Publicación Acción

Es necesario expresar libremente el pensamiento político para el fortalecimiento de nuestro sistema democratico, republicano y representativo.



miércoles, 23 de febrero de 2011

PUBLICACIÓN ACCIÓN N° 13

El editorial trata sobre como con las políticas actuales del Gobierno, nos estamos convirtiendo en simples proveedores del Estado, perdiendo nuestra calidad de ciudadanos y cómo la empresa privada nos esta representando en esta lucha. El primer artículo explica los peligros del socialismo y su inviabilidad probada y, por último hay un estudio sobre la evolución de los levantamientos indígenas en El Salvador  (Aquino y los Volcaneños)y las causas que lo motivaron, y su relación con el levantamiento comunista de 1932.

EDITORIAL: ¿CIUDADANO O SIERVO DEL ESTADO? 

COLUMNAS

1) DEMOCRACIA: ¿PORQUE INSISTIR EN EL SOCIALISMO? Satisfacción de necesidades Vrs. perdida de libertad                               

2) POLITICA: EL LEVANTAMIENTO COMUNISTA DE 1932. III Evolución de las ideas y la luchas políticas en El Salvador:



EDITORIAL
¿CIUDADANO O SIERVO, PROVEEDOR O SOBERANO?
Los temas fiscales son de carácter técnico y como tales, siempre estudiados desde tres variables: ingresos, egresos e inversión pública. Sucede sin embargo, que en la actualidad para dilucidar nuestras finanzas públicas, forzoso es considerar dos variables mas: primero, decidir la concepción ideológica que aplicaremos a la solución de un problema fiscal sobre el cual hay concepciones ideológicas tan opuestas que trascienden la filosofía política y, la otra variable es la corrupción generalizada del Estado, intrincado problema de muy difícil solución.
Vemos entonces que para entender y resolver el problema candente de nuestras finanzas públicas, debemos forzosamente decidir cual visión político – social aplicar… ¿Será la visión de la libre empresa? ¿O será la del Estado rector? Según la primera visión es la de un mero regulador de las actividades particulares; de conformidad con la segunda, el Estado es dirigente y proveedor de todo tipo de actividades sociales: benéficas, industriales, comerciales, productivas, culturales etc.
Pues bien, no es posible decidir por una u otra visión sin considerar que existe además una realidad que se impone ante  cualquier controversia y es el imperio lógico de la ley, que lastimosamente puede ser interpretada de manera extensiva y a conveniencia. La segunda es la corrupción evidente que existe en todos los órganos del Estado y, que consume los recursos del mismo, hasta niveles insostenibles.
Pues antes de proseguir veamos cuales son las causas que obligan a estas observaciones sobre nuestras finanzas públicas: Que el Estado ha asumido cargas económicas enormemente superiores a la posibilidad de sus ingresos y por las que nuestro endeudamiento es ya superior al 54% del PIB y, que justifica esta fabulosa erogación afirmando que es obligación del Estado cubrir las necesidades de los más necesitados. Afirmamos que esta razón es “razón de la sin razón” pues una encuesta nacional nos aclararía que sólo un mínimo de la población no está en situación de no necesitar subsidio y, que si a este reducido número se le impone la carga de sostener económicamente a la mayoría muy pronto estaría esa minoría también en calidad de necesitada y entonces ¿Cómo podría el Estado subvenir a tantas necesidades y realizar su funcionamiento? Aplicar un exceso de impuestos sería matar la gallina de los huevos de oro.
Prudente es considerar que las necesidades sociales siempre, en todo tiempo han superado las capacidades económicas del Estado y es por eso que no puede ningún Gobierno asumir una obligación total sobre las necesidades de los ciudadanos. El Estado puede y debe ayudar sin que ésta ayuda sea superior a sus posibilidades económicas ni ser tales que anulen en el individuo sus posibilidades de esfuerzo y trabajo personal, fuente creadora de la riqueza nacional.
Pues ante la disyuntiva ¿Asumirá el Estado todas las necesidades o sólo dará una prudente y necesaria ayuda? Si la respuesta a la primera proposición es afirmativa deberá ser el Estado el que determine cual es el límite de bienestar a que el individuo puede aspirar, es decir, será el Estado el que decida cuales son las condiciones dignas de la vida humana y aclarar que los gustos y necesidades particulares no cuentan y que el Estado debe emplear todos sus recursos y que agotados estos tiene justificación para obtener por vía de impuestos los que todavía le hagan falta, aunque estos impuestos sean el producto del esfuerzo, del trabajo y, de la libre iniciativa.
Ahora bien, como según se publica, nuestro Estado pretende asumir la satisfacción de todas las necesidades de la población indigente, los funcionarios sustentan que es absolutamente necesario allegar más recursos al Estado y fundan su criterio en la interpretación extensiva de los artículos 101, 102 y 103 de la Constitución. Que establece la supremacía del interés social en función  de la propiedad; es decir,  que es lícito una redistribución de la riqueza nacional (de hecho podría tal interpretación calificarse de comunismo doctrinario).
Ahora bien la interpretación de los preceptos económicos antes expuestos esta a su vez fundada en la interpretación extensiva de los Art. 1 y 2 de la Constitución y,  en consecuencia, prevaleciendo el criterio del Estado sobre la  del ciudadano, por lo que estaremos ante una perdida de la libertad, pues con respecto del futuro de cada ciudadano prevalecería el criterio de cada gobernante, en otras palabras, que el ciudadano para sobrevivir sacrificaría su libertad y estas condición obliga a pensar en el feudalismo: el siervo no era libre pero tenía vivienda y comida; con su trabajo alimentaba a su señor y al Estado que como amos a su criterio imponían a sus siervos el nivel de vida que les parecía  suficiente.
¿Y que trae a nuestra mente el recuerdo de las condiciones sociales del pasado? Es porque en el presente, el gobierno ve en el patrimonio de los ciudadanos que trabajan su fuente de financiamiento para sus obras de “justicia social” (subsanar las necesidades de los que no trabajan o de los que no puedan trabajar).
Aparentemente no considera nuestro gobierno si la economía produce lo suficiente para tales erogaciones o si será necesario no sólo tomar las utilidades sino también hasta el capital que los genera, pues de hecho los impuestos planteados resultan por su monto y tipo: confiscatorios y, de lo cual se desprende el hecho de que si los ciudadanos que trabajan deben entregar al Estado impuesto sobre su patrimonio, o una cantidad substancial de sus ingresos, son sólo proveedores y en consecuencia dejan de ser ciudadanos.
El ciudadano concurre al sostenimiento del Estado en la medida de las necesidades racionales del mismo y, en pleno convencimiento de que dicho aporte le dará un beneficio indirecto, pero por otra parte, la imposición fiscal nunca debe de ser tan onerosa que impida el natural crecimiento del patrimonio, a no ser que la exigencia en defensa de la patria obligue a extremos sacrificios.
Ahora bien, si el problema del Estado se limitase sólo a la interpretación de la Constitución, es decir, que se tratase sólo de una discusión teórica y con el único fin e interés del bien de la nación, la discusión sería un debate académico de gran interés y posiblemente de mucho provecho, pero el caso es que los funcionarios de Gobierno, ya han interpretado la Constitución a su favor, con gran despilfarro de los fondos públicos: los Diputados considerando necesario sueldos y prebendas infladas, el Ejecutivo aumentado sueldos y prestaciones económicas a los huelguistas alborotadores, la Corte desnaturalizando la categoría de las plazas de la institución y, por último las Municipalidades arguyendo necesidades perentorias, desvían los fondos de inversión pública para gasto corriente. Ninguno de ellos precisa de donde se tomarán los fondos, únicamente aducen la “urgente necesidad para el cumplimiento de los fines del Estado”.
Para nosotros es lógico responder: los tomarán de los contribuyentes, quienes tendrán que pagar más para que los altos funcionarios disfruten de exorbitantes salarios y tengan a su servicio una corte numerosa de servidores denominados “asesores y motoristas”.
Por otra parte se tiene noticia de la forma irregular con que se han realizado las obras públicas: se han contratado empréstitos específicos pero que por la “magia de la reasignación de partidas” es necesario contraer nuevas deudas sobre el mismo pretexto. Toda inversión que no cumple su fin, es un despilfarro, pero forzosamente lo cubrirá el contribuyente que trabaja material o intelectualmente. Es práctica común que ante cualquier reclamo del particular por errores o violaciones al Derecho por la Administración Pública, que es responsabilidad directa del funcionario; es el Estado el que asume la responsabilidad y cancela la indemnizaciones, cuando su responsabilidad es subsidiaria, o sea primero responde el funcionario hasta con todo la totalidad de su patrimonio, para luego responder el Estado. Ante esto el ciudadano  se pregunta: ¿pero para qué sirve el Estado?
En conclusión la controversia sobre los límites del Estado para imponer cargas tributarias debería de ser tema de discusión de los Partidos Políticos aplicando sus particulares ideologías. La otra forma de dilucidar el problema es por medio del principio de legitimidad: ¿Dónde descansa la legitimidad del Ejecutivo y donde funda su legitimidad la Empresa Privada al oponerse? La legitimidad descansa en la representación directa o indirecta de la sociedad. El ejecutivo convenientemente sustenta su posición en que ha sido electo y que su mandato es la fiel expresión de la voluntad popular y debe de acatarse por el total de los ciudadanos. Pero en la práctica no es así, el margen estrecho de su triunfo lo obliga fácticamente  a considerar los intereses de sus opositores en la proporción de su número y fuerza política. La discusión en el CES, es un foro de gobernabilidad, sin embargo su conformación no refleja la realidad política nacional, por lo cual es natural y justo que la empresa privada se haya retirado, en este momento esta representando al ciudadano generador de tributos.
La intolerancia mostrada por el ejecutivo puede llevar a un clima de inestabilidad política mayor que la que se ha tenido hasta este momento, por lo que podemos evocar: “EL PODER TIENDE A CORROMPER Y EL PODER ABSOLUTO CORROMPE DE MODO ABSOLUTO”. John Emerich Edward Dalberg-Acton. Primer Baron de Acton.
Editor
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

ESCANDALOSA CORRUPCIÓN
EL SUELDO DE $ 1,528.57 DE UN MOTORISTA V DE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DUPLICA LOS SALARIOS DE UN DOCENTE UNIVERSITARIO A TIEMPO COMPLETO CON MAESTRIA, A UN MEDICO ESPECIALISTA DEL SEGURO SOCIAL, SUPERA EL SALARIO DE UN FISCAL Y DE UN PROCURADOR JEFES DE UNIDAD Y, DE LOS JUECES DE PAZ, INSTRUCCIÓN Y PRIMERA INSTANCIA.
PARA PRESERVAR LA GOBERNABILIDAD, LA ASAMBLEA PREFIERE CALLAR Y ACEPTAR LA CORRUPCIÓN QUE CONSUME LOS YA EXIGUOS RECURSOS DEL ESTADO. PARA EVITAR MANIFESTACIONES DE CALLE Y MANTENER LA APARIENCIA DE NORMALIDAD, EL ESTADO CEDE ANTES LAS EXTORSIONES DE SINDICALISTAS Y LOS PARTICULARES TENDREMOS QUE SER EXTORSIONADOS POR EL ESTADO POR VIA DE IMPUESTOS PARA PAGAR ESTOS COMPROMISOS.
Algunas cifras para meditar sobre el endeudamiento
PUBLICO
$ 11,778 MILLONES DE DOLARES ES LA DEUDA ACTUAL DE EL SALVADOR. 54% DEL PIB
$ 425 MILLONES DE DOLARES DIO EL BID PARA DESARROLLO SOCIAL DURANTE EL 2010
$ 275 MILLONES para inversión y gasto social aprobados por el BID para este año, y faltan aún 10 meses para terminar el año.
-Sector exportador                 $ 30. Millones
-Comunidades Solidaria s        $ 50 Millones.
-Ciudad Mujer                          $ 20 Millones
-Calles rurales                           $ 15 Millones
-Buceros                                     $ 40 Millones
-Empresas eléctricas              $ 100 Millones
-Justicia y Seguridad               $ 20 Millones
                                  Total       $ 275 Millones
Se está discutiendo la creación de una Ley para la protección de los familiares del migrante. Proponentes: FMLN y ARENA. Inversión inicial: $ 5 Millones.
Solo son $ 20 Millones son para inversión pública, el resto es para subsidios y gasto corriente, aunque la justificación sea otra.

¿POR QUE INSISTIR EN EL SOCIALISMO? Satisfacción de necesidades Vrs. perdida de libertad.
Este tema ya abordado hasta la saciedad, ya no debería tratarse pero como en la actualidad nuestros políticos se afanan en resucitarlo, nos proponemos aquí hacerle un breve comentario.
El socialismo es doctrina política, científicamente probada como errónea y que crea múltiples problemas a la vida social. Sus defensores tuvieron que aceptar que en la práctica y tras años de vida angustiosa, el Estado no pudo, por ningún medio, resolver los problemas de la vida social y ante la perspectiva de que la nación sucumbiese, aceptaron como condición irremediable la supremacía de las leyes del mercado. Así,  admitieron la propiedad privada, los beneficios de la competencia y además la eficiencia del Estado mediante la descentralización y privatización de las empresas estatales.
Para no reconocer el error de su doctrina antinatural, claman al regreso a sus orígenes socialistas y causan la impresión de que para curarse de la injusticia e iniquidad social, “los pueblos necesitan experimentar en la práctica el socialismo”, como si dijésemos  en carne propia, las penas y sinsabores que causa un régimen socialista. Buscando suavizar sus efectos, el Socialismo actual ya no clama contra el imperialismo yanqui o europeo, hoy clama por la “justicia social” o por “la política con rostro humano” o “responsabilidad empresarial” o simplemente “de responsabilidad social”.
No obstante, la teoría es siempre la misma: “El Estado debe controlar la mayor parte de los medios de producción para que la riqueza sea distribuida con equidad”.
No importa el país en el cual estudiemos el proceso del socialismo: sea Rusia, Suecia, Alemania, Cuba o Venezuela. Siempre observaremos el mismo proceso en su desarrollo: llega el momento en que consumido todos los recursos del Estado se hace uso del de sus satélites políticos y, agotados estos, se implora la asistencia internacional hasta que, finalmente se produce el derrumbe, pues ya no hay otra fuente a la cual acudir.
Carece de importancia que los demócratas liberales afirmen que “el Socialismo no funciona como modelo político”, ya que ellos son su contraparte, pero sí que lo haya dicho Gregoy Malenkov a principios de los años 50´s, treinta y cinco años antes del reconocimiento público del colapso económico, político y social de la Unión Soviética; pero como este suceso es histórico, es decir, antiguo veámoslo en la actualidad, previniéndose de un colapso; ya Cuba entro a su primera fase de capitalización y por igual camino va Venezuela, modelo del Socialismo del Siglo XXI, pues que esta padeciendo de escases de alimentos, inflación y de mucho descontento social por la confiscación que hace de todo bien privado y, que posiblemente por ello tuvo ya como consecuencia, un primer descalabro político.
Sin embargo, los problemas del orden económico de los países socialistas (Cuba, Rusia o Venezuela) son  calificados por los socialistas de “coyunturales”, es decir de circunstancias y no de regla o de estructura económica; sin embargo nos guardamos de tal calificación al leer el juicio del sociólogos francés Robert Fossaert, uno de los mas grandes pensadores del socialismo moderno, autor de “La Sociedad”, el “Futuro del Capitalismo” y de su obra cumbre “El Mundo en el Siglo XXI” junto con muchas obras más. Ha escrito ya en 1969 refiriéndose a los efectos del socialismo en Francia lo siguiente: “Francia, es decir, la mayoría de los franceses, no tiene una clara consciencia de sí misma, puesto que las posesiones, las instituciones y los atributos que aun ayer la identifican, han desaparecido o están en declive. Ha decapitado o expulsado a sus reyes, su Iglesia vacila, su Imperio ha muerto…, su asiento pequeño burgués y rural se desvanece. Le queda un Estado inmenso y abstracto, una Universalidad desamparada, una lengua que se degrada en un “franglais” del mismo modo que sus modos de vida”. Refiriéndose a los efectos nefastos del socialismo, no solo en el campo de la economía, sino también en la totalidad de la naturaleza de la sociedad, propiciado por el intervencionismo estatal y el ofrecimiento, siempre creciente, de satisfacción a las necesidades antes satisfechas por el individuo mismo.
El socialismo debe entenderse, en toda su dimensión, como una totalidad de ideas en todo opuestas a las ideas liberales y es aleccionador advertir que para justificar el fracaso constante del intervencionismo del Estado en la vida social siempre, exclaman “LA REVOLUCION HA SIDO TRAICIONADA”, lo dijo así por primera vez: León Trosky en 1920, cuando sufrieron el primer descalabro económico y el cual salvaron gracias a la ayuda a la Banca Norteamericana. Pero desde entonces cualquier desastre,  le atribuyen no a los errores del sistema sino a la intencionada maldad humana, clamando “LA REVOLUCIÓN TRAIDICONADA”. Por ejemplo cuando se produjo el  Holodomor en Ucrania en 1933 (del ucraniano Голодомор, “matar de hambre”), las autoridades Soviéticas exclamado a coro lo mismo “LA REVOLUCIÓN TRAICIONADA”. Y no fue tal, pues en 2008, esa tragedia fue calificada de crimen de lesa humanidad por el Parlamento Europeo.
Podríamos citar muchas otras ocasiones en las que para los socialistas “LA REVOLUCIÓN TRAICIONADA” es la excusa de todos los fracasos. Fracasos que nuestros políticos que suspiran por el socialismo del siglo XXI y sueñan con sus anheladas realizaciones pueden sufrir o sufrirán seguramente, pero entonces dirán: “LA REVOLUCIÓN TRAICIONADA”.
 El socialismo promete dar libertad y también que cubrirá todas las necesidades materiales pero no aclara que estas se obtienen a cambio de la libertad que ofrecen; es decir, que tantas más necesidades cubren tanta más libertad restringen.  Sucede que entre dar bienestar y tomar libertad hay un difícil y sutil equilibrio que es muy difícil de guardar y, por lo cual siendo la libertad el mayor de los bienes, deben tanto el Estado como los ciudadanos tener el tino para guardar la libertad y por lo tanto la ayuda estatal sólo debe limitarse a guardar la paz pública sin más limite que la moral humanista que nos dicta nuestra tradición judaico cristiana.
El tema es muy delicado pero lo describe admirablemente  Jacques Ellul, anarquista protestante, profesor de Historia de la Ley e Historia Social en la Universidad de Burdeos y creador del concepto “ecología política”. Nos dice en su obra “El Hombre”: “El hombre esta bien equilibrado, pero perfectamente extrovertido… esperándolo todo, en definitiva, de las intervenciones y decisiones del Estado: éste se constituye en el agente de toda la impulsión colectiva o reivindicación social; el Estado es una especie de mediador entre el hombre y todos los problemas generales. El Estado puede arreglarlo todo; del Estado el hombre espera la respuesta a cada acontecimiento, incluso a nivel privado: los servicios sociales están ahí para solucionar las cuestiones individuales”. Con esta descripción se aprecia claramente que en la medida  en que el Estado interviene, la libertad, atributo fundamental de la especie humana, retrocede o desaparece.  Para lograrlo, el socialismo tiene que cambiar la estructura y la vida humana desde sus orígenes: la infancia y, lo hará por medio de la educación y una nueva formación ciudadana.
Retrocedamos hasta los orígenes del socialismo moderno: “Lo designado con la palabra socialismo son los sistemas que queriendo cambiar no la forma o la organización política de la sociedad, sino sus fundamentos y esencia misma, rechazan ya directamente, ya dando un rodeo la propiedad, la familia, la libertad individual. Todos los sistemas socialistas tienen igualmente por divisa la palabra solidaridad: todos se proponen librar al hombre de su responsabilidad sustituyéndole en su producción, en su industria, en su actividad, a la sociedad entera. Así, pues,  si la sociedad, es decir, el Estado, debe responder a todo, es preciso también que todo le pertenece, personas o cosas.” Definición tomada del Diccionario Guerin, publicado en 1892.
El socialismo interpreta el concepto Rousseauniano de “No debe de existir ninguna sociedad particular entre el individuo y el Estado”, rechazando cualquier institución en la que el individuo agrupado naturalmente, exprese su sentir colectivo. Y, esta es la razón por la cual el Socialismo ve en todas las asociaciones gremiales un enemigo de la intervención Estatal y por lo cual pretende destruirlas.
El Socialismo tiende a modificar  la naturaleza humana, subyugando al individuo y, es por eso gravísima amenaza para el progreso del hombre en lo social y lo espiritual, ya sea coartándole su libertad de acción o propiciando su inacción en la espera de ayuda estatal.
Es más, el socialismo sólo acepta las organizaciones fundadas en la diferencias de clase y con un fin estrictamente político, por lo que son organizaciones artificiales en el Estado, y no verdaderamente representativas de la misma como las creadas naturalmente (Cuerpos intermedios).
En la actualidad, los economistas socialistas justifican sus medidas diciendo: “el Estado es el soberano; él impone impuestos por que es el que impone”, cuando se refiere a que los particulares paguen. Pero atiende  con relativa facilidad a los grupos de manifestantes callejeros, de las organizaciones “populares” que solicitan más dinero y prestaciones del Estado.
En algunas publicaciones de izquierda, hemos visto  claramente, la intención de cambiar a la sociedad: modifican nuestro Himno Nacional, insertan música revolucionaria entre la música patria y, además hacen exposición jurídica de lo que ellos llaman “crímenes económicos”; lo que para nosotros sólo es el desenvolvimiento de la economía, bajo las leyes naturales de la oferta y la demanda.
Así  parece que lo tristemente vivido por otros Estados no nos ha enseñado nada: aún hay quienes  insisten en el socialismo y totalitarismo de Estado y en el traspaso  de la propiedad privada a manos del Estado para que éste redistribuya la riqueza entre los necesitados. Y lo más triste es que nuestros políticos socialistas dicen: “si no nos lo das…. lo tomamos; y si no aceptas el pacto fiscal… pues te lo imponemos”.
Nos consuela sin embargo que no se lucha contra el Socialismo sólo en nuestro país; también en Francia se le pone en evidencia, no sólo en cuanto a su doctrina, sino también a la hipocresía de sus postulantes. Leamos a continuación los razonamientos recientemente hechos por el Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, luego de un triunfo legislativo a su favor:
"Hoy, hemos derrotado la frivolidad y la hipocresía de los intelectuales progresistas.

De esos que el pensamiento único es el del que lo sabe todo y que condena la política mientras la practica.

Desde hoy no permitiremos mercantilizar un mundo en el que no quede lugar para la cultura: Desde 1968 no se podía hablar de moral.  Nos impusieron el relativismo:

La idea de que todo es igual, lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo, que el alumno vale tanto como el maestro, que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos estudiantes.

Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el delincuente.

Que la autoridad estaba muerta, que las buenas maneras habían  terminado, que no había nada sagrado, nada admirable. El slogan era VIVIR SIN OBLIGACIONES Y GOZAR SIN TRABAS.

Quisieron terminar con la escuela de excelencia y del civismo. Asesinaron los escrúpulos y la ética. Una  izquierda hipócrita que  permitía indemnizaciones millonarias a los grandes directivos y el triunfo del depredador sobre el emprendedor.

Esa izquierda está en la política, en los medios de comunicación, en la economía. Le ha tomado el gusto al poder.  La crisis de la cultura del trabajo es una crisis moral.  Hay que rehabilitar la cultura del trabajo.

Dejaron sin poder a las fuerzas del orden y crearon una frase: Se ha abierto una fosa entre la policía y la juventud:  

Los vándalos son  buenos y la policía es mala.

Como si la sociedad fuera siempre culpable y el delincuente inocente.  Defienden los servicios públicos pero jamás usan transporte colectivo.

Aman mucho a la escuela pública pero mandan a sus hijos a colegios privados.

Adoran la periferia pero jamás viven en ella.

Firman peticiones cuando se expulsa a algún ocupante, pero no aceptan que se instalen en su casa.

Son esos que han renunciado al mérito y al esfuerzo y que atizan el odio a la familia, a la sociedad y a la república.

Hoy debemos volver a los antiguos valores del respeto, de la educación, de la cultura y de las obligaciones antes que los derechos.

Estos se ganan haciendo valer y respetar los anteriores.

 
Conclusión: El Socialismo pretende un dominio total sobre la vida del particular, modificando su forma de pensar y ser natural, por lo que se le debe de enfrentar en forma total.
LA VERDAD DE LAS FINANZAS PÚBLICAS dichas por el Pastor Dr. Adrian Roger
“No se puede establecer la libertad del pobre, sobre la base de dejar sin libertad al rico
Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo.
El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona.
Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso, mi querido amigo... es el fin de cualquier Nación.
No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola”.

LA ÉTICA EN NUESTRO ESTADO DEMOCRATICO:
Ha ingresado la iniciativa de ley para la modificación del Art. 28 de la Ley de la Carrera Policial, para que aquellos oficiales con faltas graves y muy graves puedas ascender a mandos superiores.
El Consejo Superior de la Universidad de El Salvador, permitirá que alumnos con notas más bajas de 4.5 puedan ingresar como estudiantes.
La Asamblea Legislativa aprueba el retiro voluntario para disminuir sus plazas, pero no se congelan, sino que solicitan un aumento en el número de plazas por fracción.
NUESTRO ESTADO NECESITA ÉTICA Y MEDIDA EN SUS GASTOS PÚBLICOS Y, TIENE QUE PENSAR ANATE TOTO EN EL PAGO DE SUS COMPROMISOS FINANCIEROS INTERNACIONALES Y, EN NO DESTRUIR LA UNICA FUENTE DE INGRESOS VERDADEROS: EL PUEBLO SALVADOREÑO POR MEDIO DE LA EMPRESA PRIVADA COMO PRINCIPAL RECAUDADOR.
EL LEVANTAMIENTO COMUNISTAD DE 1932. III. ORIGEN Y EVOLUCION DE LAS IDEAS Y LUCHAS POLÍTICAS EN EL SALVADOR.
Durante nuestra vida independiente de España, hemos sufrido dos luchas políticas de ideas antagónicas y que, iniciadas desde los primeros tiempos, han sobrevivido por generaciones: la primera ha sido de liberales contra conservadores y la segunda de neoliberales contra socialistas o comunistas.
Relacionados con estas luchas hubo levantamientos de indígenas que fueron unos a favor o instigados por los conservadores y otros, por los liberales y, finalmente, en el siglo pasado, de los comunistas contra el gobierno legalmente constituido.
Para mejor comprensión de los orígenes y propósitos de estas insurrecciones, es muy conveniente estudiarlas en orden cronológico y entender que entre unos y otros, ha habido una lucha de muy tristes consecuencias para la vida nacional, pero que es necesario aclarar sus motivos para que podamos, en nuestros días, erradicar definitivamente esos malignos movimientos y  por fin gozar de la verdadera vida democrática, a la que aspiramos desde los primeros días de nuestra independencia.
Pues bien, la lucha entre liberales y conservadores fue definida ideológicamente, a favor de los primeros en la Constitución de 1886 y sus efectos se extendieron más allá de 1932, época en que se dio el movimiento comunista de infausto recuerdo, y que fue injerto de las ideas nuevas del siglo XX. No se debe perder de vista que, producto de aquellas luchas es el desarrollo de nuestro sistema democrático en todas sus formas y que se ha implantado conforme al desenvolvimiento de las nuevas ideas políticas. El liberalismo de la independencia se transformó,  en el transcurso del tiempo,  por  fuerza de la evolución de las ideas, en neoliberalismo y ésta teoría o doctrina es la que tuvo que enfrentarse en la actualidad contra el socialismo. Como consecuencia natural de estas controversias, se llegó al pináculo constitucional al promulgarse la Constitución de 1950.
Pero para mejor compresión del devenir de las ideas políticas, debemos considerar primero, la lucha entre liberales y conservadores que se inició ya en nuestra vida colonial, porque las ideas de los enciclopedistas franceses cayeron en tierra fértil, en las mentes de nuestros próceres americanos, ávidos de ilustración y conscientes de la realidad humana de amor a la libertad.
Realmente, nuestra vida política nace cuando el Presbítero José Ignacio Ávila, represente de la Capitanía General de Centroamérica, proviniendo de la Intendencia de San Salvador, fue nombrado representante ante las cortes de Cádiz. Tuvo un rasgo muy revelador del pensamiento de la época: hizo la moción de la creación de una Diócesis separada de la de Guatemala. En aquella época las circunscripciones religiosas se sobreponían a las políticas, formando un solo Gobierno. Podemos decir que desde ese momento surgió la idea de libertad y separación de lo que sería El Salvador,  ya estaba planteada en espíritu su independencia y separación del resto de Centroamerica.
Menéndez y Pelayo en su obra “Heterodoxia Española” dice, refiriéndose a la Cortes de Cádiz de 1812: “Vuelta la espalda a las antiguas leyes españolas, y desconociendo en absoluto el valor del elemento histórico y tradicional, fantaseando, quizá las generales intenciones, un Constitución abstracta e inaplicable, que el más ligero viento habría de derribar”.  En esta dura critica a la Constitución cumbre de la época, señala tres corrientes políticas que conformaban las Cortes: Los liberales, que deseaban las reformas inspiradas en la Revolución Francesa; los conservadores absolutistas, a quienes llama “serviles”; y a  los americanos (los representantes de las colonias hispanas), los consideraba muy cerca de la postura liberal, pero interesados sólo en el bienestar de sus regiones.
Las Cortes, convocadas por la “Regencia de 5 miembros”, quien ejercían el poder, reúnen a los representantes de España en Cádiz y, ante la imposibilidad de una representación directa, tomaron a quienes eran originarios de cada una de las partes a representar,  y que habitaban en ese momento en derredor del Puerto de Cádiz (este se había convertido en un refugio para todo español intelectual que no fuese partidario de los invasores y. quienes  eran protegidos por la flota británica). La idea de la redacción de una Constitución, fue de las Juntas locales y, representando el poder verdadero en España, era de su opinión como forzosamente debía hacerse mediante una “Consulta de País”, por lo que se  dio status de Provincia a todas las colonias. Es muy importante hacer notar esta circunstancia porque  las Juntas Locales ejercían el poder en tiempo de guerra y  estaban constituidos por las autoridades locales (Consejos Edilicios y tropas de defensa de las localidades). Existía una gran similitud entre esta institución y los Cabildos nuestros, al momento de la independencia. Estas instituciones respondían a la naturaleza propia de los cuerpos intermedios, era  la expresión natural de la organización social positiva, ante un vacío de poder.
El juicio de Menéndez y Pelayo, demuestra el interés genuino  de nuestros representantes en mejorar  la vida de los habitantes del Nuevo Mundo, aplicando las ideas liberales, aunque no en forma absoluta, debido al peso político que tenían las ideas conservadoras de la época y lo cual queda claramente demostrado con el primer grito de independencia del 5 de noviembre de 1811, no tuvo el respaldo total de las poblaciones. El peso de las ideas conservadoras se aprecia en el hecho que acotamos a continuación: En  1814, cuando el Rey Fernando VII regresó al Trono Español, el Arzobispo Casaus y Torres, envío una carta al Rey, y que fue remitida también   a todas las colonias, llegando hasta la Audiencia de Guatemala, y la carta dice: “Llego el día venturoso en que tuvimos la plausible noticia de estar ya V.M. en territorio español y con plenitud de salud: en el momento todo el pueblo se lleno de gozo, todos los vecinos andaban como fuera de sí, por las calles enajenados de contento, dándose mutuamente repetidos parabienes; y nosotros con el Gobierno y mucha gente del pueblo nos juntamos en la Santa Iglesia a dar gracias a nuestro buen Dios, que oyó nuestras súplicas humildes, y nos restituyo por último al Monarca más deseado”.
La lucha entre conservadores y liberales fue constante. En España se prolongó por todo el siglo XIX con las guerras Carlistas y en América siguió un camino muy similar, pero sin la figura del rey. El dilema fue Iglesia y Estado o Estado laico, es decir sin Iglesia. La coincidencia llega hasta en las épocas en que en ambos continentes se presentan las “Leyes de las Manos Muertas”, ley que tomaba para luego vender las propiedades de la Iglesia.
El catolicismo imperante en América Hispana era profundamente arrollador y, acorde con la época y las creencias, el Papa Pio VII, publicó la Encíclica ETSI LONGISSIMO en el año de 1816,  la que fue dirigida a las colonias españolas y que en algunas de sus partes de sus partes dice: “A los Venerables Hermanos Arzobispos y Obispos y a los hijos del clero de la Amera sujetos al Rey de España…. Aunque inmensos espacios de tierra y mares nos separan, bien conocida Nos es vuestra piedad y nuestro celo en la práctica y predicación de la santísima religión que profesamos…. Sin embargo, por cuanto hacemos en este mundo las veces del que es Dios de la Paz, y que las voces para redimir al género humano de la tiranía de los demonios quiso anunciarla a los hombres por medio de sus ángeles, hemos creído propio de las Apostólicas funciones que, aunque sin merecerlo Nos competen, el excitaros más y más con esta carta a no perdernos esfuerzo para desarraigar y destruir completamente la funesta cizaña de alborotos y sediciones que el enemigo sembró en esos países. Fácilmente lograreis tan santo objeto, si cada uno de nosotros demuestra a sus ovejas con todo el celo que pueda los terribles y gravísimos perjuicios  a la religión; si presenta las ilustres y singulares virtudes de nuestro carísimo Hijo en Jesucristo, Fernando, Vuestro Rey Católico, para quien nada hay más precioso que la Religión y la felicidad de sus subiditos; y finalmente, si les pone a la vista los sublimes e inmortales ejemplos que han dado a Europa los españoles que despreciaron vidas y bienes que demostrar su invencible adhesión a la fe y su lealtad hacia el soberano.
Procurar, pues, Venerables Hermanos e Hijos queridos, corresponder gustosos a Nuestra paternales exhortaciones y deseos, recomendado con el mayor ahínco la fidelidad y obediencia debidos a nuestro Monarca”.
La lucha entre conservadores y liberales fue constante. En España se prolongó por todo el siglo XIX con las Guerras Carlistas y en América siguió un camino muy similar pero sin la figura del rey. El dilema fue Iglesia y Estado o Estado laico, es decir sin el poder terrenal de la Iglesia. La coincidencia llega hasta la época en que en ambos continentes se presentaron las “Leyes de las Manos Muertas”, por la cual se confiscaban las propiedades de la Iglesia para venderlas por cuenta del Estado para hacer llegar fondos a sus arcas, y aumentar la productividad del país.
La coincidencia avanza en el tiempo, hasta la evolución del neoliberalismo y la lucha contra el socialismo o comunismo de las primeras décadas del siglo XX.
Ahora  bien, aunque conservadores y liberales oponían sus ideas, nuestra independencia fue incruenta. Sin embargo, tuvo que sostenenerse inmediatamente ante el conservadurismo mejicano que pretendía anexar esta colonia (ya independizada) al imperio mejicano de Iturbide. Una de las medidas contra esta anexión, fue enviar una comisión a Washington D.C. proponiendo la anexión de ésta liberada Capitanía General a la Unión Americana. Manuel José Arce, que era miembro de esa comisión, a su regreso, llegó al Puerto de Tampico en 1823 y, allí trató de organizar una expedición militar para realizar la independencia de Cuba, pero dicha expedición fracasó por falta de personal y de recursos financieros. Estos hechos son prueba del pensamiento liberal y libertario de nuestros próceres y que veían a la región sujeta a España, como un todo, sin tener ellos ambiciones personales o localistas.
Poco después de la independencia y como consecuencia de las dificultades de la organización del gobierno, aparecen las luchas Morazánicas, que tuvieron su origen en el antagonismo entre liberales y conservadores.
En aquel entonces y tal como sucede ahora, cuando las fuerzas se equilibran no hay forma de solucionar el conflicto y era natural optar por la solución mas viable en el momento aunque a largo plazo esa solución sea la peor. Así fue que en aquel entonces el Primer Presidente salvadoreño Juan Lindo, cuando era diputado conservador en Honduras en 1838,  propuso la separación de Honduras de la República Federal de Centroamérica. Esta gestión separatista, a raíz de nuestra independencia, trae a nuestra memoria que en los días del último conflicto armado, también se propuesto idea separatista: dar del rio Lempa hacia occidente al gobierno constituido y, del Lempa hacia oriente, dárselo a la guerrilla; con tal proposición, fue mejor solución firmar los Acuerdos de Paz en 1992.
Pero volviendo a nuestro tema, en nuestra primera época como estado independiente, tuvimos de 1841 a 1859 veinticinco presidencias, todas designadas por el poder legislativo o legitimado por la aceptación general luego de rebeliones y asonadas. La presidencia fue ejercida por dieciocho personas: unas liberales y otras conservadoras. Por ejemplo, fueron conservadores Don Rafael Ocampo y su Vice-Presidente Don Francisco Dueñas. Designados a esta presidencia, fueron los Generales José María Santín y  Gerardo Barrios, ambos liberales. Todos, en su momento ejercieron la presidencia dando continuidad a las luchas ideológicas.
Como ejemplo de estas vicisitudes, cito lo siguiente: el 15 de febrero de 1859 el General Joaquín Eufrasio Guzmán depositó la presidencia en el Senador José María Peralta; éste, el mismo día nombró Comandante General de la República, al General Gerardo Barrios. Poco después, el 3 de marzo de 1859 decidió depositar todos los poderes en el mismo General Barrios, por causa de una rebelión. El General Barrios asumió  formalmente la presidencia al año siguiente porque era necesario y muy conveniente, presentarse como Jefe de Estado ante Guatemala, que al mando de Carrera, conservador y aliado de Honduras, que estaba para declararle la guerra a El Salvador.
Para comprender mejor estos procesos, es bueno saber lo siguiente: en plenas luchas Morazánicas, el gobierno tuvo la necesidad de crear una imposición fiscal sobre la renta y los bienes inmuebles, lo cual afecto mucho  a la estructura económica y produjo gran descontento entre los propietarios, pues sólo a ellos afectaría el impuesto. A quienes no podían pagar, por no poseer nada se impuso el servicio militar obligatorio. A pesar de todo el descontento fue general y hubo rebeliones en Izalco, Sonsonate, San Miguel y Chalatenango. En estos alzamientos participaban de común acuerdo todos los pobladores sin distinción de clases. Leamos algunos párrafos del decreto que contiene la Ley que provocó esas rebeliones (“La ley del 21 de agosto de 1832): “No hay rentas para cubrir los gastos; sólo existe la de aguardiente y su producto es pequeño.
Los diezmos perdieron su prestigio religioso, y se oponen a la ciencia económica. Los propietarios están arruinados: sobre ellos ha caído todo el peso de la guerra. Las cuantiosas sumas que se han invertido en sostener la Independencia, han sido dadas por hombres que a fuerzas de los ahorros de sus padres y de sus propios sacrificios, poseían bienes de que hoy carecen.
La contribución directa que se ha decretado, es módica y favorable a los pobres. Ellos dan dos reales cada tres meses, y quedan exento de la alcabala que pagaban por la leña, el maíz, cerdos, dulces, trigo y todas las demás cosas que consume la clase no propietaria.
No se pagará el diezmo que mortificaba tanto, y no se cobrarán en los guardas mil y mil contribuciones pequeñas que vejaban al infeliz y no producían al erario.
Están exceptuados de la contribución todas las mujeres no propietarias, todos los enfermos e impedidos de trabajar, todos los menores de dieciocho años, todos los mayores de sesenta años y todos los soldados que están en actual servicio.
Las naciones vecinas no nos darán el dinero que necesitamos para los gastos públicos, y el gobierno no posee el arte de que el aire se convierta en oro.
Se han economizado los gastos hasta lo sumo. Dígase cuál es el dispendio inútil o gravoso, cuál el empleado inepto o disipador, qué destino es innecesario y qué gasto puede evitarse. El Ejecutivo aceptará la indicación que se haga, porque no quiere que el sudor de los pueblos se consuma inútilmente.” Mariano Prado.

Las rebeliones hasta aquí mencionadas fueron sofocadas con facilidad pero no así, la del indio Anastasio Aquino, en enero de 1833 y cuya reseña aremos a  continuación, por la importancia que en el presente se le da, arguyendo que su motivación fue su motivación la lucha contra los terratenientes, dándole así un carácter comunista.
En la rebelión del indio Aquino, no participaron exclusivamente indios, aunque el alzamiento se proclamaba era para reivindicar exclusivamente los derechos de los Nonualcos. Al estudiar sus diferentes episodios, encontramos similitud con los alzamientos dados en la época colonial. Fuente de referencia es la obra “Aquino, Morgan y Peterson” del nicaragüense Don Salvador Calderón Ramírez. En el capítulo referente a Anastasio Aquino, hace notar  como muy importante, que Aquino sólo obedecía a su mujer y al “ladino” Briones, alias Cascabel,  quien era el instigador de las acciones de Aquino. Ahora bien,  para saber con precisión que ideología dominaba en este movimiento y siendo este Briones “ladino”, hemos averiguado que Cascabel había servido a las órdenes del Coronel Tomás Herrera  (General Tomás José Ramón del Carmen de Herrera y Pérez Dávila, Presidente la República de Nueva Granada y veterano de las batallas de Junín y Ayacucho). Pues de esta relación, podemos deducir fácilmente dos cosas: primero; Cascabel tenía ideas liberales y anti españolas y, segundo, que inculco en Aquino estas ideas y el interés por la artillería, de tal manera que se apodero de dos cañones de hierro y, llego a poseer, ¡quien sabe como! cañones de madera. Esto último nos sorprende, pues los cañones de madera nunca formaron parte del arsenal español ni se habían usado durante las guerras Morazánicas. Sabemos eso sí, que fueron utilizados por los “Mambises” – guerrilleros de origen negro y mulato que combatieron contra las fuerzas españolas en Cuba y Santo Domingo-. Estos cañones de madera, no eran efectivos. La pieza estaba reforzada por cuero y abrazaderas de hierro o bronce y su efecto en el combate era más psicológico que efectivo, pues podían efectuar hasta seis disparos y, después al reventar,  matar a sus servidores (consignamos estos detalles aparentemente sin importancia, para que el lector juzgue la acuciosidad conque investigamos todos los detalles que nos puedan servir para establecer la verdad de los hechos).
El General Herrera, amigo de Cascabel, ostentó el grado de Coronel hasta que después de regresar de su destierro en 1830 derrotó en Panamá al Coronel Alzuru. Es posible que el Coronel Herrera, haya estado en Honduras durante su destierro entre los años 1828 a 1830, y que fue entonces donde se relacionó  se relacionó con Cascabel y le regalo su espada en recompensa por haberle salvado la vida, y Cascabel la usaba con gran maestría, como lo menciona Calderón Ramírez. Es evidente la influencia de Cascabel en las operaciones militares de Aquino pues ya era veterano de otras contiendas. No hay antecedentes de que Aquino hubiese aprendido en la práctica el arte y la disciplina militar. Pero en su rebelión, ya hubo tácticas empleadas en el Caribe contra los Españoles. Se deduce fácilmente que tubo  que haber alguien que se las enseño. Fuentes históricas de principios del siglo XX consignan que Aquino, fue aconsejado en sus operaciones militares por personas venidas de Quezaltenango y posiblemente de San Salvador, descontentos con el Gobierno de Prado y San Martín.
La rebelión de Aquino, inicia como un acto de rebeldía al liberar a indios conscriptos que eran llevados a las afueras de Santiago Nonualco. Este acto inicial es revelador: los principios liberales buscaban la libertad de cualquier persona, sometida por la fuerza. Estamos viendo actuar las mismas ideas liberales en dos planos diferentes, por una parte el Gobierno de Prado era liberal, pero únicamente en cuanto la organización del Estado y su relación con la Iglesia, en cuanto a Aquino, se evidencia la idea de libertad fundamental frente al poder del Estado.
En los “Apuntes de Historia de El Salvador” del Sacerdote Daniel Olmedo, se dice que en la Batalla de Santiago Nonualco, las tropas de San Vicente, lograron una victoria sobre Aquino, pero gracias a la colaboración de militares descontentos con el régimen de San Salvador, Aquino puro contraatacar, y eso le permitió poder retirarse con la mayoría de sus fuerzas. Es natural que en la convulsa Centroamérica de ese , cualquier levantamiento que perjudicase al gobierno, seria favorecido por sus opositores, sin distinción de cual fuese el pensamiento ideológico, privando el concepto: “el enemigo de tu enemigo es tu amigo”.
Recientemente se ha querido calificar la rebelión del indio Aquino como de carácter estrictamente indígena y comunista, pero la investigación histórica del suceso enseña que solamente privaba en Aquino el odio ancestral del indio contra el conquistador y que hacia uso precisamente de cualquier medio para lograr su fin.
Con el paso del tiempo, la figura de Aquino ha sido exaltada como símbolo de libertad y trascendiendo  la  historia como asunto de la literatura salvadoreña, lo podemos comprobar en la “Balada a Anastasio Aquino” por Matilde Elena López, prologada por el Lic. Juan Francisco Campos Menjívar, quien exalta la importancia cultural de este tipo de obras.
La obra literaria es una interpretación poética de los sucesos humanos, pero la historia no lo es, es verdad pura. En documentos electrónicos como los de la Librería Torogoz (“Revolución de Aquino”, es -de notar que siempre están firmadas con un seudónimo- y sus fuentes no son verificables), la izquierda presenta como hecho histórico que Aquino ya había iniciado sus luchas a la edad de diecisiete años, en 1809, antes del primer grito de independencia, por lo que lo sitúan entre los próceres salvadoreños. Sus acciones iban destinadas a hostigar a los “blancos” rompiéndoles los cercos de sus propiedades, y que además ya había organizado grupos de resistencia desde 1825.  Los movimientos de izquierda lo presentan como un noble cacique de los nonualcos y, que puede remontarse hasta Topiltzin Acxitl. Rebatir estos errores producto de la imaginación exaltada de quienes pretenden enlazar sus ideales comunistas con los movimientos indígenas es fácil, pues la historia es clara, fría  y precisa: Las cercas de alambre no pudieron ser rotas por Aquino porque no existieron sino hasta 1868, en que Michel Kelly, de Illinois, las patentó, inspirado en las cercas  de Osage Orange (planta espinosa del desierto) utilizada por los ganaderos Texanos para encerrar al ganado cimarrón. El atribuir un ejército en campaña “revolucionaria”, desde 1825, tiene su origen en un error de imprenta de la “Historia de Centro América” del Dr. Henrique Lardeé y Arthés, en su tercera edición, publicada en 1930, en que se lee en la página 145: “Dado en Tepetitán a 16 de febrero de 1823”, en donde claramente, el año es “1833”. Por otra parte el año 1823 es de importancia histórica, pues fue en ese año en que se liberaron los esclavos de Centroamérica.
Las luchas entre liberales y conservadores llegaron a Santa Ana y sus derredores. La Plebe, uno de los elementos de la sociedad, se había levantado, apoyada por el conservador Presidente de Guatemala Rafael Carrera, indio que sin saber ni escribir logró el poder y sirvió a los conservadores y,  de tal manera hábil que se perpetuó en el poder de Guatemala desde 1839 a 1865 en que murió.
En su lucha, Carrera repartió 200 fusiles para hostigar con tácticas de guerrillas a los liberales y, esta rebelión duró de 1839 a 1841. Y  luego hubo otro levantamiento en 1842 contra el Presidente Juan Lindo, repitiéndose nuevamente al año siguiente.
Con la finalidad de poder controlar fácilmente las posibles revueltas de los Volcaneños (La Plebe) se fijaron los límites departamentales de Santa Ana, Sonsonate y Ahuachapán, que confluyen en los Naranjos, la única meseta de la Cordillera Apaneca-Lamatepec. Y así llegamos a conocer el segundo levantamiento indígena que se dio en 1870, llamado “Revuelta de los Volcaneños”. Esta rebelión tuvo sus orígenes en el descontento contra el Presidente Dueñas y en un litigio de tierras en Monte Largo, en el volcán de Santa Ana, en dirección del cráter hacia Las Cruces y Los Naranjos. Entre La Plebe y Francisco Arcia, de Santa Ana. El litigio se inclinaba a favor del segundo.
 Según las “Estadísticas de Santa Ana”, publicadas por su primer Gobernador Don Teodoro Moreno, en 1855, La Plebe estaba compuesta por mulatos, mestizos e indios en su mayoría, lo cual es coincidente con las proporciones dadas por el Presbítero Domingo Juarros en 1810. En la descripción política que hace Don Teodoro Moreno califica a los habitantes de Santa Ana como “liberales”.
El movimiento fue sofocado después de tres días de lucha y del incendio del antiguo Cabildo y del asesinato de varias personas.
Es conveniente para entender las causas de estas rebeliones, saber cómo estaba en aquel entonces estructurada la sociedad: Había dos clases sociales bien definidas: La plebe y la clase distinguida (españoles y criollos). Estas clases actuaban separadamente pero colaboraban en la vida social y comercial. Por ejemplo cuando la erupción del  volcán de Santa Ana en mayo de 1733, las diferentes clases sociales juraron que ellos y sus descendientes, proseguirían agradeciendo a Señora Santa Ana por el milagro realizado al salvar a la ciudad de la correntada que amenazaba arrasarla y que por este agradecimiento, se celebraría anualmente lo que llamaron las Misas Juradas, que fueron tres: una a cargo de la Plebe, otra a cargo de la Vírgenes (mujeres solteras y viudas) y tres, la de los Señores. Es notable que la obligación de esas misas se heredada a los descendientes que lo consideraban un verdadero honor. Sabemos por  que durante la mayor parte del siglo XIX, las misas Juradas de la Plebe y de las Vírgenes estuvieron a cargo de la venerable matrona Doña Timotea Asencio (1807 – 1909) y, que sus descendientes todavía hoy, conservan esta sagrada tradición. En la obra titulada “Hombres y Cosas de Santa Ana” se describe a la Plebe como “gente de raza indígena que había abandonado la lengua y las costumbres indígenas pero que conservaban su belicosidad”. En la obra “Introducción a la Moral y al Civismo”, se le atribuye a la Doña Timotea Asencio el haber alentado a los patriotas a la defensa de Santa Ana en el “Movimiento de los 44”, en 1894, diciendo “Santa Ana será abatida  pero nunca vencida” y que tomando el fusil, se lo daba a los hombres diciendo: “a la calle, que los hombres se han hecho para pelear”. Toda esta relación tiene por objeto probar que las rebeliones solo eran motivadas por problemas coyunturales en los que se dirimían diversos conflictos, en los cuales el de la tierra era ocasional, siendo el principal, la lucha entre conservadores y liberales. Y esto se deduce que despues del levantamiento de 1870, hubo otra rebelión que  finalizó con la  caída de Dueñas. El nuevo Gobierno no  persiguió a los instigadores de la rebelión de los Volcaneños, por que se suponía que ésta había sido organizada para coincidir con una rebelión general, y a cuyo movimiento se adelantó el de los Volcaneños para evitar delaciones. El principal dirigente de esa rebelión cuyo mote era el El Picudo, logro huir y vivió tranquilamente en Nejapa, muriendo tranquilamente muchos años despues.
Como evolución natural de todo proceso político, llega a su fin la controversia entre liberales y conservadores, jurídicamente definida a favor de los liberales a partir de la Constitución de  1886, en la cual quedó  definitivamente establecida la separación de Iglesia y Estado, y la inviolabilidad de la propiedad privada. Por otra parte, de hecho el conservadurismo llega a su fin con el último de los caudillos de la época: El General Don Tomás Regalado. Sus predecesores, Don Pedro José Escalón y Fernando Figueroa tuvieron transiciones relativamente pacíficas. En 1910, ganó las elecciones el Dr. Manuel Enrique Araujo quien fue asesinado en 1913 por lo sicarios indios Virgilio Mulatillo, Fermín Pérez y Fabián Gracián y, pese a ser fusilados, jamás se investigó sobre quienes les contrataron. A partir de la elección del Dr. Araujo, El Salvador entro en una nueva fase política: La eleccionaria y aunque hay varios golpes de Estado, siempre fueron de efecto transitorio o tratan de ser legitimados por procesos eleccionarios.
El Dr. Araujo trato de modernizar las instituciones nacionales, creo la Guardia Nacional y, estableció las bases académicas para la formación profesional del Ejército. La transformación nacional, según la visión del Dr. Araujo, debía hacerse por medio de la educación y,  este afán modernista además de la visión un Estado con poca injerencia en la vida económica y privada, le sitúa a la cabeza del Neoliberalismo.
Pocos años después, tendremos ya en 1919, la entronización de las ideas comunistas en la Universidad de El Salvador, lo cual preparo las bases para el levantamiento de 1932 y nuestra lucha actual.

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