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jueves, 21 de marzo de 2019

LA ESTAIZACIÓN DEL AGUA



Por      
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra


La estatización del agua es la finalidad de la campaña “no a la privatización del agua”. Hasta hoy y desde 1859 (fecha de promulgación del Código Civil) el agua es un bien nacional: puede ser usada a discreción, por todo habitante que la desee y necesite. Por causa de la ineficiencia del ANDA y la corrupción en la planificación urbanística estatal, el Estado está reclamando mayor dominio del agua, lo que le daría un control absoluto sobre la industria y la producción agrícola. En apoyo de los manifestantes, el Presidente electo envió una muy peligrosa señal que sólo puede augurar el principio del caos

El Art. 576 del Código Civil dice; “Los ríos y todas las aguas que corren por cauces naturales, son bienes nacionales de uso público”. Quiere decir que todo salvadoreño puede usar el agua, de acuerdo a la legislación de avenamiento pertinente; sin embargo, la tendencia es a crear un ente centralizador, que regule todo uso del agua:  significa que todo particular que extraiga agua de un poso, aunque hecho por él, o tome agua de un rio, tendrá que hacerlo previo permiso y pagando el aforamiento respectivo, lo cual provocara encarecimiento, en la producción agropecuaria e industrial. En consecuencia, se verá afectado el consumo humano del agua.

La industria del agua embotellada ha sido necesaria, por el deficiente servicio del agua brindada por ANDA (fundada en 1961), pues en muchos casos la calidad del agua servida, la hace impropia para el consumo humano. La ineficiencia de ANDA como ente estatal, ha agravado el problema del consumo de agua en un país, golpeado por el cambio climático.

El país sigue una tendencia hacia el socialismo, en la cual, la iniciativa privada se ve cada vez más restringida, creciendo el poder estatal; en dicho proceso, florecen la corrupción y el poder de los partidos políticos, que se venden a conveniencia.

La ley de Ley Especial de Protección al Patrimonio Cultural de El Salvador, despoja al propietario de su dominio: sólo le deja la nuda propiedad, restringiéndole de tal modo, que ya no puede decidir sobre sus bienes. Lo mismo sucede con la Ley de Ordenamiento Territorial, la cual da a las Municipalidades, la potestad de decidir sobre el uso del suelo, de acuerdo con la Secretaría Técnica de la Presidencia. Esto es porque las leyes no son “incentivas” sino “restrictivas”:  que restringen la conducta, no promueven la libre iniciativa. Es un largo, pero seguro camino hacia el socialismo, en el cual se extingue la iniciativa privada, que promueve el desarrollo nacional.

Los eventos del día miércoles 20/3/2019 en el que la turba, ataco a la Asamblea Legislativa y a la Corte Suprema de Justicia, Nayib Bukele exige la libertad de los capturados; fue muy mal mensaje:  augura que gobernará con acciones de calle y no con la concertación democrática. Por otra parte, puede preverse que actué como liberal y leal a Estados Unidos en las relaciones exteriores y socialista populista en el país, lo cual es insostenible en términos de desarrollo.

La protesta de ayer, dirigida por la Universidad Nacional y su reacción negativa para con la fracción del FMLN, muestra que éste ya no tiene control sobre la masa, hoy la tiene Bukele, con los mismos principios del FMLN guerrillero. Pedir la libertad para los detenidos con amenaza contra la PNC, es violación expresa del Art 164 de la Constitución, e indica rompimiento de la institucionalidad. Y si a tal proceder, le sumamos la tendencia socialista, el país muy difícilmente, podrá alcanzar las metas de crecimiento económico, tan necesarias para el bienestar de los salvadoreños.

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