Por
Lic.
Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCION
Al decretarse la décima cuarta prórroga, del Régimen
de Excepción, débense considerar tres elementos: 1) su naturaleza, 2) su estado
permanente y, 3) la creación de los Tribunales de Garantía, dentro de un
régimen autoritario. El análisis de estos tres elementos, nos permitirá
apreciar que se ha dado, como una vuelta de tuerca, en favor del autoritarismo;
precisamente en un período electoral y que, el deterioro institucional,
debilitando al régimen, le obliga a aumentar el autoritarismo, para asegurar su
poder.
Por naturaleza es transitorio, el Decreto de Régimen
de Excepción, pudiéndose prorrogar solamente por una vez, si persistiesen las
condiciones de alteración del orden público. Una décima cuarta prorroga, sin
puntualizar las causas de alteración del orden público y, con el normal
desarrollo de la actividad social, se transforma de un Decreto transitorio, en parte
de la legislación permanente, o sea, en Decreto-Ley, que es generalmente proclamado,
por el Ejecutivo, como acción de un Gobierno de facto. Hoy proviene, de la
Asamblea Legislativa, la cual está formando con el Ejecutivo, una misma estructura
de poder.
Aunque ésta fuese, la última prórroga del Régimen de
Excepción, al crearse los Tribunales de Garantía – dentro de un régimen
autoritario – siendo hoy la Fiscalía y los Tribunales, autoridades dependientes
del Ejecutivo, asumirían la función que
hoy tiene, el Régimen de Excepción: la detención, sin expresión de causa y, sin
conocimiento y defensa efectiva del imputado. La única diferencia estaría, en
que el Régimen de Excepción es general y, las acusaciones e investigaciones, se
harían sobre personas directamente señaladas, iniciando la investigación, por
la grabación de llamadas telefónicas, por lo que sus efectos, son iguales con
el Régimen de Excepción.
Los 68,000 capturados, seguirán siempre en detención
indefinida, pandilleros e inocentes, teniendo siempre la protección del Estado,
que aún gozan del pacto realizado entre el Gobierno y el crimen organizado.
Esta situación, ha hecho que mucho del voto que recibieron originalmente,
Nuevas Ideas y GANA en las dos elecciones pasadas, por el peso publicitario de
Nayíb Bukele, prefieran abstenerse de votar, afectando el número de Diputados
oficialistas. Por tal razón, el Gobierno ha patrocinado partidos de seudo-oposición,
para que recojan ese voto desencantado, que no será por el FMLN o ARENA, debido
al desprestigio que, desde el Ejecutivo, han sido objeto dichos partidos.
Esta maniobra electoral, es una traición para los alcaldes
de Nuevas Ideas y GANA, pues les crea competencia, sin embargo, el Ejecutivo
piensa que las acciones desde la Dirección de Obras Municipales y, los
movimientos de votantes, en base a los DUI de la diáspora, serán suficientes,
para mantener el voto municipal, en las Alcaldías grandes (mediante la
manipulación electrónica de los mismos) y si así no fuese, entraremos en el
proceso de disolución municipal, antes de lo previsto.
Un proceso electoral, bajo un Régimen de Excepción y
un proceso judicial, diseñado para evitar la comunicación, bajo los estándares
modernos (uso de tecnología electrónica y de alcance masivo), y un riesgo de
ser considerado, atentatorio contra la seguridad del Estado y por lo tanto
ilícito, aunque solo exprese, el descontento por la realidad política.
De esta situación derívense tres consecuencias: 1) mayor
emigración al agudizarse las crisis económicas 2) lo que llevará
inevitablemente a un rebrote de las pandillas, al no tener el Ejecutivo, dinero
para mantener satisfechas a las facciones disidentes, o el paso de droga, armas
y tráfico humano, sustituiría, la ayuda gubernamental 3) lo que hará señalar al
país como de un mayor riesgo, a la seguridad regional.
La actual crisis de liquides, y el agravamiento de los
males nacionales, solo podrá ser evitado por un cambio de Gobierno y recobrar
la confianza al reestablecer el Estado de Derecho.
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