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jueves, 16 de febrero de 2012

LA TRES ALIENACIONES DE LA IZQUIERDA EN NUESTRO PAÍS




Por Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN
San Salvador, 16 de febrero de 2012.

La alienación (concepto marxista, desarrollado a partir de la observación de l consumo de opio en la China del siglo XIX), es un fenómeno por medio del cual creemos ver o, vemos realmente, imágenes, cuadros, personajes, situaciones y peligros que no existen materialmente pero, que sí, hemos creado con el poder de nuestra imaginación y, son esas creaciones tan reales para el alienado, que le es imposible poner en duda su existencia, pues su conducta y las relaciones con su entorno, están forzosamente afectadas por dichas imágenes ficticias.  La alienado crea su propia realidad para sentirse protegido, cómodo y alejado del entorno en el cual es incapaz de manejarse satisfactoriamente.

Las consecuencias de la alienación son la falsa apreciación y respuesta a la realidad de nuestro entorno. La persona alienada pretende imponer su realidad a los demás, causando un grave trastorno social. Es muy difícil poder convencer a un alienado, porque su visión se vuelve un dogma para si mismo. El alienado rechaza el método científico, pues este destruye su dogma.

La izquierda en nuestro país tiene tres alienaciones fundamentales: el militarismo, el apoyo popular y que el país vive un estado virtual de guerra.

Para el izquierdista, el militarismo es el dominio del  Estado por parte de los militares, el poder civil, sólo es una pantalla para desviar la atención de quien tiene el  poder verdaderamente: La Fuerza Armada. Y que ésta sirve sólo a los intereses de las 14 familias.

Esta primera alienación queda expuesta ante la negativa de aceptar los últimos cambios en el Ejecutivo y,  hasta llegar a trascender y nublar la visión de un Juez. Este terror al militarismo, tiene su origen, en que la función de la Fuerza Armada, es sostener el orden Constitucional y que actuará contra quienes pretendan subvertirlo. En la realidad salvadoreña, desde hace veinte años, que la Fuerza Armada se ha retirado de la vida política de este país, pues los Acuerdos de Paz, crearon una realidad diferente, en la cual la vida institucional no se ha visto alterada por el uso de las armas como medio de presión política, por lo que la intervención de la Fuerza Armada no ha sido necesaria, e incluso, ha acoplado su doctrina a esta realidad.

Como segunda alienación, está el creer firmemente en que son la expresión de la voluntad popular y, que sólo ellos con sus conocimientos de Marx, Lenin, Marcuse y Mao,  saben lo más conveniente para  los salvadoreños, cuya ignorancia en esos temas, les impide ver la verdadera luz política. Esto es falso, pues el pueblo salvadoreño, nunca les ha dado su apoyo total, lo cual se aprecia en las votaciones  de los últimos 20 años. Y si vamos mas atrás, en sus libros, se quejan de la falta de apoyo popular y, en muchos casos, para poder sobrevivir, necesitaban la colaboración y la intervención extranjera.

La baja en la intención de voto para el FMLN, reflejada en las últimas encuestas, ha obligado a sus dirigentes a que se expresen así: “no creemos en las encuestas, esperaremos a las elecciones”. Esto demuestra su alienación ante la realidad nacional actual.

Por último, tenemos la tercera alienación: creer que aún vivimos en guerra. La pretensión de celebrar cada una de las acciones militares y, calificarlas como masacres, es ignorar que aquello ya pasó hace treinta años. Que si hubo muertos, fue por la organización paramilitar extendida a los civiles, ancianos, mujeres y niños, sin capacidad de combate, por falta de capacidad física, instrucción y armamento. Por lo que fueron expuestos al fuego, luego de haber iniciado las acciones los combatientes. Retirándose sin haber dejado en claro la posición de los civiles.

Esta alienación la apreciamos en el querer procesar a los mandos militares de aquella época; analizar la política actual como una continuación de la guerra. No apreciar la evolución social e institucional del país y,  que ésta avanza mediante la creación de nuevas instituciones, gubernamentales y no gubernamentales, que fomentan la democracia y la transparencia en el gasto público. Las propuestas de ENADE 2012, demuestran esta realidad.

Como consecuencia de estas alienaciones, la sociedad salvadoreña tiene que luchar en dos frentes: Evolucionar naturalmente y evitar su destrucción por la alienada. El esfuerzo para esto  último, resta energía al dinamismo de la evolución nacional.

Los que apreciamos la realidad tal como es, sólo reaccionamos ante quienes como locos desesperados atacan las estructuras legítimamente constituidas y mostramos nuestro apoyo a quienes han defendido la soberanía patria.

Como consecuencia de las alienaciones aquí descritas, vemos que se les está demostrando la realidad de la guerra: las masacres de la izquierda para poder someter por vía de la fuerza a las poblaciones en los territorios que operaron. Su financiamiento no provino de la libre voluntad popular, sino del secuestro y la extorción, llevada a niveles generalizados. Su abastecimiento y existencia, no hubiera sido posible sin la participación de cubanos, nicaragüenses, vietnamitas, soviéticos y otros extranjeros. Su existencia es realidad ficticia. El apoyo popular a su ideología es ficticia, una verdadera alienación, en la que como en cualquier pesadilla, estamos obligados a despertar a esos individuos, para buscar el bienestar social.

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