla apática, a las estructuras partidarias.

 

La cúpula del FMLN, sufrió un cambio: usó el dinero venezolano, para crear una estructura revolucionaria desde el poder, en su propio beneficio económico; estas situaciones, las ha explotado Nayib Bukele, en contra del FMLN; mientras que ARENA sufre su incomprensión, de los procesos políticos implementados en el país, por Bukele y los teóricos revolucionarios.

 

Si Bukele, no obtiene triunfo aplastante, como el vaticinado por él, se alegará fraude:  la imposición de sus pretensiones, se hará por la fuerza, rompiendo el Estado de Derecho. Una imposición de este tipo, irá contra los intereses de la clase media, pues mientras menos libertad exista, habrá menos desarrollo: será el momento en que deberá manifestarse la verdadera fuerza de la clase media.

 

En la actualidad, uno de los problemas, es la falta de un liderazgo nacido de la conciencia de los intereses comunes, como sucedió cuando Duarte o D’Aubuisson; el liderazgo existente, depende de la estructura que lo promueve o, del cargo ostentado. Pero en crisis, es cuando surgen los liderazgos.

 

La fuerza de la clase media debe prevalecer; si se limitan sus libertades, habrá menos desarrollo social y el objetivo de la clase media, es el progreso social, en armonía total de la población.

 

 

viernes, 19 de febrero de 2021

ESPECULACIÓN E INCERTIDUMBRE

 


Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION

 

Las presentes posiciones del Gobierno y de la oposición, parecen centradas en el actual tema electoral, sin proyecciones a futuro pero que, forzosamente serán moldeadas por los acontecimientos internacionales, a causa del descalabro económico interno y, la escasa posibilidad, a corto plazo, de maniobra del Gobierno, por lo que. en todos los sectores, hay especulación e incertidumbre.

 

Los recientes acontecimientos, provocados por nuestra Embajadora en Washington, son reflejo de las instrucciones, que ha girado la Cancillería salvadoreña: defender, con miras electorales, la imagen del Presidente Bukele, aun a costa de falsedad y, utilización de la imagen de funcionarios extranjeros. Si hubiese sido, “error” de una embajadora política y “novata”, habría sido retirada inmediatamente, gestionando las disculpas del caso, para evitar repercusiones mayores.

 

La visita a Estados Unidos, del Presidente Bukele, proponíase aprovechar en su campaña, la imagen de funcionarios norteamericanos, pero no logrando este objetivo, cumplía el de crear una imagen de “víctima del desprecio norteamericano” el cual, facilitara un acercamiento al rival geopolítico de Estados Unidos: China y, posiblemente, a los intereses rusos. Estrategia usada por Fidel Castro, Hugo Chávez, Nicolás Maduro y otros dictadores, cuando son señalados por sus violaciones a los Derechos Humanos y al orden democrático.

 

Nayib Bukele, había asegurado a los Estados Unidos que, en su Gobierno, se debilitarían las relaciones iniciadas con China continental, para retomar la amistad con Taiwán; hubo también, compromisos en temas migratorios y de seguridad, los cuales no ha cumplido, por lo cual, se duda de que cumpla sus compromisos de ahorro y ajuste fiscal, contraídos durante la pandemia, con organismos económicos supranacionales, no pudiéndose ahora, precisar el futuro económico del país.

 

Dichos acuerdos, tienen por fin, la estabilidad del país, pero no habiendo seguridad de que se cumplan, se genera incertidumbre. La implementación de estos acuerdos, impedirá la recuperación de la economía, pero es necesario pagar los despilfarros ya ejecutados por el Gobierno. Si este triunfa, no los implementará, pues siendo impopulares, buscará otras salidas que serán más gravosas, responsabilizando a la oposición o a bloqueos externos.

 

La oposición tiene la esperanza de obtener más de 29 diputados, pudiendo así, evitar el control absoluto de la Asamblea Legislativa. Sin embargo, con el apoyo de la Fuerza Armada y policía, puede convocarse a Constituyente, aunque todo sea ilegal, invocando el “poder popular”, anunciado por sus Troles.

 

El asegurar bonos a la tropa y, cambios en los mandos militares y policiales, conforme a la lealtad al Presidente y existiendo ya, un despliegue de la mayor parte de las fuerzas operativas,  crea incertidumbre ¿cómo responderán estas, ante una proclamación de fraude, como ya lo ha anunciado Bukele?

 

En lo más alto del sector empresarial, existe especulación y, se está dando el apoyo económico a Bukele, a cambio de beneficios mercantiles actuales o a futuro, en menoscabo de las posiciones de las gremiales empresariales, que exigen un trato justo y equitativo en sus relaciones con el Gobierno o que éste, no emplee su fuerza contra las empresas nacionales por los criterios políticos de sus dueños. Esta es la razón de la desconfianza de los inversores.

 

En algunas calles puede leerse la palabra “Revolución”: es un mal presagio; existe una lucha política muy fuerte, que indica que al final, si no se respeta el Estado de Derecho, la situación puede desembocar en hechos violentos que darían al Estado, nueva forma: autoritaria; por ello, en este momento, existe alto grado de especulación e incertidumbre.

domingo, 14 de febrero de 2021

VIOLENCIA Y DIPLOMACIA

 

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION

 

Existe temor, de que los mensajes de odio, cambio revolucionario, fraude electoral, degeneren, en violencia. Conviene analizarlos desde sus verdaderas fuentes y de la amenaza potencial que significa nuestra diplomacia, en Estados Unidos, para nuestros conciudadanos en dicho país.

 

Los mensajes de odio, transformación revolucionaria y fraude, tienen como objetivo, lograr la cohesión partidaria, en derredor de Bukele, desmoralizando a sus opositores y provocando una suerte de terrorismo psicológico, sin embargo, no constituyen violencia directa, aunque sí, potencial. El ejercicio de la violencia es ejecutado cotidianamente, por las pandillas; las Fuerzas Armadas y PNC lo poseen potencialmente, al mando de Bukele.

 

La fuerza, que la Fuerza Armada y PNC pueden ejercer, ya no está limitada  al cumplimiento de la Ley, sino también, a la interpretación que de ella se haga, desde la autoridad del Comandante General, Nayib Bukele; esto, ha quedado claramente expuesto, luego de exigir juramento hacia su persona, lo que, en repetidas ocasiones, ha sido ratificado por el Alto Mando actual; quedando en consecuencia, la actuación de éste, marcada por la política y, los intereses particulares de Bukele (9F, retenciones ilegales durante la pandemia, resistencia a órdenes judiciales). El uso de recursos militares, en la campaña electoral, a favor de Nuevas Ideas, así lo asegura, siendo impredecible, el ejercicio de la fuerza.

 

Las pandillas ejercen control territorial, superior al de la Fuerza Armada y PNC, por sus estructuras de barrio y calle, con ramificación internacional, por lo que la MS13 ha sido declarada amenaza, a la seguridad interna de Estados Unidos; teniendo su base, en El Salvador, debería el Gobierno salvadoreño, ser el principal interesado en su control y disolución; sin embargo, es el mismo Gobierno quien lo alienta, para obtener réditos políticos -las negociaciones fueron iniciadas por Mauricio Funes, alentadas luego, por el Secretario General de la OEA, que se reunió con pandilleros -. Luego, se realizaron negociaciones mucho más complejas, con Nayib Bukele desde la Alcaldía de San Salvador, ampliándolas después, desde la Presidencia.

 

Todas estas acciones, han legitimado a las pandillas, en su acción terrorista: tal es la apreciación desde Estados Unidos y, si nuestra Embajadora pide “calma y contención a la diáspora”, está enviando mensaje de que, nuestros emigrantes, pueden ser violentos:  en Estados Unidos, parte de la diáspora, la forman pandillas, aunque en minoría irrelevante, ante la gran masa de salvadoreños que sólo buscan, en el extranjero, el trabajo y tranquilidad, que no tienen en su país.

 

El mensaje político que nuestra Embajadora envía, es que todo salvadoreño es violento, como pandillero, calificación que en este momento, de regularización migratoria, es un riesgo para los compatriotas. Es momento que debería ser aprovechado, para mejorar nuestras relaciones con Estados Unidos y, aprovechar la tendencia, contra el crimen organizado y corrupción, para combatir éstos eficazmente, procurando para el área, su desarrollo y paz futura.

 

Si hubiese actos de violencia, serán después de las elecciones: se supone, que los seguidores de Bukele, tendrán mayoría; sin embargo, si la recientes fricciones con el Gobierno norteamericano y, el creciente clamor de transparencia y probidad, no le permiten alcanzar los escaños deseados, sí podría desatarse violencia, contra ciertos grupos opositores, que serían atacados, por “la multitud enardecida”, sin que la Fuerza Armada o PNC, interviniesen oportunamente. Las manifestaciones de fuerza masiva, aludida por los Troles, son mito.

 

El problema principal actual, no es la corrupción, sino el engaño y su encubrimiento, iniciado desde una deformación de la realidad. Si el acto de corrupción se ve con claridad, puede condenarse, pero si se encubre, sólo queda como rumor: la Ley no puede actuar. Verdad y  Realidad, ante todo.

viernes, 12 de febrero de 2021

GUERRA DE OPINIÓN PÚBLICA

 

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

Vive El Salvador, guerra de opinión pública, deformando los hechos políticos, con la clara intención de engañar al ciudadano y, obtener favorable opinión pública, con vista a las elecciones, a final de mes.

 

El viaje de Nayib Bukele a Estados Unidos, tuvo el propósito de que se comprobase el apoyo incondicional hacia su persona, contrarrestando así, los efectos de “la Lista Engel” pero el resultado fue negativo: seguramente, ni la Canciller salvadoreña, ni la Embajadora en ese país, le advirtieron las consecuencias negativas, de un viaje oficial, encubierto de privado, sin los debidos protocolos diplomáticos, con la esperanza de forzar situaciones muy complejas, que ofreciesen oportunidad para obtener una foto, que sería usada publicitariamente, en El Salvador.

 

Ante el fracaso en Estados Unidos y, pretendiendo mantener su imagen ante sus seguidores, convoca al Cuerpo Diplomático acreditado en el país, ante el cual, expone la “conspiración de Golpe de Estado en su contra”, sin explicar el motivo de la pieza de correspondencia a la Asamblea Legislativa, solicitando de él, su evaluación mental, velando por la estabilidad nacional, frente a los desvaríos e incongruencias, del Presidente de la República.

 

La propuesta del Diputado Velásquez Parker, con apoyo de la bancada del FMLN, es perfectamente legítima, pero su rechazo, por otros diputados opositores, pone en entredicho la unidad de la oposición, dando aliento a Bukele, para señalar un Golpe de Estado. Las acusaciones de Mauricio Funes desde Nicaragua, rompen su condición de asilado político, pero manifiestan que el país, necesita actuaciones razonables y coherentes.

 

Si durante la pandemia, se prohibía el ingreso de salvadoreños desde el exterior, se capturaba a ciudadanos, que por necesidad salían, siendo llevados a centros de “contención” (canceles disfrazadas), sin atender los Habeas Corpus en su favor, pero Nayib Bukele, según se reveló recientemente, en un programa vespertino de opinión, viajaba libremente a los Estados Unidos; corroborase también, el reciente viaje a Estados Unidos, sin haber sido recibido oficialmente,  negándolo ahora: denota la falta de coherencia y, la veracidad de las declaraciones de un Presidente, dejando en claro, que debe de ser substituido por el Vicepresidente quien, hasta la fecha, siempre ha dado visos de realismo y coherencia, en sus acciones y planteamientos.

 

La presencia y apoyo del Cuerpo Diplomático, es al país, a su institucionalidad y a sus representantes (al Gobierno en su integralidad y no, en exclusividad al Ejecutivo) pero la presidencia lo ha interpretado, como apoyo incondicional a Nayib Bukele, en su persona, siendo el respaldo al Estado de Derecho del país, basándose en el principio de autodeterminación de los pueblos.

 

Si Bukele no actúa, en contra de las personas que ha señalado como golpistas, quedará ante sus seguidores, como mentiroso, carente de poder; si lo hace, será un dictador. Hasta el momento, la Fiscalía General de la República, tiene investigación por los hechos del 9 de febrero de 2020 y el Ejecutivo, no ha entregado a la Fiscalía, pruebas del Golpe de Estado explicado por Bukele. La Fiscalía es la única que puede determinar la existencia de un delito, en base al Artículo 193, Inc. 2° Cn: “Promover de oficio o a petición de parte la acción de la justicia en defensa de la legalidad y de los derechos humanos tutelados por la ley”.

 

La manipulación de la percepción de la opinión pública, está siendo más nociva que los mismos hechos: es necesario que exista desde el Ejecutivo, coherencia y responsabilidad, pues la situación financiera nacional, se ve afectada por cada acción que realiza el Presidente, poniéndose en riesgo la estabilidad nacional y nuestras relaciones internacionales.

 

jueves, 11 de febrero de 2021

NAYIB BUKELE Y ESTADOS UNIDOS

 

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

Cada vez más, la relación Nayib Bukele - Estados Unidos:  conviene analizarla a partir de quienes, en su Gobierno, rodean a Bukele y, de la posición geopolítica de El Salvador, dentro del marco de unas elecciones, que corren su etapa final.

 

Sin un análisis ideológico, enmarcar a Bukele, dentro de la Izquierda o la Derecha, es un error: depende su posición, de a quienes se dirige. Mercantilista, si es a su círculo familiar y allegados políticos, incluyendo a parte, del alto empresariado; Asistencialista, si es a la masa informe y carente de recursos, que le apoya (al menos en promesas) y, Socialista radical, para el empresariado, que no depende de su relación con el Gobierno o, para cualquier ciudadano que vive de su trabajo, a quien pretende aplicarle la supresión de la mayoría de las libertades, con la obligación de una tributación confiscatoria.

 

Siendo incompatible esta forma de Gobierno, con el mundo globalizado y, con la mayoría de las tendencias de Occidente (mundo libre), se derivan, para Bukele y sus funcionarios, numerosas exigencias de transparencia y de Buen Gobierno, no obstante, que ya se han gastado el dinero de préstamos, cuyo origen fue la cooperación internacional y, los fondos privados de inversores extranjeros, todo lo cual, tendrá que ser pagado, tarde o temprano.

 

Ofrece muchas ventajas la estructura dolarizada del país, pero también conlleva responsabilidades y, la primera, es que no sirva de plataforma de lavado de dinero para el crimen organizad: varios allegados al Gobierno, son agentes de ALBA PETROLEOS o las FARC, cuyas relaciones se extienden, al narcotráfico y pandillas. La exigencia de Estados Unidos, de terminar con esa relación, crea para Bukele, un problema, pues su estructura partidaria y de campaña, depende de dicha relación.

 

Al empleo de material militar en la campaña oficialista, se deben las advertencias y disminución de cooperación de Estados Unidos a la Fuerza Armada, acrecentando la tendencia anti militarista, ya existente, pues viola su función constitucional, adoptando una política.

 

La posición geopolítica de El Salvador si bien privilegiada, es compartida con el resto de Centroamérica; en consecuencia, cualquier proyecto de tren, canal seco u, otra estructura, debe ser acordada por lo menos, por dos o tres países. De allí, la importancia del Triángulo Norte y su aprovechamiento por el narcotráfico, que representa un peligro, para la seguridad del área, pues crea canales de tráfico clandestino, que pueden ser usados por el terrorismo internacional.

 

Es legítima, por lo tanto y no, antojadiza o basada en posiciones ideológicas, la preocupación de Estados Unidos. Además, la corrupción generada por el presente Gobierno salvadoreño, utiliza el dólar como moneda, ejecutando con ella, su lavado de dinero.

 

La Cancillería salvadoreña, gestiona ahora, que cada consulado, se vuelva agencia de “colocación” para los salvadoreños y que así, éstos puedan emigrar y a cambio, que envíen remesas. Indica esto, que el Ejecutivo está claro de que las condiciones de desarrollo del país, son imposibles y que ve en la emigración, un medio de “subsidiar” a los nacionales. Esta forma de pensar, también daña los intereses de Estados Unidos, que pretende evitar la emigración desde Centroamérica.

 

Bukele está esparciendo, entre sus defensores, la voz, de que habrá fraude electoral y que quieren destituirlo, y por esta razón “hay que destituir a los diputados en forma democrática”. En estas palabras hay “deconstrucción”, pues actualmente, no hay mandato revocatorio ni destitución, simplemente el final de un mandato y el inicio de otro, según el voto soberano. Por todo este proceso, Bukele es un riesgo, para la estabilidad del área y, por ende, de los Estados Unidos.

 

 

miércoles, 10 de febrero de 2021

CARRERA CONTRA EL TIEMPO

 

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

Parece librar el Ejecutivo, carrera contra el tiempo: su aceptación internacional ha decaído, amenazando su propaganda interna. Si no logra el control absoluto de la Asamblea Legislativa y con ello, el dominio de las demás instituciones públicas, la institucionalidad hará reos de él y sus allegados, por estafa a la economía del Estado. Si logra cumplir sus objetivos, salvándose de tal destino, la economía nacional, dará inequívocos síntomas de su quiebra, debiendo entonces, crearse nuevos distractores sociales y, responsabilizar a otros, de sus errores y, necesitando controlar a la población, por medio de la represión, ya legalizada.

 

El cortometraje “9F El Retorno de los Fusiles” muestra cómo, los acontecimientos del 9 de febrero en El Salvador, fueron provocados como derivación de la insatisfacción, por el servicio de agua, hasta degenerar en un creciente autoritarismo. De igual manera sucedió en Francia, con los Chalecos Amarillos (por el alza del combustible), con Indignados, en España (por insatisfacción con los partidos políticos) y, los movimientos revolucionarios en Chile que hoy, luego de una protesta por el alza en el pasaje, han derivado en la propuesta de una nueva Constitución y, la abolición de las estructuras, que le han dado estabilidad, desde el Gobierno de Augusto Pinochet. De igual manera, surgió la Primavera Árabe.

 

Por esta razón y, lo inorgánico del movimiento de Bukele, debemos analizar éste, desde la perspectiva de los Movimientos Revolucionarios Disipados.  Actualmente, lleva una carrera contra el tiempo, para su consolidación interna, pues no es posible sostener el presente régimen, sin que todo el Ejecutivo sea enjuiciado por corrupción, según señalamientos internacionales y de la Corte de Cuenta de la República. Los mecanismos internos, apegados al Estado de Derecho, son lentos y, el Ejecutivo, lo está aprovechando.

 

Por parte de Nuevas Ideas, la falta de candidatos conocidos, hace imposible que éstos, derroten por si solos, las estructuras de los partidos tradicionales; en consecuencia, la imagen de cada uno de ellos, está acompañada por la imagen de Bukele, portando la Banda Presidencial, en señal de su poder, advirtiendo que dicho candidato, cuenta con la fuerza del Gobierno, por medio de sus instituciones y de la Fuerza Armada. Tal advertencia, no sólo pone en desventaja electoral, a los otros candidatos, sino que destruye la base del sistema democrático y republicano.

 

Es imposible sostener el gasto gubernamental presente, con el PIB actual, lo que hace que la clase productiva, tenga en perspectiva un decrecimiento económico y, una mayor tributación, sin que se vean los resultados, en beneficio público. Si esta mayoría productiva y reflexiva, no concurre a las urnas, será superada por una mayoría populista, que tiene como objetivo, el asistencialismo. Y esta es razón, por la cual Bukele, sus Troles y Nuevas Ideas, golpean a los partidos tradicionales, para evitar así, que capitalicen ese tipo de voto y, que prevalezca el voto populista, que espera el asistencialismo estatal.

 

El desafortunado viaje de Bukele a Estados Unidos, tuvo como objetivo que no fuese recibido, para probar a sus seguidores, que Estados Unidos, ya no es un socio confiable. Si hubiese sido recibido, las fotografías tomadas con funcionarios norteamericanos, serían mostradas como el apoyo que esa nación le da a él, personalmente, tal como ha utilizado a su Embajador norteamericano, destacado en El Salvador y, se ha valido de grandes empresarios, para descalificar a la ANEP, ASI, FUSADES y Cámara de Comercio.

 

Es necesario que todos los ciudadanos que producen y, cuyo pensamiento es reflexivo, concurran a las urnas y luego se preparen, para ser oposición al Gobierno, frente a las arbitrariedades que se están planificando, en beneficio del sostenimiento del Ejecutivo.

 

 

 

 

domingo, 7 de febrero de 2021

BOMBA DE TIEMPO

 

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION

 

El control territorial creciente de las maras, la propaganda política desde los Ministerios, el regalo de alimentos, la solicitud del voto para el Presidente y de él, su discurso de odio, tienen como fin, lograr el control absoluto sobre el FMLN y, de la Derecha, el fraccionamiento, para que, siendo su voto en las elecciones, irrelevante, pueda excluírsela a futuro. Todo, en conjunto, es bomba de tiempo, que destruirá la estabilidad nacional y la forma de vida, fundada en la libertad, propia del sistema democrático y republicano.

 

La baja en los homicidios y el alza en las extorsiones, sin que sean denunciadas (a la PNC y Fiscalía) es porque el sistema ya no responde al individuo y, si se conoce, es por medio de las estadísticas de las gremiales a las que pertenecen o, lo advierten los grandes contribuyentes (pues son ellos, los que tienen mayor contacto con la población, por medio de sus canales de distribución). Así se estimula la emigración a las ciudades y de éstas, al extranjero.

 

Ya no se oculta el activismo político de las instituciones públicas, dependientes del Ejecutivo, ni lo puede detener el TSE, pues los mecanismos legales, son lentos y exigen voluntad de cumplir la Ley, voluntad que no tienen los allegados a Bukele, quienes son parte de dicho mecanismo, en las Juntas Electorales Departamentales y Municipales.

 

Una valla publicitaria, con la foto del candidato, junto a la foto del Presidente Bukele pidiendo el voto, rompe la naturaleza de las elecciones, al igual que el spot publicitario, prohibido por el TSE, pero que se repite en su contenido, en cada acto proselitista realizado por el Ejecutivo, derivándose así, la politización de la Fuerza Armada y PNC.

 

La lucha de Bukele, es contra la cúpula del FMLN, para el control de su base. Su último spot publicitario deja en claro, que su fuerza proviene de su voto directo y no, de la estructura democrática o la Ley, lo que revela una vez más, la intención de cambiar nuestro sistema, por el de la democracia participativa, propio del modelo chavista venezolano. Gran número de la Derecha, piensa que una intervención de la comunidad internacional o, de Estados Unidos, podrá evitar tal tendencia política, pero tal presión, no se dará nunca, si la actitud nacional es pasiva, minoritaria o fraccionada.

 

A la masa votante, no le interesa que los funcionarios de Gobierno, sean sancionados en el extranjero, por su corrupción y lavado de dinero, si aquí le dan “show bufo”, bolsas de comida y la destrucción de los partidos de antaño. Cuando dicha masa, venga a reaccionar, estará bajo el control total de la mara y, los institutos políticos o gremiales, ya no existirán: sólo valdrá el control policial y militar.

 

La actitud de desafío de la cúpula del FMLN, lanzada a Bukele, fue para cohesionar a sus bases, luego del ataque armado a su militancia (aunque la fiscalía quiere ponerlo como un acto individual de intolerancia). Dicho acto, tiene que verse a la luz de los movimientos moleculares disipados, en los que se expone una idea (generalmente de odio) y la materializa la militancia o simpatizante, sin conexión orgánica estructural. El odio lanzado por Bukele y sus troles, será peligroso, si como ellos lo esperan, no obtienen la mayoría absoluta. La violencia que no sería reprimida: podría utilizarse para la justificación de una Constituyente y la exclusión de cualquier oposición, sin respeto a la ley o la Constitución.

 

La Derecha debe entender esta forma de obrar y cohesionarse, en defensa del sistema, que es nuestra forma de vida, en paz, armonía y desarrollo.