Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Editor de
PUBLICACIÓN ACCIÓN http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 4 de diciembre de 2012
El partido político
Movimiento Nuevo País (en organización) de Dagoberto Gutiérrez y el de GANA,
cuyo líder Antonio Saca, persiguen los mismos objetivos, hacia sus correspondientes
partidos homólogos en ideología, aunque muy diferentes son los motivos que les
impulsan. Su papel, en la política, se vuelve relevante en cuanto a que las encuestas
revelan un empate técnico entre ARENA y el FMLN.
Así, Dagoberto Gutiérrez,
impulsor del Movimiento Nuevo País, ve en los líderes del FMLN, hoy en el poder, a los antiguos
comandantes guerrilleros, embelesados con el poder y, con el interés de lucro
personal, mediante la manipulación y asocio con las empresas privadas, algo semejante a lo que Ortega hace en
Nicaragua. El objetivo del MNP no parece ser sino dividir las estructuras y
restar votos al FMLN, para volverlo “a sus motivaciones revolucionarias”. Por
otra parte, busca un relevo en la cúpula de la estructura partidaria
revolucionaria, más fuerte en el país.
Por su parte, GANA
también pretende restar simpatía y militancia al partido ARENA, para de este
modo, mantenerse como partido favorecido por el Gobierno de Funes, durante la
presente administración o, del de FMLN, en caso de que éste triunfe en las
próximas elecciones. Aunque haya especulación sobre si Saca se lanzará como
candidato presidencial, aún sigue incierto este hecho, pues las perspectivas
que Saca tiene de poder aspirar a otro período presidencial, aún no son muy
claras, por la fortaleza electoral tanto de ARENA como del FMLN; además, por los cargos que el
público le hace a él, por actos de corrupción y, los procesos abiertos contra algunos de sus
ministros, los cuales procesos, pueden fácilmente alcanzarle, si hubiese
voluntad política e instituciones verdaderamente apegadas a Derecho.
La encuesta de la
Prensa Grafica, establece una disminución dramática en la intención de voto a
favor del partido ARENA y su candidato. También refleja tres situaciones básicas: la importancia del voto en las
ciudades y de la clase media, por sobre el del campo o rural, la importancia del voto joven y la preocupación
del estado de la economía, reflejada en la solución de sus necesidades
diarias, por sobre consideraciones meramente ideológicas.
El descenso en la
intención de voto favorable a ARENA, comienza cuando sus problemas internos se
agudizan y se hacen de conocimiento y de interés público. Esto se debe a que,
la ciudadanía busca en el partido
político, la solución a problemas propios, cifrando su esperanza en que el
partido, bien organizado y, con capacidad de realizar sus propuestas, de
bienestar público y de sostenimiento del bien común, se opongan con éxito real,
a las pretensiones del FMLN.
Sin embargo, en la
actualidad, el partido ARENA proyecta una imagen de debilidad política frente
al FMLN, de desorganización interna por una lucha de influencias. Sus discursos
no logran despertar el interés del joven ni, llenar las expectativas de
prosperidad económica en la clase media, ni dan confianza a la empresa privada.
Y por último, su campaña política, parece enfocada casi en su totalidad, hacia
el campo o la zona rural.
La lucha de poder
interno en ARENA, ha provocado dos fenómenos: El primero, es la defección de
sus filas de cuatro diputados y, el
descontento de otros varios, por lo que consideran una malversación de los fondos
partidarios, otorgados por la Asamblea Legislativa a ARENA (todos los partidos
políticos reciben una cuota por diputado, la cual se entrega a su jefe de
fracción, según asignación del Presidente
de la Asamblea Legislativa, siendo ARENA, el que percibe la cuota más baja. De esta cuota,
los diputados obtienen una mínima parte, para sus actividades proselitistas
departamentales.) El descontento de los diputados, es proclive a la vulnerabilidad
de su actuación partidaria y a la disciplina de partido.
El FMLN realiza ataques
a ARENA con frecuentes publicaciones y espots publicitarios; sus activistas
provocan el desorden en las alcaldías recientemente ganadas por ARENA, algunas
actividades comunitarias son atacadas por los cuerpos de agentes municipales,
en donde el FMLN es gobierno, en “reciprocidad a los desalojos del Alcalde
Norman Quijano”. Por su parte, ARENA pretendiendo ganar la simpatía popular, no
reacciona ni con fuerza ni con denuncia, lo cual es estrategia para constituirse
en “victima”, y lograr la simpatía popular, esto lo presenta como un partido débil
y sin capacidad de defenderse, y por lo
tanto, sin posibilidad de cumplir lo que promete, pues carece de iniciativa y
de fuerza. Es verdad que desde la tarima de la Asamblea Legislativa, sus
diputados hacen planteamientos de acciones positivas para la sociedad, pero sus
proposiciones no llegan al conocimiento de toda la ciudadanía. Además, que sólo
producen un efecto de satisfacción en el bloque oficialista, al ver que la oposición,
lo único que puede hacer, es la denuncia, sin efecto.
El joven, que no
vivió el conflicto armado, tiene metas y aspiraciones que no son satisfechas
por los discursos y acciones de ARENA. Se ha dado un fenómeno: los padres, la
escuela, la universidad, la iglesia, el partido y los gremios empresariales, no
han inculcado en el joven, lo que fue el conflicto armado y, el peligro que el
FMLN implicó con su lucha subversiva. Se les ha inculcado el gravísimo error de
que “el comunismo ya no existe y de que
las luchas ideológicas, carecen de sentido”. Por otra parte, todos los que
fueron guerrilleros, han inculcado en sus hijos, el significado y la necesidad
de continuar “la lucha revolucionaria por los medios políticos, hasta agotar
esta vía”. Los antiguos guerrilleros, sus libros, hacen una apología de sus acciones
bélicas, mientras que nos avergonzamos y condenamos, las legítimas acciones de
nuestra Fuerza Armada.
En razón de lo
dicho, el discurso político para la juventud, tiene que ofrecerle solución a
sus problemas, satisfacción a sus aspiraciones y la posibilidad de lograr, con
su propio esfuerzo, una vida digna y
respetable. El joven espera que se le den soluciones creíbles y viables, sin
considerar la edad del que se las ofrece. Los líderes de ARENA, están llamados
interpretar con realismo, las aspiraciones de la juventud actual, pues de los
medios que les propongan, para satisfacer sus aspiraciones, dependerá su voto,
el cual es indispensable para un triunfo electoral presente y futuro.
El Salvador es una inmensa
urbe, en donde la clase media es el sector predominante y, depende para la
satisfacción de sus necesidades, de un empleo o del resultado de su negocio o empresa familiar. Para asegurarse el voto de
este sector, debe hacerse propuestas,
que hagan sentir a las empresas – cualquiera sea su naturaleza- que estará
garantizada su estabilidad económica y jurídica y, que esta seguridad, alcanzará
primero a sus empleados y luego a sus familias.
No es conveniente ignorar
las encuestas, porque si la tendencia expresada en las mismas se mantuviese en
los siguientes meses, habría una perdida de confianza en el triunfo de ARENA,
la cual daría en el votante, una imagen
de partido perdedor, lo que afectaría, desde su financiamiento, hasta la
confianza en su dirigencia y, podría
potenciar a algún otro partido político, incluso al mismo FMLN.
Los elementos para
poder revertir estas encuestas, están al alcance de la mano: Un mensaje de
unidad verdadera, un liderazgo efectivo, que sepa enfrentar con eficacia y
determinación, los distintos ataques del FMLN y, también, de parte del
candidato presidencial, un discurso no
confrontativo, pero que se identifique con las aspiraciones y anhelos de los distintos
sectores de votantes.
El partido político
no es de una cúpula de dirigentes, es del conjunto de quienes comparten sus principios
y objetivos ideológicos. Todas las personas y entidades que permitieron que
ARENA tuviese el ejecutivo por veinte años, están allí, sólo esperando el
mensaje de unidad y reconstitución del partido, pues el enemigo de nuestras
libertades aún existe: el FMLN.
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