Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCION
El Tribunal Supremo
Electoral ha dado por concluidas las dos elecciones del 4 de febrero. Dos
Diputadas reelectas, solicitan la nulidad de las elecciones y que estas se
repitan. Las dirigencias de tres partidos políticos se pronuncian por la
nulidad y nueva elección, `por las irregularidades en el proceso eleccionario y,
el conteo de votos en el escrutinio final. Sin que se vislumbre que el TSE, investigue
o desee corregir sus deficiencias y favoritismo al oficialismo. A trece días de
las próximas elecciones, se presentan dos hipótesis sobre la reacción popular,
las que a continuación veremos.
La primera hipótesis, es
que el fraude masivo, ha servido de catalizador en la oposición, agrupándose,
para una mejor defensa del voto, dentro de los espacios que pueda dar el
oficialismo. En la convicción, que es el control territorial, derivado de las
municipalidades, que pueda frenar los cambios que se originarán en el
oficialismo. Los pocos Diputados de oposición, no serán freno al oficialismo,
en su afán de transformación, hacia una dictadura socialista y pro China.
La segunda hipótesis, es
que los despliegues militares y policiales en el campo, disuadirán a la
población a salir a votar, e impedirán que los partidos políticos de oposición,
estructuren su defensa del voto. El pago tardío (iniciado hasta hoy) de JRV y
lo pesado del trabajo en mesa (de más de 30 horas continuas) hará que muchas
personas ya no asistan, conformándose las mesas, con personas menos
calificadas. En consecuencia, habrá un mayor abstencionismo y una mayor
deficiencia, que la observada en la elección del 4 de febrero.
Ya se rumora entre los
diputados electos de Nuevas Ideas, que no asumirán como Diputados legislativos,
sino como Diputados constituyentes, en donde se aprobara una nueva Constitución,
sin procedimiento originados en la Constitución vigente. Generando una nueva
Constitución, ya estructurada por Nuevas Ideas, según el proyecto de Félix
Ulloa y a solicitud de Nayíb Bukele.
Se rumora, que el período
Presidencial se alarga a seis años y el legislativo, a nueve años,
equiparándolo con el período de los Magistrados de la Corte Suprema. Al
respecto, aún no se menciona los períodos de los alcaldes y sus consejos
municipales.
Sin importar cual
hipótesis se cumpla, el oficialismo, carecerá de la legitimidad, propia de un
Gobierno nacido del Estado de Derecho, bajando aún más la calificación del
país. Períodos más largos, implica mayor presión social no liberada y, si se
suman factores de insostenibilidad económica, sin un desahogo político que
permita el debate interno, sólo quedará la emigración, lo cual, no es
conveniente para el área. Este fenómeno ya lo hemos visto en Venezuela, durante
sus crisis económicas más agudas.
El autoritarismo, al
necesitar más liquidez para su sostenimiento, buscara las fuentes económicas no
sujetas a políticas democráticas: las
que podrían provenir de cualquier país, amigo de China y contrario a la visión
geopolítica de Estados Unidos y la UE.
Los grandes proyectos del
Gobierno: Biblioteca, Estadio, ampliación de calles, son estructuras
facilitadas por China y se espera que el aeropuerto y el tren del pacífico, sea
financiado por dicha nación.
Todo parece indicar que
las acciones políticas del oficialismo para consolidar su poder, van aparejadas
con acercamiento al autoritarismo mundial, en busca reconocimiento. Dicho
autoritarismo no permitirá el desarrollo sostenible basado en la libertad
económica, pues se busca una economía dirigida. La regulación de la industria
del Café, pronto se aplicará al azúcar y otras actividades.
Estamos dando un giro al
socialismo autocrático, pro China.
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