Por
Lic.
Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCION
Han llegado las redes
sociales, a tener el poder de legitimar un régimen o influir, de manera tal,
que “deconstruye” la realidad, permitiendo que el autoritarismo se apodere de
la República, sin que ésta, perciba o recienta, la manipulación de que es
víctima. Esta es la realidad, que ha causado la destrucción del sistema
político, en El Salvador. Con tal destrucción, también se sufre, la de la
economía, que es substituida por una falsedad electrónica, engañando a la
población y, convirtiéndose, en un nuevo “opio del pueblo”.
El viaducto de los
Chorros, el aeropuerto en La Unión, el Tren del Pacífico, fueron proyectos
anunciados como temas de la campaña presidencial anterior y, vuelven a ser hoy
tema de campaña, pero por la difusión en las redes sociales, el 37% de los
salvadoreños, cree que dichas obras, ya son una realidad funcional. Este engaño
se basa, en que no todos los salvadoreños, pasan cotidianamente, por dichos
lugares.
Esta desinformación,
permite minimizar los efectos negativos del Gobierno, por ejemplo: de las
detenciones ilegales; los fallecimientos en las cárceles (157), que se deben a
“causas naturales, sin responsabilidad para el Estado”, según la Fiscalía. Pues
es natural la muerte, si se tiene una enfermedad crónica y no se le da asistencia
o, si sus órganos fallan, luego de una paliza o, si éstos colapsan, por
desnutrición. Una de las quejas de los familiares de los reos, es que los
“paquetes”, que ellos compran para los detenidos, no son entregados.
Expresión coloquial,
entre los que manejan la comunicación de masas, es “Tema, mata tema”. Significa
que, ante un problema o tema negativo, hay que difundir un tema positivo, de
fuerte interés o de polémica, para que sirva de distractor social. Así es que
en el informe a la nación, del presidente Bukele, quien no tenia ningún informe
que dar, pues todos los gastos están bajo reserva y,
no ha realizado obras iniciadas en su gestión,
difunde la modificación territorial y, la disminución de diputados. Por si esto
no bastara, anuncia la confiscación de bienes y procesamiento, para Alfredo
Cristiani.
La exposición de motivos
del reordenamiento territorial, esconde una advertencia: “los partidos
políticos son los responsables de la corrupción municipal”, en referencia a
todos los que no son oficialistas, por lo que debemos de esperar a que éstos
partidos sean extinguidos “democráticamente”, por efecto de la presión ejercida
por las redes sociales, tildándolos de corruptos y con ello, una baja en la votación
o, se hará teatralmente, cuando ya todos los candidatos estén formalmente inscritos
y, el Tribunal Supremo Electoral, los disuelva, por “actos de corrupción”, en
la “guerra contra la corrupción”, quedando sólo los partidos nuevos (creados
por el oficialismo), libres de toda responsabilidad. Aunque esto signifique el
desaparecimiento de GANA, cuyos miembros ya están formando parte de este nuevo
grupo de partidos políticos.
Lo intempestivo de la
disolución de municipios, en un período electoral, en el proceso de elecciones
internas de cada partido y, conformadas ya las estructuras políticas
municipales, quedan ahora desorganizadas y, no podrán recomponerse, en el
tiempo necesario, pues ya se puede ver la fotografía del candidato para
diputado de Nuevas Ideas, a la par de la foto de Bukele para Presidente,
ostentando la banda presidencial.
Esto se puede observar en
la periferia de los municipios, donde el activismo opositor, no ha llegado aún,
pues está centrado en un interés hacia el interior del partido político,
principalmente en las urbes.
El engaño, producto de la
saturación en las redes sociales y, la destrucción administrativa del país, son
las nuevas formas de fraude electoral.
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