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sábado, 21 de julio de 2012

EL GOBIERNO QUE PIERDE AUTORIDAD Y, REALIZA ALIANZAS CON FUERZAS ILEGÍTIMAS.



Por Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador 21 de julio de 2012.

Cuando el gobernante pierde autoridad, porque es desconocido por sus electores, procura nuevas alianzas con las distintas fuerzas políticas que gozan del favor electoral o, legitima su poder por medio de una nueva elección. Estos son medios para que nacionales y extranjeros, admitan como real, la legitimidad de su mandato.

En tales casos, como en Europa o Israel, la solución es el cambio del gobierno o la recomposición del mismo, pero buscando siempre seguir la corriente del sentir nacional o soberano.

Pues, actualmente, en nuestro país, estamos comprobando un fenómeno similar, pero nuestros funcionarios, no procuran la aceptación del ciudadano, sino, buscan nuevos asideros en fuerzas que, por su naturaleza, son opuestas al sistema democrático o, a la lógica constitucional.

Advertimos que la legitimidad, en nuestro caso, no la ha perdido  el Gobierno en su conjunto, dicha pérdida la sufren sólo cuarenta y nueve diputados, diez magistrados y el Presidente de la República.

La lucha que se manifiesta, no es entre izquierdas y derechas sino, entre demócratas y totalitaristas y es que,  el espectro político de cada grupo, es como una línea continua, que va desvaneciéndose hasta confundirse con la contraria. En efecto, las doctrinas, pueden definirse claramente en el mundo abstracto o sea, del deber ser, pero en la práctica o, sea en el mundo del ser, la visión ideológica se presenta como  solución, a cada uno de  los problemas del ser humano, dando respuesta específica a cada problema,  según las convicciones del individuo  y, por lo cual, la posición política de éste, será la sumatoria de sus diferentes visiones y, esta posición política, no corresponderá, en todos los casos, a una solución política específica, o sea, a lo que una doctrina política dicte, según su ser. Y, es esta realidad, la que hoy, en los actuales eventos, hace posible la unidad de los ciudadanos de todas las ideologías,  quedando separadas claramente, las ideas de democracia  versus totalitarismo, las cuales son irreconciliables, tanto en la mente del ciudadano, como en la vida nacional y la doctrina.

La clase electora perdió confianza en el FMLN, y esta pérdida, se manifestó claramente así, en el descenso de su votación, en cerca de 200,000 votos. Esta baja, obligó a dicha entidad política, a concertar alianzas parlamentarias con GANA, CN y PES; asegurando de este modo, su dominio en todas las instituciones públicas.

En cuanto al Presidente Funes, debe observarse que el retiro de funcionarios del Ejecutivo de militancia del FMLN, ha sido proclive al distanciamiento del Presidente con su partido y que, como consecuencia, busque el Presidente, alianza con GANA y su jefe, el ex Presidente Saca, resultando que este último, aunque perdió las elecciones como jefe máximo de ARENA, hoy realiza un cogobierno con Funes.

Esta curiosa y muy extraña relación de fuerzas, que pugnan por mantenerse en el ejercicio del poder, ha provocado la alianza entre dos fuerzas ideológicamente antagónicas, pero presas de  un sentimiento común: ejercer el poder en forma totalitaria y, por esta ambición, han disimulado sus diferencias ideológicas, aceptando, ya  elementos ideológicos de derecha, ya de izquierda, según sea favorable a sus designios – es una relación muy similar a la que presentó el Peronismo en Argentina y, en el mismo país, se presenta hoy, con el partido Justicialista.

No obstante, alianzas más extrañas se están pactando en nuestro país, y que profundizan la distancia entre los demócratas y los totalitarios.

La primera alianza  que se pretende, es con las Maras. El Gobierno, no ha podido someter a las Maras al Derecho vigente en nuestro país. Así,  hoy está a punto de concretar con ellos, acuerdos que los convierten  en fuerza beligerante. Las peticiones giran en relación a tres puntos fundamentales: 1°) Restricción, de parte del Estado, en el uso de la Fuerza Pública y, de la Fuerza Armada, en tareas de Seguridad Pública; 2°) Derogatoria de la legislación que condena  la existencia de las pandillas y que, permite su procesamiento; 3°) Indulto para muchos de sus miembros que se encuentran guardando prisión y, beneficios económicos para ellos y sus familias.

Estas peticiones, fueron consideradas por el Secretario General de la OEA,  José Miguel Insulza, como “razonables”, para dar inicio a una “hoja de ruta en vía de una negociación”; agregando: “Creo que las propuestas que ustedes hacen son tremendamente claras”, aplaudió, “y ahora es hora de entrar a una negociación y a una discusión que no puede demorarse mucho, porque estas cosas tienen un ritmo y ese ritmo tiene que cumplirse de manera que nadie pierda la fe en lo que estamos haciendo”.  El cumplimiento de esta negociación, implicaría una nueva ruptura de la Constitución, en cuanto a las acciones que a las Maras se refieren, y a los derechos de las victimas y, la responsabilidad del Estado, en la manera de la preservación de la paz pública – ortopraxis- ,  lo cual es responsabilidad del Órgano Ejecutivo.

Por otra parte, dicha negociación  creará una relación de lealtad de la Mara, hacia quienes están permitiendo esta negociación: por una parte, hacia el Presidente Funes y, por la otra, hacia el ex – Diputado  del FMLN, Raúl Mijango.

Procúrase mantener fuera de la opinión pública, estas negociaciones, por “lo delicado de la situación”, según expresaron los Mareros ante el Secretario General de la OEA, pues, en su conciencia, existe  la certeza de que,  si las miles de victimas, se volcasen a la calle, a manifestarse en contra de tal negociación, esta vez, no habría espacio en el Centro Histórico de San Salvador para contenerlas: son seis millones de victimas de las Maras en este país, mientras que ellos, son solamente  treinta mil y sus familias. La entrega simbólica de armas, por parte de los familiares de las Maras, denota el poder real de éstos sobre la población, que espera protección de su Gobierno.

La segunda alianza que está por concretarse, es con los desmovilizados de la Fuerza Armada aunados con los de la antigua guerrilla, que por motivos de conveniencia personal, no militan con las cinco organizaciones de veteranos,  ni son parte de las cincuenta y tres organizaciones de ex guerrilleros, pero que  hoy ofrecen sus servicios al Presidente Funes, mediante la solicitud de beneficios, por su condición de ex combatientes. Sus pretensiones, siempre han sido desdeñadas por todos los gobiernos anteriores, aún por el actual, por no estar debidamente organizados ni utilizar los canales pertinentes para dirigir sus reclamaciones o, por lo absurdo e inviable de las mismas. Pero ayer, los vimos marchar en las calles, con presencia militar y policial, no para contenerlos, como se pretendió en la marcha blanca por la constitucionalidad del país, del jueves 12 de julio, sino para escoltarlos y protegerlos.

Una tercera  alianza pretende  el Presidente Funes realizar. Es  con las empresas Transnacionales, pues la empresa privada, al considerar la participación del Ejecutivo en un Golpe de Estado, se ha retirado de la mesa de dialogo conjunto para el establecimiento de políticas económicas nacionales. Esta alianza con las Transnacionales, es muy difícil de realizar y, es que es política de toda Transnacional, cumplir con la legislación interna de cada Estado, en donde mantiene operaciones y sustentar siempre una opinión políticamente neutra y en el caso de ser forzada a ayudar a una fuerza política, lo hacen, pero con todas. El Presidente Funes, pretende substituir la participación de empresa privada, con la participación de las Transnacionales, en la discusión de los asuntos políticos y económicos. Sin embargo, es  difícil  cambiar la situación de inestabilidad jurídica y de riesgo de inversión en el país. Además, algo importante es la discusión sobre la política económica, que es una extensión de los Derechos Políticos, pues toda determinación al respecto, afectan o benefician la vida de todos los salvadoreños, afectando un aspecto del bien común. De aceptar las Transnacionales esta nueva relación pública con el Ejecutivo, sería visto como una intromisión en los asuntos internos del Estado, lo cual iría contra sus propios intereses económicos.

La alianza Legislativa y Ejecutiva que ha sido proclive a  este creciente caos jurídico y social en El Salvador, podría agravarse en los días siguientes, si las dos primeras alianzas mencionadas – Mara y ex combatientes - lograsen concretarse, pues se ahondaría la división entre  la sociedad salvadoreña y su Gobierno.

Así como las alianzas ya establecidas entre el Ejecutivo y el Legislativo, han permitido crear una Corte Suprema de Justicia paralela, como lo ha advertido el Fiscal General de la República, de concretarse una alianza del Ejecutivo con las Maras y,  con los ex combatientes, podríase crear una fuerza paramilitar paralela a la Fuerza Armada de El Salvador, y esta fuerza paramilitar estaría al servicio exclusivo del Ejecutivo, siendo leal al Totalitarismo.

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