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domingo, 26 de junio de 2016

EL PODER POLÍTICO DE LA UCA


Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 26 de junio de 2016.

Pide la UCA a sus catedráticos, defiendan su posición política institucional, lo que es normal y perfectamente lícito, pero debemos analizar su poder político, para apreciar el verdadero peso de éste en la actualidad, su tendencia dentro del espectro ideológico y sus áreas de influencia, sin tomar en cuenta, en dicha valoración, su prestigio académico.

Hoy, la influencia de la UCA, proviene del exterior: antes de los Acuerdos de Paz, provenía del interior, al brindar un espacio político de izquierda, dentro de la legalidad. Sus relaciones, dentro de la clandestinidad, se mezclaban con las de las FPL y ERP, siendo además, el centro del debate de la Teología de la Liberación Latinoamericana, ubicándose en el centro de la vorágine política de la época. El desmoronamiento de la Unión Soviética,  la posición Papal contraria a la Teología de la Liberación y, los Acuerdos de Paz de Chapultepec, hicieron sus conexiones políticas, innecesarias y, su relación con los grupos de ETA en Colombia, perdieron su razón de ser, cuando  ETA decidió retirarse de la lucha armada. La bandera de Monseñor Romero – representante de la Teología de la Liberación – les fue arrebatada por la Iglesia Salvadoreña, al dar su aval el Papa Francisco.

Su poder político, derivase hoy, de su relación con el Programa de Justicia Transicional, en el Centro de Justicia y Responsabilidad (CJA) que promueve querellas en todo el mundo, cobrando millonarias recompensas por la responsabilidad de violaciones  a los Derechos Humanos, en épocas pasadas. Utiliza para ello, las instancias internacionales controladas por el pensamiento jurídico de izquierda: proviene de allí la resolución que invoca Manuel Escalante –Catedrático de Ciencias Jurídicas de la UCA – para clamar contra la interferencia de poderes, cuando la Asamblea Legislativa, formula un “recomendable” a la Corte Suprema de Justicia, sobre la necesidad y conveniencia de no extraditar a los militares capturados y requeridos por España. Entra en la valoración de la Asamblea, el hecho de que ya han sido juzgados y, sólo una entidad nacional puede valorar la validez o no, de tal situación.

Este punto aclarado, vamos a lo que nos interesa: la valoración de la no extradición, por la Asamblea Legislativa, frente a los diferentes criterios de la Corte Suprema de Justicia. Intención es de los defensores de la Justicia Transicional, que debe juzgarse a los que dieron muerte, en guerra, a los sacerdotes jesuitas, es solo el pretexto, para poder continuar con otros procesos: primero el Mozote y después, contra las unidades que participaron en el desalojo de fuerzas insurgentes en Chalatenango, luego que el FMLN, reclamara dicho territorio como “liberado”, secesión de nuestro territorio, de manera temporal; aunque el Estado Salvadoreño, no reconoció dicha secesión, por razones político-jurídicas durante la Guerra Fría. Esta operación involucró a cerca de 3,500 oficiales y, la mayor parte de efectivos de la época, todos hoy, ya en situación de retiro y sólo desean olvidar sus penurias en el pasado conflicto armado, pero sin olvidar a sus compañeros caídos en acción.   Para hacer este camino político-jurídico, se está utilizando la justicia española, que actúa en base a su propio impulso constitucional, pero  sirviendo a intereses ajenos: los de la UCA y al Programa de Justicia Transicional, en el Centro de Justicia y Responsabilidad (CJA).

La Asamblea Legislativa advierte de la inconveniencia de retornar al pasado y que abriendo la puerta, para juzgamientos masivos contra militares, también se abriría, para antiguos insurgentes. Incluso  están conscientes  Estados como Sudáfrica, Estados Unidos, Japón, Chile e Israel, que no es conveniente para la estabilidad de El Salvador,  que se juzgue a la Comandancia del FMLN por sus connacionales asesinados por ellos. Lo que, en la relación de poder actual, traería a El Salvador inestabilidad política pero, si por causas internas, esta paz se rompiese, sí harían efectivos sus reclamos. Colombia no presiona en su reclamo contra José Luis Merino, por tráfico internacional de armas a la guerrilla de dicho país. En conclusión, no hay una interferencia de poderes: es un llamamiento a la estabilidad nacional.

Hace un año, estudiantes de la Universidad Nacional, imbuidos de las ideas de la Justicia Transicional, solicitaron en base a la Ley de Acceso a la información Pública, los expedientes militares del pasado conflicto armado, lo que debía ser autorizado por Salvador Sánchez Cerén, como Comandante General de la Fuerza Armada, y fue denegada dicha petición; es más, fue el mismo FMLN que, muy discretamente,  “sugirió” a los peticionarios, desistir y no concurrir a otras instancias, considerando las implicaciones políticas que podrían derivarse.

Hoy,  el Sr. Jorge Galán,  de tendencia izquierdista, al igual que sus hermanos,   se presentó  ante la Audiencia Nacional de España  (luego de solicitar asilo)  para presentar  un audio que, supuestamente, implica al ex presidente  Alfredo Cristiani, en la muerte de los sacerdotes Jesuitas. El Sr. Galán, no ha tenido una vinculación directa con el FMLN durante el pasado conflicto armado, pero pertenece a la “generación de escritores comprometidos”, con  fuerte vinculación con la UCA y la Universidad de El Salvador. Hoy presenta un audio - generado dentro del Estado Mayor y perteneciente a sus archivos -. Muy interesante sería conocer la forma en que fue obtenido dicho audio:  seguramente implicaría toda una trama, iniciada en San Salvador, y tan interesante - como la planteada por Eugene Sue en el “Judío Errante”-, para forzar al Gobierno Español a requerir al ex Presidente Cristiani y, mantener viva, la llama de la Justicia Transicional;  la resolución de la Corte, al respecto, muy probablemente abarcará sólo, a los cuatro ya detenidos, e irá tendiente a forzar al Gobierno salvadoreño, a la búsqueda más activa de los requeridos que hoy están en libertad o por lo menos, a que Cristiani  busque la clandestinidad o se resigne a ser detenido en las mismas bartolinas en las que estuvo prisionero Francisco Flores, guardando la misma detención ilegal, que recae hoy contra cuatro militares.

Aunque la posición ideológica de la UCA, es claramente de izquierda, no se la debe confundir con los poderes políticos que representan otras izquierdas: se mantiene alejada de la línea venezolana y cubana que sigue el Gobierno. También está alejada de la línea que representa Marta Harnecker y de las diferentes líneas que conforman la izquierda descontenta con la orientación gobiernista en El Salvador. Tiene  línea propia, compartida por algunos intelectuales que se autodenominan socialdemócratas, sin que su producción doctrinaria sea tan fértil como lo fue en los años del conflicto, cuando ésta universidad alcanzó su etapa clásica.


Por lo cual podemos afirmar que la fuerza que despliega hoy la UCA, es planificada aquí, ejercida en el extranjero y amplificada a manera de presión internacional, en suelo salvadoreño. Hay interferencia extranjera, sí,  pero provocada desde nuestro suelo, contra nuestros propios connacionales.

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