Publicación Acción

Es necesario expresar libremente el pensamiento político para el fortalecimiento de nuestro sistema democratico, republicano y representativo.



domingo, 6 de septiembre de 2015

EL ÚLTIMO SOLDADO EN LA ÚLTIMA BATALLA


Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 6 de septiembre  de 2015.
La última batalla de la Guerra Fría en Latinoamérica se libra actualmente, en el Tribunal de la  Juez Kimberly Swank,  del distrito Este de la Corte Federal de Carolina del Norte,  en la ciudad de  Greendale, al ventilarse contra el Coronel Inocente Orlando Montano el proceso de extradición y en donde se discutirá, el 18 de septiembre, si el concepto de Terrorismo de Estado, durante el pasado conflicto armado de El Salvador,  puede atribuirse  al Coronel Montano, como motivación, para dar muerte a los sacerdotes jesuitas.

Sobre este punto, ya anteriormente, el juez Douglas Woodlock, de la Corte de Massachusetts, admitió el informe de una experta, comisionada por el Gobierno de los Estados Unidos, en el cual, se documentan operativos militares y de seguridad, bajo responsabilidad del Coronel Montano,  durante los años del conflicto, y que terminaron en más de mil violaciones a los derechos humanos, incluyendo su  participación en la planificación, ejecución y ocultamiento del asesinato de los sacerdotes jesuitas en 1989.

Fueron enjuiciados con similares argumentos, los Generales José Guillermo García y Eugenio Vides Casanova,  basándose en los criterios vertidos en “Ley para la Protección de Víctimas de Tortura”,  luego que la administración del Presidente Barack Obama, pusiera en marcha una política contra los  violadores de derechos humanos, presentes en Estados Unidos, aunque ellos hubiesen sido anteriormente, sus aliados y fueran los ejecutores de la política de Washington, durante la Guerra Fría.

La trama que hoy vive el Coronel Montano y que a su vez, sufrieron los Generales García y Vides Casanova, dio inicio en el Salón Oval de la Casa Blanca, cuando el Presidente Ronald Reagan, junto a su gabinete, decidió poner fin a la expansión militar soviética en Centroamérica, la cual  había iniciado, desde el final de la administración del Presidente Dwight David «Ike» Eisenhower y  tuvo su momento de inflexión, en octubre de 1962, cundo fue la crisis de los misiles en Cuba. La segunda inflexión, fue cuando se tomó la determinación de contener la expansión soviética en Centroamérica, sin la intervención de tropas norteamericanas, pero con sí, con sus recursos, entrenamiento y asesoría contrainsurgente, lo que fue aceptado  en el mismo Salón Oval, por el Presidente Álvaro Alfredo Magaña Borja y  el Ministro de Defensa, General Eugenio Vides Casanova. En aquel momento, había escepticismo en cuanto a  que la Fuerza Armada de El Salvador, tuviese la capacidad de realizar tal misión,  pero los salvadoreños, aseguraron que sí existía la capacidad militar para la misión, lo cual evitó el desbordamiento del conflicto, manejándose como meramente  local. El 16 de octubre de 1982, en medio de una ofensiva insurgente, el Presidente Magaña hace el último intento por detener el enfrentamiento armado, instando al FMLN a deponer las armas e incorporarse a la vida política.

La decisión de enfrentar localmente el conflicto, implicó tres situaciones: 1) la sujeción total de la Fuerza Armada al poder civil; 2) un conflicto de baja intensidad que generó la muerte de poco más de 11,000 soldados en el cumplimiento del deber y; 3) el cumplimiento de normas de respeto a los derechos humanos, condición impuesta por el Departamento de Estado, para el otorgamiento al país de la ayuda militar y económica (lo cual no implicaba, no neutralizar al enemigo armado u organizado, que ejerciera oposición armada al Gobierno,  pero sí, que los efectos del conflicto, no fueran sufridos por la población civil), lo que está debidamente registrado, en los informes elaborados sobre el terreno,  por los observadores del Comando Sur, sobre la evolución militar y el respeto a los derechos humanos durante el conflicto. El resultado de estas situaciones fueron: Elecciones libres; contención militar del FMLN y, la firma de los Acuerdos de Paz

En la geopolítica mundial, luego de Vietnam, los polos  “calientes” de la Guerra Fía, fueron Afganistán y El Salvador. Aunque similares conflictos que se desarrollaban,  pero sus repercusiones mundiales fueron menores  en  Laos, Camboya, Angola y otros países. El conflicto en Nicaragua, de hecho, fue parte de nuestro conflicto, que desbordaba nuestro pequeño territorio, pues las líneas de abastecimiento pasaban por Nicaragua y finalizaban en el Bajo Lempa. Fue situación previamente evaluada por las Fuerzas Armadas Argentinas, como la amenaza potencial y directa a la estabilidad latinoamericana, aún antes de la intervención norteamericana en el conflicto salvadoreño y  en la Contra nicaragüense.

De aceptarse en el Tribunal, que durante el pasado conflicto armado, el Gobierno de El Salvador ejerció Terrorismo de Estado, vuelve “legítimo” al que lo resiste, o sea que volveríanse legítimas las acciones insurgentes del FMLN y, por lo tanto, las acciones del Departamento de Estado, al financiar una lucha ilegítima, le convierte en cómplice de dicho terrorismo. Esta es la posición esperada por The Center For Justice & Accountability (querellantes en el caso de los Generales Vides Casanova, García, del Coronel Montano y de muchos otros más, en Latinoamérica), pues abriría la posibilidad de deducción de responsabilidades civiles para los ciudadanos norteamericanos que, actuando bajo las órdenes del Departamento de Estado, la CIA o el Pentágono, asesoraron las acciones de contrainsurgencia, llevadas a cabo en países latinoamericanos. El Gobierno Federal, jamás podría ser procesado, pero sí quienes ejecutaban sus acciones.  Basta con darle seguimiento a la reclamación por experimentación en humanos, sobre la evolución de enfermedades infecciosas y sus vacunas, ordenada por el Departamento de Estado  y, llevada a cabo, en poblaciones indígenas de los altos de Guatemala, durante la Segunda Guerra Mundial,  y que ha derivado en  reclamaciones civiles, hacia la compañía que las ejecutó.

El Coronel Montano, está librando la última batalla de la Guerra Fría en Latinoamérica, pues del razonamiento del Tribunal de la  Juez Kimberly Swank, dependerá mucho más que la sola extradición del Coronel Montano a España o, de su deportación a El Salvador y, los acontecimientos futuros, serán inevitablemente, consecuencia de este proceso,  cerrándose en Carolina del Norte, un circulo iniciado en Washington en 1982.


En El Salvador, este proceso migratorio no tendrá repercusión política pero sí, jurídica pues justificaría la no asistencia de un ciudadano en el extranjero, siendo que constitucionalmente el Estado le debe dicha asistencia, y que le ha negado al Coronel Inocente Orlando Montano, por sus acciones políticas pasadas y legitimaría los principios de la Justicia Transicional, sostenida por  The Center For Justice & Accountability que es promovida desde el departamento de Derechos Humanos de la UCA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario