Publicación Acción

Es necesario expresar libremente el pensamiento político para el fortalecimiento de nuestro sistema democratico, republicano y representativo.



sábado, 7 de noviembre de 2015

LA DEFENSA JURIDICA DE LA MARA


Por    
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 7 de noviembre  del 2015.

La voluntad política, crea la estructura jurídica y, una vez creada ésta, encausa y nutre la actividad política o social. Conforme a  ésta lógica, se pretende hoy, cambiar la voluntad política para con las maras, pero conforme a  conceptos jurídicos nacidos de realidades distintas a la nuestra; pretenden cambiar la voluntad política del ciudadano para con las maras, con el fin de que el debate sobre su reinserción y tratamiento penal, les sea favorable: para su financiación y para salvar los obstáculos legales que hoy lo impiden. El concepto jurídico que hoy pretenden implantar, es el de la Justicia Juvenil Restaurativa, del peruano Bruno Van der Maat, publicado por el Centro de Estudios de Derecho Penitenciario, de la Universidad de San Martín de Porres, en el año 2011.

La idea general, es que la legislación penitenciaria es incongruente con los jóvenes, pues los tratados internacionales, a que se ha obligado el Estado, son cada vez más protectores de los menores, por lo que su internamiento, ante el cometimiento de delitos, crea una incongruencia, entre el ser y el deber ser del Derecho.

Se plantea paralelamente, que cada estamento social debe ser juzgado de conformidad  a las normas y valores que le son comunes, y el derecho penal y penitenciario, como norma general, viola los principios de la Justicia Restaurativa, pues aplica una norma general, abstracta y fría, a quienes primero han sido agredidos por la sociedad, para victimizarlos nuevamente en los penales.

Las sociedades conformadas por entidades étnicas diferentes, que han desarrollado sus normativas jurídicas propias, han ido con el tiempo, armonizándolas con las normas federales o de la confederación y, aunque conserven sus peculiaridades locales; el Derecho Penal y Penitenciario, siempre corresponde a una normativa suprarregional. En términos particulares, Van der Maat afirma: que la sociedad ve necesarias las cárceles, que quienes dan las leyes e imparten la justicia no son seres racionales y que la ley penal no debe de ser impersonal, que la justicia no es justa,  pues no  respeta esas peculiaridades.

Estas afirmaciones, se derivan del concepto filosófico del relativismo materialista y son conformes al concepto político del “Buen Vivir”. Sin embargo, tales afirmaciones, no son congruentes con la estructura de un Estado moderno, ni con el sentido de unidad que priva en el mismo. El Salvador no es  excepción a esta regla; sin embargo ya el día sábado siete de noviembre, el Presidente Salvador Sánchez Cerén, afirmó que bajo los principios del “Buen Vivir”, las pandillas MS y 18, han acordado ya no matar personas.

Utilizando este tipo de argumentos, se pretende justificar  los planes de reinserción de las maras, propuesto por el Gobierno, los que van de acuerdo con la naturaleza de las maras, que poseen  una identidad propia, que ha resultado de la  exclusión social;  por lo  que sus homicidios, extorsiones, violaciones y amenazas, son  resultado de la reacción contra una sociedad excluyente, y en razón de tal origen,  débese  respetar su identidad y reinsertarla, sin haber pasado por un internamiento o estar bajo la autoridad de un juez: deben enfrentar el proceso y la pena, en plena libertad, gozando de los benéficos económicos que el Estado débele, y le son necesarios para su reinserción social, ya que  será la manera de neutralizar su exclusión social, sin revictimizarlo.

La cuestión es: ¿el que ha vivido del asesinato, la extorsión, el secuestro, la amenaza, y muchos otros crímenes, podrá convivir “pacíficamente” en sociedad, sin que su predisposición a resolver los problemas por medio de la violencia resurjan? Creo que ningún salvadoreño se sentiría tranquilo con dicha convivencia. Estas ideas  del Derecho,  novedosas, no contemplan el resarcimiento de daños a las víctimas, ni tampoco los efectos negativos de la violencia dentro de comunidades pacíficas. También presume dos hechos: la capacidad del Estado de controlar la violencia en su totalidad y la de la capacidad económica del Estado para crear  para el pandillero juvenil, un nuevo estatus social.


Pero también nos plantea un nuevo peligro: pues el siguiente paso será  la estructuración político- legal de las pandillas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario