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sábado, 2 de mayo de 2015

NUEVAS LEYES, NUEVOS IMPUESTOS Y NUEVOS ENDEUDAMIENTOS


Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 2 de mayo  de 2015.

El endeudamiento en el pasado mes de abril, en más de un mil doscientos millones de dólares, sumado a una inevitable alza  de impuestos y a leyes restrictivas de la actividad económica, amenaza con un panorama de caos social, por colapso económico y al cual se  suma la ya existente inseguridad; factores  estos que  forzosamente, se  traducirán en una  mayor emigración y aumento del  poder del narcotráfico.

El desenfrenado endeudamiento del Ejecutivo, en los últimos días, tiene dos motivos: la insostenibilidad del pago de la deuda que ha venido acumulándose por refinanciamiento, desde principios de la década de los 80 y, la necesidad de cumplir con los programas sociales ofrecidos no sólo  por este Gobierno sino por los  dos anteriores,  programas que lejos de ayudar a la población, despilfarran el dinero en corrupción y populismo.

Las reformas constitucionales que insistentemente se piden aprobar: el Derecho al Agua y el Derecho a la Alimentación y  que, en apariencia, responden  a recomendaciones de las Naciones Unidas, se invocan como  pretexto para modificar el contexto de estos principios universales y volverlos medidas  restrictivas, para la actividad privada. Las Naciones Unidas recomiendan que se considere responsabilidad del Estado, en el suministro de agua potable (calidad necesaria para el consumo humano) siendo accesible  a la población (por su precio y suministro al hogar); sin embargo, aquí se le ha agregado una condición: “sin fines de lucro”, lo cual implica que no puede el agua, ser utilizada libremente por el particular, afectando la industria: el riego, como parte de un proceso agroindustrial o, explotación directa (embotellamiento previa purificación); sin el control directo del Estado y el respectivo pago al mismo, según sea el criterio estatal.

El alza de impuestos del IVA,  el nuevo impuesto para la telefonía celular, para los objetos suntuarios (a criterio del Estado) y las transacciones de consumo (tarjeta de crédito), deprimirán aún más la economía actual, haciendo insostenible no sólo la actividad económica misma, sino también al Estado. Y este se  sostiene con la producción nacional por ahora, en base a las remesas recibidas.

Aunque a un mediano plazo las remesas pueden sostenerse, son a largo plazo insostenibles, pues tanto la población adulta como la joven, por efecto de la migración forzada y el inevitable deceso generacional, tenderá a disminuir. A estas fechas no existe estadística de la población adulta que se beneficia con  las remesas;  en muchos casos las remesas se difuminan en el núcleo familiar de adultos mayores y jóvenes. Pero por una simple estimación del promedio de vida del salvadoreño (72.1 años,  la más baja de Centroamérica)  siendo la población mayor de 65 años,  del 5.2%, es de prever un descenso de las remesas actuales en los próximos 10 años. Posiblemente se sumará una emigración de una parte de la población joven (el 36.1% de la población corresponde a menores de 14 años) y tendremos en los próximos años, una población que está llegando a su vida de trabajo (58.7% lo constituye la población económicamente activa),  por lo cual las remesas para los adultos mayores y los menores, tenderá forzosamente a disminuir.


La productividad y abastecimiento de El Salvador, depende de una delicada red de importación, distribución y consumo que va, desde el gran empresario, hasta el último consumidor,  por lo cual, si se afecta una parte de esta cadena, sufre todo el sistema y aunque la dinámica privada consiste en crear nuevas redes para sustituir  las que han  sufrido deterioro, hay para la recuperación un límite; pero la conjugación de mayor endeudamiento, nuevos impuestos y leyes restrictivas, no permiten la necesaria recuperación,  por lo cual un colapso económico es previsible durante el presente Gobierno, y más aún, si el FMLN considera recuperarse, de la presente votación adversa,  por medio de un mayor populismo. En este peligroso panorama, es la delincuencia,  sólo un factor que denota la grave crisis institucional y la desaceleración económica nacional.

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