DEL PASADO HACIA EL FUTURO

Por    

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com

San Salvador, 8 de diciembre  del 2015.

La tendencia política indica que en Latinoamérica habrá una renovación y que, Centroamérica no será excepción. No será ésta renovación, sólo de meras tendencias políticas, será más profunda, de pensamiento y actitud. La renovación traerá personas y nuevas estructuras, que se adapten mejor a los cambios  propios del liberalismo, aunque con clara conciencia de la necesaria subsidiariedad y de la concertación entre  iguales, con rechazo muy fuerte hacia la corrupción y el populismo socializante.

En días recientes, Edén Pastora Gómez dijo: “nadie quiere que se hable de guerra, ni la derecha ni la izquierda”. También Aldo Álvarez, en un artículo intitulado “Socialdemocracia o resignación ante el péndulo hacia la derecha”, nos muestran el panorama presente y el futuro. Estas opiniones son importantes porque la primera viene del Comandante Cero, representativo guerrillero centroamericano. Por otra parte, tenemos a un teórico de la Izquierda salvadoreña, maduro en sus ideas, pero que no participó en el pasado conflicto armado y que percibe claramente, las nuevas tendencias políticas.

De las ideas de estos dos personajes, podemos concluir que en Centroamérica, se rechaza la idea de guerra e incluso del pensamiento político insurreccional, imbuido en el conflicto, por lo que  ha perdido también  su vigencia política; pues aunque ya no se esgriman las armas, sino que se ejerza el poder, con autoridad  legítimamente conferida,  en su ejercicio, refleja ese pensamiento formado en la guerra.

Y una de las razones por las cuales el FMLN ha sufrido desgaste, es porque no ha abandonado su forma belicosa de pensar, la cual ha afectado en general, a toda la Izquierda;  tal vez aún más, que sus actos de corrupción. Hubo desde el Gobierno de Funes, confrontamiento directo con la empresa privada, siendo ahora la controversia mucho más fuerte. Compruébase al ver la reacción del Gobierno ante cualquier observación que se le haga: siéntelo como un ataque y responde con otro ataque directo. Esa forma de pensar en términos de guerra (es enemigo el que no sea mi amigo y se debe de destruir al enemigo), es característico también de quienes acompañaron políticamente al FMLN: los antiguos miembros del FDR, Francisco Altschul, Francisco Días Rodríguez, Héctor Silva, Salvador y Joaquín Samayoa entre muchos otros. Ejemplo claro de esta forma de pensar, dentro de los internacionalistas que están en el Gobierno, es el uruguayo Marco Rodríguez

Ya no es vista la supervivencia de la Izquierda, basándose en las  ideas que vienen desde la Guerra Fría, sino en teóricos europeos que plantean una nueva  realidad. El Foro de São Paulo, es el último resabio latinoamericano de tal forma anacrónica de pensar: aislar a un segmento de Latinoamérica, dentro del proyecto geopolítico del ALBA, es incongruente con la integración latinoamericana, dentro de la globalización. La Izquierda latinoamericana forjo el radicalismo insurreccional latinoamericano y hasta que dicha Izquierda, no desaparezca, no habrá en Latinoamérica espacio para nuevas formas políticas. Y es  ésta la razón por la que, el tercerismo, jamás ha sido ni será, una opción viable, pues se ha aliado tradicionalmente, con el radicalismo, como apéndice de éste, que pretende dar la mano a los liberales y conservadores.

Por otra parte, los liberales y conservadores, han evolucionado, tienen hoy un pensamiento más flexible y ha habido una renovación de pensamiento y de individuos, pues los años y el desgaste político, han poco a poco eliminado la mentalidad forjada durante el pasado conflicto armado. La Izquierda, hoy en el Gobierno, no ha cambiado, por lo que su desgaste pondrá fin a su estructura anacrónica.

La única excepción a esta realidad, sea posiblemente el Sandinismo, que ha creado una estructura económica que abarca todos los estamentos económicos y sociales de Nicaragua, en un neo-somozismo, que le da una fortaleza capaz de adaptarse y soportar los cambios, siempre y cuando continúe con vida Daniel Ortega.

El socialismo quedará en el pasado: el futuro será una sociedad liberal, con estructuras productivas, pero deberá tenerse  presente que este cambio será efecto del debilitamiento por su desgaste, de la Izquierda y no, por la imposición de las ideas liberales. Estas forzosamente llegarán por el repudio hacia la izquierda.