Publicación Acción

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viernes, 19 de junio de 2015

¿HACIA DONDE VAMOS?


Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 19 de junio  de 2015.

No son halagüeñas las perspectivas del país a un mediano y largo plazo: vislumbrase un panorama económico y social muy parecido al de Venezuela, sin que exista un movimiento opositor masivo y activo; más sí, con una estructura política y económica socialista, aunque las preferencias personales de los salvadoreños, son siempre  hacia el capitalismo y hacia Estados Unidos.

La actual cúpula política del FMLN lleva la iniciativa, pues sus miembros, durante muchos años, estudiaron los distintos modelos socialistas latinoamericanos y aprendieron cuales han sido en Latinoamérica los errores del socialismo en lo relativo a la toma del poder, y así poderlos evitar en El Salvador. No en vano hacían dilatados y frecuentes viajes a Venezuela todos los miembros de la dirigencia del FMLN,  aún desde antes de la Presidencia de Mauricio Funes. Actualmente, el fondo estratégico e ideológico del FMLN el cual, ya están discutiendo internamente, es  guiado por Marta Harnecker, pues es la única persona capaz de intervenir y salvar las diferencias entre la actual cúpula y los otros movimientos de Izquierda en El Salvador.

Pero, haciendo de lado las consideraciones ideológicas del FMLN, consideremos que sus objetivos no han cambiado: primero, la destrucción de la empresa privada en aras de un sistema empresarial partidario y segundo, substituir el bienestar general, por un asistencialismo gubernamental.  La agudización inevitable  de la crisis nacional, no es debida a la incapacidad o negligencia gubernamental, sino a la clara intención de éste: hacer colapsar el sistema, para substituirlo por otro disque  “más justo y equitativo con la realidad histórica del país”.

Como ejemplo de lo anteriormente afirmado, cito el caso específico, dentro de la seguridad pública, del hacinamiento penitenciario: Ahora bien, el país dispone de un préstamo de setenta y siete millones de dólares para ampliar y reconstruir el sistema penitenciario,  pero su utilización, por ser fondo del BIC, tiene que ser muy específico para tal efecto;  no está a uso discrecional sino a una clara transparencia en el avance de la obra. Hoy que tenemos una sobrepoblación carcelaria de un 400% con  30,000 prisioneros, en los distintos centros de detención, será inevitable el colapso de los mismos, lo que obviamente obligará a crear un sistema nuevo con las reformas de ley pertinentes, y los  fondos ofrecidos, ya no serán suficientes: se necesitará mucho más, que tendrán que ser empleados con mayor urgencia y la debida discrecionalidad,  lo cual no permitirá que exista un control efectivo sobre el uso de dichos fondos.

Otro ejemplo, es la negligencia en ayudar a la caficultura,  para que ésta colapse destruyendo  un rubro, que históricamente ha sido señalado por la izquierda, como el causante de los grandes males del país. Nuestra  producción será ahora sólo de setecientos mil quintales, en vez de  los cuatro millones de quintales, producidos años atrás,  diferencia notable que ha dejado sin empleo a más de  doscientas mil personas, creando tal  presión social, que favorece la emigración hacia los Estados Unidos, el fortalecimiento de las maras y una baja en la economía.

Lo único que a El Salvador da estabilidad económica, son las remesas de los 2,215,600 salvadoreños que trabajan en los Estados Unidos y   los beneficiarios en el área urbana marginal, utilizan el 54.9% de ese dinero, para solventar su problema de alimentación,  y en el  campo, los beneficiarios utilizan el  39.4 % siempre en alimentación y el resto es utilizado en pagos de servicios (agua, luz, telefonía) destinando una fracción insignificante  para la generación de más ingresos o para la compra de inmuebles. Sólo en el 2014, las remesas ascendieron a 4,217.20 millones de dólares, lo cual significo una cantidad equivalente al presupuesto general de la nación. Es esta la razón,  por la que el Gobierno no toma medidas tendientes a frenar la emigración, y si ésta es frenada por las políticas migratorias mexicanas y estadunidenses, existe un pretexto político para sustentar los beneficios del socialismo para oponerlo al “despotismo yanqui”.

La Derecha Política está “anestesiada” pues no presenta una verdadera oposición, en la Asamblea Legislativa se opone en razón de los posibles favores que pudieran recibirse en un futuro cercano. En privado, se habla incluso sobre la conveniencia  de apoyar la causa del FMLN, contra la Sala de lo Constitucional, previendo que en futuro, pudiese haber resoluciones desventajosas para todos los partidos políticos.


Mayoritariamente  la población salvadoreña es liberal, democrática y pro norteamericana, pero por su falta de unidad y cohesión política, la Izquierda, que representa un sector minoritario de la población, tiene una relevancia mucho mayor, aunque sin el sustento popular, pero gracias a la clara visión de sus objetivos y por sobre todo, su mayor cohesión, en comparación con la Derecha - que en lo político se preocupa más por ver quién controlará en el futuro el partido ARENA (ver declaraciones de Norman Quijano en disputa velada por el poder dentro de ARENA) y en lo empresarial, quien gana mayores favores gubernamentales para sus empresas, en detrimento de la unidad empresarial, la cual han  procurado mantener la Asociación Nacional de la Empresa Privada, la Cámara de Comercio y la Asociación de Industriales – por lo cual se cierne sobre  El Salvador un panorama político y social no muy halagüeño.

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