Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCION
La adopción, por la
presente administración electoral, del método D´Hondt, en substitución del método
anterior, de cocientes y residuos, es favorable a partidos que tienen una
aceptación mayoritaria, en detrimento de la participación minoritaria, como la
aseguraba nuestro anterior método. La transformación municipal, obedece a la
pretensión de manipular el método D´Hondt. Cuando se aprobó este método, no
hubo ninguna alusión a su impacto, en los municipios, luego de su
transformación, prueba es de la existencia de un gobierno en la sombra.
La implementación de este
método, contraviene las razones de la implementación del voto por rostro e
internas, que buscaba que el candidato electo, no dependiese en nada, de la
voluntad de la autoridad partidaria y, aseguraba una representación igualitaria,
en cuento a voz legislativa, castigando al mayoritario, para que no hubiese mayoría
plena y, favoreciese al minoritario, para una representación mínima
legislativa, alcanzando el máximo posible, de la equidad política; hoy se
busca, la representación mayoritaria.
El método D´Hondt, al
favorecer a los grandes partidos, que no poseen mayores diferencias ideológicas
o, que Estado de Derecho es firme y, basado en el equilibrio de poderes, se estimula
la estabilidad política, pues los cambios sociales, deben darse en forma lenta,
sin trauma social, pero este método, en una sociedad, con conflictos sociales agudos,
no favorece la estabilidad, pues no permite el desahogo social de las minorías.
Este método, adoptado por
el actual régimen, procura facilitar el control legislativo y municipal, pero
para ello es necesario que se mantenga un grado de aceptación mayoritaria, como
el dado en la elección pasada, en la cual, la figura de Nayíb Bukele, aún no
había sufrido, erosión.
El arrastre que llevó a
los alcaldes y diputados, a un triunfo electoral, fue el de Bukele, quien apareciendo como
padrino electoral (ver vallas publicitarias de esa campaña), estos triunfaron,
pero su trabajo, al ser deficiente, y sólo atender a los negocios de interés de
la Dirección de Obras Municipales, cuya presidenta Claudia Juana Rodríguez de
Guevara (hoy presidente de hecho), recibe el rechazo de la población, cambiando
las premisas con las que operaria el método D´Hondt, para favorecer al oficialismo.
Las dificultades en las recientes
elecciones internas de Nuevas Ideas, muestran los problemas que se magnificarán
el día de las elecciones de 2024. Sólo el 9.5% de los votantes, acudieron a las
urnas, votando 44,398 afiliados: anteriormente participaron 465,468, por lo que
es de prever, que el sistema D´Hondt, juegue, si la oposición recobra su voto
constante, en contra de quienes lo implementaron.
Hay que considerar que,
la disolución de municipios traerá abstencionismo, y que los problemas
municipales en las grandes urbes, darán rechazo al oficialismo. El
reordenamiento de San Salvador y, de las otras urbes controladas por Nuevas
Ideas, son un polo de rechazo, pues toca a mayorías muy pobres, que luchan por
la supervivencia y, han perdido el miedo a las amenazas de la aplicación del régimen
de excepción.
Ni bailes de las
concursantes a Miss Universo, en las plazas, ni la deslumbrante tecnología de
la Biblioteca Nacional, o un partido de futbol con Messi, cambiarán el hecho de
que hay hambre en el pobre y, que la razón, no indique que lo que realiza el
Gobierno, son locuras. Hay un rechazo a Nuevas Ideas y éste, va por escalas: es
mayor para alcaldes, luego para diputados y por último, para Nayíb Bukele, lo
cual no signifique que mantiene índices de aprobación, logrados por el
marketing político.
El ciudadano votará por
un cambio: regresando a la estabilidad de los partidos tradicionales o, al que
consideren con más fuerza, para enfrentarse contra Nayíb Bukele.
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