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martes, 8 de septiembre de 2015

LA INDIGNACIÓN PÚBLICA A CAUSA DE LA CORRUPCIÓN


Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 8 de septiembre  de 2015.

Siguiendo el ejemplo de Guatemala, la ciudadanía salvadoreña se encuentra expresando su indignación a causa de la corrupción política; ya en este momento, están aglutinándose, en razón del interés, diferentes fuerzas, no por ideología, aunque ésta, no desaparece completamente y por sobre todo, crea una alineación entre dirigentes y dirigidos: gobernantes y gobernados que, aunque en apariencia podría resolver los problemas sociales,  sólo garantiza el desaparecimiento de los partidos políticos que vienen gobernando desde la época de nuestro conflicto armado, poniendo el marcador en “0”, para una nueva contienda ideológica, que defina el rumbo del país.

Y es que la política se ha convertido en una verdadera industria, que garantiza una prosperidad económica, a cambio de la “transacción política”, creando feudos dentro de los partidos, en los cuales la militancia da su apoyo, en razón de los beneficios que ésta obtenga, en la forma de empleo o dadivas del dirigente. Este proceso, ha encarecido económicamente el activismo político, pues es norma que la propuesta política, debe  sustentarse por dinero, alimentos, laminas o cualesquiera otra forma de beneficio económico directo y el votante, está consciente de que dichos beneficios, provienen de las utilidades de la corrupción que el candidato usufructuará con posterioridad, razón por la cual el votante “exige esa compensación” a su candidato; más no advierte el ciudadano,  que está vendiendo su poder soberano a cambio de una dádiva.

Esta realidad ha cansado la conciencia de la mayoría de los ciudadanos, que ven que toda gestión pública va siempre encaminada, a solicitar más dinero, mientras que la economía nacional, decae. En efecto, pues con la mayor impudicia, se reparte a conveniencia el dinero de los créditos o el destinado a la asistencia social. Sobran los pretextos para pagar con sobreprecio obras públicas no cumplidas, o para manipular el presupuesto de la Asamblea, sin otro objeto que el de que los diputados tengan una “cuota para sus compromisos de partido”. Este sistema corrupto, no permite que se puedan afrontar los verdaderos problemas nacionales, ni mucho menos establecer con claridad, la visión política con la cual se deberán de resolverse.

Ante esta indignación generalizada, se están aglutinando personas  tanto de pensamiento de derecha como de izquierda, que no están dentro del Gobierno o que usufructúan los beneficios partidarios; también se está consolidando en un frente común, los partidos de derecha y de izquierda: el partido gobernante con la oposición, pues lo que la ciudadanía está cuestionando es la forma de subsistencia de dichas entidades políticas.

Sin embargo, aún no se ve con claridad un pensamiento unificado por esta ciudadanía indignada, a no ser  la indignación misma, que rechaza la corrupción: unos opinan que deben venir los extranjeros a verificar los hechos de corrupción y que hay que cambiar la estructura de las instituciones, para que no haya posibilidad de nueva corrupción, otros opinan que la corrupción debe ser investigada desde las instituciones salvadoreñas y otros, que debe tipificarse la corrupción, como un crimen de lesa humanidad, logrando así la imprescriptibilidad del delito y su sanción internacional. Todas estas diferencias provienen inconscientemente, de las diferentes posiciones ideológicas.

Por la presión internacional, los partidos políticos tendrán que  llegar a acuerdos sobre la delincuencia y la viabilidad económica del país, lo cual,  al igual que la indignación contra la corrupción practicada por ellos, ha facilitado el Acuerdo de Ataco, y es que existe un interés común de los partidos políticos, de contener esta ola de indignación que ya ha demostrado  sus primeras acciones de fuerza; y presentar, ante la comunidad internacional. un rostro interesado más en los temas nacionales, que en el propio interés de alcanzar el  poder, a costa de su oposición política.

Como  reacción, el Gobierno ha llamado a los indignados por la corrupción, activistas de la “oligarquía criolla” y ha hecho un llamamiento a sus bases a unirse para evitar un golpe en contra del Gobierno; sin embargo calla, muy convenientemente, que son parte de este movimiento muchos de izquierda, como por ejemplo  Félix Ulloa,  a quien puédesele  tildar de cualquier cosa, menos pro oligarquía o pro liberalismo. Oponiéndose  a este movimiento de indignación, el Gobierno organiza una concentración en el monumento a El Salvador del Mundo, para evitar que lleguen hasta allí, los indignados por la corrupción y con la orden clara de buscar enfrentamiento físico con los manifestantes contrarios.

La marcha blanca, como  ha llamado el Gobierno a su concentración,  en oposición a la de los indignados por la corrupción, estuvo a cargo de Margarita Posada,  activista que ingresó formalmente en el Bloque Popular Revolucionario en 1980 y que, clandestinamente, pertenecía a las FPL. Luego de los Acuerdos de Paz de 1992, ha liderado diferentes grupos de presión política: unas veces dirigiendo la Coordinadora por la salud y otras, como Coordinadora por el agua y finalmente, este fin de semana, organizando la Alianza Social por la Gobernabilidad,  actúa en conclusión según sea la necesidad política del FMLN. Si vemos sus videos en youtube (que son 3) el más visto es uno que data del 2013,  en el que habla sobre la salud  y que tiene un total de 171 visitas y el último, que es en oposición a la marcha contra la corrupción, tiene un total de 27 visitas. Y si así seguimos la trayectoria de los otros organizadores del movimiento liderado por Posada, encontraríamos el mismo perfil. Esta explicación es para probar lo que son las acciones de grupos fantasmas en comparación a la verdadera manifestación ciudadana.

El Gobierno usó hackers lanzando  mensajes confusos sobre la marcha: unos que avisaban su suspensión, otros, que había diferencias internas, y también se  bloquearon, temporalmente, las páginas que hacían llamamientos a la marcha contra la corrupción. Ya sobre el terreno, infiltraron activistas para tratar de romper la concentración y propagaron el rumor de que la “marcha blanca” se desplazaba hacia las Fuentes de Beethoven para confrontar directamente, con los manifestantes. Son vanos estos intentos para contener la indignación pública, pues la inexperiencia y la espontaneidad mostrada hasta ahora, irán siendo substituidos por la planificación y la precisión, en todas las futuras manifestaciones contra el Gobierno.

Por otra parte, tampoco hubo interés de parte de los partidos de oposición, en colaborar con esta protesta contra la corrupción, pues hubiera significado que los líderes locales movieran sus estructuras,  lo que siempre genera un costo económico y logístico que no les beneficiaría directamente y aún  más, sería estar apoyando a quien les quiere arrebatar su modo de vida.

Inevitable es que la indignación crezca, pero la cuestión es ¿Qué viene después?, si esta triunfa, tendrán que desaparecer tanto ARENA y el FMLN, y también los partidos  PCN y el PDC, pues aunque sus nombres hayan cambiado a CN y PES, son los mismos que han vivido de la política, aún desde antes del conflicto armado. Si llega a solventarse el problema de la corrupción, será más fácil arreglar lo demás, en apariencia; sin embargo, ¿Quién liderará las distintas visiones ideológicas?, y por lo tanto, las futuras luchas políticas. Cuando he discutido esto, muchos de derecha han dicho “ya no existen las ideologías políticas” y con los de izquierda, han afirmado “ya no habrá problemas cuando cambiemos las estructuras sociales por otras más justas”.  Lo cual me indica que el pensamiento liberal, está hacia el futuro en desventaja.

Si hemos llegado a un punto en el cual se  solidarizan izquierda y derecha, contra la corrupción, se debe a que quienes ejercen la representación política, han defraudado a sus electores: en vez de atender los intereses de sus representados, usan a estos, para su beneficio personal. Ha habido también falta de visión y capacidad política, pues en los años de ARENA,  éste debió  haber reducido al FMLN a una mínima expresión,  más no fue así, pues se creyó que el conflicto había terminado,  siendo que en realidad sólo dejó de ser armado.  También se creyó que sería una gran jugada política, comprar a los diputados del FMLN, pero cuando éstos, llegan al poder, compran a los de ARENA y así tenemos a los diputados tránsfugas. Hoy el FMLN enarbola la anticorrupción como estandarte de batalla, pero crea leyes ad hoc, para favorecer a sus funcionarios y a las empresas de ALBA. Sin embargo, el verdadero origen de la corrupción no está dentro de los partidos políticos, está  en la apatía misma del ciudadano frente a los candidatos corruptos, pues desde el 28 de marzo de 1982, las elecciones han sido libres.


Es esta la última oportunidad que tienen  los partidos políticos para realizar cambios de fondo y de forma; de n hacerlo serán derribados por esta ola de anticorrupción que se está expandiendo por Centroamérica: ya el área centroamericana, no es sostenible social ni económicamente, con los estándares  actuales de corrupción. 

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