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lunes, 5 de noviembre de 2012

PARALELO DE LAS ESTRATEGIAS Y VISIONES DE IZQUIERDA Y LA DERECHA




Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 5 de octubre de 2012.

Las manifestaciones de calle, protestando contra algunas alcaldías de ARENA, en estos últimos días, han provocado, en la ciudadanía, incertidumbre sobre las causas y los resultados de dichos movimientos. La guerra constante y enconada dentro de la Asamblea Legislativa, del bloque FMLN, GANA, CN y PES, contra la oposición de ARENA, ofrece la oportunidad de analizar las estrategias y visiones políticas de ambos grupos, con el propósito, asaz provechoso de prever los acontecimientos que, posiblemente, se darán a breve plazo.

Hay, en los procederes de la izquierda, cuatro rasgos claramente definidos, a saber: A) un creciente uso de la fuerza, tanto física como moral, contra la oposición. B) un discurso político ambiguo: niegan su rumbo izquierdista, justifican sus actos como natural reacción contra la injusticia de la oposición; C) crean, a costa del Estado y, como práctica de la subsidiariedad, una plataforma de simpatizantes que, lucrándose  del Estado, sostendrán al FMLN como partido gobernante; y D) Sus acciones obedecen a planificación de hace veinte años, por lo menos.

Sucede que en la derecha, no es notorio en su actuación, ningún plan que revele que tiene clara visión del proceder de su contrincante el FMLN o, de la izquierda en general. Cree que los hechos de la izquierda, sólo tienen propósitos de triunfo electoral, sin trascendencia y que ARENA, puede sola y fácilmente, revertir esos triunfos en futuras elecciones. Cree la derecha, que las imposiciones actuales del FMLN, son solamente consecuencia de la lucha electoral democrática, sin resultados en el futuro. Como consecuencia de esta errónea interpretación de la estrategia de la izquierda, considera que la compra y venta de voluntades, no tendrán mayor trascendencia y, los toma como parte del juego político democrático. Parece creer firmemente que éste, el juego democrático, consiste en sólo ganar las elecciones periódicamente y que, éstas se ganan a fuerza de regalías, ofrecimientos y publicidad. Y con ésta creencia carece de planes para el futuro. Y se olvida del pasado y de quienes fueron capaces de garantizarle su existencia frente al ataque armado del FMLN y, hacer posibles, veinte años de paz en el gobierno.

Por su parte, la izquierda, en su lucha por la conquista del poder, ha aprendido de sus errores pasados: ya no ataca a la iglesia católica,  y se une a la evangélica; deja de pregonar la lucha armada y promete el cambio por la vía pacífica y democrática; tilda de corrupta a la oposición y, crea cambios en la legislación que, únicamente favorecen a sus intereses; promete dinero a costa del que trabaja, pero el que reparte, es el Estado; divide al empresariado, prometiéndole inmunidad, si paga impuestos, si se asocia con los dirigentes del partido y no participa  en política; por último, consuman su venganza, procesando a los antiguos militares, que en el cumplimiento de su deber patrio y constitucional, se les opusieron en el pasado.

El maestro de esta refinada estrategia, ha sido Hugo Chávez, cuya frase muy propia de aceptar la situación social y política imperante en el momento, ha sido: “POR AHORA”. Una frase que se ha repetido constantemente, desde su primer golpe fallido, el cuatro de febrero de 1992, pero logrado finalmente,  el veintisiete de noviembre de ese mismo año. Parte de su estrategia ha consistido en construir lentamente, paso a paso, el Socialismo del Siglo XXI, modificando la percepción del ciudadano venezolano, dividiendo la empresa privada y comprando voluntades y, cuando no lo ha podido con estos métodos, ha recurrido a la fuerza para lograr sus objetivos.

Esta nueva forma de adquisición del poder revolucionario por la vía democrática, la describe a cabalidad, Marta Harnecker en su reciente publicación intitulada “A LA CONQUISTA DE UNA NUEVA HEGEMONÍA”, especialmente en el capítulo:  UN NUEVO SOCIALISMO DISTANTE DEL SOVIÉTICO y que la Derecha, debería estudiar reflexivamente para entender el proceso de venezolanización que estamos experimentando en la política salvadoreña, por lo que cito a continuación unos párrafos:  “Luego de la caída del muro de Berlín y de la desaparición de la Unión Soviética la intelectualidad de izquierda latinoamericana y mundial quedó perpleja. Sabíamos más lo que no queríamos del socialismo, que lo que queríamos. Rechazábamos la falta de democracia, el totalitarismo, el capitalismo de Estado, la planificación central burocrática, el colectivismo que pretendía homogeneizar sin respetar las diferencias, el productivismo que ponía el acento en el avance de las fuerzas productivas sin tener en cuenta la necesidad de preservar la naturaleza, el dogmatismo, la intolerancia a la oposición legítima, el pretender imponer el ateísmo persiguiendo a los creyentes, la necesidad de un solo partido para conducir el proceso de transición.”
“¿Por qué hablar de socialismo si esa palabra ha tenido y sigue teniendo una carga negativa tan grande luego del derrumbe del socialismo en la URSS y en el resto de los países de Europa del Este?”
“Para responder a esta pregunta debemos tener en cuenta algunos elementos. Por una parte, en el mismo momento en que desaparecía del horizonte el socialismo soviético, en América latina empezaban a darse prácticas democráticas y participativas en gobiernos locales que prefiguraban algunas características del tipo de sociedad alternativa al capitalismo que queríamos construir.”
“Por otra parte, al demostrar en la práctica que podían gobernar de forma transparente, no corrupta, democrática y participativa, prepararon las condiciones políticas para que en varios de nuestros países la izquierda accediese al gobierno por vía electoral.”
Los capítulos dos y tres, del mismo ensayo, tratan sobre cómo se usa la fuerza del Estado como palanca para llegar al Socialismo del Siglo XXI y, de cómo hacer para que la Derecha, acepte “pacíficamente” este modelo, hasta llegar a la existencia de la cultura del nuevo Socialismo.

Por todo lo expuesto, y llevado a la práctica, aquí en El Salvador, podemos esperar lo siguiente:
1)      El gobierno otorgará subsidios, tantos como crea necesario para ganar la voluntad popular y, en consecuencia, su voto. Por este camino, inculcará la creencia popular de que todo el que tiene lo suficiente para, vivir está obligado, a dar parte de su patrimonio, para que el que no lo tiene, pueda vivir en condiciones similares, responsabilizando a la empresa privada, de la falta de fondos para los subsidios, pues ella, no practica la solidaridad.
2)      Usará los medios coercitivos del Estado, para entorpecer las candidaturas de la oposición. Además,  procurará infundir miedo en la militancia de la oposición.
3)      Perseguirá a las empresas no alineadas a la política de gobierno, mediante acosos fiscales, del consumidor o de competencia, con la finalidad de mostrar celo por el interés del consumidor.
4)      Buscará promover procesos contra jefes y oficiales en situación de retiro, aduciendo el interés de justicia, pero que tendrá el fin de amedrentar a posibles opositores, además de fraccionar a la Derecha.

Este proceso de venezolanización, puede ser combatido así: con la sólida unidad de la Derecha, a despecho de intereses personales; con el estudio eficaz de las tácticas políticas de la izquierda, con suficiente valor para enfrentar las movilizaciones de calle, con sufragar con toda la generosidad posible, los gastos de campaña y, sumándose, con el firme patriotismo de que el futuro de la patria ha de ser en la libertad democrática que, hasta hoy hemos vivido y nos dediquemos a enfrentar la lucha firme y sincera por  la defensa del voto.

Si fallamos en esta obra, estaremos legando a nuestros hijos una lucha que nosotros no pudimos enfrentar, ni mucho menos, concluir. Toda la Derecha que vivió el conflicto armado, no desea que sus hijos vuelvan a sufrirlo, pero será inevitable, si la apatía, ignorancia y el interés mezquino, se apodera de los salvadoreños.

Salvador Sanchez Cerén dijo: “Vamos a una guerra, en la que la Derecha esta fraccionada”, esa es la apreciación de la izquierda, y sólo la Derecha puede cambiar esta real apreciación.

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