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jueves, 22 de septiembre de 2022

¿QUE ES LA INSURRECCIÓN?

 


Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION

 

La insurrección, es e movimiento espontáneo de protesta: reacción contra un hecho que es contrario a los intereses de los afectados; los mecanismos de solución de tales conflictos, son ineficaces o, ya se han cerrado los espacios políticos, de expresión pacífica.

 

La Constitución permite la insurrección: expresión de fuerza y movimiento de hecho, para preservar su vigencia, en un extremado ejercicio de la soberanía, que recae en el ciudadano, y que éste, hace valer por sí mismo. Así que cuando se manifiesta contra las autoridades que han alterado el orden constitucional, puede deponerlas y nombrar funcionarios transitorios, hasta que sean substituidos legalmente, conforme a lo establecido por la Constitución.

 

En el presente, se ha deteriorado el Orden Constitucional, iniciándose con la pérdida de la independencia de los poderes del Estado y, la contraloría pública. Luego viene la restricción a la libre expresión, iniciándose por el espionaje ilegal, para llegar a la amenaza o expatriación de periodistas. Luego viene la manipulación de los medios de comunicación y el control del ciberespacio, por troles oficialistas (en su mayoría, extranjeros). Y la creación en este país, de un gobierno paralelo de asesores venezolanos, movidos por intereses extracontinentales y del crimen organizado. Al final, se pone en riesgo el sistema financiero y se despliega a la Fuerza Armada, como ejecutora de las medidas del Régimen de Excepción. A todo esto, deben sumarse las reformas procesales penales, que permitiran juzgar y perseguir económicamente a opositores, aunque estos, no se encuentren en el país.

 

Toda esta represión social, es acompañada con 50,000 reos no procesados válidamente, por la existencia del Régimen de Excepción, que impide el de Habeas Corpus efectivo y,  las mínimas garantías procesales. Por esta razón, hemos visto el 15 de septiembre, manifestaciones, hasta de 7 kilómetros, en las marchas antigubernamentales, pese a los bloqueos policiales, a los que se suman los comunicados de la ANEP y CAMARASAL, en contra de la reelección presidencial.

 

La expresión política en la calle, es típica de la Izquierda, pues en esa forma, se hace sentir socialmente en sus pretensiones de derechos, “a futuro”. Por el contrario, las expresiones provenientes de ANEP y las gremiales empresariales, se dan cuando ya existe un daño en el sistema económico y político, por lo que, dado, los sectores que aglutina, un comunicado es tan significativo, como una marcha multitudinaria.

 

Marchas, no sólo de izquierda, sino de un descontento generalizado y del pronunciamiento de los sectores empresariales, debería ser suficiente, para que el Gobierno diese un giro, en su actuación, pero por el contrario, se aleja más del marco constitucional: y prepara una mayor represión, desafiando a la comunidad internacional, pretendiendo anteponer la soberanía nacional, cuando está ya le dijo: basta.

 

El Gobierno espera que el período electoral, permita dar un escape a la presión social acumulada, sin dar a la sociedad, el cambio que espera y que, serviría de medio, para legitimar la reelección presidencial de Bukele. Por eso, pensar en elecciones, debe abandonarse, hasta que éstas puedan ser realizadas, en igualdad de condiciones y conforme a la Constitución.

 

El derecho de ser electo o de elegir libremente, debe ser la razón de la lucha actual, pero no bajo un sistema que sólo garantiza el triunfo del oficialismo. Por esta razón, es necesario un cambio de autoridades y, cumplir con la Constitución. El objetivo inmediato, es volver al orden Constitucional y evitar la reelección presidencial, luego, deducir responsabilidades hacia aquellos que intencionalmente, han violado la Constitución.

 

La oposición como tal, ha desaparecido, ahora sólo existen quienes defienden la Constitución y quienes pretenden derogarla.

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